Esta entrada me ha costado mucho escribirla a pesar de que, desde hace tiempo, sentía la necesidad de hacerlo, y más aún después de la festividad de Reyes, donde los niños han sido los protagonistas. De todas las atrocidades que leemos en los periódicos y escuchamos en los telediarios, las que tienen que ver con los abusos y maltratos infantiles son las que me más me hieren; las escucho en silencio, con el corazón acelerado y la boca llena de hiel. En noviembre de 1970 una trabajadora social de California daba a conocer al mundo uno de los casos más espeluznantes de maltrato infantil que se conocen, el de una niña de trece años que había vivido aislada prácticamente toda su vida; mostraba evidentes síntomas de subdesarrollo (físico y psicológico), malnutrición, maltrato y abandono. Genie, como se la llamó para preservar su identidad, era hija de Irene y Clark Wiley, un hombre depresivo y violento cuyo único lenguaje era el del autoritarismo y las palizas. Genie nació con una dislocación congénita de cadera y comenzó a hablar algo más tarde de lo habitual, lo que dio que pensar en un posible retardo intelectual. Ante este panorama, Clark Wiley decidió recluirla, que no se supiera nada de ella, con el fin de protegerla del mundo exterior. Según cuentan las crónicas, nunca tuvo contacto con nadie más que su padre, vivía encerrada en su habitación y dormía en una especie de bolsa dentro de una jaula hecha de alambre y madera. Nunca le enseñaron a comer (su dieta se reducía a comida para bebés, cereales y huevos cocidos), a ir al baño y, por supuesto, a hablar; ni siquiera podía emitir sonidos o hacer ruido, motivo más que suficiente para que su padre la gritara y la golpeara con fiereza. Con trece años sólo entendía veinte palabras, casi todas imperativas y cortas. Su habitación era un cubículo miserable, sin adornos, sin juguetes ni material didáctico; a pesar de ser un recinto prácticamente sellado, había un pequeño hueco, apenas cinco centímetros, donde Genie podía ver a los aviones pasar, el único contacto que tuvo con el mundo exterior.
A mediados de 1970, Irene Oglesby huyó con sus dos hijos y buscó apoyo en su madre; pasados unos días acudió a la beneficencia con la intención de ser operada de cataratas, pero fue Genie quien llamó la atención de la trabajadora social. La niña quedó bajo custodia y los padres fueron acusados de negligencia y maltrato infantil. Sin embargo, las autoridades tampoco estuvieron demasiado afortunadas; comenzaron con un programa educativo que, pasado un tiempo, fue cancelado por problemas presupuestarios; vivió con su madre y con seis familias adoptivas, algunas de las cuales también la maltrataron física y psicológicamente. Su padre se suicidó poco antes de iniciarse el juicio y su madre falleció en 2002. En la actualidad, Genie vive en una residencia especializada en cuidados para adultos y ancianos con problemas aunque, debido a una orden judicial, poco más se sabe de ella. Existe una película, «Macking bird don’t Sing«, basada en esta historia, y también algunas canciones, como la titulada «Crooked Teeth«, de la banda Killjoy Confetti, o ésta del grupo español Whisky Caravan, que podéis escuchar en el vídeo que antecede a este comentario. Esta formación, nacida en 2010 en torno a su líder Danny Caravan, con un sonido de guitarras muy interesante y cierta similitud con Héroes del Silencio, tiene publicados dos álbumes: «Donde ella duerme» y «Lo que nunca encontraré«, en el que se incluye esta excelente y, a la vez, terrible canción.
Apunto esa película y al igual que tú y supongo que toda persona civilizada me siento horrorizado cuando leo y escucho noticias donde la infancia es objetivo de lo peor del ser humano: Pederastia, maltrato, niños de la guerra, Pobreza infantil.
Te dejo una canción de Tierra Santa donde hablan de la infancia.
Un abrazo
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Esas noticias para mí son siempre las peores, siempre me pasa igual: me quedo mudo, en lugar de soltar tacos o exteriorizar esa mezcla entre cabreo y tristeza que me entra. Gracias por el tema de Tierra Santa, siempre tan comprometidos en sus letras, a ver si preparo una entrada con una canción suya … Un abrazo.
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Pues yo no me quedo mudo. Y si que suelto el típico serán hijos de puta, me cagüen la madre que los parió. Este fin de semana sin ir más lejos en el periódico venía la notici de un padre que había metido a su hijo de cinco meses en agua hirviendo. Se podía meter el los cojones hijo puta.
