Little Willie John / Peggy Lee / James Brown. “Fever”

Peggy Lee es una de las cantantes habituales en las entradas dedicadas a versiones; la hemos mencionado muchas veces, de manera destacada en dos canciones: “Johnny Guitar” y “Garota de Ipanema”. Nació en Jamestown (EE.UU.), el 26 de mayo de 1920; comenzó a cantar como profesional en la radio KOVC de Valley City (Dakota del Norte), en una época en la que alternaba el trabajo, en ésta y en otras radios locales, con el de camarera. A comienzos de los años cuarenta ya había tenido sus primeros éxitos (“Somebody Else is Taking My Place” y “Why Don’t You Do Right”), y había participado en un par de películas como cantante en la orquesta de Benny Goodman. Falleció el 21 de enero de 2002, dejando un importante legado musical que se extendió durante seis décadas, con una gran cantidad de discos grabados en compañías como Capitol, Decca o Harmony. Además de cantante, también fue actriz y compositora.

Una de las canciones más recordadas de Peggy Lee es “Fever”, publicada como sencillo en 1958. Se trata de un tema compuesto en 1956 por Eddie Cooley y Otis Blackwell -bajo el pseudónimo de John Davenport debido a problemas contractuales-. El tema fue grabado en 1956 por el cantante de R&B norteamericano Little Willie John; tuvo bastante éxito, a pesar de que, al menos inicialmente, no era muy del agrado de este artista. Entre 1956 y 1958 se publicaron otras versiones, como las de Sandra Meade, Kay Martin & Her Bodyguards, Earl Grant o Ray Peterson, aunque ninguna de ellas -ni siquiera el original- obtuvo el respaldo que logró Peggy Lee, que supo transformar la canción convirtiendo su propuesta en la versión de referencia para la mayoría de las que se hicieron después. Reescribió la letra y transformó la melodía, con la complicidad del arreglista Jack Marshall; el ritmo vivo y los arreglos de viento del original fueron sustituidos por un tempo más lento y sensual, una suave batería (Shelly Manne), un envolvente bajo (Joe Mondragon) y ese inolvidable chasquido de dedos -ejecutado por la propia Peggy Lee- que, aunque ya estaba presente en la versión de Little Willie John, ahora se hacía más evidente como recurso para incrementar el tono insinuante de la canción.

“Fever” es una de esas canciones que parece haber cantando todo el mundo, y en todos los estilos imaginables. Seguro que vosotros tendréis vuestras versiones preferidas; en mi caso, para acompañar a Little Willie John y Peggy Lee, me voy a quedar con la de James Brown, incluida en su álbum “Cold Sweat” (1967). Si queréis seguir escuchando otras propuestas, podéis empezar con las ejecutadas por Frankie Avalon, Elvis Presley, Ben E. King, Conway Twitty, The Kingsmen, Sarah Vaughan, Paul Revere & The Raiders, Buddy Guy, Junior Wells, The Jam, Rita Coolidge, Billie Jo Spears, Wanda Jackson, Boney M, Tom Jones, Joe Cocker, Chuck Brown & Eva Cassidy, Suzi Quatro, Nina Hagen, Michael Bublé, Bette Midler, Madonna, Beyoncé o, incluso, la más hilarante de Rita Moreno con los Teleñecos.

James Brown and The Famous Flames. “I Got You (I Feel Good)”

Sus actuaciones duran una hora, y todo ese tiempo va creando un ambiente de pánico, dando unos golpes atronadores, gritando, cayendo de rodillas, como si estuviera muy angustiado, arrastrándose por el escenario como un Groucho Marx enano y negro. La orquesta rechina a sus espaldas, sus bailarines hacen piruetas, los baterías golpean sin cesar (…) Cuando va a cantar “Prisoner of Love” se separa del micrófono y lo anuncia desde la oscuridad. Con una voz tenue y distinta repite esas tres palabras una y otra vez. Luego vuelve a los focos, coge el micrófono y se pone a lanzar unos gritos, unos aullidos angustiosos que duran diez segundos cada uno. Probablemente son los ruidos más fuertes que has oído dar a un ser humano en tu vida, y físicamente es imposible no sentirse conmovido. Así es como maneja a su público. Así es como te deja demolido (…) Es desde luego un show negro y ningún blanco llega a meterse del todo en él”

