Édith Piaf / Amália Rodrigues / Zaz. «La Vie en Rose»

Los mitos y los héroes de la música, al igual que los relatos tradicionales sobre acontecimientos prodigiosos generados por dioses y semidioses, llevan siempre una aureola que los ilumina, los engrandece y acaba por convertirlos en leyenda. Dicen de Édith Piaf que era rebelde y soberbia, y que llegó a comentar que la gente decía de ella que podría cantar la guía telefónica y hacer que sonara bien. Hay muchas cantantes fabulosas pero son muy pocas las que llegan a emocionar, conmover y, como se dice coloquialmente, a poner los pelos de punta. Hace unos meses me ocupaba de uno de esos milagros que nos ha dejado la música: Billie Holiday; hoy le toca el turno a la francesa Édith Piaf. Tan sólo vivió cuarenta y siete años; salvo los momentos de gloria y reconocimiento profesional, tuvo una existencia tormentosa ya desde el mismo momento de su nacimiento, en plena calle y bajo una farola situada frente al número 72 de la parisina calle de Belleville; estuvo mal alimentada desde que nació, fue criada en un burdel, tuvo una única hija que falleció de meningitis a los dos años de edad, se vio envuelta en un escándalo por un asesinato cometido en su entorno de trabajo, su gran amor -el boxeador Manuel Cerdan- murió en un accidente de avión, y fue adicta a la morfina hasta el final de sus días. Cuando tu vida es así, y tienes un don para cantar y transmitir, bien puedes permitirte el lujo de recitar las páginas amarillas y que, además, te aplaudan a rabiar. «La Vie en Rose» es uno de sus temas más conocidos y, en cierta medida, responsable de su éxito; la autoría de la música corresponde a «Louiguy» (Louis Gugliemi) y la letra figura a nombre de la propia Édith Piaf, aunque es muy probable que fuera escrita por Marguerite Monnot. Hoy día día sigue siendo una de las canciones que generan más derechos de autor en Francia; de entre la multitud de versiones existentes, algunas fabulosas, yo me voy a quedar con dos: la de Amália Rodrigues, la gran dama de la canción portuguesa, la reina del fado; y la de la cantautora francesa Zaz, una propuesta más desenfadada y actual, en la que hábilmente se mezclan la «chanson» y el gypsy jazz.

Autor: Raúl

Me llamo Raúl Rodríguez, me dedico a la docencia universitaria y a la investigación en el ámbito de la Historia de la Ciencia, actividades que forman parte de mi vida desde que acabé la carrera, allá por 1986. Sin embargo, la música está conmigo desde mucho antes, desde mi infancia y primera adolescencia, y ha sido siempre una leal compañera. Decidí abrir un blog de canciones con el propósito de encauzar mis inquietudes musicales a través de un canal que pudiera ser sintonizado por otras personas con intereses similares y que, además, sirviera como foro de opinión para todos aquellos que quisieran compartir su pasión por la música. Decidí llamar a este espacio "La Guitarra de las Musas", en honor de las diosas griegas de las Ciencias y las Artes, especialmente de la Poesía y la Música. Quiero pensar que si hubieran tenido guitarras –y baterías, bajos, teclados y demás instrumentos de nuestro tiempo- hubieran sonado como la música propuesta en este blog. En este espacio, el rock en casi todas sus vertientes será el protagonista pero, también, otros estilos como el blues, el jazz, el pop, el soul y las melodías más pegadas a nuestra cultura: cantautores, canción melódica, boleros, corridos mexicanos, tangos, rumbas e, incluso, copla. Por favor, que nadie se enfade conmigo si no encuentra aquí la música que le gusta; la selección de los temas y los comentarios realizados responden, únicamente, a mis intereses particulares que, como bien puede verse, están un poco anticuados. Todos aquellos que busquen música actual no la encontrarán en este sitio.

13 opiniones en “Édith Piaf / Amália Rodrigues / Zaz. «La Vie en Rose»”

    1. ¡Es verdad Guecica!, me acuerdo de la escena del coche, en la que ella canta esta canción a Humphrey Bogart, ¡qué maravilla! Gracias y un saludo.

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  1. Edith Piaf ha sido una de las mejores voces que ha dado la música francesa. Aparte del original, la versión de Amália Rodrigues es la que más me ha gustado. Mi canción preferida de Piaf es Rien de rien.

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    1. Otro de sus grandes temas, otra canción preciosa. Estos temas han sido muy versionados pero superar a Édith Piaf es francamente difícil, sólo alguien con tanto poderío como Amália Rodrigues es capaz de estar a la altura. Y que conste que he escuchado versiones buenísimas de La vie en rose … Gracias Eduardo.

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  2. Lo que son las cosas. A mi no me gusta, a mi mujer le encanta. No me gusta por que me recuerda a cierta persona a la que le gustaba mucho y luego resultó ser un hijo de la gran puta, y siempre que escuco a Piaf me viene a la mente esa persona.
    Por lo demás reconozco que es una gran voz pero ahí me quedo.
    Buen finde chicos.

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    1. Jajaja, esas cosas no se pueden evitar, la música nos recuerda nuestros mejores momentos pero también los malos, ¡qué se le va a hacer! Si le gusta a tu mujer, ponle a versión de Zaz, a ver qué opina, tal vez le parezca un sacrilegio … Buen finde.

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  3. Qué grande esta mujer, justamente hace poco la recordé al ver la película de los hermanos Dardenne Dos días, una noche cuya actriz Marione Cotillard la interpretó extraordinariamente hace unos años.
    De Edith Piaf me quedo con la Foule por cómo te transmite la ansiedad y la angustia que siente durante ese baile multitudinario en el que pierde a su amante y con L’homme à la moto por graciosa.
    Te dejo una versión de Milord realizada por Marina Rossell. Un abrazo.

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    1. No he visto la película sobre Édith Piaf, la tengo pendiente. Los Hermanos Dardenne son una garantía, he visto alguna película de ellos: «El niño de la bicicleta» o «Rosetta», que me acuerde ahora. De «La Foule» que te voy a contar, un tema maravilloso.Muchas gracias por esa versión de Marina Rosell. Besos Virginia.

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  4. La voz de Édith Piaf convierte la original en obra maestra.

    Aprovecho que nadie la ha nombrado para aportar la versión de Grace Jones. Aunque se aleja de la esencia que desprende la original, quizás un poquito solemne, creo que aporta una perspectiva sensual (y respetuosa), con atmósfera «disco» para bailar abrazados, respaldada por la voz de esta pantera humana, logrando lo que en el fondo trata de transmitir la letra: felicidad y dicha en una tierna relación de pareja.

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    1. Muchas gracias por tu aportación, me gustan las versiones diferentes, además Grace Jones me trae muy buenos recuerdos. Tratar de imitar a Édith Piaf es una temeridad, por eso estas versiones atrevidas tienen mucho mérito. Por cierto, te he sustituido el vídeo, el que tú has puesto no funcionaba. Saludos.

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