Concierto de Rosendo – Una vida de Rock. Plaza de Toros de las Ventas. Madrid, 27-IX-2014

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Este pasado sábado el Opus Dei estaba de fiesta, uno de sus más destacados miembros -Álvaro del Portillo- era beatificado; el acto se celebró al aire libre, desafiando las amenazas de lluvia que se cernían sobre Madrid. Milagrosamente, no podía ser de otra manera, no llovió durante el evento, lo hizo justo inmediatamente después. ¡Claro!, pensé, aquí ha habido negociación en la alta cumbre y nos van a mandar toda la lluvia a los rockeros para que aprendamos lo que es la Divina Providencia. Tampoco fue así, no cayó ni una gota hasta el momento en que salíamos de la plaza de toros, que descargó con ganas. No es de extrañar, lo de Rosendo también era, al menos en el corazón de todos los rockeros de bien, su beatificación tras toda una vida dedicada a la música.
Minutos antes del concierto nos tomamos una cerveza y nos pusimos a la cola; tras una espera más larga de lo que cabría esperar, entramos y nos quedamos boquiabiertos; la plaza estaba prácticamente llena y tuvimos que negociar duramente con la gente que ya estaba sentada para que nos hicieran un hueco. Minutos después ya no cabía ni un alfiler (algunas crónicas hablan de diecisiete mil personas). Abrió el concierto Rodrigo Mercado, hijo de Rosendo, que nos ofreció su repertorio, aún escaso, a base de ritmos pop con abundantes incrustaciones de rap y reggae (a mi no me consiguió enganchar).
Hacia las diez y cuarto apareció Rosendo con su banda habitual, es decir, una puesta en escena bien modesta: guitarra, bajo y batería, toda una declaración de intenciones de lo que iba a ser el concierto, un rock austero, sin florituras y con canciones no muy largas (unas treinta en algo más de dos horas y cuarto de actuación). Como decían algunos asistentes al concierto, a sus sesenta años Rosendo está hecho un chaval; a mi entender tocó la guitarra mejor que nunca, los habituales solos marca de la casa fueron ejecutados con maestría, soltura y energía, para mi gusto de lo mejor de la noche.
El concierto fue de menos a más, al principio con canciones como “A dónde va el finado”, “Listos para la reconversión”, “Hasta de perfil” o “Salud y buenos alimentos”. Ya con el auditorio entregado, apareció en escena Kutxi Romero, del grupo Marea, para cantar con Rosendo “Muela la muela”, tema de su último disco (“Vergüenza Torera”, 2013) y, poco después, su hijo Rodrigo que lo acompañó, junto con un cuarteto de cuerda, en el tema “A remar”, también de su último álbum. A partir de aquí el concierto se aceleró, comenzaron a aparecer sus canciones más emblemáticas (“Entre cejas”, “Flojos de pantalón”, “Agradecido”, “Sorprendente”, “Masculino Singular, “Loco por incordiar”, etc.), algunas de ellas con la colaboración del resto de sus invitados: Enrique Villareal “El Drogas”, Fito Cabrales, Miguel Ríos y Luz Casal, a quien me alegré mucho de ver, estaba muy guapa y con un aspecto formidable. El concierto acabó con “Maneras de Vivir”, con todos los invitados subidos al escenario; fue el momento álgido de la noche, para entonces ya nadie estaba sentado y sólo se escuchaba la música ya que, a pesar de los esfuerzos de los que estaban en el escenario, tan sólo se oía nuestro rugir al ritmo de la mítica canción de Leño. A propósito de esto, he de decir que lo peor de la noche vino del lado del sonido con, quizás, demasiados decibelios para bajo y batería y muchos menos para los micrófonos, sobre todo para los de los invitados a quienes, en la mayoría de las ocasiones, apenas se les escuchaba.
El otro aspecto negativo, reconozco que éste mucho más subjetivo, fue la poca presencia del primer disco de Leño, apenas esbozado en el tema acústico “Se acabó”, con el que Rosendo quiso homenajear a sus compañeros desaparecidos. Aún recuerdo mi vieja cinta grabada con este primer trabajo de Leño y cómo la escuchábamos en los parques o en la calle con una litrona en la mano (en aquella época no conocíamos el “botellón”, lo más parecido era el calimocho); por eso quiero terminar con ese himno de rock protesta que el sábado no pude escuchar: “Este Madrid”. Muchas gracias, Rosendo, por mantener vivo el Rock.

