El mercado discográfico de Japón siempre ha sido de los más interesantes; allí se grabó el mítico “Made in Japan” de Deep Purple, cuentan con sus propias ediciones de los clásicos del rock, pueden presumir de contar con uno de los mercados más activos de coleccionismo que existen y sus grupos de rock son legión, sobre todo en el ámbito del progresivo. Por todo ello, no es de extrañar que, en ocasiones, hayan ido a su aire y hayan encumbrado a grupos que, en Europa o EE.UU., apenas tuvieron tirón hasta que los japoneses los convirtieron en estrellas del rock. Uno de los ejemplos más evidentes de lo que acabo de comentar es Cheap Trick, una banda aún en activo que comenzó su andadura en 1974, en Rockford (Illinois –EE.UU.-), con una imagen un tanto peculiar: dos de sus miembros, el cantante y guitarra rítmica Robin Zander y el bajista Tom Petersson, daban la imagen clásica del rockero un poco glam, mientras que Rick Nielsen (principal compositor y guitarra solista) era calvo, iba con gorra, pajarita y camisa hasta el cuello; aún era más raro Bun E. Carlos (batería), con pinta de oficinista, gordito, con gafas y bigote. Dicen quienes conocen bien a esta banda (no es mi caso) que sus mejores trabajos son los cuatro primeros: “Cheap Trick” (1977), “In Color” (1977) y “Heaven Tonight” (1978) -los tres grabados en estudio- y el directo “Cheap Trick at Budokan” (1978), grabado en Japón, realmente el álbum que les abrió las puertas en Europa y América tras su rotundo triunfó en la Tierra del Sol Naciente. “Surrender” es una de sus canciones más conocidas, con la que acostumbraban a cerrar sus conciertos; fue incluida en el tercer disco de estudio, el ya citado “Heaven Tonight”, al igual que otras canciones características de esta formación, como la rocanrolera “California Man”, la balada de ritmo siniestro “Heaven Tonight” (un tema muy interesante), “On Top fo the World» o “How Are You?”, por mencionar algunas. “Surrender” responde a la temática adolescente tan característica de los grupos de aquella época: ritmo sencillo y pegadizo y una letra que, en este caso, nos habla de un joven que es advertido por sus padres de los peligros de las enfermedades venéreas, unos padres muy “enrollados”, que hacen el amor en el sofá mientras escuchan los discos de Kiss del hijo, y que saben de lo que hablan porque en concreto la madre sirvió en las WAC (Women’s Army Corps). Como podréis comprobar, “Surrender” es un tema de power pop con algunas gotas de hard rock melódico, del que se han hecho bastantes versiones, incluidas las de los propios Cheap Trick, como la que incluyeron en el comentado “Cheap Trick at Budokan” (aquí la tenéis).
12 opiniones en “Cheap Trick. «Surrender»”
Comentarios cerrados.
Pues es una canción animosa y pegadiza. Pero lo mejor para mí es, sin duda, la foto del grupo. Como dices muy peculir, ja, ja, es buenísima.
Un abrazo y buen fin de semana. 🙂
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Una canción sin muchas pretensiones, al estilo de muchas de las que luego se harían en los años ochenta en el ámbito del rock melódico. Jajaja, cuando vi la foto no lo dudé. En el vídeo que he dejado al final también se les puede ver. Buen fin de semana. Abrazos.
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Ultra amigos de las Runaways. Una banda muy peculiar a la que merece la pena conocer. Me has sorprendido con este grupo, no te imaginaba escuchándoles, aunque por qué no? Un abrazo.
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Los conocía de hace tiempo, y saldrán otro día por aquí con una versión de un R&R clásico que era la que más le gustaba a su autor. Un abrazo, Marta.
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El estribillo es pegadizo, desde luego y ellos tienen personalidad. El oficinista parece que se ha colado en la foto, jajaja, la verdad es que en conjunto tienen una pinta muy graciosa.
Una música distinta en tu blog, lo cual siempre está bien.
Que tengas buen fin de semana, Raúl.
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Lo de la apariencia en las bandas de rock ha sido siempre importante. En los ochenta ya fue algo desorbitado, con el hair metal y el movimiento glam; en cierta medida ésta es una banda adelantada a su tiempo, tanto en lo musical como en la apariencia. Buen fin de semana, Evavill.
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Hay grupos que de no haber existido, nadie los hubiera echado de menos. Y que de haber existido, tampoco nadie los hubiera echado de más. Este es un buen ejemplo, con lo que se da la paradoja de que se convierte en un grupo ejemplar.
Saludos y feliz hora veinticinco.
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Ejemplar y paradójico razonamiento sobre la existencia. Saludos, Caito
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Este grupo aunque lo considero como Caito de los prescindibles siempre le reconozco dos méritos. Uno es hacerme entender lo que es el power pop, lo representan muy bien. Y otro es su gusto por Fats Domino que lo demuestran en el tema «ain’that a shame» de este mismo disco.
UN PROBLEMA CON YOUTUBE me hace imposible insertar el video.
Ramón Trecet en su día radió una serie sobre una gira en los EEUU del grupo. Es posible que acompañara al grupo en la gira y después hizo la crónica.
Solo recuerdo un comentario sobre el batería que le va como anillo al dedo. Lo único que hacía en su tiempo libre de era comer hamburguesas y ver televisión en la habitación del hotel.
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Esa es la canción que le comentaba a Marta, la de Fats Domino. Éste último decía que era la versión que más le gustaba de cuantas se habían hecho. Saldrá un día de estos, con otras versiones de ese clásico. Saludos, lrotula.
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A mí también me llamaron siempre la atención las pintas de los Cheap Trick. Conocía este tema y el disco que lo trae, Heaven Tonight, pero no mucho más de ellos.
Lo de Japón es muy llamativo, las bandas suelen (o solían) dedicar mucha atención a su mercado y los japoneses, a veces, se daban cuenta antes de cuando una banda era grande: el caso de Queen es palmario: antes de hacerse realmente grandes en Europa y EEUU, ya gozaban de un gran éxito en Japón; como sabes, grabaron el Teo Torriate en honor al país del Sol Naciente.
Abrazos!!
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Creo que es también muy importante el negocio del coleccionismo en Japón, incluso con discos españoles de rock progresivo de los años setenta, de esos que son muy difíciles de conseguir. Cheap Trick, Queen y no nos olvidemos de Deep Purple y su «Made in Japan», o de otros artistas que han actuado o grabado álbumes en la sala Budokan, como Bob Dylan, los Beatles o Eric Clapton, por mencionar algunos. Un abrazo, Alex.
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