Las Cinco Canciones de Raúl (I): «Hotel California» (Eagles)

Como ya os comenté hace unos días, esta web ha cumplido su segundo año en la blogosfera. Para celebrarlo me he liado la manta a la cabeza y he tratado de rescatar una idea que ya puso en funcionamiento el amigo Salva desde su blog «Mentalparadise», una iniciativa orientada a incrementar el contacto entre todos nosotros, con el ánimo de que nos conozcamos un poquito más y compartamos nuestros recuerdos. Os animo a participar, a que nos digáis cuáles son las cinco canciones que, por la razón que sea, han tenido importancia en vuestras vidas, aquellas que estimulan vuestros recuerdos, las que os hacen viajar a determinados momentos de vuestro pasado. Es posible que sean las cinco canciones que más os gusten o, tal vez, no; lo más importante tiene que ser su valor sentimental, su capacidad evocadora. La idea es que cada vídeo vaya acompañado de un texto, en el que nos contéis por qué es importante esa canción para vosotros. Tal y como hacía Salva, los temas serán publicados de lunes a viernes, dedicando así una semana a cada colaboración. Además de las cinco canciones, y sus cinco textos respectivos, también me gustaría que me enviarais una breve presentación de vosotros, algo que entiendo siempre ayuda y nos acerca un poco más.

No os puedo pedir que hagáis algo si antes no lo hecho yo mismo; así que, durante esta semana, irán mis cinco canciones. Aquí podéis saber alguna cosa más sobre mí, o en esta entrevista que hace unos meses me hizo el amigo Ángel, responsable del blog El Gramófono.

Creo que empecé a interesarme por la música a los 12 ó 13 años, tal vez como mecanismo de defensa ante las sesiones de copla a las que me sometía mi madre; me acuerdo del programa “Feria de Coplas”, de sus innumerables cintas de casete e incluso de cuando hacía sus pinitos cantando canción española. Acabé odiando esa manera de entender la música, aunque penetró en mí por ósmosis; de hecho, ya en mi madurez y sin complejos de ningún tipo, he vuelto a disfrutar de la copla.

Hacia 1976 ó 1977 yo me peleaba con mi madre (como podéis imaginar, casi siempre perdía) por el control del radiocasete; mi objetivo eran los programas de radio de rabiosa actualidad musical y, sobre todo, aquellos en los que los oyentes dedicaban canciones, éstos resultaban más interesantes para mis propósitos: grabar canciones, más que nada porque avisaban de lo que iba a sonar y solían respetar el tema hasta el final. Me conocía los programas de todas las cadenas, sus estilos y horarios, de tal manera que incluso llegaba a dejar a mis amigos (en aquella época estábamos siempre en la calle) para ir a grabar.

En una de esas sesiones radiofónicas descubrí “Hotel California”, del grupo Eagles, y me quedé embobado, como si hubiera descubierto América; aquello no se parecía en nada a las habituales canciones comerciales que llenaban las listas de éxitos. Me ayudo a agudizar el gusto musical y empecé a exigir más a los programas de radio, de tal manera que cada vez iba grabando menos; ya tenía un parámetro de calidad establecido: “Hotel California”, ya no quería escuchar todo lo que me proponían, ahora tenía que rebuscar, como el que mete la mano en un cajón de camisetas para buscar la ganga soñada.

“Hotel California” permaneció pegado a mí durante dos o tres años. Era una de las canciones que sonaban en un viejo Jukebox que había en un bar de un pueblecito del Valle del Tiétar, al que voy desde que era un niño; me acuerdo que, con una moneda, se podían poner dos canciones, yo siempre elegía ésta y “Dust in the Wind”, del grupo Kansas, otro de mis descubrimientos radiofónicos, con ambas se podía intentar bailar “agarrao”. Con quince años tuve la oportunidad de hacer un precioso viaje familiar a Marruecos, aprovechando que uno de mis tíos era de aquel país. Estuvimos todo el mes de agosto y pudimos conocer a gente muy interesante, como Abdellah, un chico algo mayor que yo con el que podía hablar de música, y al que me acerqué cuando en su radiocasete sonaba “Hotel California”.

Autor: Raúl

Me llamo Raúl Rodríguez, me dedico a la docencia universitaria y a la investigación en el ámbito de la Historia de la Ciencia, actividades que forman parte de mi vida desde que acabé la carrera, allá por 1986. Sin embargo, la música está conmigo desde mucho antes, desde mi infancia y primera adolescencia, y ha sido siempre una leal compañera. Decidí abrir un blog de canciones con el propósito de encauzar mis inquietudes musicales a través de un canal que pudiera ser sintonizado por otras personas con intereses similares y que, además, sirviera como foro de opinión para todos aquellos que quisieran compartir su pasión por la música. Decidí llamar a este espacio "La Guitarra de las Musas", en honor de las diosas griegas de las Ciencias y las Artes, especialmente de la Poesía y la Música. Quiero pensar que si hubieran tenido guitarras –y baterías, bajos, teclados y demás instrumentos de nuestro tiempo- hubieran sonado como la música propuesta en este blog. En este espacio, el rock en casi todas sus vertientes será el protagonista pero, también, otros estilos como el blues, el jazz, el pop, el soul y las melodías más pegadas a nuestra cultura: cantautores, canción melódica, boleros, corridos mexicanos, tangos, rumbas e, incluso, copla. Por favor, que nadie se enfade conmigo si no encuentra aquí la música que le gusta; la selección de los temas y los comentarios realizados responden, únicamente, a mis intereses particulares que, como bien puede verse, están un poco anticuados. Todos aquellos que busquen música actual no la encontrarán en este sitio.

25 opiniones en “Las Cinco Canciones de Raúl (I): «Hotel California» (Eagles)”

    1. Creo que el de la canción era el Pink Palace, de Beverly Hills. Corren todo tipo de rumores sobre el significado de la canción, sobre todo de tipo satánico. Saludos.

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      1. Nunca se me hubiera ocurrido, y puestos a inventar cualquier cosa vale. La canción tiene una característica que la hace única y es esa fusión entre el ritmo reggae y la melodía country folk.

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  1. Buen tema para iniciarse ,en esto de la musica ya que son canciones para desnudarlas y cantarlas con una guitarra,pocas canciones lo consiguen,muchas necesitan disfrazarlas, pero con el tiempo se olvidan, esta perdurara en el infinito y mas allá….en memoria de Glenn Frey
    Saludos

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    1. Bonita reflexión, Vidal, Es probable que el tema esté ya un poco gastado (bien se podría aplicar aquí el concepto acuñado por Salva de «putrefacción sonora»), sin embargo para mí sigue intacto, como el primer día que lo escuché. Saludos.

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  2. Las 5 canciones que me hacen recordar de manera nostálgica y emocionada, son:

    Hurricane de Bob Dylan.
    Decir adios de Cecilia.
    Caravan de Van Morrison.
    Tristeza de amor de Hilario Camacho.
    No hay cama pa tanta gente de el gran combo de puerto rico.

    5 canciones tan diferentes como los momentos que representan. Unos tristes y otros alegres, Alguna rebeldía y alguna plácida y dulce espera en un sofá.

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    1. Gracias por tus cinco canciones, también formarán parte de la lista de spotify que iré preparando con las contribuciones de todos. «Hurricane» ya salió en este blog, uno de mis temas preferidos de Bob Dylan; Van Morrison es una de mis debilidades, en particular discos como «Moondance», donde se incluyó «Caravan»; de «Tristeza de Amor» me acuerdo a raíz de la serie de televisíon, Hilario Camacho es un cantautor al que admiro mucho, al igual que Cecilia. Con la quinta que propones nos traes la alegría. Ya sabes, si te animas a contarnos algo más sobre ti y los recuerdos que te traen esas canciones no tienes más que mandarme los textos. Saludos, Juan.

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      1. La versión que me pone los pelos de punta de «Caravan» de Van Morrison, es la que interpretó en el documental sobre The Band, «el ultimo vals». Impresionante.

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  3. Muchas gracias por compartir los recuerdos y la belleza. Sí, puedo recordar las cinco canciones que me zambulleron en la música clásica contemporánea. ‘Easter’, de Marillion, fue para mi una auténtica revelación, y quizá la experiencia estética musical más intensa que he vivido. ‘Hotel California’, ‘Big Wheels’, de la E.L.O., ‘Closet Chronicles’, de Kansas, y ‘Goodbye Stranger’, de Supertramp: cada una de estas cuatro pertenecen a un regalo que nos hicieron a mis hermanos y a mí en el verano de 1980, y que nos mantuvieron durante ese mágico tiempo unidos alrededor de un viejo tocadiscos que sonaba a rayos… y a Luz.

