La consolidación del heavy metal, como estilo diferenciado del hard rock practicado por los pioneros del género (Deep Purple, Led Zeppelin y Black Sabbath, aunque también podríamos citar a otros grupos, como Vanilla Fudge, Blue Cheer o Steppenwolf), se produjo durante la década de 1970, gracias a bandas como AC/DC, Nazareth, Blue Öyster Cult, Kiss, Scorpions, Thin Lizzy, Aerosmith o aquellas que formaron parte del movimiento conocido como “Nueva ola del heavy metal británico” (NWOBHM): Saxon, Def Leppard, Iron Maiden, Judas Priest o Mötorhead, aunque con éstos dos últimos grupos siempre hay polémica, de tal manera que algunos autores los excluyen del movimiento, por diferentes motivos, y otros sí los consideran dentro de él. Entre comienzos y mediados de los años ochenta, en pleno éxito comercial de este estilo, comenzaron a aparecer algunos subgéneros de talante más extremo (en su sonido y en sus formas), algo que puede evidenciarse por el contenido de sus letras (satánicas, violentas, de reivindicación radical, etc.) y por su apuesta sonora (rapidez de ejecución, gusto por las distorsiones, voces guturales, afinaciones graves, etc.)
Quizás el pionero de estos movimientos fue el trash metal, surgido a comienzos de los ochenta bajo la influencia directa de la NWOBHM. Tal y como suele afirmarse, los creadores de este subgénero fueron los estadounidenses Metallica, banda de la ya hemos hablado en una entrada anterior, dedicada al tema “Orion” y al bajista Cliff Burton, fallecido a los veinticuatro años en un accidente de autobús. Con este prodigioso bajista grabaron los primeros álbumes (“Kill’Em All”, 1983; “Ride the Lightning”, 1984 y el excelente “Master of Puppets”, 1986); ya con Jason Newsted al bajo, publicaron los trabajos de estudio titulados “… And Justice for All” (1988) y “Metallica” (1991), también conocido como “The Black Album”. Este disco, de los más exitosos de esta formación, contiene una de las power ballads más reconocibles del heavy metal: “Nothing Else Matters”.
Acreditado a los miembros de Metallica James Hetfield (voz, guitarra) y Lars Ulrich (batería), este tema fue escrito por Hetfield como ejercicio personal de introspección melancólica, probablemente debido a las huellas dejadas por un viejo amor. Hay quien dice que la escribió durante una gira, mientras hablaba con su novia (o exnovia) por teléfono; con una mano sujetaba el auricular y con la otra escribía. Sinceramente, no sé si realmente ocurrió así o forma parte de la leyenda romántica que envuelve al heavy metal. James Hetfield no tenía intención de abrir la canción al grupo, realmente la escribió para él, era demasiado personal … y demasiado lenta (blanda) para un grupo como Metallica, abanderados del trash metal. Fue Lars Ulrich quien le convenció de incluirla en el “Black Album”, con el propio Hetfield como guitarrista principal, algo muy poco habitual, pues lo normal es que estas labores las asumiera el guitarrista Kirk Hammett. Desde entonces, se convirtió en una de las canciones importantes de la banda, imprescindible en sus conciertos (aquí, aquí y aquí tenéis tres ejemplos), dedicada especialmente a todos sus seguidores (aquí tenéis un hilo sobre las posibles interpretaciones en torno a la letra de esta balada). “Nothing Else Matters” también ha sido grabada por Metallica con apoyo orquestal, en versión acústica orquestada y de manera instrumental, también con orquesta. Se trata de un tema bastante versionado, incluso por artistas y grupos ajenos al heavy metal, como Lucie Silvas, Shakira o Miley Cyrus -la ha llegado a cantar con Metallica-.

A mí me gusta mucho, será precisamente porque es melódica y «blanda».
Besos, Raúl
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Creo que a mí también me gusta porque es «blanda»; Metallica, para mí, ya son muy «jevis». Lo de «blando» es realmente un homenaje a alguien que conocí hace muchos años, un metalero de la época dorada de Iron Maiden, Judas Priest y Scorpions; no conocía a Deep Purple, y le regalé el «Made in Japan» en un amigo invisible, cuando le pregunte si le había gustado me dijo que sí, pero que eran «muy blandos». Besos.
