https://www.youtube.com/watch?v=iCAmQkmBrj8
Las mejores canciones protesta, las que son capaces de cantar con igual fervor tanto hippies, como progres o católicos comprometidos, son aquellas que nos hacen sentir la belleza de la condición humana, las que están desprovistas de rencores o toscas soflamas ideológicas y políticas. «Where have all the flowers gone?» es, desde mi punto de vista, un ejemplo de ello; suele estar presente en manifestaciones antibélicas, no en vano fue uno de los himnos contra la guerra de Vietnam, pero también he tenido la ocasión de ver cómo colectivos y páginas web católicas alaban los valores que transmite esta canción, que no son otros que la bondad, el valor de la vida y el rechazo de la violencia y la guerra como recursos habituales de nuestra sociedad actual para resolver sus problemas. Este tema fue compuesto por el músico y activista Pete Seeger, fallecido recientemente (el 27 de enero de este año), a partir de una melodía popular de origen cosaco; Seeger escribió los tres primeros versos en 1955 y, en 1960, Joe Hickerson añadió los versos restantes, dando lugar a la estructura repetitiva característica de esta melodía. No estoy muy seguro pero creo que Seeger no grabó este tema hasta años después; antes, en 1961, lo había hecho el grupo folk The Kingston Trio, incluso llegaron a pensar que se trataba de una canción popular y no un tema registrado a nombre de Pete Seeger y Joe Hickerson. En 1962 fue incluida en el álbum con el que debutó el, también trío, Peter, Paul & Mary. Estamos ante un tema muy versionado; Marlene Dietrich, Roy Orbison, Dolly Parton o Bobby Darin son sólo algunos de los artistas que han prestado su voz a este tema. Por supuesto que hay más (os animo a que me digáis otras que os parezcan dignas de conocer) pero, como casi siempre, yo me quedo con tres: las ya mencionadas de The Kingston Trio y de Peter, Paul & Mary, y la de Joan Baez, obviamente por su inigualable voz y calidad artística, pero también por su compromiso con la Paz, la Igualdad y la armonía entre los seres humanos. Una excelente biografía de esta gran mujer ha sido publicada por la compañera Marta, en su blog «We are rock«.
Categoría: Folk-Cantautores-World Music
Leonard Cohen / Madeleine Peyroux / Thalia Zedek. «Dance me to the end of love»
El amor y la muerte ejercen una irresistible atracción para los poetas. “Dance me to the end of love” es la sublimación del amor eterno y del baile con la muerte, es una preciosa canción de amor y, a la vez, una manifestación sombría de la existencia que se esfuma. Tal y como ha manifestado su creador, Leonard Cohen, este bello y triste tema está inspirado en el Holocausto nazi, al tener conocimiento de que en algunos campos de concentración, junto a los crematorios, se hacía tocar música clásica a ciertos presos mientras sus compañeros eran exterminados. Explica Cohen, que “el verso ‘Llévame bailando hasta tu belleza con un violín en llamas’ alude a la belleza de la consumación de la vida al final de la existencia y al apasionado elemento de la consumación. Pero es el mismo lenguaje que usamos cuando nos rendimos al enamoramiento, de ahí la canción (…) no importa que todo el mundo conozca la génesis de la canción, porque si el lenguaje viene de ese recurso apasionado, éste será capaz de abarcar cualquiera actividad apasionada”. “Dance me to the end of love” fue incluida en el álbum “Various Positions”, publicado en 1984 después de cinco años sin editar ningún trabajo. Si os habéis recuperado de la sinceridad e intensidad que imprime Cohen a su canción, os propongo que os sumerjáis en otras dos fantásticas versiones; la interpretada por la cantante de jazz norteamericana Madeleine Peyroux, incluida en su segundo álbum (“Careless Love”, 2004), con un parecido tímbrico con Billie Holiday verdaderamente notorio; y la propuesta de la también estadounidense Thalia Zedek, publicada en “Been here and Gone” (2001), una cantante y guitarrista que enriquece la canción con un toque étnico-indie-rock muy atractivo. Disfrutad con este tema, tanto con su música como con su inigualable letra: “Llévame bailando hasta tu belleza con un violín en llamas. Llévame bailando a través del pánico hasta que consiga confinarlo. Álzame como una rama de olivo y sé para mí la paloma que me lleve a casa. Llévame bailando hasta el final del amor. Llévame bailando hasta el final del amor”.
Alan Stivell. «Marv Pontkalleg»
Hace unos meses me ocupaba del músico gallego Carlos Núñez, al que calificaba como el Paco de Lucía de la gaita, y lo hacía con un clásico de la canción popular («Lela«) cantado por la portuguesa Dulce Pontes. Alan Stivell es otro de los grandes de la música folk celta, responsable -junto a su padre- de haber revitalizado el arpa como instrumento de la música tradicional bretona. Partidario de la autodeterminación de esta región francesa y del panceltismo, es portador de una propuesta musical comprometida con sus raíces e ideología y, sobre todo, francamente innovadora, en la que se mezclan elementos populares con ritmos rock y new age. En 1971 publicó «Renaissance de la Harpe Celtique»; tal y como ha comentado el propio Alan Stivell , como homenaje y reconocimiento a los creadores de este instrumento, con unos arreglos a medio camino entre el folk y la música clásica antigua, con el ánimo de no asustar a quienes huyen de los sonidos eléctricos. El tema que he elegido de este álbum es «Marv Pontkalleg», una canción tradicional que cuenta con otras interpretaciones aunque, desde mi punto de vista, ninguna tan mágica y cristalina como ésta.
Carole King / James Taylor / Lisa Ono. «You’ve got a friend»
“Tapestry” (1971) es, probablemente, el mejor disco de Carole King (yo lo escucho a menudo y siempre me ha parecido una maravilla); a él pertenece “You’ve got a friend”, una de las odas a la amistad más bonitas que se han escrito: “Cuando estés triste y angustiado, y necesites una mano amiga, y nada, nada te salga bien, cierra los ojos y piensa en mí, y pronto estaré ahí para iluminar hasta tu noche más oscura” ¿Escribió Carole King esta canción pensando en James Taylor?, al parecer ella lo ha desmentido en alguna ocasión, pero lo cierto es que su amigo la grabó a la vez que ella, en el disco “You can close your eyes” (1971). Un año más tarde Taylor se casaba con, la también cantante, Carly Simon enfriándose esa bonita amistad que, con el paso del tiempo, volvieron a recuperar. La lista de versiones es abultada: Aretha Franklin, Michael Jackson, Lynn Anderson, Petula Clark, Ella Fitzgerald, Roberta Flack & Donny Hathaway, All Green, Tom Jones, The Housemartins, Barbra Streisand, Cliff Richard, incluso Lady Gaga. Yo os propongo otra menos conocida, pero muy elegante y con personalidad, la de la cantante de bossa nova Lisa Ono.