Fairport Convention. «Fotheringay»

El 9 de septiembre de 1543 María Estuardo, hija del rey Jacobo V de Escocía y de María de Guisa, era coronada reina de Escocia con apenas nueve meses de edad. Vistieron a la niña con pesados trajes, con una capa de terciopelo sujeta a su pequeño cuello, largas mangas y todo tipo de joyas prendidas del ropaje; apenas podía moverse, sin duda un adelanto, a modo de perversa profecía, de lo que iba a ser su desdichada vida. Con dieciséis años ya estaba casada con el futuro rey de Francia, Francisco II, aunque tras su muerte -dos años después del enlace matrimonial- volvería a casarse varias veces, matrimonios a cual más desafortunado; intentaron hacerla abortar, fue raptada y probablemente violada por quien después sería su marido, abortó de gemelos estando encarcelada y la obligaron a abdicar del trono escocés en favor de su hijo Jacobo, de un año de edad. El 19 de mayo de 1568 fue capturada por la reina Isabel I de Inglaterra, acusada de haber asesinado a su segundo marido, Lord Darnbley; sin embargo, los motivos de Isabel eran otros, en realidad trataba de neutralizarla, de malograr cualquier oportunidad que aún pudiera tener de acceder al trono de Inglaterra. Estuvo encarcelada más de dieciocho años hasta que, el 8 de febrero de 1587, fue decapitada en el castillo de Fotheringay; quiso vestir de rojo, como una mártir católica. Tenía cuarenta y cinco años.

«Fotheringay» es, precisamente, el título de la canción de hoy, un tema compuesto por Sandy Denny, cantante, teclista y guitarrista de la banda Fairport Convention. Esta formación británica, pionera en el uso de instrumentos eléctricos en el folk, grabó su primer álbum en 1967 -titulado igual que el grupo- y el segundo un año después, fue el primero de Sandy Denny y lo titularon «What we did on your holidays«; en él se incluían temas compuestos por ellos -como «Fotheringay»-, adaptaciones de canciones tradicionales y versiones de músicos como Joni Mitchell o Bob Dylan. Ese año de 1969 llegaron a publicar tres álbumes, a cual más bueno: el que hoy nos ocupa, «Unhalbricking» -del que os hablaré en otra ocasión- y «Liege & Lief». Después, Sandy Denny abandonaría el barco para iniciar nuevos proyectos, como la efímera banda Fotheringay, llamada así en honor a la canción; incluso llegó a colaborar con Led Zeppelin dando voz, junto con Robert Plant, al tema «The Battle of Evermore«. «Fotheringay» reflexiona sobre los sentimientos de quien ha estado privado de libertad durante tanto tiempo y sobre su inminente desenlace. Es un tema bellísimo, de una gran sensibilidad, con momentos de guitarra mágicos y, cómo no, excepcionalmente cantado.

Ralph McTell. «Streets of London»

https://www.youtube.com/watch?v=M2r97Fo_HWE

No pocas veces este blog se ha ocupado de canciones complejas, de largas suites llenas de instrumentos y desarrollos musicales virtuosos, generalmente incluidas en la categoría de rock progresivo. El tema de hoy representa todo lo contrario, la sobriedad y la sencillez: una guitarra acústica, la voz de Ralph McTell y una letra incómoda y comprometida, que habla de los desfavorecidos y marginados que existen en cualquier gran ciudad, de aquellos que, aún viviendo en las calles de Londres, no forman parte de ella. Tengo que agradecer a Eduardo (River of Country) el que me haya recordado este bonito tema; en cuanto lo escuché en su blog ya le comenté que también aparecería en el mío. Si no estoy equivocado, Ralph McTell es uno de esos autores que, a pesar de su abultada discografía, nunca consiguió igualar el éxito de la canción que le hizo famoso: «Streets of London». Fue publicada en su segundo álbum de estudio («Spiral Staircase«, 1969), un trabajo de folk-rock melódico con algunos temas orientados hacia el country-blues, como «Kindhearted Woman Blues«, «(My) Baby Keeps Stanying out all Night Long«, «Last Train and Ride» o «Spiral Staircase«. «Streets of London» se gestó tras una serie de viajes de McTell por Europa y ya estaba compuesto en 1968, cuando se publicó su primer Lp («Eight Frames a Second», 1968), pero la discográfica no creyó oportuno incluir este tema debido a su letra, incómoda para aquellos sectores de la sociedad acostumbrados a mirar hacia otro lado cuando la pobreza y la miseria reivindican su presencia aflorando sobre la opulencia de nuestra sociedad urbana, como si fueran rosas marchitas en medio de un elegante jardín. Hay muchas versiones de este tema, algunas interpretadas por artistas no muy conocidos; yo me voy a quedar con tres: la de Cat Stevens, la de la galesa Mary Hopkin y la de Blackmore’s Night -una de las formaciones del mítico guitarrista de Deep Purple-, publicada en el álbum titulado «The Village Lanteme» (2006).

Gerry Rafferty. «Baker Street»

“Baker Street” es el nombre de una céntrica calle de Londres famosa por su relación con el detective de ficción Sherlock Holmes, pero también es conocida por la canción, de idéntico nombre, compuesta por el escocés Gerry Rafferty. Tras unos inicios como músico callejero, formó parte del grupo folk TheHumblelums y, posteriormente, de otro llamado Stealers Wheel, en el que permaneció hasta 1975 cuando se disolvió, de manera conflictiva, dando lugar a una serie de disputas judiciales que acabarían impidiendo la publicación de nuevos discos por parte de Gerry Rafferty durante un período de tres años. En 1978, ya liberado de esta prohibición, sacó al mercado el disco titulado “City to city”, un excelente trabajo de rock intimista con elementos de folk-rock que, por momentos, recuerda a artistas como J.J. Cale, Jackson Browne o Mark Knopfler. La canción más famosa de este álbum y, en general de Gerry Rafferty, junto con “Stuck in the Middle with you” -de Stealers Wheel-, muy conocida desde que formó parte de la B.S.O. de “Reservoir Dogs”, es “Baker Street”. En ella su autor nos habla de volver a empezar, de retomar el camino, tal vez en alusión a sus duros años de ostracismo, y de la preocupación por su creciente fama, algo con lo que nunca estuvo muy identificado. En cuanto a la parte musical, este tema siempre será recordado por el saxo de Raphael Ravenscroft, un conocido músico de sesión que acabaría siendo el protagonista inesperado de este gran éxito; y digo inesperado porque, al parecer, fue contratado para tocar una parte menos importante y acabó apoderándose de la canción ante la insuficiente solución ofrecida por la guitarra solista. La historia de esta grabación está plagada de teorías, leyendas y versiones alocadas que, en general, atentan contra la profesionalidad y el buen nombre de Ravenscroft; Rafferty llegó a decir que el solo de saxo era suyo; también se ha comentado que el saxofonista nunca llegó a cobrar más que un miserable cheque de 27 libras, para una canción que llegó a generar unas 80.000 libras anuales de beneficio; incluso que el autor de la grabación no fue Ravenscroft sino el humorista Bob Holness. “Baker Street” ha sido muy utilizada en el cine (“Zodiac”, “El Indomable Will Hunting”, “Memorias de Queens”, etc.), en series de televisión (“Los Soprano” o “Los Simpson”) y en publicidad. También ha dado lugar a algunas versiones, como las de Foo Fighters o Waylon Jennings, por mencionar un par de ellas.

Bob Dylan. «Hurricane»

Rubin «Hurricane» Carter fue un boxeador estadounidense que compitió en la categoría del peso medio durante los años 1961 a 1966, fecha en la que fue arrestado -junto con su amigo John Artis- como sospechoso de un triple asesinato que había tenido lugar en New Jersey. Fueron condenados a tres cadenas perpetuas por un jurado formado exclusivamente por personas blancas, en el que los prejuicios raciales y las irregularidades de todo tipo presideron el juicio; Carter y Artis siempre negaron su implicación en los asesinatos, pasaron sin problemas el detector de mentiras y no fueron reconocidos por los testigos como autores de los asesinatos. Ya en prisión, y varios años después, Rubin «Hurricane» Carter publicó una autobiografía (The Sixteenth Round, 1974), que llamó la atención de famosos como Muhammad Ali o Bob Dylan; este último llegó a reunirse con Carter en la cárcel y, tras quedar convencido de su inocencia, organizó algunos algunos conciertos benéficos, trató siempre de reivindicar su no culpabilidad e, incluso, escribió una canción (junto con Jacques Levy), «Hurricane», dedicada a este sucio asunto. La presión social y mediática propiciada por la canción de Dylan, así como las marchas de protesta para reclamar un nuevo juicio, encabezadas por Muhammad Ali, consiguieron reabrir el caso; sin embargo, Artis y Carter fueron nuevamente condenados, esta vez por el testimonio de un delincuente que, ya en dos ocasiones, había cambiado su historia. Tres años después, en 1979, un grupo de canadienses, y la propia opinión pública, volvieron a la carga, esta vez con mejores resultados para Carter; en 1985, un juez federal dictaminó que la fiscalía había actuado de mala fe en los juicios anteriores, unos procesos plagados de declaraciones bajo coacción, pruebas falseadas, corrupción policial y claras evidencias de racismo. «Hurricane» pasó casi veinte años en prisión; tras su puesta en libertad, dedicó el resto de sus días (falleció en 2014) a defender a otros en la misma situación que él. La canción de Bob Dylan apareció en el Lp «Desire» (1976) y, a pesar de su larga duración, fue comercializada como single. En esta ocasión Dylan deja a un lado su vertiente más críptica y poética para construir un relato detallado de los hechos, como si fuera un periodista dando cuenta de la noticia (aquí podéis ver la letra). Pero también hubo detractores de este tema, que acusaron a Dylan de parcialidad a la hora de contar la historia de Carter, sobre todo en lo relativo a la glorificación que hace de su carrera deportiva y a la ocultación de su pasado violento en reformatorios; algún periodista también le ha acusado de haber construido la historia utilizando numerosas licencias artísticas.

The White Buffalo. «The Whistler»

«Hijos de la Anarquía» es una interesante serie norteamericana de la cadena FX, que comenzó su andadura en el año 2008; se desarrolla en el pueblo ficitio de Charming, al norte de California, y narra las andanzas de un club de moteros dedicados a las actividades ilícitas y al crimen. A pesar de que, para algunos, la serie es violenta en exceso, muestra una gran riqueza de personajes, tiene ritmo y es muy entretenida. Otra de las virtudes de esta serie es su música, dura y desgarrada; uno de los colaboradores habituales es Jake Smith, más conocido como The White Buffalo, un tipo que me fascina por su estilo, por su manera de cantar, de transmitir, de tocar la guitarra acústica y por su compromiso vital, que le lleva a escribir letras sobre su propia vida o sobre asuntos que le interesan, como la política, la guerra o la familia. Grabó su primer disco («Hogtied Like a Rodeo») en 2002, luego vino «Hogtied Revisited» (2008), «Once Upon a Time in The West» (2012) -el álbum que definitivamente lo situó en el mundo de la música-, «Shadows, Greys, and Ewil Ways» (2013) y «Love & Death of Damnation» (2015). White buffalo ha participado en «Hijos de la Anarquía» con un buen puñado de canciones, una de ellas es «The Whistler», el tema destacado de esta entrada. Os aconsejo que prestéis atención al video (subtitulado en español), a la fuerza de Jake Smith, a su manera de cantar, de transmitir y de silbar; un silbido de los que cortan la respiración, que nos intruduce en esta historia aterradora a modo de western crepuscular, en la que un sicario reflexiona sobre su trabajo: «Esta vez es diferente. No es como las anteriores. Juré que no iba a volver a matar. Jesús, vela por mí, controla mi ira. Será mejor que bendigas estas malvadas manos, porque escapan a mi control. No vayas al centro de la ciudad. El diablo me susurra al oído. Es hora de entrar en escena. Así que me disfrazo con alcohol. Hazte a un lado, hazte a un lado, deja pasar al silbador. Realmente no hay esperanza para gente como tú o como yo». Para terminar, os dejo dos bonus track, dos versiones fabulosas de The White Buffalo, ambas pertenecientes a la B.S.O. de «Hijos de la Anarquía»: «The House of Rising Sun» y «Bohemian Rhapsody«, en este último caso formando parte del grupo de la serie: The Forest Rangers.