Ralph McTell. «Streets of London»

No pocas veces este blog se ha ocupado de canciones complejas, de largas suites llenas de instrumentos y desarrollos musicales virtuosos, generalmente incluidas en la categoría de rock progresivo. El tema de hoy representa todo lo contrario, la sobriedad y la sencillez: una guitarra acústica, la voz de Ralph McTell y una letra incómoda y comprometida, que habla de los desfavorecidos y marginados que existen en cualquier gran ciudad, de aquellos que, aún viviendo en las calles de Londres, no forman parte de ella. Tengo que agradecer a Eduardo (River of Country) el que me haya recordado este bonito tema; en cuanto lo escuché en su blog ya le comenté que también aparecería en el mío. Si no estoy equivocado, Ralph McTell es uno de esos autores que, a pesar de su abultada discografía, nunca consiguió igualar el éxito de la canción que le hizo famoso: «Streets of London». Fue publicada en su segundo álbum de estudio («Spiral Staircase«, 1969), un trabajo de folk-rock melódico con algunos temas orientados hacia el country-blues, como «Kindhearted Woman Blues«, «(My) Baby Keeps Stanying out all Night Long«, «Last Train and Ride» o «Spiral Staircase«. «Streets of London» se gestó tras una serie de viajes de McTell por Europa y ya estaba compuesto en 1968, cuando se publicó su primer Lp («Eight Frames a Second», 1968), pero la discográfica no creyó oportuno incluir este tema debido a su letra, incómoda para aquellos sectores de la sociedad acostumbrados a mirar hacia otro lado cuando la pobreza y la miseria reivindican su presencia aflorando sobre la opulencia de nuestra sociedad urbana, como si fueran rosas marchitas en medio de un elegante jardín. Hay muchas versiones de este tema, algunas interpretadas por artistas no muy conocidos; yo me voy a quedar con tres: la de Cat Stevens, la de la galesa Mary Hopkin y la de Blackmore’s Night -una de las formaciones del mítico guitarrista de Deep Purple-, publicada en el álbum titulado «The Village Lanteme» (2006).

Autor: Raúl

Me llamo Raúl Rodríguez, me dedico a la docencia universitaria y a la investigación en el ámbito de la Historia de la Ciencia, actividades que forman parte de mi vida desde que acabé la carrera, allá por 1986. Sin embargo, la música está conmigo desde mucho antes, desde mi infancia y primera adolescencia, y ha sido siempre una leal compañera. Decidí abrir un blog de canciones con el propósito de encauzar mis inquietudes musicales a través de un canal que pudiera ser sintonizado por otras personas con intereses similares y que, además, sirviera como foro de opinión para todos aquellos que quisieran compartir su pasión por la música. Decidí llamar a este espacio "La Guitarra de las Musas", en honor de las diosas griegas de las Ciencias y las Artes, especialmente de la Poesía y la Música. Quiero pensar que si hubieran tenido guitarras –y baterías, bajos, teclados y demás instrumentos de nuestro tiempo- hubieran sonado como la música propuesta en este blog. En este espacio, el rock en casi todas sus vertientes será el protagonista pero, también, otros estilos como el blues, el jazz, el pop, el soul y las melodías más pegadas a nuestra cultura: cantautores, canción melódica, boleros, corridos mexicanos, tangos, rumbas e, incluso, copla. Por favor, que nadie se enfade conmigo si no encuentra aquí la música que le gusta; la selección de los temas y los comentarios realizados responden, únicamente, a mis intereses particulares que, como bien puede verse, están un poco anticuados. Todos aquellos que busquen música actual no la encontrarán en este sitio.

10 opiniones en “Ralph McTell. «Streets of London»”

  1. Bonita canción para un tema que debería de sacarnos los colores. La última vez que visité París con mi hija, esta se quedó sorprendida por la escandalosa cantidad de gente que sobrevive en las calles de una de las ciudades más visitadas del mundo. Ancianos con sus pertenencias amontonadas en un carro de supermercado, en frente del Louvre un mendigo apoyado en una pared acariciando una paloma que retenía en su regazo mientras el mundo pasaba/pasábamos de largo. Pero lo que más me dolió fue que en una calle adyacente, debajo de un andamio, medio tapado con una vieja manta un hombre dormía de espaldas a un enorme bulto. Cuando pasamos a su lado nos dimos cuenta que ese enorme bulto no eran otra cosa que la familia del hombre que vencido por el tiempo y la miseria, daba la espalda, tal vez por vergüenza e impotencia a los seres, mujer y dos niños pequeños, que tal vez algún día formaron una familia feliz.
    Date cuenta Carla, le dije a mi hija, lo afortunada que eres. Quédate con esta imagen y cuando te sientas «infeliz» por todo aquello que quieres y no tienes, piensa en estos niños que no tienen nada. No se si mi hija se acordará de ese momento, yo la verdad es que muchas veces pienso en el y me imagino lo terrible que tiene que ser perdérlo todo.

