El 19 de marzo de 1991 Eric Clapton había llevado a su hijo Conor al circo y al día siguiente iban a ir a juntos al Zoo; Clapton lo tenía que recoger en el apartamento de Nueva York donde estaban alojados junto con la actriz italiana Lori del Santo, esposa de Eric y madre de Conor. Según ha manifestado Lori en alguna entrevista, Conor estaba entusiasmado con los elefantes del circo y no paraba de correr y jugar al escondite bajo la vigilancia de la niñera, sobre todo durante el cuarto de hora que la actriz utilizó para evaluar una propuesta de trabajo que le acababa de llegar por fax. Conor se escapó del apartamento y consiguió entrar, a pesar de la oposición del portero, en la habitación donde éste estaba limpiando. Sea como fuere, acabó cayendo desde un piso 53 por la ventana que acababa de abrir el portero para ventilar el cuarto. En una entrevista concedida a Time, Clapton expresó con estas palabras la triste noticia que recibiría de su esposa: «Ese día el teléfono sonó y Lori me dijo que mi hijo estaba muerto. Traté de creer que era un error. Hasta que llegué al edificio y vi a la policía. Fui al sanatorio para reconocerlo. Luego, partí a verlo otra vez a la funeraria para disculparme por no haber sido un padre mejor» (consultado en www.elreporte.com.uy). Esta última afirmación tenía que ver con sus años anteriores, en los que estuvo más pendiente de acabar con sus adicciones que de compartir el tiempo con su hijo. Este duro golpe, lejos de hundirlo de nuevo en las drogas y el alcohol, fue su tabla de salvación; su deseo de honrar a Conor lo salvó. Unos meses después escribía una canción, junto con Will Jennings, que comenzaba con los siguientes versos: «Sabrías mi nombre si te viera en el cielo? ¿Sería lo mismo si te viera en el cielo?». «Tears in Heaven» fue sólo una canción que, al principio, Clapton utilizaba para aliviar su dolor, hasta que su amiga Lili Fini Zanuck la escuchó y le pidió que se la cediera para la B.S.O. de la película que estaba rodando («Hasta el límite«, 1991), aquí podéis escuchar la primera versión de este tema. Después, en 1992, se editó como single y formó parte del álbum «Unplugged» (1992), con el que «Mano Lenta» se quiso sumar a la fiebre por «lo desenchufado» propiciada por la cadena musical MTV. A pesar de manejarse sin su habitual guitarra eléctrica, consiguió hacer un gran álbum y, lo que es más importante, emocionó a todo el mundo con esta sencilla y estremecedora balada; es la versión que podéis ver en el vídeo de hoy; también tenéis ésta otra, con subtítulos en inglés y en español. Por supuesto, también han versionado este tema otros intérpretes, sin embargo me siento incapaz de escuchar una pieza tan íntima, un canto tan desgarrado y sincero, en boca de otros que no sean el padre de Conor.
11 opiniones en “Eric Clapton. «Tears in Heaven»”
Comentarios cerrados.
El mejor homenaje que pudo hacer Eric Clapton a su hijo.
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Debe ser de los homenajes musicales más famosos, al menos a hijos o personas muy allegadas. Saludos Eduardo.
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Clapton, genial hasta en la desgracia. Pobre niño y pobres padres, eso lo primero, pero ¡qué genialidad de disco, el MTV Unplugged!
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Pues sí, Jomule, dicen los poetas y los músicos que, para llegar a la gente, hace falta haber sufrido y saberlo transmitir. En este caso, la obra es directamente proporcional al sufrimiento. Gracias comentar. Un saludo.
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Hay que ser muy fuerte para seguir vivo sin vivir porque esa ausencia no la consuela nada,
Lo del circo y el zoo me ha desgarrado el corazón, y he corrido a abrazar a mi hija.
Genial homenaje
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¡Muchas gracias, Vidal! La verdad es que es una historia aterradora. Aunque no soy padre entiendo perfectamente lo que tuvo que sentir Clapton cuando se enteró de la desgracia, y lo que podéis sentir todos los padres cuando os encontráis con historias como ésta. Saludos.
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Me creerías que hace un par de años me di cuenta de este suceso, esa canción siempre me pareció muy triste y melancólica sin saber porque hasta que un buen amigo lo publicó en fb y cuando lo leí até muchos cabos, sin duda una historia de terror para cualquier padre. De seguro Conor está muy orgulloso de su padre. Me recuerda a una historia que pasó en mi país, el caso de un niño que estaba jugando y su papá cortaba madera algo así, la motosierra estaba en el piso y el niño, por accidente la encendió, cortándolo por casi la mitad, perdió el intestino y al final murió, se luchó mucho para que sobreviviera muchas entidades trataron la manera de ayudarlo pero su destino estaba escrito, al principio me molestó el descuido del padre, pero realmente uno no se imagina, quien hubiera pensado que el chico cayera desde un piso tan alto…es muy triste…sin embargo un gran tema!! excelente post. muchos saludos Raúl.
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Dices bien, «una historia de terror», no puede ser calificada de otra manera. En cuanto a la canción, en principio Clapton la cantaba en la intimidad, me imagino que casi a modo de oración con penitencia incluida, ya que en el fondo se sentía culpable por la vida que había dado a su hijo. También es aterradora la historia que cuentas, no sé si alguien puede superar una experiencia así en algún momento de su vida, a mí me parece imposible. Un abrazo Gabby.
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Jo… 😥
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Conociendo la historia detrás de la canción ya me pareció tristísima en su momento, ahora que soy padre me resulta sencillamente aterradora. Es de esos temas que llevan tanta carga emocional que me resulta difícil escucharlos con serenidad. De hecho, a día de hoy, es una canción que prefiero no escuchar, ya sé que es una actitud estúpida y, en cierto modo, de estrategia avestruz (aunque los pobres bichos no hayan hecho jamás eso de esconder la cabeza, se les ha quedado el sambenito), pero es que me transmite mucho mal rollo tanta tristeza…
Todo lo cual no quita para que la canción sea, técnicamente hablando, preciosa.
Saludos
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Vidal comentaba algo parecido, entiendo perfectamente tu reacción ante esta canción. La música debe estimular nuestra sensibilidad e intelecto pero nunca debe convertirse en una experiencia desagradable. A mí me sucede algo parecido con ciertas películas sobre enfermos terminales, me suelen dar muy mal rollo y me siento incómodo con ellas. El que no haga el avestruz de vez en cuando que levante la mano … Saludos.
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