La guajira es un género musical nacido a partir de otro más antiguo, denominado punto cubano, que surgió en las regiones occidentales y centrales de Cuba en el siglo XVII; en él confluyeron elementos musicales africanos y sonidos procedentes de Andalucía y Canarias. En el siglo XVIII el punto cubano era conocido en España con el nombre de “punto de La Habana”, hacia la segunda mitad del siglo XIX fue incorporado al flamenco español a través del palo conocido como guajira. La guajira también fue utilizada en las zarzuelas, por ejemplo en “La Revoltosa” (1897) y, a finales del siglo XIX, empezó a formar parte de la música cubana. Quien refinó y popularizó este género, a partir de la década de 1930, fue el guitarrista y cantante cubano Guillermo Portabales; su estilo, conocido como “guajira de salón”, en el que predominaban las letras sobre campesinos y las melodías melancólicas y lánguidas, probablemente fuese más cercano al son y al bolero-son cubanos que a la guajira española del siglo XIX.
“Al vaivén de mi carreta” es una de las guajiras más conocidas de Guillermo Portabales. Fue compuesta por, el también cubano, Benito Antonio Fernández Ortiz, más conocido como Ñico Saquito (aquí tenéis su propia versión, un vídeo que va precedido de una breve semblanza biográfica de este personaje), creador de la agrupación musical Los Guaracheros del Oriente; si no estoy confundido, ya que el vídeo es equívoco, son los responsables de la segunda opción destacada de hoy. La letra de esta canción es un himno del campesinado cubano, habla de la vida de este colectivo y de la dureza de su trabajo cotidiano; la verdad es que varía un poco en función de la versión (Eliades Ochoa, Orquesta Aragón, Los Machucambos, Compay Segundo, Afro Cuban All Star, etc.), aunque abundan las de tipo social, protesta o reivindicativas. Un ejemplo de esto último lo tenemos en la melodía titulada “Basta Ya”, de los chilenos Quilapayun, publicada en el disco “Basta” (1969); en los títulos de crédito figura como compositor Atahualpa Yupanqui, aunque en realidad se trata de una adaptación del tema que nos ocupa, “Al vaivén de mi carreta”, con un añadido en la letra, más combativo, y una modificación de la canción en el último tramo. La tercera opción que proponemos es la del grupo de pop-rock español Lone Star, de quienes ya nos ocupamos a propósito del tema “Mi Calle”; fue publicada, en 1963, en un disco de cuatro canciones y, como podéis comprobar, es bien diferente de las interpretaciones habituales: más rápida y con un sonido eléctrico que, al menos a mí, me parece irresistible.
Desde luego que sí, es un sonido muy cubano. Inevitablemente me recuerda a Compay Segundo, del que tengo un triple CD recopilatorio, y que tiene temas magistrales. Estoy escuchando ahora su versión y es más pausada. Pues gran tema. Digo «muy cubano» por esas voces que se alargan y esas guitarras tan intensas. Tiene algo este tipo de música, también el son, totalmente hipnótico. Por lo menos a mí me engancha sin remedio.
Supongo que todo el mundo lo sabrá, que «guajiro» en el argot cubano significa «campesino».
Muy distinto lo de Lone Star, que me ha sorprendido y hecho gracia. Ese riff de entrada lo coloca en una banda sonora de película western, jajaja. Ah, me quedo con el original sin duda, por tanto.
Ciao.
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Yo no sabía que significaba guajiro.
Así que ¡gracias!
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«El término procede del arahuaco antillano y significa: señor, hombre poderoso. En Cuba se utiliza para denominar a aquellas personas que trabajan o viven en el campo, o para denominar a las personas que se comportan como ellos».
Pues la primera parte no la sabía…
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La guajira es un género de ida y vuelta, conformado a partir de influencias españolas y cubanas. Guillermo Portabales lo convirtió en un estilo muy cubano, como bien dices casi más cercano al bolero y al son que a lo que era la guajira peninsular. Cuba está llena de artistas que hacen música, me imagino que debe haber muchísimas versiones de este tema por grupos y solistas de los que no tenemos ni idea. Gracias por recordar el significado de «guajiro». La versión de Lone Star es otra cosa, algo totalmente diferente, atrevido para su época y, es verdad, un poco western. Saludos.
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En cuanto a la guajira como género de ida y vuelta, lo desconocía por completo. Incluso que se convirtiera en un palo del flamenco. Siempre se aprende aquí. ¿Algún vídeo de guajira española, sobre lo mencionado en el texto? Para hacernos una idea…
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Mira aquí lo explican muy bien y ponen vídeos de guajiras flamencas, cantadas y bailadas en Casa Patas:
https://graciaflamenca.es/web/que-es-una-guajira/
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Pues muchas gracias. El flamenco es un género que me es muy desconocido. El primer tema es precioso, así como el vídeo (película de Carlos Saura). Y en el segundo, la forma de bailar de Karen Lugo en Casa Patas es fascinante. Magnífico.
Es verdad que lo explican muy bien. Desde luego no encuentro ningún parecido, ni idas ni vueltas, con la guajira cubana hecha por ejemplo por Portabales. Si acaso cierta evocación en las guitarras en el primer tema…
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Ya comentaba en la entrada que la guajira cubana, la de salón, se parece más al bolero-son que a la guajira flamenca, aunque estoy seguro que alguien que sepa de música podría ver el compás utilizado, seguro que ahí se podrían descifrar las similitudes
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Totalmente de acuerdo con lo de hipnótico. Muy bien expresado.
Para tema hipnótico-cubano este
que conocí en el disco mas que recomendable «Semilla del son» del que ya le he hablado mas de una vez a Raúl.
Ese «hay dios» y ese «a mi me gusta que …» es increíble.
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Desde luego, esto es son 100% y totalmente hipnótico. Por la cadencia y por volver con esa frase una y otra vez. Ese «ay, Dios» es realmente muy gracioso (es como el chisme dentro del tema), así como toda la letra en general, aunque hay partes que se me han escapado. Una letra muy de guajiros, de la vida en el campo en Cuba, por los elementos cotidianos que toca. Pues un tema a la altura de los grandes maestros de este género, «a lo Compay» una vez más.
Todo esto, y la entrada sobre Portabales, me ha hecho pensar en cierto artista cubano que conocí en su momento (no personalmente). Merece la pena hablar sobre él, a ver si escribo algo. No sé cuándo. No creo que en España se le conozca.
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¡Qué maravilla de tema! Los cubanos son únicos con el tempo y el fraseo, es como si bailaran la canción en lugar de cantarla. Por eso es tan difícil cantar bien el son y los boleros, hay que hacer muy bien las inflexiones y entrar a tiempo para hacerlas con intuición y arte. Recuerdo que me comentaste este disco, creo que a propósito de un tema de Radio Futura o de Santiago Auserón. Saludos.
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A mí también me ha recordado a Segundo Compay pero con un poco más de melancolía, Compay me parece más festivo. Al menos esa ha sido mi percepción en una primera escucha.
La original es la que más me ha gustado de las tres.
Saludos, Raúl.
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En realidad es una canción protesta (o algo parecido), lo que pasa es que los cubanos le meten tanta sensualidad a lo que hacen que puede parecer otra cosa. Compay es una referencia en el ámbito de la música cubana, sobre todo para los que no somos de allí. Saludos, Evavill.
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Debo tener la sangre muy vikingmetalera, porque a mí estos sones latinos que poquito me gustan… No es nuevo ni impostado (de hecho nunca lo fue, aunque quedará muy bien en un jevy adolescente), pero es que nunca me han entrado bien. Y además, últimamente frecuento un gimnasio en el que no paran de poner regetón (ya sé que esto no tiene nada que ver), que me tiene el termostato de ‘latinidad musical’ a punto de reventar y todo lo que me lo recuerda mínimamente me da urticaria…
Lo siento Raúl, hoy no coincidimos.
Abrazos!!
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Demasiada distancia entre el vikingmetal y el reguetón … Lo latino que triunfa hoy día no tiene nada que ver con el son, el bolero o el chachachá ni, por supuesto, tampoco con el jazz latino; la procedencia es la misma pero el producto no. Yo que tú me cambiaba de gimnasio … Un abrazo, Alex.
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Lo sé Raúl, lo sé, pero aún así lo latino en general en música me cuesta apreciarlo… Y en cuanto al gimnasio, ya quisiera yo cambiarme, pero no tenemos más que ese en el pueblo, el otro que había cerró: como casi todas las zonas rurales, nos vaciamos…
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Pues entonces no te queda más remedio que ponerte tapones o llevar tu propia música y escucharla con auriculares … Aunque lo mejor sería piratear el ordenador donde esté programada la música y poner vikingmetal a todo trapo, jajaja.
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Regueton: pandemia sonora.
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Y no hay vacuna ni se la espera 😪😅
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Cuando era pequeño, si no nos gustaba la comida y se iba quedando en el plato, generalmente nuestras abuelas cuchara en mano y dibujando un arco en el aire, nos decían eso de “de La Habana ha venido un barquito cargado de…”. Y a continuación nos introducían la comida en la boca, y así hasta que se acababa el plato.
Permíteme que haga de abuela, cosa que puede parece extraña dada mi escasa edad (geológica), pero peores cosas se han visto, y te diga eso del barquito y La Habana.
Bueno, no es precisamente barquito ni tampoco viene de La Habana. Se trata más bien de una barca y viene de Bilbao. De un grupo español, La Piel, posiblemente el mayor desperdicio de talento que ha habido en la historia musical española.
Y tampoco es latino exactamente, pero bebe de sus ritmos, y muy bien. Creo que es muy apropiado para hacer boca y que quizás algún día puedas dejar vacío el plato.
Ladies and gentleman, from Bilbo, Spain, La Piel.
P.D. Los vikingos no están mal, tienen cosas buenas, por ejemplo que sus cuernos sean de quita y pon.
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Le dedicaba mi comentario anterior a Alex, pero el gnomo de la tablet me ha jugado una mala pasada.
Respecto a la entrada de hoy, seré casi breve.
Con la misma toma pleno sentido el dicho aquel de “más se perdió en Cuba”.
Inmensa la música cubana.
Cuba es el segundo motivo en el mundo que justifica el poseer una colonia. El primero es el Chanel nº 5, para rociarlo en la almohada y soñar que Marilyn está a nuestro lado utilizándolo como pijama.
Saludos
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Te agradezco mucho la cucharada Caito, en honor a tus desvelos me he escuchado el tema enterito y, de momento, sigo con la boca cerrada y meneando la cabeza para evitar el cubierto; pero también es cierto que esto se parece bien poco al reguetón cutre que escucho en mi gimnasio, eso es innegable, y se les nota la calidad musical, eso hasta yo puedo apreciarlo.
Para que te hagas una idea de lo ‘vikingo’ en música que yo suelo escuchar, que igual ya conoces, te pongo, a mi vez, una tonada de una banda que abunda en esos extremos (nunca mejor dicho). Entenderé siempre que las voces no sean del agrado de todos, pero a mí, esas cucharadas, a porreones, como dice mi hija 😅
Eso de Marilyn vestida sólo con Chanel nº 5 también despierta mis sentidos vikingos 😍😂
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Ya dije en otra ocasión que hay lugares, musicales en este caso, a los que hay que llegar por uno mismo, llevando la compañía que prefieras (o ninguna), pero nunca de manera que la compañía te lleve a ti, pues no suele tener éxito el intento. Pero había que intentarlo, y agradezco de veras el esfuerzo.
Yo también he escuchado a estos vikingos (a los que parecen dolerle bastante las muelas por el modo en que braman), y no me disgustan. Para ciertas ocasiones tienen su aquel, pocas en mi caso, pero no me pone mal cuerpo ni mucho menos su escucha, como si lo hace el reguetón y otras malas hierbas de abundante y desgraciada proliferación actual.
Un reflejo esto último de la degradación cultural que impera y que va tener efectos más devastadores de los que tuvieron las drogas en generaciones anteriores, pues mucho me temo que ambas plagas se han sumado.
