La música que llevo escuchando desde mi adolescencia, con sus lógicos e inevitables encuentros y desencuentros, es la que más estimula mis recuerdos y, también, con la que menos objetivo soy; por eso, si os digo que el disco «The Snow Goose» (1975) es una de las obras de referencia del rock progresivo, a lo mejor pensáis que es una exageración. Fue el tercer álbum de la banda británica Camel, que editó su primer trabajo homónimo en 1973; del segundo ya nos hemos ocupado en una entrada anterior, dedicada al conocido tema «Lady Fantasy» y al concepto de «Escena Canterbury». En abril de 1975 publicaban su álbum quizás más importante, «The Snow Goose», un trabajo conceptual y totalmente instrumental basado en la obra homónima del escritor Paul Gallico; en un principio se pensó en incluir una parte narrada a partir del propio texto original, sin embargo el autor no lo permitió al creer, erróneamente, que el grupo tenía relación con la marca de cigarrillos Camel. Incluso hubo que abandonar la idea de llamarlo como el cuento; no se obtuvieron los permisos, por lo que acabó titulándose «Music Inspired by The Snow Goose». En España se publicó como álbum doble, incluyéndose su anterior trabajo («Mirage») y con la portada de éste, la de la cajetilla de tabaco. Héctor Mario Gómora ha realizado un excelente trabajo descriptivo de esta obra, tanto de los aspectos relativos a la percepción que esta maravilla musical ejerce en el oyente, como en lo tocante a la preciosa historia del farero Rhayader, la joven Fritha y el malherido «Ganso de las Nieves» que, tras su curación, acabaron llamando «La Princesa Perdida». Hoy más que nunca, os sugiero que escuchéis el disco entero, para que os podáis imaginar esta preciosa historia y disfrutéis con la música de Camel. Si no lo habéis hecho nunca, os va a sorprender por su profundidad y delicadeza; no obstante, y aunque tengo la sensación de mutilar esta obra, os propongo que vayáis escuchando estos tres cortes: «Rhayader», dominado por la flauta y la melodía que irá apareciendo en otros temas del disco; «The Snow Goose», donde la guitarra de Andrew Latimer -uno de los guitarristas más elegantes y sensibles que conozco- es la protagonista; y «La Princesse Perdue», en el que se pueden apreciar los arreglos de la Orquesta Sinfónica de Londres. En el año 2013, Camel realizó una gira donde volvieron a tocar íntegramente este disco, después de treinta y cinco años o más sin hacerlo; el amigo Alex (RockTelegram) tuvo la suerte de verlos en Londres, imagino que no lo olvidará nunca.
8 opiniones en “Camel. «Rhayader» / «The Snow Goose» / «La Princesse Perdue»”
Comentarios cerrados.
Sin duda, este es uno de los mejores discos de Camel y por ende, del rock progresivo. A mí es un álbum que me encanta, aunque quizá me parezca algo superior Rain Dances; en cualquier caso las tres partes que has escogido para mí son de las mejores de esta obra conceptual. Sin duda, este es un trabajo para escuchar relajadamente y disfrutar de toda la armonía que nos ofrece Camel. Estaba esperando que apareciese Rhayader por aquí jajaja. Saludos y buen fin de semana, Raúl.
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Ya sabes que es bien difícil trocear este disco, que funciona como una unidad, para mi gusto uno de los mejores ejemplos de rock sinfónico conceptual que existen. Pero bueno, tal vez aquellos que aún no conozcan esta obra se animen a escuchar el álbum entero después de estos tres cortes, que son bien representativos del disco. Muy bueno «Rain Dances». Buen fin de semana, Adrián. Un abrazo.
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Creo que aún conservo un cassette que incluía éste y «Mirage». En mi ya lejana etapa de rock progresivo lo escuché infinidad de veces y, en cambio, desde que los compré por separado en CD hace unos quince años, casi no los he vuelto a escuchar. Gran oportunidad la que me brindas para recordar viejos tiempos. Gran entrada, como siempre. Un abrazo.
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He estado buscando por todos los rincones de la casa mi cinta de Camel pero no la he encontrado, era una grabación en una cinta Belair y con un diseño de portada cutre pero muy naif, en el que había recortado y pegado el camello de una cajetilla de tabaco o de otro sitio, no me acuerdo bien. Lástima no haberla podido enseñar … Me alegro mucho haberte recordado los viejos tiempos, muchas gracias Antonio. Un abrazo.
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Ante todo Raúl, muchas gracias por mencionarme y poner el enlace a la reseña que hice de aquel, efectivamente, inolvidable concierto. Hace poco me hice con el DVD oficial de la gira (In From the Cold se llama), que en realidad es el concierto íntegro al que asistí en el Barbican de Londrés y me hizo mucho gracia comprobar que salgo varias veces en las tomas que hicieron del público: yo estaba en primera fila y, claro, ahí sale el tío jejejje….
En cuanto al disco en sí, me parece que no exageras, yo también creo que The Snow Goose es una referencia fundamental del Rock Progresivo, una magnífica obra que no pierde vigencia, con una calidad musical que es difícil de encontrar y plagada de emocionantes piezas. Para mi es realmente un disco maravilloso que siempre logra transportarme a los pantanos brumosos de Essex desde el primer minuto, para luego hacerme viajar a través de la conmovedora historia que Andy Latimer y compañía tan bien supieron desarrollar: elegancia, clase,sentimiento, emoción… Un disco para el que se me acaban los adjetivos.
Por cierto, que también se puede disfrutar íntegro en directo en el segundo disco del disco A Live Record de 1978, en el que Camel están acompañados por la Orquesta Sinfónica de Londres en el Royal Albert Hall. Una gozada.
Ya conocía el trabajo de Héctor Mario Gómora, de hecho, cuando lo leí en su día redescubrí el disco y pude disfrutarlo todavía más. Muy recomendable para entender cabalmente la historia y como la desarrolla la música.
Una gran entrada Raúl, ya sabías que me iba a gustar jejjeje
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Tengo que hacerme con ese Dvd y trataré de buscarte en las imágenes, es increíble que estuvieras en aquel concierto y, además, en primera fila … Hay música instrumental, como ésta, que parece que nos habla, que nos cuenta una historia como si tuviera letra, como si nos estuviera hablando. A veces me alegro que no obtuvieran los permisos para introducir la parte recitada o cantada que pensaban incluir, así uno puede imaginarse como quiera el ambiente en el que se desarrolla la historia. El disco «A Live Record» fue uno de los primeros que escuché de Camel y me acuerdo que lo comparábamos con la versión de estudio, es otra verdadera joya de este grupo. Gracias, Alex, por tus palabras y por tu interesante comentario. Mañana la última entrada de esta temporada. Saludos.
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Es un grupo que como tantos otros me hubiese gustado disfrutar en esa adolescencia donde a uno le empiezan a surgir las preferencias musicales, ….buscaremos ese lugar preferente del amigo Alex en ese extraordinario concierto….yo creo que de jovencito me tiraba mucho el camel por la música….ja,ja,ja…últimamente estas fomentando las marcas tabaquiles: celtas, camel…
saludos
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Jajaja, de verdad que no lo he hecho adrede pero es cierto que últimamente he estado muy tabaquero, y eso que no fumo … Yo también tengo que hacerme con ese Dvd que comenta Alex, a ver si le podemos ver disfrutando del concierto. Éste es otro de esos discos que, cuando era adolescente, decíamos que era «para escuchar», diferenciando esta música de aquella que era más adecuada para las fiestas o el cachondeo. Saludos, Vidal.
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