Las mujeres nunca han tenido fácil su incorporación a un mundo tan masculinizado como el del rock. El progresivo es uno de los géneros donde la presencia femenina ha sido siempre más escasa, un estilo prácticamente reservado para los hombres. No es habitual encontrar mujeres en estos grupos y, menos aún, que tengan un papel protagonista o, al menos, destacado; Annie Haslam, la vocalista de Renaissance, una de las mejores bandas de rock sinfónico británico, lamentablemente no tan conocida como otras coetáneas (Pink Floyd, King Crimson, Camel, Génesis, ELP o Yes), es una excepción. Renaissance se creó en 1969, tras la disolución de The Yardbirds; como ya he comentado en otra ocasión, una parte de esta banda acabaría dando lugar a Led Zeppelin gracias al establecimiento previo de una «banda puente» -The New Yardbirds- que estuvo liderada por Jimmy Page; mientras tanto, otros ex-Yardbirds (Keith Relf y Jim McCarty) se inclinaron por una apuesta más próxima a la música clásica y al folk-rock, una formación que acabarían denominando Renaissance. Tras un período de implantación y transición, en el que grabaron dos discos («Renaissance» -1969- e «Illusion» -1970-), reestructuraron totalmente la banda para dar entrada a nuevos músicos, entre ellos Annie Haslam, quien pronto acabó convirtiéndose en pieza fundamental de lo que habría de ser la nueva Renaissance. Ya con ella como vocalista, grabaron sus mejores trabajos -casi todos en los años setenta-, de entre los que destacan «Prologue» (1972), «Scheherazade and other Stories» (1975) y «Ashes are Burning«, el álbum en el que se incluyó el tema homónimo del que hoy nos ocupamos; para mi gusto, uno de los mejores de este grupo y de los más representativos de su estilo. En Renaissance la guitarra eléctrica no es la protagonista; su propuesta es dulce, tranquila y sensible, como podría esperarse de unas melodías de una gran riqueza instrumental, en las que predominan el piano, la voz angelical de Annie y la instrumentación acústica. Dadle una oportunidad a «Ashes are Burning«; si queréis podéis empezar por el final, con la suite de 11:20 minutos que cierra el álbum, dejaos acariciar por la suavidad de su música y con algo que no es muy habitual en este grupo: la guitarra eléctrica (a partir del minuto 8:35), en este caso ejecutada por un invitado de excepción: Andy Powell, de la banda Wishbone Ash.
7 opiniones en “Renaissance. «Ashes are Burning»”
Comentarios cerrados.
Magistrales e imprescindibles. Una de esas bandas que no se sabe muy bien por qué han pasado al armario de los olvidos más injustos de la historia del Rock. Su música tiene una calidad impresionante y una originalidad que no se ve muchas veces y, para colmo, una voz femenina en el Prog, algo que los hace todavía más especiales.
Todos los discos que mencionas son espectaculares, aunque yo también añadiría como imprescindibles de Renaissance el Turn of the Cards y el directo Live At Carnegie Hall, que es buenísimo.
Esta canción que nos propones es fantástica, pero es que ese disco no tiene desperdicio, desde este Ashes Are Burning hasta Carpet of the Sun pasando por Let It Grow o On the Frontier, no hay un tema ni siquiera mediocre… Una pasada.
Yo no me canso nunca de recomendarlos como una de las mejores bandas de Rock Sinfónico de todos los tiempos.
Saludos Raúl y buen finde.
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Imagina a alguien que conociera a los principales grupos de rock progresivo y quisiera acercarse a éste; la pregunta que haría es: ¿a quién se parecen? y la verdad es que no sabría qué decir; apenas utilizan la guitarra eléctrica, usan muchos instrumentos acústicos, mucho teclado y encima canta una mujer. Muy buenos los dos discos que comentas, con ese directo que ayuda a ver al grupo en otra tesitura diferente al trabajo de estudio. Saludos.
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Gracias por dedicarle un buen lugar en tu espacio. Suscribo la primera frase de tu texto. Un abrazo muy progresivo 🙂
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Gracias a ti, Marta. De todo el rock, de por sí tradicionalmente difícil para las mujeres, el progresivo ha sido el género más esquivo para las féminas. Un fuerte sinfo-abrazo.
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Continuo con ese abrazo progresivo de Marta que nos descubre ese lado oculto de la luna…
saludos
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Un abrazo progresivo, Vidal. El otro día me acordé de ti cuando preparaba una nueva entrada sobre los Moody Blues …
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Espero esa entrada con gran interés….
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