La canción de hoy es uno de los himnos rockeros patrios, un tema de esos que más que escucharse se canta como si te fuera la vida en ello, sobre todo en fiestas y reuniones de enseñoreo etílico. Para unos alumnos de bachillerato, internos de lunes a viernes, encontrarse con Los Suaves y «Dolores se llamaba Lola» debió ser como una bendita provocación venida del cielo; el cambio de letra parecía cantado: «Fuiste el colega de BUP en el colegio de Frailes…» Así nos lo cuenta Juanlu.
«En 1988 fui interno al Colegio de Lekaroz porque no podía seguir bien las clases del cole francés y el BUP a distancia, con lo cual lo hablamos en casa y preferí irme interno y estar los fines de semana en casa de mi tío. Allí todos eran uno o dos años mayores que yo y tuve que espabilar a toda hostia, pero la experiencia fue muy buena, con sus altos y sus bajos, pero muy buena, sobre todo porque escuchábamos muchísima música y traficábamos con cintas entre nosotros. El cura nos pedía cintas para despertarnos por la mañana por los altavoces, siempre se las pedía a uno de Vitoria, el Txino, que escuchaba Metallica y Megadeth, imaginaos los despertares. Un día mi colega Joseba Zubia, de Eskoriatza, vino a mi cuarto y me dijo: ¡Azanza, mira como mola esta cinta que me ha dejado uno de COU! Enchufamos a tope el radiocasete y empezamos a cantar como locos: «Fuiste la niña de azul en el colegio de monjas…» Le cambiamos la letra a «Fuiste el colega de BUP en el colegio de Frailes…» Fue nuestro maldito himno y no había noche que no la escucháramos. AC/DC y Ramones también me acompañaron muchísimo durante esa época pero nunca olvidaré ese riff brutal que me recordará toda mi vida a aquel internado baztanés».
La Guitarra de las Musas 
Los curas despertando al personal a ritmo de Los Suaves, Metallica, Megadeath… jajajjaja, ¡¡me parto!! Siendo así, igual no me hubiera importado irme a un internado, pero seguro que no estaban muy al tanto de las letras, porque la Lola de Los Suaves no es precisamente un tema que me pegue para misa…
En fin, yo lo conozco desde hace mil años, se convirtió en un clásico en mi programa de radio desde que salió ‘Ese día piensa en mi’ en el 88. Otros temas de Los Suaves que poníamos una y otra vez eran ¿Sabes? ¡Phil Lynott, Murió!, Peligrosa María, La noche se muere, Malas Noticias…
A mi también me trae buenos recuerdos esta canción.
Saludos Juanlu y Raúl
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A mí, como comentaba en la presentación de Juanlu, me recuerda a fiestas con desparrame incluido, cantando la canción a grito pelado. A ver si se pasa por aquí Juanlu y nos da algún detalle más de aquel internado metalero, jajaja. Saludos.
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Joder Alex, que pena que haya tanta distancia, pero hubiese sido genial escucharte en ese programa de radio y Juanlu,, ostras, estar en un internado tiene que marcar mucho pero bueno por lo menos todo un detalle el que os dejaran escoger la música, mi recuerdo más parecido podría remontarse a la mili y aunque yo no me quedaba a dormir algún sargentillo, salvable me dejaba elegir las pelis para que los jovencicos no se descarriasen y dejasen de estucar las garitas viendo peliculas con un poco de contenido y de guión ,en todos los sitios hay gente maja…saludos
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¡Es verdad! Las historias de la mili, no se me habría ocurrido compararlo con un internado pero, la verdad, es que debe ser lo más parecido, aunque no puedo opinar del todo porque, aunque he hecho la mili (nada menos que en Melilla), nunca he estado en un internado. Fíjate, ahora que comentas lo de las pelis, yo me acuerdo de escuchar a El Último de la Fila, Los Rebeldes y, en general, todo el pop español que se hacía en los años ochenta. Es verdad que en todos los sitios hay gente maja, totalmente de acuerdo. Saludos.
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Coño Raúl, a mi me mandaron a Ceuta, pero me hice objetor de conciencia y me tocó hacer 14 meses en el puesto de carretera de Cruz Roja de mi pueblo: seguramente hubiera sido mejor irme a la mili, porque lo que vi en ese puesto todavía me provoca pesadillas de vez en cuando; aunque por fortuna la mayoría de las anécdotas son para partirse de risa, como cuando llamó un tipo a la puerta del puesto a las tantas de la madrugada y nos dijo que se había piñado y tenía mal la pierna, cuando le vimos cómo tenía el hueso casi nos mareamos todos los ‘sanitarios’ y fue el pobre tipo quien tuvo que tranquilizarnos y decirnos que eso no era nada, pero que no le lleváramos al hospital porque venía de un puticlub y no quería que su mujer se enterara jajajja ¡¡Menudos doctores!! Y paro porque esto podría empezar a parecer «Historias de la puta mili» jejejeje
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¡Qué bueno, Alex! Yo también estuve de sanitario, en el botiquín de Caballería (Regimiento Alcántara, Melilla). La hice nada más acabar la carrera (Farmacia) y en lugar de mandarme a la farmacia de plaza o al hospital acabaron mandándome allí. Llevaba el tema de los medicamentos pero, en realidad, hacía de todo. Yo también tengo un montón de anécdotas, pero me temo que podría aburrir al personal…
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Esta canción era una de las fijas en los baretos de la calle Mayor de Logroño a finales de los 80 y primeros noventa. Cuando llegaba la parte de «las vueltas que da la vida, el destino se burla de tí» los camareros que eran los que ponían la música, nada de DJ´s ni polladas parecidas, bajaban el volumen y toda la peña gritábamos al unísono, TIRIRI. Como bien dice Raúl la típica canción fiestera.
De Los Suaves me gusta sobre todo su segundo disco porque me trae unos recuerdos inilvidables. Tardes en el parque con los amigos y el enorme radio casette, novietas de aquellos años y el Seat Panda de un colega en el que Los Suaves atronaban a todo volumen ¡eramos unos macarras de la hostia!
Las canciones que menciona Alex también estan muy bien y yo a partir de este disco no les volví a prestar demasiado interes.
Yo no puedo hablar de la mili porque me dieron por inutil, pero recuerdo que había un cura en Maristas, Vidal seguro que se acuerda, le llamábamos El Pollo, que los viernes en la clase de tutoría nos ponía música, generalmente clásica. Nosotros con 13 años n o estábamos para ese tipo de rollos y le pedímos si por favor nos dejaba traer nuestros própios discos. El primero que lanzó fue Patxy y lo hizo con el Destroyer de los Kiss. El caso es que ver la cara de El Pollo mirando la carátula era digno de verse y luego empezar a sonar Detroit Rock City y Patxy y yo que eramos compañeros de pupitre empezamos a dar botes como locos. Resultado, nos mandó al pasillo y el Destroyer de Kiss permaneció bajo llave hasta fin de curso.
Saludos.
P.D _ Joder Vidal, «estucar la garita» jajajajaja, que bruto eres macho, se nota que eres ya casi, casi mañico.
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Al pollo , mi hermano el mayor del que no te he hablado le guardaba un especial cariño y seguramente le hubiera estucado la clase de rojo si hubiese visto por aquel tiempo alguna peli de Tarantino….ya me acuerdo de aquellos tocadiscos que nos pusieron y que solo se utilizaban en clase de musica ,me hubiese gustado ver esa cara del pollo viendo esa portada …..saludos Salva o como decimos aquí, saludos C0′
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Jajaja. Yo lo más enrollado que escuché en el colegio fue el «Blowin in the Wind», de Bob Dylan; nos lo puso una profesora de inglés, la iba poniendo a trocitos (frase a frase) hasta que casi nos la aprendimos de memoria. También me acuerdo de la profesora de música, una señora muy mayor que sólo ponía música clásica y se quedaba dormida en clase …. y en los exámenes. Saludos
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Joder, yo estuve varios años pinchando en un bareto de Pamplona a la vez que ponía copas, era DJ-camarero jajaja Y no veas que virguerías me marcaba mezclando los vinilos de plato a plato!! Introduje la costumbre de poner el Hells Bells a las 2:00 y la peña se volvía loca en cuanto empezaban a sonar las campanadas… Qué buenos tiempos…
Lo de ‘estucar la garita’ de Vidal no tiene precio juajuajua!!!!
Saludos
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Pues si nos ponían música para despertarnos por los altavoces y si no te dabas prisa se acababan el agua caliente de la ducha en diez minutos. Un día nos pusieron Texas y no se levanto ni Dios jajajaj, era un continuo trajín de cintas unos hicimos unos melomano a empedernidos gracias a ello.
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Respecto a lo que decís de la mili yo no la he hecho pero amigos que si la han hecho me comentan que lo que cuento yo del internado es parecido : cuarenta tíos conviviendo las 24 horas, es una experiencia que te marca, de hecho seguimos en contacto y cada año desde hace seis años hacemos una comida anual que dura todo el finde en Lekaroz y Elizondo ( Navarra)
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