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    1. ¡Coincidimos con “Hotel California”! Tengo pendiente una entrada sobre Marillión (a ver cuando la escribo …) y “Easter” podría ser una de las canciones candidatas, esa guitarra me encanta. “Point of Know Return” es uno de los mejores álbumes de Kansas, casi todo el mundo lo conoce por “Dust in the Wind” pero el tema que comentas es fabuloso. Algo parecido sucede con “Breakfast in America”, muy recordado por “The Logical Song” y que oculta maravillas como “Goodbye Stranger”. Muchas gracias por participar, Eduardo.

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  4. Hola Raúl. Llego con retraso a tus cinco canciones por culpa de las vacaciones estas de primavera que me he tomado y por las puestas al día en temas de trabajo, pero espero coger pronto comba…
    Recuerdo bastante bien este comentario tuyo del blog de Salva, sobre todo por las coincidencias maternas en cuanto a gustos musicales y avalancha de coplas en la infancia jejjeeje. En el caso de mi madre la gran protagonista era María Dolores Pradera, a la cual llegó a imitar con una maestría digna de grabar, en serio, lástima que yo no haya heredado ni su oído ni su voz… El caso es que sobre muchas de aquellas cintas de copleteo y demás, y con ayuda de un poco de celo, yo me grababa encima mis primeros descubrimientos y luego los escuchaba sobre un borroso fondo de Los Panchos, la Pradera o Julio Iglesias, ¡qué duros comienzos! jejejeje
    En cuanto a Hotel California, ¿qué más añadir? Una de esas canciones que parecen inmunes a la putrefacción sonora por su enorme calidad en todos los sentidos, no me extraña que cuando la escucharas te quedaras petrificado. Una maravilla.
    Saluos

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    1. Si no recuerdo mal, creo que empezamos a leernos a través de Mentalparadise, Salva hizo de Celestina entre nosotros, jajaja. Yo también he grabado encima de cintas de mis padres (poniendo un papel de celo o una bolita de papel), sobre todo en el alguna de esas cintas que traía mi padre del rastro y que, al final, no les gustaba ni siquiera a mis padres, eran tiempos de carestía y falta de medios que había que suplir cada uno como podía. A mí me pasa lo mismo, Alex, canto fatal y tuve que abandonar la guitarra aburrido de lo malo que era. Muchas gracias por volver a comentar estas canciones y estos recuerdos, Alex. Saludos.

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    1. Conocía la historia y la verdad es que la canción se parece bastante a la de Jethro Tull; en aquella época ese tipo de cosas eran bastante habituales y, como siempre comento, los maestros eran Led Zeppelin, que tienen un montón de canciones, generalmente procedentes del blues, con parecidos más que razonables. En cualquier caso «Hotel California» sigue teniendo magia. Saludos.

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  5. Al igual que Alex también llego con retraso, pero bueno. Esta canción como te comenté en su momento no se cuando la descubrí. pero me trae buenos recuerdos porque un verano, hace muchos años escuché una versión chill out de esta canción y mi mujer, entonces novia, que no es muy musiquera, cuando digo muy musiquera me refiero a que no es como nosotros, le gusta la música y punto. Me dijo que esa canción le gustaba y me pregunto que que era, Le conté que era de Eagles una banda que bla, bla, bla, Estábamos en Gerona, en un parque que se llama la Dehesa y en verano esta todo lleno de carpas con mucho ambiente. Siempre que la oigo me acuerdo de ese instante.
    Ahora es mi hija la que la busca cuando se sube al coche. La semilla va dando sus frutos.

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    1. El día que tu hija te pida una de Deep Purple vas a tocar el cielo, menudo subidón te va a dar. El otro día dediqué la canción a la mujer de Alex; ésta, por supuesto, se la dedico a la tuya. Debe haber varias versiones chill out, aquí dejo una, por si suena la flauta y fuera aquella:

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      1. Bueno no se si sería esta. De ese episodio han pasado unos 24 o 25 años, aún no estábamos casados.
        Sobre mi hija me conformo con que no le guste mucha de la mierda de música que se hace ahora. Gracias a ella he conocido varios artistas que no están mal. No me haría con un disco de ellos pero si que tienen canciones agradables que escuchar, y ahí es donde la diferencia generacional se hace más patente. Mi hija y muchos adolescentes no se preocupan por indagar más allá de un par de canciones. Alguna vez le he bajado discos de gente que le gusta pero no de momento no va más allá de uno o dos temas. Te dejo una canción que me enseñó hace poco y me parece muy, muy bonita, ya la he añadido al mp3 de mi coche. Se la dedico a tú mujer, a la de Alex y a la mía.

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        1. En cuanto pueda me pongo el tema de tu hija, siempre hay que estar con las orejas bien abiertas ¡Y gracias por la dedicatoria!

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