Lo de Marilyn viene de unas declaraciones suyas acerca de lo que se ponía para dormir, unas gotas del famoso perfume únicamente.
Buen fin de semana.
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A mí nunca me ha funcionado lo de tragar la comida con la nariz tapada, los ojos cerrados y la boca entreabierta; así me obligaban de pequeño a comer las judías blancas, las odiaba entonces y las sigo odiando ahora …
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No he ido nunca a Cuba, aunque espero no quedarme con las ganas. Me da la sensación que la música tiene que estar en todas partes, en las calles, en las casas y, por supuesto, en locales y sitios más especializados. Buena reflexión la de las colonias … Saludos, Caito.
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Qué te voy a decir, Raúl… el nivel musical en Cuba es sencillamente brutal. Con esto no te descubro nada nuevo. La de grandes nombres que ha dado la isla, y en muy distintos estilos. Lo llevan en la sangre, como el bailar (salsa y lo que se tercie). Por cierto, como más escucho este tema de Portabales más me gusta. Es sensacional. Esa sonoridad y esas guitaras son muy evocadoras. Y esta mañana he escuchado su tema «El carretero» y resulta que ya lo conocía. Muy bueno también. Me apunto este nombre para indagar…
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«Cuándo llegaré… cuándo llegaré al bohío
Cuándo llegaré… cuándo llegaré al bohío»…
Esta última palabra he tenido que buscarla. Interesante.
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Dejamos «El Carretero», gracias What. ¡Qué cadencia tiene! Imposible escucharlo sin mover el cuerpo, aunque sea ligeramente tratando de seguir el ritmo. «A caballo vamos pal monte …»
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Es curioso el tema del lenguaje y cómo evolucionan o se usan las palabras: ¿sabéis cómo se denomina en mi pueblo una chabola o casa pequeña y desarreglada? Pues ‘bujío’, que en extremeño suena ‘buhío’ pues aspiramos la jota… Es evidente de dónde viene, ¿verdad? Ya se lo comenté en su día a una profesora de Lengua que tuve en la universidad y tomo nota para una tesis que estaba escribiendo por aquel entonces…
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¡Qué bueno! Habría que ver la etimología de la palabra. Al igual que sucede con la música, tal vez sea una palabra de ida y vuelta, es decir, con origen en España, utilizada en Cuba y vuelta a la península …
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Lo que dices es totalmente así. Tenemos infinidad de ejemplos, de palabras que han sufrido variaciones. Con los siglos y con la expansión geográfica. Ya no digamos con el salto del español a América, como dice Raúl. Pero es que no solamente las variantes las encontramos dentro del castellano, si atendemos a distintas regiones. Las semejanzas se extienden al catalán, el gallego, el francés, el italiano… Normal, todos parten del latín. Semejanzas y relaciones en cuanto a los significados.
Pondré dos ejermplos. Uno… en catalán tenemos el verbo «ploure» (llover) y «pluja» (lluvia). Y en castellano tenemos pluvial y pluviómetro. Y en catalán también.
Dos… este mola… en catalán tenemos «finestra» (ventana). En francés es fenêtre. Pero además en castellano tenemos defenestrar. ¿Qué os parece?
Interesantísimo. En otra vida seré lingüista. Je je.
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Entiendo, Alex, que no solamente hablas de variaciones sino de la conexión y procedencia desde un lugar geográficamente bastante lejano. La palabra bohío es de origen taíno, esto ya lo vi el día que busqué su significado («un pueblo amerindio que habitaba las Antillas al momento de la conquista española»).
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Y por cierto, si algún día vas… «La Casa de la Música», en La Habana. creo recordar que hay dos locales, aunque uno está muy céntrico. Fui unas cuantas veces. Actuaciones musicales de gran nivel. Imperdible.
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Me imaginaba que tendría que haber sitios así, como el que señalas. Ya me están dando ganas de viajar a Cuba …
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Una pasada!! Gracias Raúl .
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Gracias a ti por pasarte. Abrazos.
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