Espartaco fue un gladiador esclavo de origen tracio, que encabezó una de las rebeliones más importantes a las que se tuvo que enfrentar la República romana. Este acontecimiento, que transcurrió entre los años 73 y 71 a. C., dio lugar a la tercera y última de las llamadas “Guerras Serviles” o “Guerra de los gladiadores”, en la que un grupo de esclavos huidos -que llegó a superar las ciento veinte mil personas, entre hombres, mujeres y niños- puso en jaque a las todopoderosas legiones romanas hasta que fueron finalmente derrotados, cercados en tres frentes por veinte legiones (unos ciento veinte mil soldados) comandadas por Pompeyo, Craso y Lúculo. La literatura, el cine (véase la inolvidable “Espartaco” (1960), dirigida por Stanley Kubrick y protagonizada por Kirk Douglas), la televisión (hay una serie relativamente reciente, de la cadena Starz), incluso el ballet, se han ocupado de este personaje histórico. Y la música no podía ser menos; hoy recordamos la obra de los alemanes Trimvirat, una banda de rock progresivo creado en 1969 en la ciudad de Colonia, donde se dieron a conocer tocando versiones de The Nice y Emerson, Lake & Palmer, entre otros grupos. De hecho, son conocidos como los EL&P germanos por su parecido con los británicos; en algunas ocasiones resulta tan evidente que, para algunos aficionados y críticos musicales, no son más que una copia de aquellos. Publicaron su primer disco (“Mediterranean Tales / Across the Waters”) en 1972, después vendrían “Illusions on a Double Dimple” (1974), “Spartacus” (1975) y cuatro discos más hasta su disolución en 1980, aunque intentaron regresar -sin mucho éxito- a finales del siglo pasado con un disco titulado “The Web Site Story”, que grabaron pero que, al parecer, permanece inédito por falta de interés de las discográficas.
El mejor trabajo de Triumvirat probablemente sea “Spartacus”, en el que intervinieron Jürgen Fritz (teclados y sintetizadores), Helmut Köllen (bajo, guitarras, voz) y Hans Bathelt (batería). Se trata de una obra conceptual sobre Espartaco y el entorno que lo rodeó: el sometimiento de los esclavos al poder de Roma, el ambiente que se vivía en la escuela de gladiadores y sus miserables condiciones de vida, la fuerza de sus convicciones y sus ideales utópicos, el relato de sus primeros triunfos en el campo de batalla, la marcha hacia Roma en busca de justicia y la heroica derrota final, como símbolo de la lucha por la libertad (véase el texto de Alberto Díaz y Xavi Martínez, titulado Discos conceptuales. 150 títulos imprescindibles. Barcelona: Lenoir, 2011; págs. 76-77). En mi opinión, “Spartacus” es un excelente álbum, pese a su parecido con la obra de EL&P; uno a uno, cada miembro de Triumvirat parece emular a sus músicos de referencia: los teclados de Fritz, protagonistas de este disco, suenan como los de Keith Emerson; las partes melódicas del disco y la manera de cantar de Helmut Köllen nos hacen pensar en la delicadeza de Greg Lake, mientras que la batería de Hans Bathelt también se asemeja al trabajo realizado por Robert Palmer en EL&P. Mientras encontráis el momento oportuno para escuchar todo el disco, os recomiendo que comencéis con los cortes titulados “The Capital Of Power”, “The School Of Instant Pain”, “The Deadly Dream Of Freedom”, «Spartacus» y “The March To The Eternal City”, la canción que da título a esta entrada, un tema en el que la épica la ponen los teclados y la percusión tribal, mientras que la dulzura melódica queda evidenciada en las partes acústicas y cantadas.

Muy interesante el principio, y muy envolvente. A continuación es muy bonita la parte vocal combinada con los teclados. Yo le veo bastantes ecos de Peter Gabriel (voz) y Genesis e incluso, por qué no, de The Alan Parsons Project. Cuando entra esa percusión tribal creo que «rompe» un poco lo esperado, o «chirría» (¿?) pero esto es típico de estos estilos con altas cotas de experimentación que justo busca eso, romper esquemas y… experimentar. Valga la rebuznancia.
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En general recuerda bastante a EL&P, aunque es verdad que esas partes melódicas cantadas también son un poco genesianas. Así es What, estos grupos se atrevían con todo, probaban y probaban y, a partir del atrevimiento, ya entraban las interpretaciones de cada oyente, para algunos eran genialidades y para otros desvaríos. En el arte casi siempre suele ser así. Saludos.
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Je… la sorpresa me la he llevado porque creí que era un grupo catalán…
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Catalanes de la zona de Colonia, jajaja
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Qué interesante la historia de la banda y de este disco. Suena bien la canción, de construcción sopesada y excelente ejecución. Apuntados, que no los conocía. Un saludo.
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Tienen varios discos pero probablemente éste sea el mejor. No siempre han sido bien tratados por crítica y aficionados, sobre todo por su parecido con EL&P. En cualquier caso, trabajos como éste no parecen del montón y merece la pena escucharlos. Saludos.
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Desde luego que sí.
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Me ha gustado, en especial el inicio y las voces.
Le va muy bien esta música a una hazaña épica.
Besos, Raúl
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El tema tiene dulzura y fuerza épica, parece que Espartaco ha sido (y me imagino que seguirá siendo) fuente de inspiración para los defensores de las causas perdidas. Besos, Evavill.
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Qué buena, me ha gustado mucho, no te sorprenderá porque ya sabes que me has ganado para el rock progresivo, je, je.
¡Un abrazo!
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Ahora ya conoces un grupo no tan popular como Yes, Genesis, King Crimson, ELP o Pink Floyd. Me pone muy contento tu conversión al prog. Abrazos.
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