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La balada heavy por excelencia. Yo tenía entendido que es dedicada a su mujer, la argentina… Nada de una novia o exnovia y realmente lo creo así porque vi fotos de la gira del Black album y la argentina salía en varias fotos del backstage. Aparte que por lo que he leído esta mujer se merece un monumento por lo mucho que ha soportado y ayudado a James a superar la ira, alcoholismo y traumas de su pasado (muerte de la madre, etc.), con lo cual, la letra tiene todo el sentido. Ahí lo dejo.
Un abrazo (sigo viva).
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¡Hola Marta! Sigues viva, jajaja …
Gracias por tu aporte, tiene mucho sentido, desde luego. Yo también he leído lo que comentas, pero realmente no está claro. Al igual que sucede con la interpretación de la canción; en la entrada he dejado un link con opiniones sobre este asunto (https://songmeanings.com/songs/view/36914/) ¿Qué es el R&R sin una buena dosis de leyenda? Eso de escribir con una mano mientras hablas con tu novia o exnovia por la otra es buenísimo … Un abrazo.
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Me despistó eso de » heavy metal » imaginaba algo diferente con la palabra metal y además pesado, pues, nada pesado …me gustó. Un abrazo.
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Pues Metallica es una banda muy heavy, la mayor parte de sus temas no te gustarían mucho, pero esta balada es poco pesada, jejeje. Abrazos.
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Uou, me encanta, un clásico, ¿no? Me gustan mucho las baladas heavy, me resulta un contraste muy sugerente.
¡Un abrazo!
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Un superclásico, una de las grandes baladas del metal, aunque haya muchos seguidores de Metallica que no les guste mucho que se les recuerde por este tema, en lugar de por sus temas más cañeros. Un abrazo, Luna.
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La trilogía inicial de Metallica es, para mi, absolutamente santa. Conocí esos tres discos casi a la vez, a raíz de comprarme una preciosa edición en disco picture del Master of Puppets que marcó un antes y un después en mi manera de degustar la música, pues me introdujo inexorablemente en los caminos más oscuros y salvajes del Metal, una vez trillados los más habituales, guiado por Iron Maiden, Black Sabbath, AC/DC, Rainbow, Motorhead, Judas, Saxon, Thin Lizzy, Scorpions, Nazareth, Barón Rojo, UFO, Tokio Blade… y tantos otros.
La muerte del incomparable Cliff Burton dejó un enorme cráter en el devenir de la carrera de Metallica y ya el Justice for All (estuve en la gira) no consiguió convencer del todo a los seguidores de la primera hornada de Metallica, pero es que el Black Album lo vivimos casi como una traición: ellos mismos se encargaron de rechazar públicamente a la parroquia metalera para desmarcarse del estilo que los aupó y los llevó a la cima, lo que, con el tiempo, propició un descenso paulatino en sus ventas y su nivel de éxito: poco público es tan fiel y entregado como el Heavy (¿caso de Dover en España y, claro, a otro nivel de popularidad?)…
Experimentos variados y discos que pasaron sin pena ni gloria se fueron sucediendo a lo largo de la historia de Metallica para, en sus conciertos, volver siempre a los clásicos. Se podría decir que en el caso de Metallica hay dos tipos de seguidores bastante diferenciados: los que veneramos los tres primeros discos y los que se engancharon con este Black y al ser estilos tan diferentes, los unos y los otros convivimos como el agua y el aceite…
Conste que lo he intentado más de una (y dos y tres y cuatro y cinco…) vez con este disco, pero entre que no me acaba de llenar y que me trae malos recuerdos por la ‘traición’ de Metallica, no lo tengo en un altar precisamente. Para mi fueron muy importantes cuando tenía 15/16 años: me proporcionaron una identidad musical y visual propia (mi modelo de vestimenta fue el joven James Hetfield durante muchos años) y el Black se la cargó… ¡¡Dita sea!! 😅
Abrazos
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Me dan ganas de cambiar tu comentario y ponerlo como texto principal, y dejar mi texto como comentario. Qué gran análisis, está claro que sabes de lo que hablas. Yo a Metallica les tengo siempre en la frontera entre lo que me gusta y lo que no me gusta del heavy metal, es decir, son herederos de la vieja tradición y, también, los que abrieron el camino a todos esos subgéneros que muchos califican como de metal extremo. En una cosa estamos de acuerdo, Cliff Burton era un prodigio, gran parte del mérito de esos tres primeros discos es suyo. Y también opino como tú, que no hay público más entregado que el del heavy metal, lo he comentado muchas veces y, precisamente por eso, os quiero. Muchas gracias por tu interesante comentario, Alex. Abrazos.
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