En una entrada anterior reflexionaba sobre la influencia que han ejercido las censuras y los puritanismos en los procesos de creatividad artística; en este sentido, el instinto de supervivencia y el deseo de triunfar también pueden llegar a ser factores determinantes. Rodrigo Sánchez y Gabriela Quintero se conocieron en México, D.F. cuando eran muy jóvenes; tras su paso por el grupo de trash metal Tierra Ácida y ante el desalentador panorama musical que veían en su país natal, decidieron viajar a Europa en busca de nuevas oportunidades. Llegaron a Dublín con un par de guitarras y comenzaron a tocar en bodas y bautizos, en pubs y, por supuesto, en la calle, donde conocieron el rico ambiente musical de la capital irlandesa. Pronto comenzaron a actuar en festivales, tanto en Reino Unido como en otros países de Europa, hasta que en el año 2002 lanzan su primer disco, titulado «re-Foc». No es fácil describir su estilo, digamos que se sitúa entre los ritmos latinoamericanos, la rumba, el flamenco y el rock. Rodrigo asume el liderazgo y actúa como primera guitarra, mientras que Gabriela ejerce de guitarra rítmica y, lo que es más importante, lleva la voz cantante en la percusión. Él es increíble, buen guitarrista, pero ella es el alma del dúo, capaz de suplir con su guitarra, sus manos y su corazón a todos los instrumentos habitualmente implicados en los roles rítmicos. Cuando uno los ve no sale de su asombro; tocan a una velocidad endiablada y siguen conservando, y transmitiendo, su esencia metalera; creo que es mejor que lo veáis con vuestros propios ojos. Las tres canciones que he seleccionado (en realidad cuatro) forman parte de su segundo álbum («Rodrigo y Gabriela», 2006); las dos primeras están compuestas por ellos, tanto de «Tamacun» como de «Diablo Rojo» existen versiones alternativas, recogidas en su álbum «Área 52», que grabaron acompañados de la orquesta C.U.B.A. (también os he dejado enlaces a este experimento de fusión con los ritmos cubanos); el tercer vídeo corresponde a una singular versión del clásico «Stairway to Heaven», de Led Zeppelin. Por si os habéis quedado con ganas de más, aquí tenéis a este dúo de guitarristas haciendo frente al tema de Metallica «Orion», junto a su bajista, el estadounidense de origen mexicano Robert Trujillo.
La Guitarra de las Musas 
Me encantan son increíbles los dos y se complementan a la perfección. Conservan el alma rockera, como dices. De alguna manera, me recuerdan a Tenacious D, aunque muy diferentes ambos dúos consiguen hacer rock (o no sólo rock) con tan sólo dos guitarras acústicas/españolas. Un saludo Raúl, por cierto, ¡mañana entrada de We Are Rock!
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Es verdad que con propuestas como ésta o la que comentas las etiquetas saltan por los aires, ver esa versión de Stairway to heaven con solo dos guitarras es como para quitarse el sombrero. Estamos necesitados de imaginación en la música y a éstos les sobra. Bueno, ya estoy esperando tu entrada de mañana, a ver con qué nos sorprendes. Un abrazo Marta.
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Recuerdo que descubría este grupo gracias a Marta, que este verano dejó un comentario en mi blog y puso un vídeo de ellos. Confieso que no les hice demasiado caso más allá de los temas que Marta y tú aportasteis, pero suenan increíbles.
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Es verdad que este verano Marta y yo ya comentamos algo de este dúo y pusimos algún tema. Como le comentaba a Marta, creo que estamos necesitados de gente con imaginación en la música, ¿te has fijado qué velocidad llegan a darle en algunos momentos a la canción? ¿Y cómo hacen las percusiones? A mi me tienen alucinado. Saludos.
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No sabía dónde había dejado un comentario diciendo que descubrí este grupo por Breaking Bad. Hace poco estuvieron en Madrid y nos lo perdimos Raúl.
Felices fiestas (tú también eres mi blogger favorito pero no tienes twitter :p)
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Es verdad que salían en Breaking Bad, creo que lo comentaste este verano en Mentalparadise. Pues me da mucha rabia lo que dices porque me hubiese gustado mucho verlos, la verdad es que soy un desastre con esto de los conciertos, no me entero de nada y eso que seguí tu consejo y me instalé en el móvil la aplicación nvivo, pero ni siquiera así me ocupo de mirarlo. Muchas gracias por lo de blogger favorito y ¡Felices Fiestas!
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Hola Raúl,
yo también me quito el sombrero ante la versión de Stairway to heaven. La guitarra española siempre tan cautivadora y meláncolica, muy nuestra.
Saludos
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¿Qué tal Francisco Javier?
Mira que hay versiones de este clásico, pero ésta tiene algo muy especial, está hecha con el alma de alguien que ama el heavy metal pero con las herramientas de nuestra cultura musical. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Saludos.
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