Autor: Raúl

Me llamo Raúl Rodríguez, me dedico a la docencia universitaria y a la investigación en el ámbito de la Historia de la Ciencia, actividades que forman parte de mi vida desde que acabé la carrera, allá por 1986. Sin embargo, la música está conmigo desde mucho antes, desde mi infancia y primera adolescencia, y ha sido siempre una leal compañera. Decidí abrir un blog de canciones con el propósito de encauzar mis inquietudes musicales a través de un canal que pudiera ser sintonizado por otras personas con intereses similares y que, además, sirviera como foro de opinión para todos aquellos que quisieran compartir su pasión por la música. Decidí llamar a este espacio "La Guitarra de las Musas", en honor de las diosas griegas de las Ciencias y las Artes, especialmente de la Poesía y la Música. Quiero pensar que si hubieran tenido guitarras –y baterías, bajos, teclados y demás instrumentos de nuestro tiempo- hubieran sonado como la música propuesta en este blog. En este espacio, el rock en casi todas sus vertientes será el protagonista pero, también, otros estilos como el blues, el jazz, el pop, el soul y las melodías más pegadas a nuestra cultura: cantautores, canción melódica, boleros, corridos mexicanos, tangos, rumbas e, incluso, copla. Por favor, que nadie se enfade conmigo si no encuentra aquí la música que le gusta; la selección de los temas y los comentarios realizados responden, únicamente, a mis intereses particulares que, como bien puede verse, están un poco anticuados. Todos aquellos que busquen música actual no la encontrarán en este sitio.

14 opiniones en “Concierto de Rosendo – Una vida de Rock. Plaza de Toros de las Ventas. Madrid, 27-IX-2014”

  1. Ahora mismo me corroe la envidia, jaja! Enorme Rosendo siempre! Yo soy de los que cree que el maestro está mejor cada día, voy a sus conciertos siempre que puedo (ya he perdido la cuenta) y siempre se porta. Lo del setlist es complicado, muchos años en la música, muchos discos; es muy complicado hacer una lista de sus 30 mejores canciones, aún así yo no eliminaría ninguna de las que tocó, eso sí, añadiría como unas 30 más.

    Saludos

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    1. Totalmente de acuerdo, no sobró ninguna canción; claro, siempre te parece que falta alguna pero, en realidad, es algo totalmente subjetivo. Estuvo entregado, vigoroso y generoso, también su banda y, por supuesto, los invitados. Una gran noche de rock. Muchas gracias y un saludo.

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  2. Después de algo mas de dos meses con las entradas adquiridas, llego el día de compartir esta tarde-noche de rock junto al creador de este blog y un amigo en común, y la verdad mereció la pena la espera, gran noche de rock patrio fabricada por una de las leyendas vivas de nuestro rock.
    Estoy de acuerdo que siempre nos puede parecer que faltan canciones míticas, pero con una dilatada carrera como la de Rosendo se necesitarían 6 horas de concierto, ha un así ha sido una noche memorable y en mi caso en particular me puso los pelos de gallina ver juntos a Rosendo y Miguel Rios juntos en el escenario, 60 y 70 años respectivamente y como dos chavales que acaban de empezar sus carreras musicales, dándolo todo en el escenario, de verdad es un placer y orgullo poder disfrutar de estos maestros.

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    1. La verdad es que lo pasamos muy bien y me alegro mucho de haber ido con vosotros, esto hay que repetirlo … Parece que a Miguel Ríos se le fue un poco la letra, pero nosotros no nos dimos ni cuenta, tan solo disfrutábamos con ellos. Fue un concierto singular, no podía ser de otra manera. Gracias por comentar Carlos, besos.

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  3. Un buen concierto, entretenido y simpático, con sus momentos álgidos y vibrante durante las dos horas y pico de repertorio de toda una vida, no era de esperar otra cosa, rock del bueno con la mejor compañía posible, echamos en falta alguna tema de sus orígenes pero no se puede tocar todo, una muy buena noche de sábado aunque al final, nos mojamos jeje.

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    1. ¡Bienvenido a La Guitarra de las Musas Raúl, qué alegría verte por aquí!. Nos mojamos pero ya en la calle y algunos también se mojaron por dentro, jajaja. Ya le he dicho a mi hermano que hay que repetirlo. Yo creo que, si hubiera dependido sólo de Rosendo, nos hubiéramos quedado un poco más, se le notaba con ganas. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo

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  4. Qué envidia. Ya lo sabes. Ahora no hago más que pensar en la razón por la que dije “no” a la invitación que me hiciste el día que nos conocimos. Bueno, la sé. Sé que esperaba menos de este directo como esperé menos de los Stones y tampoco fui. Parafraseando a Lennon “mi vida es eso que pasa entre conciertos míticos a los que no he asistido”.

    Me habría encantado birrear, hacer cola, vivir lo que vivisteis y, sobretodo -como ya te dije- rockandrollear. Me habría alucinado ver al Drogas o a Kutxi. Y habría sido una grupi más de Miguel Ríos.

    De esta entrada me quedo con varias cosas (al margen de la envidia). Nuevos comentaristas en el blog, entradas personales (esas que le gustan a Salva) y ganas de vernos nuevamente para birrear y si se da el caso: rockandrollear.

    Abrazos máximos.

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    1. El otro día se lo comenté a Salva y me preguntó que si venías … Es verdad lo que dices, es que es mucho más que el concierto en si mismo; los preparativos, el preguntarte todo el día si va a llover o no, las cervezas, el momento en el que vimos la plaza de toros a reventar, 17.000 voces cantando «Maneras de vivir», son momentos irrepetibles. No creo que esos comentaristas «espontáneos» aparezcan mucho más, jajaja, pero a ellos también les llegó Rosendo. Un fuerte abrazo y nos vemos en el próximo ¡eh!

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  5. Pues yo a Rosendo lo vi por primera vez el año pasado, justamente en el mes de septiembre. Fue en el Festival de la Luz, en Boimorto, festival que organiza Luz Casal desde hace unos años ya que fue allí donde nació. Recuerdo que el concierto estuvo muy bien, muy dinámico y potente. Canción tras canción, sin casi silencios entre temas. También Rosendo había ido de menos a más, entonando al final del concierto Maneras de Vivir con el público.
    Muy buena esta reseña de cómo viviste el concierto, muy personal. Un abrazo Raúl.

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    1. Muchas gracias, la verdad es que prefiero hacerlo así, para crónicas oficiales ya están las de los periódicos y las revistas de música … Rosendo puede gustar más o menos pero, en cualquiera de los casos, merece la pena disfrutar con su energía y con la pasión de muestra por la música. Me imagino que a ti te transmitiría algo parecido. Un abrazo

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  6. ¡Tu con una litrona en tus años mozos! Lo siento pero no te veo. Tengo de ti una imagen de persona formal y esa instantanea se me escapa jejeje.
    Buena entrada Raúl, como dice Bonus de las que ha mi me gustan y como comentas para crónicas oficiales ya están los profesionales.
    He de decir que soy o fui más de Leño que de Rosendo. Su primer disco es uno de mis favoritos aunque hace muchisimo que no lo escucho. Me encantaba Castigo. El Tren y Este Madrid dos himnos.
    Lo mejor que disfrutaste y lo peor es que no estuvo Sabina ¡cachis diez!
    Un abrazo.

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    1. Jajaja, es que estoy muy calvo, Salva, pero de joven era muy de barrio, con todo lo que conllevaba eso, aunque es verdad que nunca he sido muy malote. Yo también soy más de Leño y, como ya he comentado en la entrada, sobre todo del primer disco que, por cierto, podría decirse que es algo progresivo, sin ir más lejos una de las que mencionas, «Castigo», es un buen ejemplo. Una pena lo de Sabina, pensaba dedicarte esa hipotética canción, jajaja. Muchas gracias por tus palabras.

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  7. ahora me entero que Rosendo tiene un hijo !! ya me vale… las canciones que mas me gustan Agradecido y Loco por Incordiar… por ciertooo… he leído ¿sentado? ¿en un conciertoo? venga, hombre, hay que bailar, dar botes o lo que sea… anda que si llega a ir Sabina habría llovido tooooooooodo el concierto. jajajajaaa…. saludos

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    1. ¡Bienvenida Guecica! Con el hijo de Rosendo estuvimos sentados y luego ya nos fuimos levantando, es que pesan los años, jajaja. ¡Pobre Sabina!, ya le he dicho a Salva que esperaba que saliera para dedicaros una canción al grupito bloguero anti-sabina, ¡que sois muuu malos! jajaja. Me alegro mucho de verte por aquí. Saludos.

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