Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido con el nombre artístico de Nino Bravo, nació el 3 de agosto de 1944 en Aielo de Malferit (Valencia) aunque, cuando apenas tenía dos años, la familia se trasladó al barrio de Sagunto, en la capital valenciana. Con dieciséis años ya trabajaba en una joyería, incluso también se desempeñó como bodeguero, aunque siempre compaginando estas ocupaciones con su verdadera pasión: el canto. A finales de 1962 fundó, junto con unos amigos, el trío Los Hispánicos, que solían actuar en bailes y verbenas de la época, y en algún que otro concurso radiofónico. Tras su disolución, en 1963, decidió integrarse en Los Superson, banda que lo acompañó a lo largo de su breve carrera como cantante. Tras realizar el servicio militar, período en el que dudó de su capacidad artística y valoró la posibilidad de abandonar la música, inició su carrera en solitario ya como Nino Bravo; en 1969 fue contratado por la compañía Fonogram (bajo el sello Polydor). El primer sencillo que grabó fue con temas de Manuel Alejandro, aunque la canción que acabaría encarrilando su carrera fue “Te quiero, te quiero”, compuesta por Augustó Algueró. Se publicó su primer álbum (“Te quiero, te quiero”) en 1970 y el quinto, y último, en 1973, apenas unos meses después de su inesperado fallecimiento, ocurrido el 16 de abril de 1973 en la N-III, concretamente en el término municipal de Villarrubio (Cuenca); conducía un BMW recién comprado que, según señalan algunas fuentes, se salió de la carretera cuando “se disponía a darle la vuelta a una cinta magnética, mientras se inclinaba ligeramente para atender una pregunta de uno de los ocupantes”.
Pese a que nos dejó cuando apenas comenzaba a ser alguien en el mundo de la música, sigue siendo uno de nuestros cantantes melódicos mejor valorados, más recordados, imitados y versionados; tal vez sea debido a su potente y penetrante voz, quizás sea debido a su inconfundible timbre o, tal vez, por su capacidad interpretativa. “Un Beso y una Flor” (1972), su tercer Lp, fue uno de los más exitosos; en gran parte fue debido a dos canciones algo melosas: “Un Beso y una Flor” y “Noelia”, con las que el valenciano luce un poderío vocal que, en ocasiones, resulta abrumador. Sin embargo, escondido en este disco, hay una canción, la titulada “Cartas Amarillas” que, desde mi punto de vista, es una pequeña joya del cancionero melódico español. Compuesta por Juan Carlos Calderón (creo que fue el primer tema que escribió para Nino Bravo), se inicia con un piano a lo Chopin para conducirse después de manera elegante, con un Nino Bravo inusualmente contenido (aquí le podéis ver) a fin de suministrar la profundidad requerida a esta romántica y nostálgica historia sobre un amor perdido y recordado, escondido entre la memoria descolorida de unas viejas cartas amarillas.
¡¡Magnífico Nino!! Que vozarrón tenía este hombre… Es verdad que en este tema se contiene y le da un tono muy melancólico, además esos violines contribuyen a crear esa atmósfera. Bonito tema.
Qué pena que nos dejara tan pronto: podría haber tenido una carrera tremenda.
Un abrazo!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ya sabes que con este tipo de cantantes lo que busca la gente es que la voz se convierta en una montaña rusa, subiendo y bajando, como si fuera un ejercicio de gimnasia vocal. Por eso me encanta esta canción, Nino Bravo luce su voz pero sin estridencias; creo recordar que en el enlace que he dejado a un vídeo cantando en directo se puede apreciar cómo se contiene en los momentos álgidos. Era un cantante maravilloso, con una voz muy española que, lamentablemente, no pudo dejarnos más obra. Un abrazo, Alex.
Me gustaMe gusta
Qué gracia, que se tuviera que contener, y es que vaya voz, me gusta mucho, tienen muchísima fuerza.
Me ha resultado curioso que comentes que esta canción estaba «escondida», porque yo la tengo muy oída y habría pensado que es de las más conocidas suyas.
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
De ese disco, tal vez el más conocido de Nino Bravo, son más conocidas otras, y en los recopilatorios no estoy muy seguro que salga, por eso decía lo de «escondida». En facebook ya me ha comentado alguien que no es de las más famosas de Nino Bravo. Yo también la conocía porque tengo el casete de «Un Beso y una Flor» desde tiempo inmemorial. En cualquier caso, un canción muy bonita, ¿verdad? Y con Nino Bravo contenido, jejeje. Un abrazo, Luna.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, es preciosa. Por cierto, que debe de haber un montón de Noelias de esa época, yo tengo una amiga, del 75.
Otro abrazo. 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Aunque no es una de las canciones más conocidas de él, Nino Bravo demuestra que es uno de los grandes de la canción melódica española.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Desgraciadamente no tuvo una carrera muy larga, pero espero que siga ocupando un lugar de honor en la música melódica española. Saludos, Eduardo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo no la conocía y he escuchado muchas de Nino Bravo. Es verdad que aquí contiene su fuerza vocal.
Tal vez esa fuerza es lo que ha hecho que sus temas se canten tanto, esa voz tan potente incita a cantar. Una pena que muriera tan joven, como Cecilia, creo que también murió en otro accidente.
Saludos, Raúl.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gusta mucho eso de poner voz de Nino Bravo y tratar de cantar como lo hacía él, aunque sea en la ducha, jajaja. Pues ya que lo comentas, aprovechamos para recordar también a Cecilia:
https://laguitarradelasmusas.com/2018/06/05/cecilia-un-ramito-de-violetas/
Saludos, Evavill.
Me gustaMe gusta
Jajaja
Me gustaLe gusta a 1 persona
Triste destino y fatídico qué la música y una cinta de cassete le deparó… Muy bella canción, no la conocía… Siempre me viene a la memoria un chaval que trabajaba conmigo en mi anterior trabajo que se presentó al casting de ot con esta canción pero que por su mala cabeza y no prepararse se abandono… Recientemente me lo encontré con muchos kilos y sin trabajo… Tenia mucho potencial y era muy majo pero muy vago aunque me lo pasaba muy bien con el porque me cantaba de Nino o de Mago de Oz, o de este que era taxista, el Fari que decía que le gustaba a su abuelo… Una pena… Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchos de los accidentes de coche se producen en esas circunstancias y, a menudo, con conductores experimentados que, precisamente por eso, se suelen confiar. A veces nos pensamos que todos los músicos tienen que triunfar, pero sólo los elegidos llegan; en cambio, hay mucha gente, probablemente como tu compañero, que se podrían ganar la vida con la música, tocando en pueblos, locales y sitios así. Saludos, Vidal.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hubo un tiempo en el cual los cantantes cantaban, y ahí lo dejo. Y ya me gustaría no hacerlo, pero ando metido en lo que empezó siendo un lío y lleva camino de convertirse en un laberinto. Pero me quedo con ganas…
Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me has dejado intrigado. Espero que el laberinto no sea de los complicados para salir. Saludos.
Me gustaMe gusta
No, es duro y cansino, muy cuesta arriba, sobre todo a ciertas edades, pero nada de lo que no se salga. Y normalmente, mejor de lo que se entra. Continuará…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Vuelvo del silencio provocado por un empacho laboral, por fin se acabó.
Tengo que reconocer que cuando era chico y oía algunos temas de Nino Bravo jamas decía abiertamente que me gustaba. Lo decía para mis adentros y con la boca chica. Ahora soy LIBRE (musicalmente hablando) y lo puedo reconocer abiertamente.
El tema «Puerta del amor» es el que siempre me ha gustado más.
Bueno considero que vuelvo por la puerta grande pues acabo de publicar una entrada, en la que enlazo con tu blog.
Me gustaMe gusta
Me alegro que estés ya más liberado de obligaciones laborales. Odio los prejuicios musicales, yo también los tuve y, desde que me aparté de ellos, vivo la música con mayor satisfacción. Buen tema el que propones y tampoco de los más evidentes; por cierto, en ese álbum se incluyó una versión de un tema de Gene Pitney: «A street called Hope». Muchas gracias, lrotula, por mencionar y enlazar con mi blog, en cuanto pueda me paso por tu web. Saludos.
Me gustaMe gusta