Carlos Gardel es más que un cantante y actor, es un idolatrado mito que forma parte del patrimonio nacional de tres países: Uruguay, Francia y Argentina. No se conoce con seguridad donde nació; los uruguayos mantienen que lo hizo en Tacurembó (Uruguay), el 11-XII-1883, mientras que los franceses sostienen que fue en Toulouse (Francia), el 11-XII-1890. En lo que sí hay acuerdo es en que vivió, desde niño, en Buenos Aires y que se nacionalizó argentino en 1923. Su profesor de canto, Eduardo Bonessi, dijo de su voz que «era de una calidad extraordinaria y de un timbre maravilloso para el tango. Tenía un registro de barítono brillante y jamás desafinaba (…) Era un hombre conocedor [del valor de su garganta], que no derrochaba su voz como muchos suponen (…) Era estudioso y responsable. Sabíase único en su género y cuidaba su voz» (Wikipedia). Nelson Bayardo, biógrafo y autor del libro Carlos Gardel: a la luz de la Historia (Montevideo: Aguilar, 2000), ha dicho de él que tenía una gran versatilidad y un innato sentido musical, lo que le permitió abarcar una treintena de géneros distintos, era poseedor de un excepcional timbre, tenía una gran expresividad y una creatividad al alcance de muy pocos; a Gardel se debe la creación del «tango-canción» tal y como lo conocemos hoy, al menos en sus aspectos técnicos y expresivos. «El día que me quieras» es uno de sus tangos más conocidos, la música está compuesta por él con arreglos de Terig Tucci y la letra fue escrita por Alfredo Le Pera, a modo de paráfrasis, a partir de un poema homónimo del literato mexicano Amado Nervo. Esta canción, publicada en 1934, se incluyó en la película del mismo nombre dirigida por John Reinhardt, con guión del propio Le Pera y protagonizada por Gardel. Existen unas doscientas versiones de esta obra; estoy seguro que cada uno de vosotros tendréis predilección por alguna en concreto, tal vez las de Andrés Calamaro, Diego el Cigala, Roberto Carlos, Alberto Cortez, Alfredo Kraus, Plácido Domingo, José Carreras, Tomatito y Michel Camilo, Dyango, Mercedes Sosa, Gato Barbieri, Natalie Cole, Los Panchos, Pasión Vega o Toquiño. Yo voy a proponeros las defendidas por Compay Segundo, que devuelve a esta composición el alma de bolero que Gardel ya supo intuir, y la interpretada por Mayte Martín y Tete Montoliu, en clave de jazz.
La Guitarra de las Musas 
Sea donde fuere que haya nacido, Carlos Gardel forma parte del patrimonio musical universal.
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Pues sí, uno de los más grandes artistas que ha dejado nuestra lengua. Saludos.
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Hoy no coincidimos Raúl jejjeje, esto no es mi estilo, la verdad. Este tipo de música me deja indiferente…
Un saludo. Nos leemos.
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A mi me también me costó meterme en este tipo de música (boleros, tangos, flamenco, etc.) pero ahora me encanta y sobre todo cuando se hacen versiones con una pizca de jazz. Bueno, el viernes vuelve el rock. Saludos, Alex.
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A mi padre siempre le gustó Gardel y aunque como Alex no es música de mi gusto, le guardo cierto cariño. Aunque hay tangos atemporales como este que citas o por una cabeza que ha sido usado en infinidad de películas. Hace pocos días revisando los viejos discos de mi padre aparecieron varios discos de Gardel en vinilo pero también de los de pizarra, que son más grandes que un single de vinilo pero algo más pequeños que los LP´s. Funcionaban a 78rpm y solo tienen un golpe.Si se caen al suelo adiós. Yo al igual que tu de pequeño tuviste que lidiar con la copla, me toco hacerlo con tangos, boleros que no me desagradan, incluso fui a ver a Los Panchos en directo hace un montón de años. Otros como la zarzuela se me han atravesado.
Un saludo y el viernes rockeamos.
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¡Joder, Salva, tienes discos de pizarra! Eso sí que es una pieza de coleccionista, guárdalos como un tesoro, además de su valor intrínseco pertenecieron a tu padre … Me acuerdo que el mío de vez en cuando me comenta cosas de aquellos discos, él me habla de los de flamenco (La Niña de los Peines, Antonio Chacón, etc.) pero ya me habría gustado que hubiese conservado alguno. Algún día aparecerán por aquí los Panchos, para un miércoles estaría bien. Yo tampoco puedo con la Zarzuela, me supera, y eso que también lo he intentado. Espero que vayan bien las vacaciones, muchas gracias por el comentario. Un abrazo.
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Las vacaciones muy, muy tranquilas. Teníamos ganas de relax. En otra ocasión y por otro medio ya te contaré un poco como es mi vida día a día. Estos días no hacemos mucho la verdad. Paseito, buena comida y ver pasar la vida que dice Perez-Reverte. Estosdías nos vamos a acercar hasta Francia para visitar un par de sitios. Coullures donde murió y está enterrado Machado y que nos han dicho que es muy bonito, y también visitaremos el Valle de Nuria muy cerca de la frontera aunque este lugar ya lo conocemos. Aprovecho por las mañanas para leeros un poco por que después no regresamos hasta la noche. Sobre los discos no tengo ninguna intención de venderlos, ni los de pizarra ni ningun otro que se que valen bastante en el mercadod e coleccionistas. Lo mismo pasa con bastantes libros que tengo. Son ediciones no antiguas pero si de los años 40/50 que no es que me fuesen ha hacer rico pero los gusrdo como oro paño. Son regalos de alguno de mis tíos que de pequeño y como me gustaba leer me daban libros de su propia colección e incluso de mi padre. Esa cosas no se venden Raúl, son parte de la memoria de mi familia. Me quedo hasta con los de zarzuela jajajaja.
Bueno un abrazo.
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No conozco Colliure, aunque había oído hablar, parece que tiene un montón de alicientes: cultura, playa, pueblo bonito, gastronomía. Hay un proyecto para ir en coche a Ginebra (tenemos ahora familiares allí) y de paso hacer turismo, desde luego ésta sería una parada obligatoria. El otro día hacía una reflexión sobre la importancia de lo tangible; yo soy el primero que defiendo las nuevas tecnologías, conozco el mundo de la informática desde que aparecieron los primeros ordenadores y, de hecho, utilizo un blog para comunicarme. No obstante, hay que estar preparado por si todo esto desaparece, en ese caso volveríamos a nuestros libros de siempre. Con las fotos pasa lo mismo, tengo muchísimas en formato digital pero las que realmente miro de vez en cuando son las que tengo en papel. Algún día deberíamos hablar sobre esos discos y cintas que guardamos por valor sentimental, no precisamente porque los escuchemos ¡Qué sigáis bien!
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Por si no lo conoces
http://saltaconmigo.com/blog/2014/10/turismo-en-colliure-francia/
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Qué gran artista Gardel, esta canción en concreto me pone la carne de gallina… Siempre que escucho su música y su letra no puedo evitar emocionarme. La versión de Compay Segundo y Tete Montoliu no las conocía. La primera me ha gustado pero es que la segunda es increíble, una version genial, a la altura de la original.
Me gusta mucho que de vez en cuando aparezca música así, que no todo se reduce a rock jajaja, hay más y muy buena en el mundo.
PD: acabo de ver la entrada de los conciertos de tu vida (estos días he estado un poco pasota) veo que estoy nominado, espero escribir la entrada cuanto antes. Saludos y, una vez más, enhorabuena por este tipo de entradas.
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A mi me pasa igual, quería poner una Gardel y no lo dudé ni un momento, es una canción emocionante. La de Compay recupera un poco el ritmo de bolero, que se ha utilizado mucho en otras versiones. La de Montoliu y Mayte Martín pertenece a un disco («Free Boleros», 1996) que hicieron juntos, creo se grabó en directo no mucho antes de la muerte del pianista. Él es una de nuestras figuras del jazz más reconocidas en el extranjero y ella es una cantante de flamenco y de boleros. Espero tu entrada de los conciertos. Saludos, Adrián.
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Creo que este territorio sonoro debe acompañarse de un buen baile para que sea completo
Saludos
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¡Sí señor, Vidal! Ahora la entrada queda de lo más completa. De hecho creo que lo primero fue el tango como música y baile, después llegó el tango canción. Saludos.
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La canción favorita y el cantante favorito de mi abuela, que aunque española, cantaba y bailaba tangos como sí fuese porteña. Gracias por poner un tango Raúl, aunque también puede ser una habanera. Son géneros que me gustan aunque lo diga con la boca pequeña. Pero como dice Vidal, el tango gana más cuando es cantado mientras es bailado, desde que fui a Argentina me gusta más aún.
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Gracias a ti, Juanlu. A mi también me gustan las habaneras. El tango lo he intentado bailar pero así, sin más, es bastante difícil, salvo que seas de la tierra. Me alegro si, al menos por un momento, te he hecho recordar a tu abuela. Hace años estuve a punto de ir a Argentina, entonces se torció la cosa y aún no he podido ir. Escuchar y sentir la música en su lugar natural es algo maravilloso, yo voy a menudo a Lisboa y escuchar fados allí es una experiencia única. Saludos
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Cuando la canción es, muy buena, es difícil hacer una mala versión. La de Gardel la mejor. En mi opinión el tango y el jazz lígan muy bien. No hay más que oír a Piazzola con Gerry Mulligan.
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Es verdad, al final siempre nos quedarán las canciones, siempre digo que tienen vida propia y que están ahí para el que se atreva con ellas. El jazz va muy bien con el tango, con el bolero y, en general, con la buena música melódica; y, desde luego, Piazzola y Gerry Mulligan juntos son palabras mayores. Ya que lo mencionas, aquí dejo otra versión de esta canción. Saludos.
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