Sus actuaciones duran una hora, y todo ese tiempo va creando un ambiente de pánico, dando unos golpes atronadores, gritando, cayendo de rodillas, como si estuviera muy angustiado, arrastrándose por el escenario como un Groucho Marx enano y negro. La orquesta rechina a sus espaldas, sus bailarines hacen piruetas, los baterías golpean sin cesar (…) Cuando va a cantar “Prisoner of Love” se separa del micrófono y lo anuncia desde la oscuridad. Con una voz tenue y distinta repite esas tres palabras una y otra vez. Luego vuelve a los focos, coge el micrófono y se pone a lanzar unos gritos, unos aullidos angustiosos que duran diez segundos cada uno. Probablemente son los ruidos más fuertes que has oído dar a un ser humano en tu vida, y físicamente es imposible no sentirse conmovido. Así es como maneja a su público. Así es como te deja demolido (…) Es desde luego un show negro y ningún blanco llega a meterse del todo en él”
Nik Cohn, consultado en: Lapuente, Luis. Historia-Guía del soul. “Magia Negra”. Madrid: Guía de Música, 1995; pág. 92
Así era James Brown en el escenario, conocido como el “Padrino del Soul”, aunque donde realmente destacó fue en el funk, género del que fue pionero e impulsor con temas como el que protagoniza nuestra entrada de hoy. Nació en 1933, en Barnell (Carolina del Sur -EE.UU.-), aunque desde niño vivió en Augusta (Georgia -EE.UU.-), en el seno de una familia con pocos recursos. Desde muy joven se ganó la vida trabajando en lo que podía (recogiendo algodón, limpiando zapatos, boxeando, …) y también robando piezas de coche y ropa. Conoció la prisión muy pronto, siendo aún menor, y sus problemas con la justicia nunca le abandonaron; fue arrestado y condenado por violencia de género, por exceso de velocidad y por consumo de drogas. Inició su carrera musical en 1953, en el grupo de góspel The Starlighters, posteriormente denominado The Famous Flames; publicaron su primer sencillo (“Please, Please, Please”) en 1955 y, tras cuatro años de espaldas a la fama, James Brown y su banda conseguirían encadenar éxito tras éxito a lo largo de la década de 1960. En los años setenta, ochenta y noventa, ya sin el concurso de los Famous Flames, James Brown continuó su carrera exitosa en el ámbito del funk y, también, intervino en algunas películas, como “Granujas a todo ritmo” (1980) o su secuela “Blues Brothers 2000 (el ritmo continúa)” (1998). Falleció el 3 de mayo de 2006.
“I Got You (I Feel Good)” fue compuesta por el “Padrino del Soul” a partir de otra canción suya (“I Found You”), que había sido grabada en 1962 por la cantante Yvonne Fair, junto a la banda de Brown. Éste volvió a grabarla en 1964, incluyéndola en su álbum “Out of Sight” (1964); sin embargo, una serie de problemas contractuales con la discográfica impidieron que este registro fuera lanzado como single, lo que condujo a una nueva grabación; fue entonces cuando James Brown aprovechó para incrementar el ritmo, los gritos y esa sensación de exultante alegría que caracteriza a esta canción, un homenaje al enamoramiento y a la alegría desenfrenada que se experimenta en estas circunstancias. Se han hecho muchas versiones de “I Got You (I Feel Good)”, una melodía habitual en películas y series de televisión (aquí tenéis una relación bastante exhaustiva). Se me olvidaba, no os perdáis el saxo de Maceo Parker. Para finalizar, os dejo un par de directos de James Brown interpretando este tema, uno de 1996 y otro de 2005.

«Y físicamente es imposible no sentirse conmovido. Así es como maneja a su público…» y maneja muy bien. ¡Fenomenal! Un aplauso para él y para ti por sacar el tema. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, Laacantha. Hoy toca un tema cargado de energía. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Una fiera del espectáculo, el señor Dinamita.
Y la canción, pues lo que tú has dicho, homenaje al enamoramiento y su loca alegría. Tan potente como una droga.
Saludos, Raúl
Me gustaLe gusta a 1 persona
Cuando leí cómo era James Brown en el escenario me acordé de la misa góspel en la que estuve cuando fui a Nueva York; efectivamente, sólo alguien inmerso en la cultura afroamericana es capaz de algo así. Saludos, Evavill.
Me gustaMe gusta
No hay palabras para hablar de James Brown. Solo queda escucharlo y en la medida de lo posible verlo.
Por cierto este video me ha salido después del primero que has propuesto.
Por ahora jazz y soul de alto nivel Supongo que el funk también llegara.
Destaco además el aspecto visual de James Brown. Sin él ni Michael Jackson ni Mick Jagger tendrían sentido.
Hasta otra.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gran vídeo, lrotula. En el vídeo que he dejado el al final de la entrada, de 2005, es decir, poco antes de morir, aún se veía la marcha que tenía y seguía manteniendo una vestimenta acorde con su espectáculo. No había pensado en ello pero, efectivamente, estoy de acuerdo en la impronta que ha dejado en esas dos figuras de la música que comentas y, probablemente, en más. Saludos.
Me gustaMe gusta