La primera vez que recomendé una canción de los Doors a mis amigos de Facebook (entonces no tenía blog) comentaba que ésta es una de las bandas más influyentes en la historia del rock; su propuesta musical, entre la psicodelia y el blues-rock, ha dejado una huella bien reconocible en grupos que vendrían después. Comenzaron su andadura en 1965 y, entre 1967 y 1971, crearon uno de los legados más importantes que se recuerdan; fueron seis discos de estudio, a cual mejor, todos ellos absolutamente imprescindibles: «The Doors» (1967), «Strange Days» (1967), «Waiting for the Sun» (1968), «The Soft Parade» (1969), «Morrison Hotel» (1970) y «L.A. Woman» (1971). Lamentablemente, el 3 de julio de 1971 fallecía en extrañas circunstancias su figura más carismática, Jim Morrison. El grupo continuó sin él durante unos años, incluso grabaron algún disco más, pero lo cierto es que ya nunca fue lo mismo, evidentemente The Doors no podían seguir existiendo sin Morrison. Siempre me he sentido cautivado por el sonido de este grupo, por ese inquietante halo de misterio que no era tanto responsabilidad de su cantante como del teclista de la banda: Ray Manzarek, un verdadero innovador de técnicas y sonidos gracias al uso de su «Fender Rhodes Piano Bass», el teclado que llegaba a sonar como un bajo, supliendo de esta manera a ese instrumento en las actuaciones en directo; recordemos que los Doors eran una banda de rock sin bajista, aunque recurrieran a algún profesional en sus discos de estudio. Probablemente Jim Morrison fue la imagen, incluso el alma de este grupo, pero el artífice de ese sonido Doors tan hipnótico y peculiar fue Ray Manzarek. Hace algunos meses me ocupé de su primer éxito, «Break on through»; hoy le toca el turno a su último gran tema, «Riders on the Storm» («L.A. Woman», 1971). Se ha especulado mucho sobre el significado de la canción (hay teorías de todo tipo), en esta ocasión prefiero quedarme con su inquietante música y con el genio de Manzarek, que consigue que salgamos aterrados y mojados tras el paso de esta tormenta de siete minutos. Una curiosidad, este tema está basado en un clásico del country: «Ghost Riders in the Sky», de Stan Jones; aquí lo tenéis en la voz de Johnny Cash.
14 opiniones en “The Doors. «Riders on the Storm»”
Comentarios cerrados.
Temazo y grupazo, sí, si Led Zeppelin no tenía sentido sin Bonzo, The Doors sin Morrison mucho menos. Yo me emocioné al visitar su tumba en el cementerio de Pere Lachese en París, un sitio espectacular por cierto.
Gracioso que comentes lo del bajo, a mí a veces me falta en su sonido en directo, no así en los álbumes, en los que grababan con grandísimos bajistas de estudio como Carol Kaye, a quién dediqué una entrada en We Are Rock. Pero sí, en cualquier caso, tenían un sonido único y por ello han pasado a la historia. Fue breve pero la huella que han dejado es imborrable 🙂
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He oído hablar de ese cementerio y, la verdad, siempre he pensado en ir; aunque estuve viviendo allí una corta temporada, al final no lo vi; me lo apunto para una próxima ocasión. A mi me gustan muchísimo más sus trabajos de estudio que los directos, pero no deja de ser un atrevimiento el que un grupo de rock se atreva a tocar sin bajo, una prueba más de que eran un grupo singular. Tienes razón con lo de Carol Kaye, dejo un enlace a tu blog para todos aquellos que estén interesados:
http://wearerock.wordpress.com/2014/04/15/carol-kaye/. Gracias por tu comentario Marta y buen fin de semana.
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Pues te recomiendo que pares por Père Lachaise en la próxima ocasión, por la tarde y preparado para pasarte unas horas (hay tanta gente importante que visitar que no es difícil, es inmenso y hay muchísima gente importante: Méliès, Delacroix, Proust, Oscar Wilde, Balzac, Maria Callas, Jim Morrison,…). Pero, personalmente, lo que más me cautivó fue el ambiente, creo que es el lugar más romántico en el que he estado y, cuando hablo de Romanticismo, me refiero al movimiento artístico y filosófico de finales del siglo XVIII, no a la perversión actual de la palabra. Por eso te recomiendo ir por la tarde (como yo fui) porque así tienes unas primeras horas de luz para ver las tumbas que te interesan y tener una idea de la inmensidad del espacio, pero a medida que anochece, disminuye el número de visitantes y aumenta la cantidad de cuervos sobrevolando el cielo… ¡Fantástico!
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Una excusa más para volver a París, muchas gracias por tu recomendación, Marta, con una descripción así es imposible resistirse.
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Un tema grandioso, de una ambientación hipnótica irrepetible. Una entrada tan estupenda como sus ilustrativos comentarios. Yo tampoco me pierdo la visita a Pére Lachaise en mi próxima visita a París…
Un abrazo, Rául.
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Muchas gracias, Antonio, por tus palabras. Ese halo misterioso e hipnótico de este grupo, que en esta canción se aprecia tan bien, creo que en gran medida es obra de Ray Manzarek; es posible que haya habido teclistas más virtuosos en la historia del rock (Rick Wakeman, por ejemplo) pero éste logra dotar de identidad y personalidad a la banda, algo parecido a lo que sucede con Jon Lord en Deep Purple. Marta nos lo ha puesto fácil para ir a Père Lachaise. Buen fin de semana y un abrazo.
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Este es un tema imprescindible para la historia de la música. Es una de las primeras canciones de The Doors que escuché y se me quedó grabada con esa tormenta tan absorbente….
Y, por muchas veces que escuche la versión de Ghost Riders in the Sky de Johnny Cash, cada vez me gusta más.
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Ese tormenta es una obra de orfebrería musical, inquietante y creativa. Me ha gustado mucho hacer este guiño al country y estaba seguro que lo apreciarías. Es posible que el miércoles me ocupe de un tema muy conocido de country, espero alguna versión de tu parte, Eduardo. Muchas gracias y buen fin de semana.
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Muy grandes los Doors! Yo también estuve en Pere Lachaise, y la verdad es que la tumba de Morrison estaba en muy malas condiciones. Aún así merece la pena
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Sus discos se siguen escuchando, parece que estuvieran inmunes a las modas y si algún chaval joven se acerca a ellos acaba por entregarse a su música. Al final sois varios los que habéis estado en ese cementerio, de la próxima no pasa, tengo que verlo … Gracias por tus comentarios. Saludos
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Uno de esos temas con atmosferas opresivas con que tanto me gustaba martirzarme en mi adolescencia jajajajaja. Algún día hablaré de ello. Estoy totalmente de acuerdo, el gran responsable del sonido Doors el Ray Manzarek. Adoro el sonido de los teclados en los setenta. Como buen Purplemaniaco Jon Lord es el puto amo. Otro grupo con un sonido de teclaos espectacular eran Rare Earth. Get Ready, una de mis canciones preferidas.
En cuanto a la tumba de Morrison la verdad es que a mi me decepcionó y eso que ya iba advertido de que estaba muy sucia, pero aún así no deja de ser curioso visitarla.
Un abrazo a todos.
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Tema interesante ese de las «atmósferas opresivas» … Creo que son los dos teclistas que más que gustan (Manzarek y Lord) porque son los que consiguen esas atmósferas, opresivas, depresivas, melancólicas, psicodélicas y de equilibrio a la rudeza del resto de instrumentos, te hacen vivir la música como si fuera una aventura. Un grupo muy interesante Rare Earth, con una mezcla de jazz-rock, psicodelia y funk muy atractiva; me recuerdan a otro grupo Blood, Sweat and Tears. Me apunto la visita a ese cementerio … Un abrazo Salva.
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Me encantan «Alabama song» y «The crystal ship».
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Las dos son alucinantes, ese primer disco tenía un montón de buenas canciones, también estaba Break on through, The End y Light me fire. Por ciero, creo que Alabama song es una adaptación de un tema escrito por Bertolt Brecht. Muchas gracias por participar. Un saludo
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