Camilo Sesto. “Melina”

Maria Amalia Merkoúri, más conocida como Melina Mercouri, fue una cantante, actriz, política y activista griega nacida en 1920. Entre sus películas, rodadas entre 1955 y 1978, destacan “Stella”, “Fedra”, “Topkapi” o “Nunca en domingo”. Su faceta como cantante se desarrolló, principalmente, durante el tiempo que estuvo viviendo en Francia, donde grabó varios álbumes. Hija, nieta y sobrina de políticos y mandatarios griegos, fue una de las más firmes opositoras a la dictadura militar griega instaurada en 1967, conocida como “Dictadura de los coroneles”. Organizó conciertos y marchas contra la Dictadura, y se reunió con intelectuales y políticos de renombre internacional, eso sí, siempre desde Francia, país donde residió durante los siete años que duró la Dictadura (1967-1974). En marzo de 1969 logró eludir una bomba dirigida a su persona, posteriormente explosionada sin víctimas; durante aquellos siete años, la Junta de los coroneles confiscó sus bienes, censuró sus discos y películas, y también retiró su ciudadanía, a lo que ella debió responder con una frase que ya forma parte de la leyenda que envuelve a Melina Mercouri: “Nací griega y moriré griega. Stylanos Pattakos nació fascista y morirá fascista”. Regresó a su país tan pronto se reinstauró la democracia; ya en Grecia, fue parlamentaria por el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) y, en 1981, se convirtió en la primera mujer griega en ocupar el cargo de ministra de Cultura, puesto que desempeñó entre 1981 y 1989 y, posteriormente, entre 1993 y 1994. Fumadora empedernida, falleció en 1994, a los setenta y tres años, víctima de un cáncer de pulmón; parece que, cuando murió, su tumba se llenó de cientos de cajetillas de tabaco de la marca que fumaba, puestas allí por sus seguidores.

El líder del grupo Queen, Freddie Mercury (nacido Farrokh Bulsara), tomó su apellido artístico de esta celebridad; además, solía firmar con el nombre de “Melina” cuando se comunicaba con sus amigos. El otro gran homenaje del mundo de la canción a Melina Mercouri tiene a un español como protagonista: el cantante y compositor alcoyano Camilo Sesto (1946-2019). Poco antes de publicar “Jesucristo Superstar” (1975), sacó al mercado su quinto álbum de estudio, titulado “Amor libre” (1975). En él se incluyeron diez temas compuestos por él, entre los que podemos destacar títulos como “Jamás”, “Piel de ángel” o “Melina”, una de sus mejores canciones que, como podéis comprobar en la letra, está inspirada en Melina Mercouri; el arreglo musical tampoco ofrece ninguna duda de que “Melina” es un homenaje a esta combativa mujer de procedencia helénica. Aquí podéis ver a Camilo Sesto interpretando esta canción en directo y aquí otra actuación del año 2004, en el Festival de Viña de Mar (Chile). Lo cierto es que en América Latina tienen verdadera pasión por Camilo Sesto, en particular por esta canción; si queréis escuchar algunas versiones de este tema a ritmo de bachata, cumbia o merengue, lo podéis hacer con Fernando y Joan Soriano (no os perdáis el vídeo), Luis Arias, Perla Colombiana, Tabacco, Miguel Orias, Leo Mattioli o Sonora Olimpia (éstos son de Canarias, pero con ritmos similares a los latinoamericanos). En España, también es relativamente conocida la versión de los gaditanos Los Caños. Y, no os lo vais a creer, pero otro país que adora esta canción es Finlandia; aquí tenéis cuatro versiones setenteras cantadas en finlandés: Tapani Kansa, Veijo Ullakko, Juhani Markola y Markku Hannula.

Melina Mercouri (1920-1994)

Camilo Sesto (1946-2019)

Elvis Presley / Connie Francis / Norah Jones. “Are You Lonesome Tonight?”

En enero de 1957, cuando el éxito profesional le acompañaba, Elvis Presley fue avisado de que sería reclutado para realizar el servicio militar. Tras conseguir un aplazamiento, el 24 de marzo de 1958, ingresó en Fort Chafee (estado de Arkansas) para iniciar la ineludible instrucción militar; después sería trasladado a Fort Hood (estado de Texas), donde completó el entrenamiento básico antes de ser destinado a Friedberg (Alemania). Durante los dos años que duró el servicio militar, Elvis comenzó a practicar kárate, se inició en su adicción anfetamínica y conoció a Priscilla Beaulieu, cuando ella tan sólo tenía catorce años; tras más de siete años de noviazgo, acabaría siendo su esposa. Regresó a los Estados Unidos el 2 de marzo de 1960; dieciocho días después, entraba de nuevo a un estudio de grabación para hacer frente al álbum titulado “Elvis is Back!” (1960), en el que participaron sus viejos compañeros Scotty Moore (guitarra), Hank Garland (guitarra), Floyd Cramer (piano), Bob Moore (contrabajo), D.J. Fontana (batería), Buddy Harman (percusiones) y el grupo The Jordanaires en los coros. Después de registrar ocho canciones para el Lp “Elvis is Back!”, el coronel Tom Parker (mánager de Elvis) le pidió que grabara “Are You Lonesome Tonight?”,  la canción preferida de Marie Mott -la mujer de Tom Parker-, que ella conocía a través de los espectáculos de Gene Austin.

Este triste tema sobre un amor no correspondido fue compuesto, en 1926, por los autores de Tin Pan Alley, Roy Turk y Lou Handman. La primera grabación fue la de Charles Hart, en 1927; también de ese año son las de Vaughn de Leath  y Henry Burr; después vendrían las de Stanley Kirby y Frank Munn, de 1928, y la de The Carter Family (1936), con una melodía (country) diferente y una asignación de autoría exclusiva para A.P. Carter. Las versiones que sirvieron de partida para la clásica interpretación de Elvis fueron las realizadas durante los años cincuenta: Jaye P. Morgan y, sobre todo, las de Blue Barron y Al Jolson, que incluyen -al igual que la de Elvis- el recitado basado en textos de William Shakespeare y en la ópera “Pagliacci” (1892), de Ruggero Leoncavallo. Después de la de Elvis, se han grabado cientos de versiones, bastantes instrumentales, algunas en otros idiomas y no pocas por cantantes poco conocidos. De entre las más famosas, podemos destacar las interpretadas por Pat Boone, Frank Sinatra, Ray Coniff, Dottie West, Merle Haggard, Bryan Ferry, The Mavericks, Morgan James, Hank Marvin, Phil Haley, José Feliciano, Amanda Lear, Mina, Serrat y, por supuesto, las dos elegidas para acompañar hoy a Elvis. La de Connie Francis fue recogida en un álbum titulado “Where The Hits Are” (1989), en el que se incluyeron sus dieciocho éxitos más destacados y seis clásicos que siempre quiso grabar, como “Torn Between Two Lovers” o “Are You Lonesome Tonight?”; según cuentan en la web Songfacts, Connie se había fijado en la versión que Al Jolson había hecho de esta canción, y estaba decidida a grabarla; con todo preparado, escuchó la canción en la radio, en la voz de Elvis Presley, prácticamente cuando se dirigía al estudio para iniciar su propia grabación. La versión de Norah Jones, creo que del año 2002, fue concebida como un homenaje de la NBC a Elvis Presley.

Jeanette. “Soy rebelde”

Jeanette Anne Dimech, conocida con el nombre artístico de Jeanette, es una cantante y compositora nacida en Londres (Inglaterra), de madre española y padre belga de ascendencia maltesa, pero nacido en la República Democrática de El Congo. Se inició en la música a los quince años, cuando estudiaba en el Marymount Scholl, un colegio de monjas estadounidense ubicado en Barcelona, concretamente en el exclusivo barrio de Pedralbes. Se unió a un grupo folk que estaba liderado por los hermanos venezolanos Brenner; tras la incorporación de Jeanette, esta formación acabaría llamándose Pic-nic. Después de grabar algunos singles y un álbum (“Pic-nic”, 1968), en el que se incluyó el conocido tema “Cállate niña”, compuesto por ella, abandonaría la banda debido a la presión de sus padres. Dejó la música, se casó y se dedicó a las labores domésticas hasta que, un buen día, contacto con ella Rafael Trabucchelli -productor de la discográfica Hispavox, la misma de Pic-nic- para que se hiciera cargo de un nuevo proyecto musical en torno a una canción, titulada “Soy rebelde”, que el compositor Manuel Alejandro había escrito para la cantante mexicana Sola cuando estaba en tierras americanas.

Ya en España, Manuel Alejandro le propondría el tema a Rafael Trabucchelli, que fue quien pensó en aquella chica, de apariencia lánguida y frágil, como posible intérprete para esta canción. Jeanette inicialmente se negó, sobre todo porque entendía que se trataba de una canción melódica, alejada de lo que había sido su estilo folk en Pic-nic: “La verdad es que cuando me presentaron Soy rebelde no quería cantar ese tema. No era el estilo que había tenido con Pic-nic. Después de tres semanas de discusiones con la casa disquera la grabé y al final tuvo éxito (pues del tema se grabaron luego versiones en inglés, francés, italiano, chino, portugués y japonés)» (Jeanette). “Soy rebelde” fue un éxito inmediato y, de algún modo, se convirtió en un himno para muchos jóvenes, que aún vivían en España bajo el yugo del tardofranquismo. La letra era realmente inofensiva, incluso algo edulcorada, tan sólo hablaba del clásico sentimiento de incomprensión entre adolescentes y adultos, esos seres casi malignos que fomentaban la desdicha de los primeros y les impedían sentir, vivir y amar. Esta oda al “síndrome de Calimero”, con un título aún conflictivo para la España de 1971, no fue muy bien recibida por la censura franquista; si no prohibieron totalmente la canción –parece que se prohibió su interpretación en presencia de menores de dieciséis años- fue porque, al fin y al cabo, estaba cantada por una inglesa que, además, parecía muy modosita.

Jeanette, al igual que la mexicana Sola, grabó “Soy Rebelde” en 1971, con arreglos del músico y director de orquesta argentino Waldo de los Ríos, con quien Jeanette acabaría congeniando muy bien. Mantuvieron esta amistad hasta el fallecimiento de Waldo en 1977; unos días antes habían cenado en un restaurante parisino, incluso fueron fotografiados juntos. Waldo de los Ríos se suicidó de un disparo en la cabeza; en su casa se encontró una fotografía, en la que se podía ver juntos a Waldo y Jeanette; la policía investigó el asunto, y ella fue llamada a declarar: “[Waldo] era una persona depresiva, tenía una vida tormentosa y no le gustaba envejecer, tenía un complejo de Peter Pan” (Jeanette). 

Finalizamos con algunos vídeos en los que se puede ver a Jeanette interpretando esta melodía: uno de 1971, otro de 1974 (en el Festival de Viña de Mar), otro de 2014 y uno más reciente de 2020 (con Pablo Motos); y con tres versiones singulares (aunque hay bastantes más), las de Albert Pla (sale en la película «Airbag»), La Bien Querida y la de la banda de punk-rock argentina Attaque 77.

Henry Mancini / Andy Williams / Slash. “(Where Do I Begin?) Love Story»

Love Story” (1970) es una de las películas románticas por excelencia. No es mi intención elogiar o denostar este trabajo de Arthur Hiller, con Ali McGraw y Ryan O’Neal en los papeles protagonistas. Un largometraje que, para algunos, es la quintaesencia del amor, perfecto para llorar a lágrima llena mientras se piensa en lo bonito que es amar el amor; para otros, no es más que un melodrama folletinesco, caduco, lacrimógeno y cursi. También es de esas películas que se disfrutan como placer culpable, en soledad, durante uno de esos días de invierno, grises, fríos y lluviosos, en los que nos reconciliamos con nuestra tristeza; que levante la mano el que haya visto la película y no haya soltado alguna lagrimilla. “Love Story” ganó varios Oscars y Globos de Oro en 1971, entre ellos los relativos a la mejor banda sonora; fue escrita por el francés Francis Lai, al que también recordaremos por ser el responsable musical de trabajos cinematográficos como “Un hombre y una mujer”, “Ojos negros”, “Mayerling” o “El imperio del León”, por citar sólo algunos largometrajes de los que Lai fue responsable musical.

El tema central de “Love Story”, titulado “(Where Do I Begin?) Love Story”, fue compuesto por Francis Lai como melodía instrumental, aunque la productora (Paramount) pidió al compositor estadounidense Carl Sigman que escribiera una letra, cosa que hizo tras recibir la partitura y el guion de la película. Sin embargo, no gustó mucho a los responsables de la productora, y pidieron a Sigman que la volviera a escribir. Pese a la negativa inicial, herido en su orgullo de compositor, reelaboró la letra; finalmente, en la película sólo se incluyó la versión original instrumental a cargo de Francis Lai & His Orchestra. Poco antes del estreno en los cines (25/12/1970), fue lanzada la versión de Henry Mancini -con la que hoy comenzamos nuestro recorrido a través de las versiones- y, el 15 de enero de 1971, se publicaron dos interpretaciones con la letra de Carl Sigman, la de Andy Williams y la de Tony Bennett. Parece que esto se hizo así con el propósito de preparar el oído del público potencial, es decir, la estrategia pasaba por acostumbrar a la audiencia con la melodía instrumental y, después, lanzar las versiones cantadas. Tanto las interpretaciones de Henry Mancini como la de Andy Williams fueron muy exitosas -tal vez algo menos la de Bennett-, y son las que abrieron paso a las numerosas versiones que vendrían después.

Sin ánimo de ser exhaustivo, entre las instrumentales, citaremos las de The Exotic Guitars, Hubert Laws, Bill Vaughn, Oladepo Ogomodede, Paul Mauriat, Fausto Papetti, Frank Pourcel, Buddy Rich, 2Cellos o Søren Bødker Madsen; y, entre las cantadas, destacaremos las de Johnny Mathis, Shirley Bassey, Vikki Carr, Glenn Campbell, Sarah Vaughan, Rick Astley, Barry Manilow, Mark Bautista, Paul Potts, Conchita Wurst, Mirelle Mathieu (en francés), Patty Pravo (en italiano), Moncho (en español) o Andrea Boccelli (en español). Como tercera opción destacada de hoy, os voy a proponer algo más reciente y más rockero: la versión instrumental que, en 2020, publicara como single el guitarrista Slash, al que muchos conoceréis por ser uno de los miembros integrantes de la banda de hard rock y heavy metal Guns N’ Roses.

Mari Trini. “Yo no soy esa”

María Trinidad Pérez de Miravete-Mille y Pascual del Riquelme, más conocida con el nombre artístico de Mari Trini -menos mal que no quiso reivindicar su nombre completo-, nació en la pedanía murciana de Singla, el 12 de julio de 1947. Pronto se trasladaría a Madrid con su familia donde, a lo siete años, enfermó de gravedad (nefritis crónica), por lo que tuvo que pasar largas temporadas en casa, sin apenas levantarse de la cama; no obtuvo el alta médica definitiva hasta que cumplió los catorce años. La enfermedad le dejó alguna secuela física, pero también perfiló su personalidad y carácter, y fue un período que aprovechó para escribir y aprender a tocar la guitarra. Con apenas quince años conoció en Madrid al cineasta Nicholas Ray, director de películas como “Rebelde sin causa” o “55 días en Pekín”; él fue quien convenció a Mari Trini para que marchara a Londres a estudiar arte dramático y a prepararse para interpretar una película, que finalmente no llegó a realizarse. De Londres viajó a París, allí grabó sus primeros discos, tres Eps con canciones en francés.

Tras pasar cinco años en la capital gala, regresó a Madrid, donde grabó su primer Lp con la discográfica RCA; un álbum (“Mari Trini”, 1969) en el que interpretaba temas escritos por autores como Patxi Andión, Juan Carlos Calderón o Luis Eduardo Aute. Convencida de que tenía el suficiente talento para escribir sus propias canciones, decidió cambiar de discográfica y pasarse a Hispavox, allí la esperaban Waldo de los Ríos y Rafael Trabucchelli, como productores y arreglistas musicales. Su primer disco con Hispavox se tituló “Amores” (1970), un excelente álbum, plagado de canciones a cuál mejor (“Si no te vas con la tarde”, “Amores”, “Cuando me acaricias”, “Vals de Otoño”, etc.), que convirtieron a Mari Trini en una de las más importantes compositoras españolas que ha dado nuestra música popular. El siguiente álbum se tituló “Escúchame” (1971), otro gran trabajo en el que, además de canciones escritas por Mari Trini, se incluyeron versiones de George Moustaki (“Milord”), Gilbert Bécaud (“Je partirai”), Jacques Brel («La Fanette«), Consuelo Velázquez (“Que seas feliz”) o José Alfredo Jiménez (“Ayer«).

Pero, por encima de todas, destaca “Yo no soy esa”, probablemente su melodía más conocida y, desde mi punto de vista, la mejor; un grito reivindicativo, una canción profundamente feminista que vio la luz al final de la Dictadura franquista, cuando hablar de esas cosas en España era prácticamente un acto heroico. Mari Trini nos ayudó a comprender que las mujeres no eran bellos y frágiles floreros, que tampoco eran apéndices de los hombres, y que tenían opinión y capacidad de decidir por ellas mismas, sin necesidad de la aprobación o el visto bueno del macho: “Yo no soy esa que tu te imaginas. Una señorita tranquila y sencilla, que un día abandonas y siempre perdona. Esa niña sí … no, esa no soy yo” (al final os dejo toda la letra).

“Yo no soy esa” es una de las grandes canciones melódicas de nuestro país, por eso no es de extrañar que tenga muchas versiones; pero lo que llama la atención es que haya tantas dentro del universo “indie”, lo que demuestra el reconocimiento que tiene Mari Trini entre las cantantes jóvenes españolas. Además de la clásica versión de Helena Bianco -obviamente, no incluida en este grupo de vanguardia-, os aconsejo que prestéis atención a las versiones realizadas por Kuve, Bla, La Bien Querida, Mäbu o Adriana Moragues, incluso las debidas a La Húngara y a Diamar e Iván, con ritmos flamencos y latinos. En cuanto a las interpretaciones que Mari Trini ha hecho de esta canción, creo que conviene recordar la que ejecutó en el Festival de Viña de Mar de 1975, con un arreglo ligeramente jazzístico, y la grabación con Los Panchos, del año 2001, ocho antes de su fallecimiento, cuando apenas contaba con sesenta y un años.