Ya he manifestado en alguna ocasión mi admiración por Billie Holiday, en mi opinión la mejor cantante que ha existido en registros intensos y dramáticos (véase, sin ir más lejos, su interpretación de “Strange Fruit”). Ella Fitzgerald, la otra gran figura del jazz melódico junto a Sarah Vaughan, tal vez brilló más en canciones optimistas, incluso con letras aparentemente banales; y en todo tipo de estilos, desde la canción melódica al jazz pasando por el swing, la samba, la bossa nova o el blues. Debutó como cantante a los dieciséis años y, tras algún tiempo integrada en orquestas, pronto comenzó una larga y fructífera trayectoria como solista. En el jazz fue una gran innovadora, sobre todo en lo relativo a la técnica conocida como scat, un tipo de improvisación vocal que se desarrolló en los años cuarenta a partir de la utilización de palabras y sílabas sin sentido, que se empleaban a modo de instrumento musical. Otra de sus principales aportaciones a la música fue la serie de Songbooks, discos donde se recogía lo mejor de los grandes compositores de la canción popular norteamericana, como Cole Porter, Duke Ellington, Johnny Mercer, George Gershwin, Jerome Kern o Harold Arlen. Se trata de una de las iniciativas más importantes que ha habido en el jazz y en la música melódica americana, una revisión de los grandes compositores de este país bajo la inigualable voz de una de las mejores cantantes que nos dejó el siglo XX. El primero de los ocho discos que dedicó a la canción americana tuvo a Cole Porter como protagonista, un doble LP con treinta y dos canciones de este reconocido compositor y letrista estadounidense. Fue uno de los discos elegidos, en el año 2003, para formar parte del National Recording Registry, una lista de grabaciones sonoras especialmente relevantes para la cultura, la historia y las costumbres de los Estados Unidos. El segundo disco de este “Ella Fitzgerald Sings the Cole Porter Songbook” comienza con “I love Paris”, una canción inicialmente compuesta para el musical “Can-can”, que luego sería llevado al cine en 1960. Hay otras versiones muy interesantes, como las de Frank Sinatra, Andy Williams, Peter Cincotti o Charlie Parker, pero ninguna me gusta más que la que nos regaló “La Primera Dama de la Canción”.
10 opiniones en “Ella Fitzgerald. «I love Paris»”
Comentarios cerrados.
Preciosa canción sobre una bella ciudad. También grabó junto a Louis Armstrong otra canción dedicada a la ciudad del amor. April in Paris.
hoy está esto más muerto que muerto.
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 2 personas
Pues sí, parece que tenemos un día tranquilo. «April in Paris» es también una canción preciosa, ese dúo es imbatible. Aquí la dejo. Un abrazo.:
Me gustaMe gusta
Qué gran canción. Cómo se nota que Cole Porter vivió en París en su juventud; de ahí su tremenda admiración por París. No sé si la has visto pero te recomiendo la película De-Lovely sobre su vida.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Yo he vivido en Francia dos años, en París estuve un par de meses y, desde luego, es una ciudad de las que no se olvidan. Cuando eres turista crees pensar en que está hecha para hacer fotos bonitas; cuando vives allí, todo adquiere otra dimensión: los paseos, sus bistrós, su historia y su cultura, todo es único. No he visto la película aunque había oído hablar de ella, muchas gracias por la recomendación, habrá que verla. Saludos Eduardo.
Me gustaMe gusta
¡ Yo también ! ¡ Yo también! 😉
Me gustaMe gusta
Me imagino que tendrás sangre francesa, ¿no? Le comentaba a Eduardo que vivir en esta ciudad es una experiencia única y que supera, con mucho, lo típico de estar allí de turismo unos días. Saludos Hélène.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tengo más que sangre.Soy francesa nativa. Me lancé a la aventura con poco más que una mochila hace unos pocos años ya.. No he llegado a vivir en París. Pero voy todos los años sin falta. París siempre será París. Un saludo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo viví en Poitiers, pero hace ya tiempo (1995-1996), guardo muy buenos recuerdos de aquella época.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ella Fitzgerald tiene un halo de voz que sin llegar al virtuosismo te envuelve y ciega. Es brutal.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Esta misma canción, en boca de otros intérpretes, queda en mera anécdota. Era única.
Me gustaLe gusta a 1 persona