El «Hully Gully» fue un baile muy popular en los años sesenta, una variante del rock & roll de pasos sencillos y rápidos en el que no se producía contacto físico (aquí lo podéis ver). Con la mente puesta en ese baile, Domingo «Sam» Zamudio, un tipo peculiar, ataviado con un turbante y acompañado de un grupo denominado The Pharaohs -imagino que en alusión a los disfraces que solían utilizar en el escenario-, se presentó en el estudio de grabación con una canción titulada «Hully Gully» que, en principio, fue rechazada por existir otra de título similar; Sam modificó la canción, puso una letra absurda, imposible de comprender, que llegó a ser vetada en algunas emisoras de radio al entender que ese mensaje inconexo tal vez ocultara una intención de carácter erótico o sexual. El nuevo título sería «Wooly Bully», tan incomprensible como la propia canción; para algunos un tipo de saludo, para otros el nombre del gato de Sam y, para la mayoría, una expresión caprichosa que encajaba bien con una melodía rocanrolera bien aderezada con salsa picante chicana, no en vano Sam tenía ascendencia mejicana. Aquí tenéis el original a cargo de Sam the Sam and the Pharaohs. El tema fue todo un éxito y, como suele ocurrir en estos casos, las versiones no se hicieron esperar: Jim Reeves, The Defenders, The Ventures, Sha Na Na, hasta los psicodélicos Love jugaron con ella; dado el espíritu fronterizo de la canción, tampoco pueden faltar las versiones tex-mex, como la de Ry Cooder, así como las más pegadas a los ritmos africanos, como la de Osibisa. El pub rock y el punk también quisieron hacer suya esta melodía; véase, por ejemplo, la adaptación de Joan Jett o, sin ir más lejos, la segunda destacada de esta entrada. Las tres versiones protagonistas de hoy tienen todas algo en común, podría decirse que son algo así como temas bastardos de sus respectivos grupos; la primera de ellas pertenece a los californianos Canned Heat, fue incluida en su quinto álbum de estudio («Future Blues», 1970) pero, como bonus track, en la reedición que se hizo en el año 2000. La segunda es la del grupo de pub rock Eddie and the Hot Roads que, aunque es cierto fue publicada como single en 1976, sólo apareció en las reediciones que se hicieron de su primer Lp («Teenage Depression», 1976). El tercer vídeo, el único que he podido encontrar, es de los canadienses Bachman-Turner Overdrive; su «Wooly Bully» formó parte de una recopilación del año 2012 titulada «40th Anniversary (Deluxe Edition)». De las versiones españolas nos ocuparemos en otra ocasión.
15 opiniones en “Canned Heat / Eddie and the Hot Roads / Bachman-Turner Overdrive. «Wooly Bully»”
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Me gustan todas mucho, la original también y, claro, la de Joan Jett hehe. Uno de esos temas felicianos que te alegran el día 🙂
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La original es de traca, ¡menuda pinta tienen, jajaja! Es un tema sin pretensiones pero hay que ver la de versiones que han hecho de él, tal vez por ese buen rollo que transmite. Un abrazo, Marta.
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Pues fíjate a mi no es un tema que me entusiasme especialmente, y quizá tenga que ver con la putrefacción sonora, pues aparte de no entrarme bien de nunca, es una canción de esas que se escuchan muy a menudo en alguna de sus numerosas versiones. De las que nos propones hoy Raúl, quizá me guste más la de Eddie and the Hot Rods que las otras, es más cañera y movida y es un tema que me pega rapidito.
Saludos!!
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Es que, como le decía a Marta, es un tema sin pretensiones y también muy escuchado, como muchos de los que aparecen por aquí, sobre todo los miércoles. Las tres versiones destacadas tienen su gracia porque fueron como un poco olvidadas por sus grupos respectivos, y estoy de acuerdo contigo el pub rock y el punk le van bien a este tema. Saludos.
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El tema mola muchísimo, es muy conocido y ya lo había escuchado no pocas veces. ¿Es posible que nos lo hayan colado en muchas películas hollywoodienses? Seguro que está presente en el cine. La versión de Canned Heat casi es la que más me gusta. La de Eddie & the Hot Rods la encuentro demasiado acelerada, y la de los Bachman-Turner Overdrive mola también mucho porque es muy cañera. Por cierto, ese vídeo con los hostiazos deportivos y accidentes graciosos es impagable. La mujer de las palas de nieve que se cae está buenísima, tenía que decirlo. Este vídeo de las hostias en el hockey me ha recordado a otro que no tiene nada que ver musicalmente hablando. Igual sabes que me encantan los Arcade Fire, y me fascina su tema Reflektor. En el 2013 salió este vídeo con una noche de hockey sobre hielo en Canadá. No he podido evitar acordarme del vídeo, el parecido en cuanto al hockey y sus tortazos es evidente. Ahí va, que lo disfrutéis…
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¡Excelente videoclip!, que viene muy a propósito con el de la Bachman-Turner Overdrive al que, por cierto, le falta el principio de la canción, el famoso «uno, dos, one, two, tres, cuatro …» Efectivamente, forma parte de la banda sonora de muchas pelis, como «Aquel excitante curso», «La Chaqueta Metálica», «El Novato», «Monstruos contra alienígenas», «El Señor Ibrahim y las flores del Corán», «Los fantasmas atacan al jefe» y unas cuantas más. Como dice Marta, una canción de esas que animan el día. Saludos.
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Joder, pues sí que son películas, unas cuantas…Hubiera jurado que conocía la canción en buena parte gracias al cine. Saludos.
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Cuanto mas sencillo es un estribillo mas se nos queda …quien puede recordar un largo tema progresivo….en la excelente película de animacion in out , se explica muy graciosamente porque nuestro cerebro es capaz de estar repitiendo constantemente estos pequeños ritmos contagiosos que se nos quedan toda una mañana como un chicle que no conseguimos tirar pese a haber agotado todo su sabor……recientemente vi esa película del señor ibrahin….me dejo buen sabor de boca ….los Arcade fire son una gran banda que harán historia….saludos y voy a ver si consigo desacerme de este chicle sonoro llamado Woolly buuly…saludos
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No he visto la peli, y no eres el primero en hablarme bien de ella, tengo que verla … Jajaja, me ha gustado eso del «chicle sonoro», queda apuntada la expresión, a ver si tiene el mismo éxito que la «putrefacción sonora» de Salva. Saludos.
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Una de esas canciones que, en una versión u otra, todos hemos escuchado alguna vez… y quizá hasta bailado, porque es de esas canciones que a ciertas horas puedes bailar de forma compulsiva!!! (sin seguir la coreografía, por supuesto!!)
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Ya que hablábamos el otro día de las fiestas de los pueblos, las coreografías es una de esas cosas que acaba haciéndose insufrible. Mucho mejor bailar cada uno a su aire … Saludos.
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Sí… nunca le vi el atractivo a situaciones como tener que acabar tirada en el suelo por seguir el ritmo de Paquito el Chocolatero. Pero bueno, yo tengo asumido que no tengo mucho espíritu festivo, quizá por eso no me van las coreografías! (y espero que me perdones la mención de Paquito en tu blog!!)
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Jajaja, Paquto el Chocolatero y otras que no me sé el nombre …
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Me da un poco de lástima oír a Canned Heat con este tema. Este grupo que tanto y tan bueno ha dado rock y al blues. De todas maneras hay que reconocer que lo hacen muy bien. Canned Heat tenía también una vertiente muy bullanguera y gamberra y este tema está en esa línea.
Eddie and the hot hacen una versión muy buena y la elección del tema para su disco se puede interpretar como una declaración de principios.
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Es que el boogie rock se puede prestar bastante a sonidos bullangueros como éste, aunque es verdad que para Canned Heat sea «un poco demasió». En cuanto a los grupos cercanos al punk, como éste, tampoco es algo raro que abordasen versiones de este tipo, a los Ramones por ejemplo también les gustaba mucho hacer versiones de los sesenta. Estoy de acuerdo contigo, era como una declaración de intenciones, una manera de expresar lo que debería ser la música: diversión, sencillez y nada de filosofía, mística y desarrollos musicales complejos. Saludos.
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