Las Cinco Canciones de JakeSnake (IV): «Mystery» (Dio)

España suspendió el Servicio Militar Obligatorio en 1996 aunque, en realidad, siguió funcionando hasta 2001, cuando fue sustituido por un modelo de ejército profesional en el que las mujeres también tuvieron, y siguen teniendo, cabida. Obviamente, yo no me libré y, como ya he comentado en alguna ocasión, me tocó hacer la «mili» en Melilla (dicen que fue por sorteo …), previo paso por el CIR de Camposoto, en San Fernando (Cádiz), donde realicé la instrucción. Fue un año en total, del que guardo buenos y malos recuerdos, aunque realmente los malos momentos no fueron tantos; lo peor fue tener que dejar mi trabajo para incorporarme a filas, los primeros momentos de desconcierto cuando abandonas la vida civil para incorporarte a la disciplina y la vida militar, y los malos días que pasé, ya en Melilla, hasta que me dieron el destino definitivo en el botiquín del Regimiento de Caballería Acorazado «Alcántara 10», como soldado agregado de la Compañía del Cuartel General, mi destino inicial. Os cuento todo este rollo porque nuestro invitado de esta semana fue militar profesional durante cuatro años de su vida, precisamente el período que protagoniza la entrada de hoy, unos años en los que JakeSnake no abandonó su pasión por la música y, en particular, por el heavy metal. Ha querido que «Mystery» sea la canción que represente aquella etapa de su vida, un tema de Ronnie James Dio y Jimmy Bain publicado en el segundo álbum de estudio de la banda Dio, el titulado «The Last in Line» (1984).

«Tal y como comentaba en mi segunda aportación a esta enorme bitácora, siempre consideré la música, además de como una de las grandes pasiones de mi vida -por no decir la que más-, como un eficaz y casi infalible recurso para trasladarme por distintos momentos, felices y no tanto, de mi particular existencia. Hablaba también en el mencionado post, de ese tan maravilloso como extraño, por desgracia, fenómeno de sentirse plenamente bienaventurado, y sobre todo, de tener absoluta constancia de ello.

Bien, pues hoy voy a trasladar esa sensación 5 años más allá, o sea, a mis 19 años. Resulta que, por circunstancias varias, en una decisión que aún a día de hoy me sigue sorprendiendo a mí mismo, ingresé en el ejército como soldado profesional. Destaco lo sorpresivo del asunto porque nunca fui yo alguien que sintiera una especial vocación militar, casi que lo contrario. Cuatro años fueron los que permanecí sirviendo a la patria, algo de lo que no me arrepiento si bien tampoco me provoca un orgullo especial.

El caso es que, antes de ser enviado a destino, era necesario pasar un periodo de aprendizaje de tres meses en un centro de formación, en Rabasa (Alicante) en mi caso. Así que imaginaros, 19 años, 500 chic@s en aquel regimiento y una ciudad tan maravillosa como Alicante… una mezcla explosiva en la que era imposible no pasarlo bien. En esta ocasión la impresión de felicidad que anteriores aportaciones describía no respondía a ese aroma tan fresco, inquieto e ingenuo de los 14 años, olía más bien a alcohol, a garitos oscuros, a hormonas adolescentes en plena ebullición y a noches que tan solo la salida del sol podía poner fin.

Varios, muchos, fueron los discos que ambientaron aquella inolvidable e irrepetible época, pero tres son los que no tengo más remedio que destacar por su especial incidencia: «Wild Frontier» de Gary Moore, el mejor acompañante durante los innumerables viajes en bus desde Cartagena a Alicante y viceversa, «Images and Words» de Dream Theater, un inesperado regalo de mi chica que desde ese preciso instante pasó a ser mi álbum favorito forever and ever, y «The Last in line«, el discarro de Dio que tanto me hizo disfrutar cuando, mediante un discman, lo escuchaba todas y cada una de las noches (que no se nos permitía salir, claro) en la litera de aquel viejo barracón, evitando así el jaleo que ochenta tíos adolescentes en plena efervescencia dentro de un mismo espacio pueden acarrear. Creedme, nunca un somnífero fue tan placentero y tan poco tranquilizante.