Nik Cohn, consultado en: Lapuente, Luis. Historia-Guía del soul. “Magia Negra”. Madrid: Guía de Música, 1995; pág. 92

Así era James Brown en el escenario, conocido como el “Padrino del Soul”, aunque donde realmente destacó fue en el funk, género del que fue pionero e impulsor con temas como el que protagoniza nuestra entrada de hoy. Nació en 1933, en Barnell (Carolina del Sur -EE.UU.-), aunque desde niño vivió en Augusta (Georgia -EE.UU.-), en el seno de una familia con pocos recursos. Desde muy joven se ganó la vida trabajando en lo que podía (recogiendo algodón, limpiando zapatos, boxeando, …) y también robando piezas de coche y ropa. Conoció la prisión muy pronto, siendo aún menor, y sus problemas con la justicia nunca le abandonaron; fue arrestado y condenado por violencia de género, por exceso de velocidad y por consumo de drogas. Inició su carrera musical en 1953, en el grupo de góspel The Starlighters, posteriormente denominado The Famous Flames; publicaron su primer sencillo (“Please, Please, Please”) en 1955 y, tras cuatro años de espaldas a la fama, James Brown y su banda conseguirían encadenar éxito tras éxito a lo largo de la década de 1960. En los años setenta, ochenta y noventa, ya sin el concurso de los Famous Flames, James Brown continuó su carrera exitosa en el ámbito del funk y, también, intervino en algunas películas, como “Granujas a todo ritmo” (1980) o su secuela “Blues Brothers 2000 (el ritmo continúa)” (1998). Falleció el 3 de mayo de 2006.

I Got You (I Feel Good)” fue compuesta por el “Padrino del Soul” a partir de otra canción suya (“I Found You”), que había sido grabada en 1962 por la cantante Yvonne Fair, junto a la banda de Brown. Éste volvió a grabarla en 1964, incluyéndola en su álbum “Out of Sight” (1964); sin embargo, una serie de problemas contractuales con la discográfica impidieron que este registro fuera lanzado como single, lo que condujo a una nueva grabación; fue entonces cuando James Brown aprovechó para incrementar el ritmo, los gritos y esa sensación de exultante alegría que caracteriza a esta canción, un homenaje al enamoramiento y a la alegría desenfrenada que se experimenta en estas circunstancias. Se han hecho muchas versiones de “I Got You (I Feel Good)”, una melodía habitual en películas y series de televisión (aquí tenéis una relación bastante exhaustiva). Se me olvidaba, no os perdáis el saxo de Maceo Parker. Para finalizar, os dejo un par de directos de James Brown interpretando este tema, uno de 1996 y otro de 2005.

Herbie Hancock / Mongo Santamaría / Sly & The Family Stone. “Watermelon man”

Herbie Hancock es una de las grandes figuras del jazz, de las más creativas y controvertidas por sus fusiones y sus singulares propuestas musicales, que van desde el hard bob al jazz electrónico, pasando por el jazz fusión y el funky jazz. Según nos cuenta Keith Shadwick en su libro Jazz, Legends of Style (Barcelona: Time Life, 1999), este compositor y pianista nació en Chicago (1940), en una familia acomodada aficionada a la música; a los siete años ya tomaba lecciones de piano y, aproximadamente con once, tocó en un acto organizado por la Chicago Symphony Orchestra para jóvenes músicos. Tras formarse en el Grinnell College, empezó a ser conocido en el circuito jazzístico y, en 1960, se unió en Nueva York al quinteto de Donald Byrd, llegando incluso a grabar con ellos. En 1962 le ofrecieron la posibilidad de publicar su primer álbum con el sello Blue Note, titulado “Takin ‘Off”, en el que también intervinieron Freddie Hubbard (trompeta), Dexter Gordon (saxo), Butch Warren (contrabajo) y Billy Higgins (batería). El disco comienza con uno de los temas más recordados de Herbie Hancock y, yo diría, que de todo el jazz: “Watermelon Man”. Esta melodía fue grabada de nuevo por su autor en 1973, incluida en su álbum titulado “Head Hunters”, con mucha más fusión, sobre todo procedente del funk y la música electrónica.

“Watermelon Man” alcanzó un gran éxito de la mano del cubano Mongo Santamaría; parece que esta versión, de tan sólo unos tres minutos de duración, se gestó en un club nocturno del Bronx (Nueva York), cuando Hancock sustituyó aquella noche a Chick Corea en la orquesta de Mongo Santamaría; Hancock comenzó a tocar el tema y Santamaría se arrancó con las congas, poco tiempo después el cubano grabaría esta melodía para incluirla en su disco “Watermelon Man” (1963). Finalizamos esta terna con la versión grabada por una de las bandas de referencia del funk: Sly and the Family Stone; al menos que yo sepa, fue recogida en su álbum recopilatorio “Ain’t That Lovin’” (2000). Si os apetece seguir escuchando otras versiones de esta canción, dentro del ámbito del jazz, os recomiendo las de John Hendricks, Erroll Garner, Xavier Cugat, King Curtis, Quincy Jones, Julie London, Illinois Jacquet, Herbie Mann, Michel Camilo o David Benoit. Si queréis ver cómo suena en otros estilos, podéis probar con Big Mama Thorton, Alexis Corner, Albert King, Buddy Guy, Gloria Lynne o Manfred Mann.

Alexis Nolla. Proyecto «El vendedor de sandías» (http://elvendedordesandias.com/ilustraciones)

Bobby Hebb / Manfred Mann / Boney M. “Sunny”

Noviembre de 1963 debió ser el peor mes en la vida del joven Bobby Hebb; el día 22 asesinaban al presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, un hecho que conmocionó a todo el mundo y, en particular, a la comunidad norteamericana, necesitada de referentes políticos que la representaran; un día después fallecía su hermano Harold, apuñalado en una pelea a la salida de un club nocturno de Nashville (Tennessee -EE.UU.-), su ciudad natal. Harold y Bobby eran hijos de William y Ovalia Hebb, dos músicos ciegos que debieron transmitir el gusto por la música a sus hijos, tanto que ya actuaban en Nashville, cantando y bailando, cuando Harold tenía nueve años y Bobby apenas tres. Éste último pronto llamó la atención del cantante de country Roy Acuff, quien lo incorporó a su grupo, dando así comienzo a una carrera que acabaría marcada por la canción “Sunny”, su único y gran éxito en el ámbito musical. Bobby Hebb quiso escribir un tema optimista y alegre, que le ayudara a buscar el lado bueno de la vida en unos momentos tan difíciles como los que vivía a finales de 1963: «Mis intenciones fueron pensar en épocas más felices y rendir homenaje a mi hermano, básicamente buscando un día más luminoso, porque eran malos tiempos” (Bobby Hebb, consultado en Wikipedia).

Las primeras grabaciones de “Sunny” fueron las de Mieko Hirota (1965) y Dave Pike (1966), mientras que la de Bobby Hebb fue publicada a mediados de 1966, una grabación en la intervinieron un buen número de músicos de sesión. También de 1966 son las versiones de Georgie Fame, Del Shannon, Cher, Wilson Pickett, Bobby Vee, Chris Montez, Los Javaloyas o Manfred Mann, nuestro segundo vídeo destacado de hoy, con el vibráfono como protagonista. En los siguientes años continuaron publicándose nuevas interpretaciones, como las debidas a Johnny Rivers, Gary Lewis & The Playboys, Four Tops, Frankie Valli, Stevie Wonder, José Feliciano, James Brown, Oscar Peterson o Ella Fitzgerald. Aunque quizás ninguna tan popular, por su ritmo discotequero, como la de Bonney M, incluida en el primer álbum de esta peculiar formación, el titulado “Take the Heat Off Me” (1976). Por supuesto, después de ésta se han seguido haciendo versiones, por músicos tan diferentes como Stanley Jordan o Paul Carrack, por citar sólo un par de ejemplos.