Pues mis paisanos se merecen un entrada si. Tienen canciones lo suficientemente buenas para enlazarlas con un montón de historias. Ahora están en dique seco en cuanto a grabación se refiere. Me dijo Roberto que por el momento no se meteran en el estudio. No or falta de ganas, pero grabar un disco vale una pasta y no venden lo suficiente y como me reconoció, los fans son muy cuadriculados y van a escuchar los temas clásicos, los más cañeros. Sus últimos discos fueron muy vapuleados por los fans al alejarse de su sonido original. Eso lo puede hacer por ejemplo Bon Jovi, que le sale el dinero por las orejas y puede hacer lo que le salga de las narices.Digo lo de Jovi por que su último disco también esta siendo muy polémico por ser muy «baladistico» y cercano al modern country.
Un abrazo
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Yo también digo tacos y me cago en too, pero cuando la cosa tiene que ver con niños o alcanza unos determinados niveles entonces me quedo como atontado, paralizado. En cuanto a Tierra Santa, a lo mejor podrían meterse en un crowfunding; yo participé en uno, gracias a Marta (We are Rock), de Susan Santos (a quien dediqué una entrada) y me pareció una bonita experiencia. Un abrazo.
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y eso del crowfunding como va.
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Hay plataformas que lo organizan, en el caso de Susan Santos fue Verkami (http://www.verkami.com/). Los que quieran participar pueden en hacerlo con cantidades distintas, en función de lo que te ofrezcan (descarga digital, cd en soporte físico, fotos, actuaciones en directo, etc.) Es decir, ayudas a financiar el disco pero a cambio de lo que llaman «recompensas»; en muchas ocasiones es como comprar un disco pero por lo menos ayudas a grupos que, de otra manera, no podrían grabarlo. Te dejo un enlace que me pasaron en Navidades, cuando estuve en Málaga, de un crowfunding para un grupo de aquella ciudad; ellos solicitaban 3.000 euros y ya han pasado de esta cantidad: https://www.verkami.com/projects/16104-fruteria-toni-nuevo-disco-tengo-mis-dias-buenos
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Y aquí te dejo el de Susan Santos: https://www.verkami.com/projects/13601-susan-santos-nuevo-disco-skin-bones-reservalo-ya
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Tremenda historia, la cual desconocía por completo. Como padre, me parece una aberración el maltrato al que sometieron a esta pobre criatura. Joder, qué hijos de la gran puta. Pero cómo se puede ser tan monstruoso, es aterrador.
Aludiendo a mis queridos Tierra Santa, si no han cambiado de planes recientemente, van a grabar disco para sacarlo esta primavera 🙂
Raúl, pedazo entrada te ha quedado, ¡bravo!.
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Pues me alegro por los Tierra. La última vez que estuve con Rober me comentó lo que le he dicho a Raúl, pero fue antes de verano. Pero me alegro de que tengan planes de entrar al estudio. Tú tienes info de primera mano.
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¡Muchísimas gracias, Fran! Pues me alegro mucho de que Tierra Santa se anime a grabar un disco, más con estos tiempos que corren y sin crowfunding. En cuanto a lo de Genie, es de esas cosas que siempre piensas que no deberían pasar y, lamentablemente, vuelve a suceder cuando menos te lo esperas. Realmente terrible. Un abrazo.
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Es lógico que te haya costado escribir sobre este espeluznante caso, pero te ennoblece el hecho de que hayas optado por difundirlo. Resulta increíble que el ser humano pueda llegar a cometer semejantes atrocidades. Sabes, la historia me ha recordado otra película reciente y bastante recomendable, «La habitación», basado en una novela de ficción con ciertas concomitancias. Un abrazo.
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Gracias Antonio. El otro día estuvimos a punto de ver «La Habitación» pero al final vimos otra porque había alguien que no sabía español y no la tenía en inglés, pero me imagino que la veré en breve, tiene muy buenas críticas y encima viene recomendada por ti. Un abrazo.
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Acabo de ver «La Habitación». Me ha parecido una película emocionante, sobre todo la primera parte y la escena final, yo también la recomiendo a todo el que se anime a verla, muchas gracias por hablar de ella, Antonio.
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Qué historia tan terrible! qué vida tan lamentable para una persona…si es que se puede hablar de vida en este caso, que no conocía!
y qué triste inspiración para una canción, aunque ahora que nos cuentas la historia detrás, aprecio más la canción!
Yo también veo la relación entre la historia y la película que comenta Antonio, que yo no he visto, pero sí leído el libro de Emma Donoghue. Lamentablemente me da la impresión de que la vida de la protagonista de la historia que nos dejas hoy es mucho peor que la de la ficción, pues denota una vida sin cariño, solo malos tratos y dolor. Estremecedor!
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Ya te comentaba el otro día, cuando hiciste tu entrada, que pronto aparecía por aquí con otra canción diferente, que contaba una historia desgarradora. Este tipo de historias sí que dan miedo y crean desasosiego, mucho más que cualquier película de terror. A ver si veo la peli y, si tengo ánimo, también el libro en el que está basada. Saludos, Julia.
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Me uno al resto de comentarios. Desde luego la historia es absolutamente terrorífica, pero por desgracia ya estamos «acostumbrados» -aunque uno nunca lo asuma del todo- a que de tanto en tanto trasciendan historias así a los medios. Creo recordar de hace unos años un par de chicas liberadas en Inglaterra. Parece mentira que el ser humano pueda hacerle esto a sus semejantes, a veces incluso tus propios hijos, con hasta violaciones, embarazos, abortos y prole engendrada por el propio padre. Seres tratados como animales, vejados, enjaulados, etc. Sí, es brutal, muy triste y casi increíble. En cuanto al grupo, debo decir que suenan muy contundentes y que como «pega», esa contundencia ahoga bastante la letra. Yo creo que si tú no hubieras contado con detalle la historia, no me habría fijado demasiado en qué nos cuenta la letra.
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Esa es la palabra «terrorífica», también se lo comentaba yo a Julia. Tienes razón que el sonido tapa un poco la letra, aún así es curioso que logré enterarme de la historia escuchando la canción; me costaba entender la letra pero me pareció que contaba una historia terrible. El caso es iba escuchando este disco dando un paseo, cuando volvía a casa después de trabajar; lo primero que hice al llegar al ordenador fue pedir la letra a través de internet, me quedé petrificado … Saludos.
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No me extraña que te costara entenderla, jajaja…Desde luego, para quedarse petrificado. La verdad es que yo también en estos últimos tiempos presto más atención a las letras. Aunque en mis comienzos en la música me copiaba las letras en folios, de Supertramp, Bowie, Dire Straits y un largo etcétera. Pero muchísimas veces ni caso…ni interés.
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Yo antes no prestaba atención a las letras, pero a medida que pasan los años cada vez me gusta más ahondar en ellas.
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No tiene absolutamente nada que ver, pero escuchando ahora entre otras cosas a Van Morrison. Brutal, qué pasada. Qué melodías, qué sensibilidad, qué voz. Casi me dan ganas de llorar.
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Es uno de los más grandes. Yo estuve escuchando el otro día «Tupelo Honey», una pasada de disco
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Puedes borrar este comentario, que me salió incompleto…El ordenador hoy está tontito y le dí a refrescar la página -parece- antes de acabar de escribirlo…
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Menuda historia, qué terror. Precisamente, y perdón por traer esta (otra) macabra historia a colación, me he enterado de que el padre de Nadia abusaba de ella sexualmente, guardando en un pendrive contenido pornográfico de la niña. No se le puede llamar «padres» a estos malnacidos. Se mueran…
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Acabo de leer la noticia sobre ese presunto uso pornográfico, es lo que faltaba para esta historia, no entiendo cómo puede haber gente que vive tranquilamente, sin ningún tipo de remordimiento ni dolor, después de perpetrar semejantes actos. Desde luego, se merecen lo peor que les pueda pasar. Saludos Álvaro.
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Terrible historia la de esa pobre niña. Que horror. Siempre he sido muy niñero y me han dado pavor esas historias de niños y niñas maltratados y vejados, en la mayoría de los casos por quienes precisamente deberían cuidar de ellos. Y ni te cuento ahora que tengo a mi nena: me da no ya miedo, si no terror pánico que le pudiera suceder algo malo, cualquier cosa… No puedo entender como se le puede hacer daño a un niño pequeño, a mi ni me sale dar un cachete a mi hija: ni siquiera me he planteado la cuestión de si un cachete es bueno o malo, es que sencillamente no me sale… Y lo de los abusos sexuales a niños y niñas es que ya se me enciende el jevy deathmetalero que llevo dentro y me entran ganas de cortar apéndices a diestro y siniestro…
Lo de esta pequeña Nadia que el hijoputa del padre la ha utilizado y encima abusado es que es de traca, y encima el daño que ha hecho a otras muchas causas de niños con enfermedades raras que si se estaban beneficiando de unos fondos que puede que ahora dejen de llegar, buufff, es para cadena perpetua mínimo, maldita sea!!!
Y bueno, la canción me ha gustado mucho, no conocía la banda y me han parecido muy buenos, cañeros y melódicos, muy muy buenos, me voy a hacer con algo de ellos.
Saludos!!!
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Es verdad que no se puede vivir con miedo a todo lo que rodea a nuestros niños pero sí que hay que estar muy alerta y atentos para que no desaparezcan de nuestro radio de visión cuando estamos, por ejemplo, en la calle. Pero el peor enemigo que pueden llegar a tener los niños son sus propios padres, porque en este caso no hay posibilidad de eludir el peligro; casos como el de Genie son especialmente sangrantes porque la indefensión es total. He dejado enlace de los dos trabajos de esta banda en spotify, merecen la pena. Saludos Alex.
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