Nada más finalizar mi etapa alicantina descubrí «Holy Diver«, seguramente la joya de más quilates de Ronnie James Dio en solitario, y hasta el último instante he dudado si «Caught in the middle«, una de mis grandes debilidades, debería ser la destacada hoy, pero finalmente he comprendido que hubiera sido injusto no hacerlo sobre una canción de The Last in line. Pudieron haber sido «Evil eyes«, «We rock«, «I speed at night» o «Breathless«, pero sin duda esta «Mystery» es la con la que mejor vuelvo a sentir esa fragancia que antes describía. Ya sabéis, el milagro de la música …»

Autor: Raúl

Me llamo Raúl Rodríguez, me dedico a la docencia universitaria y a la investigación en el ámbito de la Historia de la Ciencia, actividades que forman parte de mi vida desde que acabé la carrera, allá por 1986. Sin embargo, la música está conmigo desde mucho antes, desde mi infancia y primera adolescencia, y ha sido siempre una leal compañera. Decidí abrir un blog de canciones con el propósito de encauzar mis inquietudes musicales a través de un canal que pudiera ser sintonizado por otras personas con intereses similares y que, además, sirviera como foro de opinión para todos aquellos que quisieran compartir su pasión por la música. Decidí llamar a este espacio "La Guitarra de las Musas", en honor de las diosas griegas de las Ciencias y las Artes, especialmente de la Poesía y la Música. Quiero pensar que si hubieran tenido guitarras –y baterías, bajos, teclados y demás instrumentos de nuestro tiempo- hubieran sonado como la música propuesta en este blog. En este espacio, el rock en casi todas sus vertientes será el protagonista pero, también, otros estilos como el blues, el jazz, el pop, el soul y las melodías más pegadas a nuestra cultura: cantautores, canción melódica, boleros, corridos mexicanos, tangos, rumbas e, incluso, copla. Por favor, que nadie se enfade conmigo si no encuentra aquí la música que le gusta; la selección de los temas y los comentarios realizados responden, únicamente, a mis intereses particulares que, como bien puede verse, están un poco anticuados. Todos aquellos que busquen música actual no la encontrarán en este sitio.

27 opiniones en “Las Cinco Canciones de JakeSnake (IV): «Mystery» (Dio)”

  1. Me ha llamado la atención eso de que ingresaras en el ejército sin una vocación definida, me parece curioso: siempre he creído que ser militar es algo casi con lo que se nace, algo bastante atávico, pero ya veo que estoy equivocado. De hecho, una de mis primeras tendencias profesionales, de bastante crío, fue la de ser piloto (de caza a ser posible) y a tanto llegó que mis padres estuvieron investigando para meterme en una academia militar, pero con los años se me quitó la idea precisamente porque nunca tuve espíritu militar; eso sí, uno de mis amigos siguió en ello y hoy es militar de carrera y piloto de cazas y helicóptero y yo acabé haciendo la prestación social sustitutoria… Al parecer tu paso por el ejército no fue precisamente un mal trago jajjaja Con vocación o no, supiste sacarle partido…
    Y en cuanto a la música, temazo este Mistery, siempre me gustó un montón y tengo que agradecerte el vídeo: no lo había visto nunca… Tanto Holy Diver como The Last in Line se encuentran entre mis discos de cabecera desde que escucho música, no podría decir cuál me gusta más, la verdad, pero siempre he considerado a Dio como uno de mis cantantes y compositores favoritos y tengo todos sus discos tanto con Black Sabbath, como con Rainbow y en solitario e incluso con Elf. Dio grabó algunos de los discos fundamentales del Hard y el Heavy y de justicia es rendirle honores. Tuve la fortuna de verlo en directo dos veces.
    Long live Rock and Roll!!!!!
    Saludos!!

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    1. Es curioso que para determinadas actividades, como la militar, siempre pensemos que nunca podríamos desarrollar ese trabajo; en cambio, otro tipo de trabajos, aburridos, pesados, cansados incluso desagradables, los hacemos sin problemas, diciendo eso de que «al fin y al cabo es trabajo» y que hay que aguantarse. Y dicho esto, yo tampoco sería militar, salvo que no me quedara más remedio, un con año de mili ya me vale. Ya sé que me vais a dar unas cuantas collejas, pero sólo conozco a Dio a través de sus trabajos con Rainbow y Black Sabbath; prometo escuchar, al menos, los dos discos que mencionas. Un abrazo.

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  2. Hola Alex, como decía, cierto es que nunca tuve esa vocación, pero no me arrepiento de ello principalmente por dos motivos: El primero porque fueron 4 años maravillosos, con algún momento puntual no tan bueno como es lógico, hice grandes amigos de toda España y yuve experiencias que de otro modo no pdía haber tenido. Y el segundo es porque -así lo tenía planeado previamente- aproveché esos 4 años para estudiar y logra los títulos necesarios para conseguir el trabajo que quería, en industria, y en el que llevo ya 12 años.

    En lo musical, igual que comenté respecto a Gary Moore, nunca me perdonaré no haberlo visto. En este caso con Dio, para mas Inri, tenía las entradas compradas. Que cazurro que fui 😦

    Abrazo

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  3. Del maestro DIO y sus dos primeros discos, principalmente, es muy difícil quedarse con una canción. Muy difícil. Sin embargo, de ‘The Last in Line’ me quedo con la homónima, que me pone muy berraco ese medio tiempo, más heavy que una lluvia de hachas. ¡Cuánto echamos de menos al maestro DIO!. Abrazote 🙂

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  4. Parece mentira pero ya van a hacer siete años desde que Dio nos dejo. Jimmy Bain lo hizo el año pasado. Los dos primeros discos de Dio son fundamentales para todo aficionado al metal y como dice Fran resulta dificil decantarse por un tema pero de este Last in Line del que me gustan todas y mira que eso es difícil siento especial precilecció por Egypt y sobre todo por One night in the city.

    Yo tamién tengo un recuerdo paralelo con Dio y la mili, solo que en mi caso fue que me libré y por ese motivo mis amigos para celebralo y felicitarme me regalaron el Heaven and Hell.

    Menuda semana nos estás regalando Jake, lastima que termine mañana.

    Un abrazo.

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    1. Egypt también es de mis favoritas, en verdad todas lo son, que discarro por dios!

      Del Holy Diver, además de la mencionada Caught in the middle (quizá la que más me guste de todas todas) y la gran Don´t talk to strangers, el comienzo de Invisible me trastorna, me deja paralizado, sin palabras.

      Pues entonce lo tuyo fue mejor, a mí me tocó comprarmelo 😉

      Lástima de verdad, estoy disfrutando como un enano.

      Mañana no me puedes faltar, abrazo.

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    2. Mañana no te lo puedes perder por lo que cuenta Jake y, también, por la canción elegida; nos apartamos un poco del heavy y pasamos a una banda que creo nos gusta bastante. Te libras de la mili y encima te regalan el «Heaven and Hell», eso sí que es triunfar. Un abrazo.

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      1. Pues eso lo comenté en este blog cuando Alex compartió sus canciones y hablaba de Heaven and Hell. Por cierto que copio el comentario en cuestión para aprovecharlo para un futuro. Qué mala memoria tienes.
        Ya tengo ganas de que llegue mañana, entre Jake y tú me habñeis puesto los dientes largos, pero creo que ya se por donde van los tiros.
        Un abrazo

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  5. Muy buena esa frase de que no te arrepientes de servir a la patria ni tampoco sientes un orgullo especial. En el término medio y aprovechando las experiencias. Eso es inteligencia emocional.
    No conocía al grupo ni el tema pero me ha gustado. Misterio…Como lo que has elegido para mañana.

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  6. Mis recuerdos musicales de ese periodo son vagos y es que a mi el ardor Guerrero (precisamente me estoy leyendo el libro homónimo de A. Muñoz Molina que cuenta como nadie en qué consistía la Milli) no me aporto casi nada, salvó que pude servir de ayuda a incautos jóvenes que les tocó hacerla para ayudarles de algún modo…. Recuerdo con tristeza las lágrimas de un tocayo de apellido que por su sangre corría el duende y el canto gitano ,el día que murió Camarón….Y a esos Manolos que empezaban a poner color y humor con ese escenario olímpico entregado….Por lo menos tu supiste aprovecharlo….saludos

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    1. Hola Vidal

      Como ves, yo tampoco tuve ese ardor guerrero, lo mío fue una búsqueda de una cierta tranquilidad laboral para precisamente mejorar en ese campo. Y encima me llevé buenos amigos, buena experiencia pues.

      A mí me gusta y me trae buenos recuerdos infantiles esa versión beatleliana de mis tocayos, esta vez de nombre que no de apellido, lo digo en serio. Lo de que no me disgustan, digo. Y lo de ser tocayos también.

      Abrazo

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    2. Yo aprendí a hacer curas, vendar y pinchar. Siempre dije que no volvería en mi vida a Melilla pero, según pasan los años, cada vez tengo más ganas de volver a aquella ciudad, a ver si aún queda algo de lo que conocí. Eso sí, en su momento me hicieron la putada padre .. Saludos, Vidal.

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