The Rolling Stones. “Sweet Virginia”

En 1972 los Rolling Stones habían publicado algunos de sus mejores álbumes, como “Beggars Banquet” (1968), “Let it Bleed” (1969) o “Sticky Fingers” (1971); eran ya ricos y famosos, tanto que el fisco británico también quiso llevarse su parte. Ante semejante panorama decidieron huir a Francia; por ejemplo, Charlie Watts se fue a vivir a Avignon, Mick Jagger y su esposa Bianca a Saint-Tropez y Keith Richards -junto con su mujer, Anita Pallenberg, y su hijo Marlon- se instaló en Villefranche-sur-Mer, en una mansión que había sido usada como cuartel de la Gestapo durante la II Guerra Mundial. Richards compró una lancha con la que viajaban algunos miembros de la banda por la Costa Azul francesa, incluso llegaban hasta Italia, ruta que acabarían llamando “Main St.”; dado que se sentían exiliados, aunque fuera por motivos económicos, decidieron titular su siguiente disco “Exile on Main St.” Este álbum es uno de los trabajos fundamentales en la discografía de los Rolling Stones (aquí lo podéis escuchar), para algunos críticos y seguidores es incluso el mejor, a pesar de que ninguna de sus canciones es de las más conocidas, y a pesar también de las circunstancias que rodearon la grabación de este doble Lp.

La casa de Keith Richards, donde se grabó el disco, parecía el hotel de los líos: explosiones, “groupies” por todas las esquinas, “camellos”, ladrones, conocidos, amigos, amigos de los amigos y de los conocidos, descontrol, drogas como para “colocar” a todo el sur de Francia y visitas de la policía para tratar de que aquello no se les fuera de las manos. El estudio de grabación fue el sótano de la casa, que estaba conectado a una unidad móvil exterior desde donde se intentaba rescatar el pésimo sonido que salía de aquel lugar lleno de humedad y sin electricidad suficiente como para trabajar con normalidad, de hecho, desviaron de manera ilegal fluido eléctrico procedente del cableado ferroviario con el fin de hacer frente a estas necesidades. En fin, que aquello era un caos en el que parecía sentirse muy a gusto el incontrolable y anárquico Keith Richards, pero que ponía de los nervios a otros integrantes del grupo, como Mick Jagger que, en aquella época ya frecuentaba los usos y costumbres de la jet set, y su voz sufría mucho con el calor y la humedad de aquel infame sótano. A pesar de todo, tal vez porque una parte importante del trabajo se hizo en Los Ángeles (EE.UU.), donde se produjo el disco, consiguieron hacer un trabajo excelente, con un sonido muy americano y canciones que se sitúan entre el R&R, el R&B, el country, el folk-rock, el boogie y el blues. Mi canción preferida de este disco es “Sweet Virginia”, compuesta por Jagger y Richards, un tema entre folk-rock y country que cuenta con un bonito solo de armónica tocado por Mick Jagger y otro de saxo a cargo de Bobby Keys. Os dejo también algunas versiones, en concreto las debidas a Ronnie Lane (Small Faces), Phish, Jerry Lee Lewis & Keith Richards y Tedeschi Tracks Band, la banda de Susan Tedeschi. Por si alguien se anima con la guitarra, aquí podéis ver un tutorial en el que enseñan a tocarla.

the-rolling-stones-exile-on-main-st-1.jpg

 

Anuncio publicitario

Autor: Raúl

Me llamo Raúl Rodríguez, me dedico a la docencia universitaria y a la investigación en el ámbito de la Historia de la Ciencia, actividades que forman parte de mi vida desde que acabé la carrera, allá por 1986. Sin embargo, la música está conmigo desde mucho antes, desde mi infancia y primera adolescencia, y ha sido siempre una leal compañera. Decidí abrir un blog de canciones con el propósito de encauzar mis inquietudes musicales a través de un canal que pudiera ser sintonizado por otras personas con intereses similares y que, además, sirviera como foro de opinión para todos aquellos que quisieran compartir su pasión por la música. Decidí llamar a este espacio "La Guitarra de las Musas", en honor de las diosas griegas de las Ciencias y las Artes, especialmente de la Poesía y la Música. Quiero pensar que si hubieran tenido guitarras –y baterías, bajos, teclados y demás instrumentos de nuestro tiempo- hubieran sonado como la música propuesta en este blog. En este espacio, el rock en casi todas sus vertientes será el protagonista pero, también, otros estilos como el blues, el jazz, el pop, el soul y las melodías más pegadas a nuestra cultura: cantautores, canción melódica, boleros, corridos mexicanos, tangos, rumbas e, incluso, copla. Por favor, que nadie se enfade conmigo si no encuentra aquí la música que le gusta; la selección de los temas y los comentarios realizados responden, únicamente, a mis intereses particulares que, como bien puede verse, están un poco anticuados. Todos aquellos que busquen música actual no la encontrarán en este sitio.

17 opiniones en “The Rolling Stones. “Sweet Virginia””

    1. De cuando los Stones eran los Stones. Espléndido tema y magnífico álbum, a punto de llegar el grupo a su cima, que al éxito y al dinero* ya habían llegado. Un par de discos después, el Black and Blue**, y luego el declive musical y el cenit en lo del business.
      Con todo, una magnífica obra hasta mediados de los 70, y una más que correcta después, pues siendo justos, el nivel de exigencia para con ellos no es el mismo que se tiene con otros.
      Saludos
      *Edward Heath impuso un impuesto de “solo” el 90%, de ahí su exilio fiscal a Francia, dónde se gestó el tema de hoy.
      **Incluyo este álbum principalmente por debutar en él Ron Wood, el gitano (lo es), para mí el único tipo decente y honesto de la banda. Y el más polifacético como artista.

      Le gusta a 1 persona

      1. Estoy de acuerdo con vosotros, también prefiero los primeros álbumes. Después han mantenido el nivel con dignidad (y con muchos millones), pero es muy difícil mantener el ritmo creativo tanto tiempo seguido, y más si estás forrado. Por cierto, buen dato el que proporcionas sobre el pago de impuestos, no me extraña que salieran huyendo. En cuanto Ron Wood, además de con los Rolling Stones, ha tocado con Jeff Beck, con el mejor Rod Stewart y con más músicos renombrados, y contribuyó a resucitar la banda Small Faces cuando Steve Marriott la abandonó; desde luego, un tipo a tener en cuenta. Saludos, Caito.

        Me gusta

  1. Este disco como muy bien dices venia después de tres sensacionales grabaciones y fue recibido con mucha frialdad por la prensa. Críticaban que fuera doble. Sobraban temas.
    El pase del tiempo le sentó muy bien al disco. Creo que al darse a conocer las circunstancias de la grabación y el documental que se hizo sobre esta han influido en el cambio en la valoración. Para mi también es importante el que sea un disco muy enraizado en el blues, el más blues de los Rolling.
    El disco gráficamente estaba también muy trabajado. Además de esas fotos antiguas de la portada en el interior había una colección de postales en blanco y negro que representaban un ametrallamiento del grupo como si fueran unos mafiosos del Chicago de Al Capone. La primera todo el grupo rodeaba un coche de los años 20 y en la última estaban todos muertos y el coche hecho un colador.

    Le gusta a 1 persona

    1. Para que luego digan que el formato físico del disco no ofrece ningún valor añadido … Ese tipo de cosas, las fotografías, las letras de las canciones, las entrevistas o las historias de las bandas, son las que siguen haciendo necesario que existan los discos. En esta web (https://blogs.publico.es/mesadeluz/2163/la-fotografia-del-exile-on-main-street) ponen algunas fotos de aquella aventura francesa de los Rolling Stones. Saludos, lrotula.

      Me gusta

      1. He comprado alguna música en iTunes. Y siempre he pensado que si aparte del soporte electrónico, por un precio adicional te dieran opción de soporte físico, mejor en vinilo, yo sería un gran cliente suyo y creo que ellos venderían más. Todas esas portadas, muchas de ellas icónicas, auténticas obras de arte, y con gran cantidad de información, merecen pagar su precio. Lo que no es de recibo es pagar 0,99€ o incluso 1,29€, y el soporte electrónico lo pones tú, el coste de la conexión también, la calidad com mp3 o similar dista mucho del CD y mucho más del vinilo, y encima nos hurtan información.
        Saludos

        Le gusta a 1 persona

        1. Totalmente de acuerdo contigo. Yo he comprado algunos discos por las reediciones que han hecho de ellos, con un cd adicional con grabaciones alternativas, fotos y mucha información, así da gusto comprar discos. En cuanto al sonido, en el libro que mencionaba en la entrada sobre «Be My Baby», Neil Young no para de repetir a lo largo de esta autobiografía lo que ha perdido el sonido al ir pasando de un formato a otro. Saludos.

          Me gusta

  2. Exile on Main Street es el primer disco de los Rolling Stones que escuché completo y me trae buenos recuerdos. Coincido contigo en que esta es una de las canciones preferidas del disco; la otra sería Happy.

    Le gusta a 1 persona

    1. «Sweet Virginia» es un tema bastante country, ¿verdad, Eduardo? También me gusta mucho «Happy», y es de las más conocidas, aquí la dejamos. Saludos.

      Le gusta a 1 persona

    1. Me imagino el descontrol que habría en aquella casa, entrando y saliendo gente, Richards por ahí tirado y Jagger asustado por las condiciones de aquel sótano. El trabajo de producción debió ser buenísimo pero, en ocasiones, los trabajos más sinceros se realizan en las peores condiciones. Saludos, Evavill.

      Me gusta

  3. La mejor época de los Stones sin duda… Y la más salvaje y atractiva en cuanto a actitud rockanrolera seguro, debieron ser años de fiestas súper locas… No se me olvida lo de la barrita de Mars entre las piernas de Marianne Faithfull jajjaja
    En fin, lo que hubiera dado más de uno (yo mismo) por haberse pasado alguna vez por alguna de esas mansiones de Keith Richards…
    Abrazos!!!

    Le gusta a 1 persona

Comentarios cerrados.

A %d blogueros les gusta esto: