Renaissance es una banda británica de rock progresivo creada en 1969 que, según creo, aún continúa en activo, con la vocalista Annie Haslam al frente. Ya hablamos de ellos en una entrada anterior, publicada en mayo de 2016; entonces decíamos que este grupo se había formado tras la disolución de The Yardbirds, banda que dio lugar a los míticos Led Zeppelin y a una de las formaciones más delicadas y sensuales que ha dado el rock sinfónico: Renaissance. Tras un período inicial, en el que grabaron dos discos, reestructuraron el grupo para dar entrada a la formación más reconocida por los aficionados del género: Rob Hendry (guitarras), John Tout (teclados), Jon Camp (bajo), Terence Sullivan (batería) y, por supuesto, la inigualable Annie Haslam, el verdadero signo distintivo de esta formación, que parece querer acariciarnos con su cálida y privilegiada voz. “Prologue” (1972) fue el tercer álbum de estudio de Renaissance, aunque a menudo se le considera como el primero porque, como ya hemos comentado, fue con el que se inició el ciclo de álbumes más representativo de la banda, con su formación clásica. Sin embargo, resulta paradójico que los temas estén compuestos por dos antiguos miembros del grupo, Michael Dunford y Jim McCarty, con el concurso de la letrista Betty Thatcher.
Según señala Javier Herrera en la web La Caja de Música, “el método de trabajo era curioso: Thatcher enviaba poemas por correo a McCarty, quien los musicaba; posteriormente el proceso se invirtió, y Dunford enviaba partituras y cintas a Betty Thatcher por correo, quien escribía las correspondientes letras. De esta manera nació ‘Prologue’, la primera joya”. Estamos ante un excelente álbum de rock sinfónico, en el que también predominan elementos procedentes de la música clásica, el jazz e incluso los ritmos latinos y orientales; en lo instrumental, destacan los teclados, protagonistas de este disco junto con la voz de Annie Haslam. El resultado final es una experiencia sensitiva que no os deberíais perder (aquí podéis escuchar el disco), con canciones tan buenas como “Rajah Khan”, “Kiev” o la que da título al disco, la misma que hemos elegido para encabezar esta entrada. Comienza con unos acordes de piano clásico, a los que pronto se incorporan los otros instrumentos para construir la melodía, cuya parte vocal no está cantada sino tarareada, un bellísimo y magistral tarareo, un recurso vocal difícil de olvidar. En este directo de 1977 podéis ver a Renaissance interpretando esta canción; también lo podéis hacer en éste otro, más reciente, en el que el tarareo ya no tiene aquella vieja magia setentera.

Cuanto más conozco el rock progresivo, gracias a tus entradas, más me gusta.
Un abrazo. 🙂
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¡Qué bien! No puede decirse que sea un estilo de moda, incluso para los seguidores del rock. Muchas gracias, Luna, es una satisfacción saber que este tipo de entradas se leen y valoran. Un abrazo.
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Lo mismo digo yo…ya verás como nos convertiremos en las auténticas roqueras por la culpa de Raúl. Un abrazo.
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A mí el rock de toda la vida ya me gustaba, pero el progresivo ha sido un gran descubrimiento.
¡Un abrazo!
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¡Eso estaría muy bien, qué alegría! Jajaja. Un abrazo.
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Vaya el que hacia las letras ese dia no tenia ganas de trabajar.
Bromas aparte el tema es muy bueno y me ha gustado el teclado.
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Jajaja. Pues no te extrañe que fuera así; a veces pasan estas cosas, a lo mejor no salía la letra y, al final, se les ocurrió lo del tarareo, nunca se sabe … Saludos.
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Ella tiene una voz mágica.
Me gusta esa forma bidireccional que tenían de trabajar.
Saludos, Raúl
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Los procesos creativos a menudo nos sorprenden, en este caso los resultados fueron muy interesantes. Eso sí, con Annie Haslam todo es más fácil. Saludos, Evavill.
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