    ¡Jo Raúl! Qué me he puesto un poco moña. No pongas más canciones tristes please.

    Un abrazo.

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    1. Como dice Alex, poco más que añadir a tu relato. Creo que es una buena enseñanza para tu hija, a veces pienso que nuestros jóvenes están excesivamente protegidos, estoy seguro que no se le olvidará lo que vio en París y la enseñanza que le transmitiste. Esta canción tiene un montón de años pero lo que cuenta, lamentablemente, sigue estando presente en nuestras calles. No sólo no se hace nada por remediar estas desigualdades, es que además molestan y muchos ayuntamientos tratan de sacarlos de los centros de las ciudades, como si trasladándolos se solucionara el asunto. Gracias por tu emotivo comentario, Salva. Un abrazo.

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  2. Cuando ha empezado a sonar la canción, me he dicho que la conocía, pero en otra voz, claro, ha sido al leer que Blackmore’s Night tienen una versión cuando me ha hecho clik el cerebro, debe ser esa la que me sonaba.
    Bonito tema. Triste, pero real, como tan gráficamente nos lo ha ilustrado Salva. No merece la pena añadir nada más, salvo que todavía tenemos más para avergonzarnos con la ola de refugiados que tenemos a las puertas de Europa y nos los estamos adjudicando con cuentagotas, y luego en Suiza votando si los ciudadanos quieren o no una renta fija de por vida… ¡¡Qué mundo!!
    En fin…
    Saludos chicos!!

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    1. Así es Alex, precisamente es una de las versiones que comentaba al final de la entrada. Lo de Suiza es alucinante porque no es precisamente un suelducho lo que proponen. En fin, yo también me quedo con la reflexión de Salva, y con esa enseñanza que transmitía a su hija. Saludos.

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    1. Siempre es un placer poder mencionar tu blog, Eduardo. A veces menos es más; en este caso se trata de una canción muy comprometida que habla de los que tienen muy poco, por eso tal vez está bien esa austeridad musical. Saludos.

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  3. No conocía a Ralph McTell,
    Aquí en Zaragoza, vive uno de esos vagabundos a los que nadie presta atención y que yo hace tiempo que llevo viendo caminar por la ciudad, es un tipo joven que lleva mucha ropa ya sea invierno o verano, y te lo puedes encontrar en cualquier calle. Las dos ultimas veces que me lo he encontrado, le he seguido con la mirada y algo me llego a emocionar, vi como este hombre que sin duda vive al margen de la sociedad se dedicaba a ir recogiendo todos esos desperdicios que muchos de esos que se llaman ciudadanos, tiran a la calle….sin duda su pequeño gesto seria para hacer avergonzar a muchos y a él le aportaba una pequeña satisfacción…..Desde mi trabajo puedo contemplar que todos los días, muchos de esos ciudadanos ejemplares a las 7 y media de la mañana aproximadamente, descienden de sus lujosos coches para depositar sus bolsas de basuras y así, compartirlas todo el día con el resto de ciudadanos, ajenos por su egoísta comodidad, a esa normativa, que obliga a sacar las basuras a partir de las ocho de la tarde, para que los olores putrefactos no se adueñen de la calle.
    Lo de Suiza puede parecer exagerado,allí que es el sumun de la opulencia, pero según las previsiones , el trabajo cada vez va a ser menor y si no buscamos soluciones para mucha gente que se queda en casa sin saber que hacer todo el día, y nos dedicamos a recortar en aspectos sociales, los problemas crecen, convirtiéndose en mayores tasas de alcoholismo, desnutrición infantil, violencia domestica,robos, droga…..temas estos que sin duda a ese que se baja de su lujoso coche todos los días a depositar sus bolsas de podredumbre le importen un bledo….Por cierto el cambio climático y las guerras van a seguir echando de sus países a mucha gente que ante la elección de ver morir a sus familiares van a hacer todo lo posible por sobrevivir….
    saludos rockeros, especialmente a los comentarios sociales tuyos, de Salva y de Alex

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    1. Buena reflexión, Vidal. Lo cierto es que cada vez hay menos trabajo pero, paradójicamente, los que tienen trabajo cada vez trabajan más y cobran menos o lo hacen casi gratis (becarios y meritorios). Si, además, disminuimos las coberturas sociales, nos encaminamos a una sociedad insostenible. Hace poco preparaba una entrada, con otra canción de temática similar a ésta, compuesta en los años ochenta, donde se nos dibuja una hipotética ciudad subterránea ignorada por la sociedad, en la que la gente vive sin ningún tipo de ayuda gubernamental, entre desperdicios, delincuencia y el más absoluto de los olvidos … Saludos.

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