Las Cinco Canciones de Eduardo (IV): «You’re driving me crazy» (Guy Lombardo)

Si tuviéramos la suerte de tener a nuestra disposición una máquina del tiempo o un dispositivo tele-transportador, como en «Star Trek», que nos permitiera realizar visitas musicales a tiempos pasados, seguro que cada uno de nosotros daría un uso bien diferente a estos improbables inventos. Os digo algunos de mis posibles viajes: Festival de Woodstock, algunos de los conciertos de Deep Purple que dieron lugar al «Made in Japan», estar presente en la grabación del documental «Pink Floyd at Pompeii», una fiesta de graduación americana como la de la película Grease, un garito lleno de humo -como el Birdland- donde escuchar a Sarah Vaughan o a Billie Holiday, o un baile de esos, muy elegantes, donde tocara cualquier big band: Glen Miller, Benny Goodman, Arti Shaw, Duke Ellington o la propuesta que nos trae Eduardo: Guy Lombardo.

«Otros de mis recuerdos más vivos es cuando recorría las tiendas de discos de Madrid en busca de algún tesoro, a menudo descatalogado y muchas veces de saldo. Una de esas tiendas era «La Metralleta», en el centro de la ciudad. Allí encontré una recopilación de éxitos de los 30 y 40 en un CD doble, que grabé en un MP3 ya obsoleto y que, sin embargo, sigo conservando. Lo solía escuchar en el metro cuando volvía del trabajo. La canción con la que se abría era ésta que os traigo hoy, la más antigua de las cinco que he seleccionado. Tiene varias versiones, pero la del disco era la de la orquesta de Guy Lombardo».

 

Autor: Raúl

Me llamo Raúl Rodríguez, me dedico a la docencia universitaria y a la investigación en el ámbito de la Historia de la Ciencia, actividades que forman parte de mi vida desde que acabé la carrera, allá por 1986. Sin embargo, la música está conmigo desde mucho antes, desde mi infancia y primera adolescencia, y ha sido siempre una leal compañera. Decidí abrir un blog de canciones con el propósito de encauzar mis inquietudes musicales a través de un canal que pudiera ser sintonizado por otras personas con intereses similares y que, además, sirviera como foro de opinión para todos aquellos que quisieran compartir su pasión por la música. Decidí llamar a este espacio "La Guitarra de las Musas", en honor de las diosas griegas de las Ciencias y las Artes, especialmente de la Poesía y la Música. Quiero pensar que si hubieran tenido guitarras –y baterías, bajos, teclados y demás instrumentos de nuestro tiempo- hubieran sonado como la música propuesta en este blog. En este espacio, el rock en casi todas sus vertientes será el protagonista pero, también, otros estilos como el blues, el jazz, el pop, el soul y las melodías más pegadas a nuestra cultura: cantautores, canción melódica, boleros, corridos mexicanos, tangos, rumbas e, incluso, copla. Por favor, que nadie se enfade conmigo si no encuentra aquí la música que le gusta; la selección de los temas y los comentarios realizados responden, únicamente, a mis intereses particulares que, como bien puede verse, están un poco anticuados. Todos aquellos que busquen música actual no la encontrarán en este sitio.

8 opiniones en “Las Cinco Canciones de Eduardo (IV): «You’re driving me crazy» (Guy Lombardo)”

  1. No es ni mucho menos el estilo que escucharía jamás más allá de aquellas viejas películas de los 40 que veía en mi infancia. Me trae recuerdos de aquella época, pelis de Fred Astaire y Ginger Rogers.
    Sobre lo que comenta Raúl de ese hipotético viaje en en el tiempo, quedamos cuando quieras, sobre todo para viajar a Osaka y Tokio aquel mítico mes de agosto del 72 donde se gestó esa maravilla que es Made in Japan y como no a Pompeya. Uf los 70. Y es que tuvo que estar genial vivir ese momento. Estar allí y ser partícipe de todo eso, no ser un mero espectador en la distancia. Trasladarnos hasta San Francisco, cuna del hippismo, y embutidos en nuestros pantalones de campana acudir cada noche al Filmore East para deleitarnos con Janis Joplin, Allman Brothers, el directo de los Allman grabado allí es simplemente alucinante, disfrutar de Grateful Dead.
    Picados por la curiosidad regresaríamos a la vieja Europa donde unos aguerridos melenudos daban forma a un nuevo sonido, el Heavy Metal. Black Sabbath, para muchos los verdaderos padres de la criatura, lanzaban al mundo ese monstruo de título homónimo en su Birmingham natal. Tan solo unos años después, y en la misma ciudad Judas Priest harían lo propio cimentando las bases de lo que es el heavy tal y como hoy lo entendemos.
    Los 80 los viví casi de primera mano y descubrí un montón de buenos discos pero, claro, no estuve in situ para ver nacer la new wave of brithis heavy metal, asi que me daría gustoso un garbeo por las tierras de la pérfida Albión.
    Los 60, los 70, o los años 80. Da igual la década que sea, para los que amamos la música, vivir cualquiera de aquellas épocas tuvo que ser la leche.

    Lo que esta claro es que la evolución del Rock desde sus orígenes en los cincuenta hasta nuestros días ha sido imparable y ha mutado en infinidad de propuestas tan variopintas como el público al que van dirigidas.

    Larga vida al Rock and Roll.

    Y perdón por el comentario, pero ya sabes que me dejo llevar y no paro jejejeje

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    1. Bonito y evocador comentario, Salva. La verdad es que dan ganas de hacerse algún viaje de esos que comentas. Hace unos años estuve en San Francisco, una ciudad fabulosa con gente muy amable y mucha vida; me gusto mucho pasear por el barrio de Haight-Ashbury, que aún conserva algo del encanto que tuvo en los sesenta y setenta, en la época hippie.Ya sabes, si encuentras la manera de viajar en el tiempo avisa y sacamos unas entradas para ir a ver a Deep Purple. Un abrazo

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    2. Pues a mí no habría importado estar en el concierto que dieron Simon and Garfunkel en Central Park o estar presente en el disco At Folsom Prison que grabó Johnny Cash en la prisión de Folsom, bueno pensándolo bien no, porque habría tenido que ser un preso.

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    3. Si me admites de compañero, me paso contigo por esas décadas y esos momentos jejeje Me temo que el escenario de Pompeii se iba a llenar de público, bufff, como me pone esa grabación!!!
      Saludos!!

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  2. Lo de recorrer las tiendas de Madrid en busca de discos fue un inmenso placer para mi durante muchos años, entre ellas La Metralleta… Sigo frecuentando, cuando voy a la capital, Sun Records, una de las pocas que ha sobrevivido a la voragine, pero bastante dirigida al Metal y al Prog.
    En cuanto a la canción que nos propones hoy, me pasa un poco como a Salva, no es un estilo que busque y me recuerda al cine en ByN, ¡¡pero mola!!
    Saludos

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    1. Es verdad que internet nos ha abierto nuevas posibilidades musicales pero también ha acabado con el placer de comprar discos, de frecuentar esas tiendas que, hoy día, son tan raras como las librerías, establecimientos tan antiguos como el cine en blanco y negro … Saludos.

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