bobby-hebb-vinilo-sunny

Earth, Wind & Fire. “September”

Los discos de grandes éxitos suelen ser comercializados por las discográficas (al menos así se hacía antes) para tratar de rentabilizar a un determinado grupo o artista ya conocido, con varios álbumes en su haber. Lo que no suele ser habitual es que un disco de estas características tenga temas nuevos, no publicados anteriormente, y mucho menos que una de esas canciones acabe siendo más conocida y famosa que los presuntos éxitos de discos anteriores. Esto precisamente fue lo que sucedió, en 1978, con la melodía “September”, tal vez la más popular de Earth, Wind & Fire, junto con “Boogie Wonderland” (1979).

Esta multitudinaria banda fue fundada por Maurice White en Chicago (EE.UU.) a finales de la década de 1960. Aunque aún deben continuar en activo, su mejor momento les llegó a mediados de los años setenta, sobre todo gracias a sus espectaculares directos, con la simbología egípcia (Maurice White era un enamorado de esa cultura) llenando de luz y color el escenario, y con una música de baile que se situaba entre el soul, el funk y el sonido discotequero. En 1978 ya habían sacado al mercado ocho álbumes de estudio, lo que justificaba sobradamente un recopilatorio con sus grandes éxitos; “The Best of Earth, Wind & Fire, Vol. 1” contenía diez canciones, de las cuales tres eran nuevas: una versión de “Got to get you into my life” de los Beatles, “Love Music” y “September”. La letra de esta canción surgió cuando estaban preparando el que finalmente sería su noveno disco de estudio (“I Am”, 1979). Fue entonces cuando Maurice White se puso en contacto con la compositora Alee Willis con el fin de que trabajara con ellos en algunas de las letras de este álbum; White, un seguidor estudioso de la espiritualidad y las filosofías orientales, recomendó un libro a Willis y ella hizo el resto, zambulléndose en lecturas similares que fueron decisivas en lo que habría de ser la letra sobre la que se escribió “September”; así nos lo ha contado la propia Alee Willis:

“Cuando me fui del estudio el primer día, Maurice me dio el nombre de un libro que se titulaba ‘El vendedor más grande del mundo’, y me envió a Bodhi Tree, que es una librería espiritual de Los Ángeles. Me compré ese y otros tantos que la dependienta me dijo que iban de filosofía” (…) Lo que iba a ser una sencilla experiencia, para mí se convirtió en una experiencia increíblemente completa porque me zambullí en esos libros e incluso en la forma en la que habían sido escritos, en el lenguaje que utilizaban, aunque no entendía nada. Pero Maurice me dijo que desde el principio pensaba que yo era una persona muy espiritual y que mi misión era comunicarme. Y pensé que si Maurice me estaba diciendo eso, debía continuar. Me sumergí en esos libros durante un par de meses” (Alee Willis, consultado en EfeEme.com).

Aquellas lecturas inspiraron a Willis para escribir una canción cargada de fuerza positiva, paz y amor, el único problema es que tenía entre veinticinco y treinta páginas; una vez resuelto este problemilla, la melodía llegó casi instantáneamente, y también las alusiones tan características de esta canción a la fecha del 21 de septiembre y al “Bada-ya” del estribillo. Lo del 21 de septiembre fue una decisión de White, coautor de la canción junto con Willis y Al Mckay, simplemente porque sonaba bien; algo parecido a lo que sucedió con “Bada-ya”, no significaba nada, pero White estaba seguro de que la gente lo recordaría. No puedo finalizar esta entrada sin recomendar alguna interpretación en directo de esta canción, en concreto os voy a proponer dos: una del año 1990 y otra, algo más reciente, en la que Earth, Wind & Fire comparte escenario con la banda Chicago.

81SF-yIIpiL._SL1500_

 

A %d blogueros les gusta esto: