Henry Thomas fue un músico de blues (y otros estilos) nacido en 1874, en una familia de esclavos liberados en Texas, y fallecido hacia 1930. Apenas se sabe nada sobre su vida; recorrió las vías del ferrocarril ganándose el pan como cantante itinerante y llegó a grabar una docena de singles para el sello Vocalion Records entre 1927 y 1929. Podríamos decir que fue una especie de Robert Johnson, aunque menos conocido por el gran público; en cambio, los músicos profesionales a menudo han recurrido a su obra para rescatar y versionar algunas de sus canciones. Por ejemplo, Bob Dylan se ocupó de su tema “Honey Won’t You Allow Me One More Chance”, Lovin’ Spoonful, Jim Kweskin y otros hicieron lo mismo con “Fishing Blues”, mientras que “Don’t Ease Me In” fue versionada por Grateful Dead y “Bull Doze Blues” fue adaptada por Canned Heat, la banda de Alan Wilson y Bob Hite, formada en la ciudad californiana de Los Ángeles, en 1965, a partir de una comunidad de coleccionistas de blues. No es extraño, por lo tanto, que Canned Heat versionara esta vieja canción, al fin y al cabo, sus discos están repletos de temas de blues, y sus colaboraciones con los maestros del género son numerosas (aquí lo podéis ver), a menudo ayudándoles a recuperar la notoriedad perdida gracias a grabaciones conjuntas. Sin ir más lejos, en el tercer álbum de esta formación (“Living the Blues”, 1968), en el que se incluyó este tema de Henry Thomas, también se versionaron melodías de Charlie Patton, Jimmy Rogers o Lemon Henry “Blind Lemon” Jefferson.
La adaptación de “Bull Doze Blues” fue llevada a cabo por Alan Wilson (él es el que aparece en los créditos como autor de la canción); mantuvo intacta la melodía y el sonido de la flauta de pan, gracias a la labor desarrollada por el flautista y saxofonista Jim Horn, pero reescribió la letra, le dio ese aire boogie rock tan característico de Canned Heat y puso otro título: “Gong up the Country”. La canción pronto se convirtió en una especie de himno hippie rural, sobre todo a raíz de la actuación de Canned Heat en el Festival de Woodstock y de que se incluyera el tema en el documental “Woodstock, 3 días de paz y música” (1970) –aquí lo podéis ver-. Finalizo con alguna versión, en concreto las ejecutadas por Bill Wyman, Nitty Gritty Dirt Band, A Nyughatatlan y la de los jóvenes hermanos Kitty, Daisy & Lewis, de quienes tal vez me ocupe en otra ocasión.

Canned Heat en su mejor momento. Para hacerse una idea es como cuando Led Zeppelin sacó su «star way to heaven» o Deep Purple «smoke on the water».
Lástima que eso durara poco. Canned Heat quemaban etapas demasiado rápido.
Ye en Woodstock el guitarrista era Harvey Mandel y no Henry Vestine (the sunflower, el girasol).Henry tuvo que ser expulsado por lo de siempre.
La temprana muerte de Alan Wilson (el buho) hizo que el grupo cayera en barrena. Larry Taylor y Fito de la Parra no podían parar el desbocado tren de Bob Hite ( el oso ).
Aún así nos dejaron unos pocos discos inolvidables, al igual que su actuación en Woodstock que merece la pena ver todas las canciones.
Me gustaLe gusta a 2 personas
A mí me encanta esta banda, pero tú los conoces mejor que nadie, gracias por tu interesantísimo comentario. Supieron tener sonido propio, hicieron discos y directos buenísimos y, además, apoyaron a los viejos maestros del blues y, en general, al género. Uno de los primeros cd de blues y blues-rock que me compré fue el «Boogie with Canned Heat», una pasada de disco. Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues compraste el mejor.
Me gustaLe gusta a 1 persona
A mí me gusta la de Kitty, Daisy & Lewis. Aunque reconocible una vez sabes que es la versión de este tema tan conocido, las primeras veces que la escuché no me di cuenta. Creo que esa es la esencia de una buena versión, que conserve algo de la original pero con su girito y, en este caso, además siguen dándole un toque sureño aunque el tema suene distinto.
Me gustaLe gusta a 1 persona
En el blues, al igual que pasa en el bolero, lo más importante es el sentimiento, el ritmo y clavar el compás. En ese sentido, estos hermanos lo hacen fenomenal y, además, consiguen darle su propia seña de identidad. Una formación muy interesante … Abrazos, Marta.
Me gustaLe gusta a 1 persona
No conocía a Canned Heat… Qué versiones tan diferentes, me ha gustado en especial la de A Nyughatatlan.
Viene bien para animar este lunes extraño para mí, laboral y escolar, que se ha quedado como una isleta entre el finde y el festivo de mañana. 🙂
¡Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
No estoy muy seguro, pero creo que son un grupo húngaro de rockabilly. Pues nada a disfrutar de la música, Luna. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona