Carmelo Larrea (1908-1980) fue un compositor español de música popular, autor de temas tan conocidos como “Camino verde” o “Dos cruces”, nuestra canción de hoy. Tal y como nos cuenta Manuel Román en su libro Bolero de amor. Historias de la canción romántica (Lleida: Milenio, 2015), nació en Bilbao, donde comenzó a ganarse la vida durante su adolescencia en una tienda de bicicletas, como payaso en un circo y en otros menesteres alejados de su formación musical -fue alumno de Jesús Guridi en la Sociedad Filarmónica de Bilbao-. Finalizada la Guerra Civil, se estableció en Sevilla, donde trabajó como saxofonista en el tablao flamenco “Las Cadenas”, situado en el barrio de Santa Cruz. Allí se enamoró de la gitana Manolita Cruz -a quien ya había dedicado el pasodoble “Manuela Cruz”- y también de su hermana Rosa; según Manuel Román, “no sabía a que carta quedarse”. En estas enamoradizas circunstancias, hacia 1952, Carmelo Larrea compuso una de las piezas más conocidas del cancionero español: “Dos cruces”.
Cantó por primera vez esta canción, bajo el título inicial de “Soledad”, en Madrid, ciudad a la que solía acudir para actuar en locales como “Alazán”; pero no lo hizo allí, sino en el concurso de Radio Nacional de España “El Tribunal de la Canción”, con Jorge Gallarzo como intérprete. Las primeras grabaciones de este tema, del año 1952, fueron las del mencionado Jorge Gallarzo y la de las Hermanas Lombide, aunque por aquella época también la cantaban Nati Mistral y María Dolores Pradera, ésta última en la boîte Alazán, cuando este local era frecuentado por Carmelo Larrea. Ésta es nuestra primera versión destacada de hoy, concretamente la recogida en un EP de la madrileña publicado en 1962. Tres años después, fue incluida en el disco de José Feliciano “The Voice and Guitar of José Feliciano” (1965), con algunos cambios en la letra y un arreglo diferente del utilizado hasta entonces para esta melodía. Para completar la terna, os propongo la inolvidable versión instrumental del grupo de pop-rock Los Relámpagos, con un ritmo más rápido y ese característico sonido de guitarra de la formación madrileña; al igual que la de Feliciano, fue publicada en 1965, en su álbum titulado “Los Relámpagos”. Os dejo otras versiones, por si os gustan más que las que yo he elegido; por ejemplo, las de Caterina Valente, Los Tres Diamantes, Luis Mariano, Jorge Sepúlveda, Los Panchos, Los Sabandeños, Los Pájaros Locos, Milton Nascimento, El Consorcio, Diego “el Cigala”, Roberto Alagna, Niño de Murcia, Manolo Leiva, Angelillo, Miguel de Molina, Antonio Molina o Felipe Campuzano.

Son bien bonitos los boleros y si es en la voz de María Dolores Pradera ya ni te cuento.
Me han hecho gracia esos oficios tan dispares que tuvo Carmelo.
Besos
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Tenía una deuda con ella porque apenas había sido mencionada en entradas anteriores, y sin mucho protagonismo. Fue la voz de toda una generación, la de mis padres, y representa la austeridad en géneros como el bolero, la ranchera o la copla, estilos donde la sobreactuación es lo habitual. Está claro que Carmelo se tenía que ganar la vida … Besos.
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