Cuando hablamos del “sonido Motown” inmediatamente nos acordamos del grupo Four Tops y su inolvidable “Reach Out I’ll Be There”, uno de los títulos más representativos de la productora de Berry Gordy. Luis Lapuente, en su libro Historia-Guía del Soul. “Magia Negra” (Madrid: Guía de Música, 1995; págs. 233-235), nos habla de los orígenes de esta formación estadounidense. La historia se remonta al año 1953, cuando el cantante Levi Stubbs, que debía tener diecisiete años, convence a Renaldo “Obie” Benson y a Abdul “Duke” Fakir, compañeros de clase, para crear un grupo llamado The Four Aims; cuando firmaron con Chess, tres años después, tomarían el nombre definitivo: Four Tops. Durante los años cincuenta, y al comienzo de los sesenta, grabaron varios discos con otras discográficas, como Singular, Riverside o Columbia, hasta que en 1963 ficharon por Motown, donde triunfaron con ese característico estilo de la Casa, entre el pop y el soul.
“Reach Out I’ll Be There”, escrita y producida por Lamont Dozier y los hermanos Brian y Edward Holland, el habitual equipo de composición y producción musical de la Motown, fue publicada como single en agosto de 1966 e incluida en su cuarto álbum de estudio, el titulado “Reach Out” (1966). Nos cuenta Luis Lapuente que esta canción, su preferida de la Motown “por sus asombrosas piruetas rítmicas, por la inimitable riqueza de sus capas de sonido [y] por la memorable pulsión dramática de la voz de Levi Stubbs”, sorprendió al mismísimo Phil Spector, que se refería a ella como “la versión negra de Dylan”. Una de las cosas que más llama la atención de este tema es la voz de Levi Stubbs, entre el canto y el grito; casi nada en las grabaciones de la Motown era casual, en este caso se buscaba un efecto dramático de sufrimiento, como un llanto lleno de emoción en un tono muy alto, tanto como Levi Stubbs fuera capaz de soportar mientras interpretaba la canción.
La segunda versión destacada de hoy pertenece a los británicos The Hollies, también de 1966, en este caso grabada en directo, en el Konserthuset de Estocolmo (Suecia); fue incluida en una reedición de su quinto álbum de estudio (“For Certain Because”, 1966), publicado en el año 2005. Para cerrar la terna os propongo a una de las reinas de la música disco, Gloria Gaynor, que grabó esta melodía como single y, además, formó parte de su primer álbum: “Never Can Say Goodbye” (1975). Ni que decir tiene que hay muchas más versiones, por ejemplo, las de Chris Farlowe, Joey Dee & The Starliters, The Tremeloes, Count Basie, Bill Cosby, Irene Cara, Diana Ross, The Jackson Five, Rare Earth, Richie Kotzen, Michael McDonald, Human Nature, Claude François (en francés), Rita Pavone (en italiano) o varias en español, como las de Los Salvajes, Bruno Lomas, Los Stop o Alex y los Findes.

Es una canción muy bonita y marchosa. La original y la versión de Gloria Gaynor las conocía, claro que es muy famosa.
Espero que hayas empezado bien el año. 🙂
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bueno, no me puedo quejar porque el coronavirus me ha respetado, al menos por ahora. Eso sí, tal y como están las cosas, no sé cuánto podré aguantar sin caer enfermo. Una canción como ésta es ideal para empezar el año nuevo bloguero, ¿verdad? Un abrazo, Luna.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, muy buena. En mi casa también seguimos librando, y eso que estamos rodeados…
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona