Bee Gees / Eric Burdon & The Animals / The Flying Burrito Brothers. “To Love Somebody”

De los Bee Gees anteriores a “Fiebre del Sábado Noche” (1977) hemos hablado en dos entradas dedicadas a los temas “World” y “I Started a Joke”, en ellas manifestaba mis simpatías por esta primera etapa de los hermanos Gibb, británicos de nacimiento aunque dieran sus primeros pasos musicales en Australia, país al que emigró toda la familia en busca de mejores oportunidades profesionales. Después de publicar dos discos de estudio (“The Bee Gees Sing Play 14 Barry Gibbs Songs”, 1965; y “Spicks and Specks”, 1966), distribuidos solamente en Australia y Nueva Zelanda, hicieron su presentación internacional con el álbum titulado “Bee Gees ‘1st” (1967), grabado para los sellos Polydor (Reino Unido) y Atco (EE.UU.) A este interesantísimo álbum de pop psicodélico se incorporaron, como músicos de pleno derecho del grupo, el batería Colin Peterson y el primer guitarrista Vince Melouney, que se unirían a los hermanos Gibb (Barry, Robin y Maurice) para buscar una mayor cohesión como banda. Al igual que en anteriores ocasiones en las que han aparecido por aquí los Bee Gees, os recomiendo que escuchéis el disco; si no conocéis esta primera etapa de los hermanos Gibb, os sorprenderá su calidad y, cómo no, la riqueza melódica característica de esta formación. Los temas quizás más destacados son “Holiday”, “New York Mining Disaster 1941”, “I Can’t See Nobody”, “Close Another Door” y “To Love Somebody”, nuestro tema protagonista de hoy. Esta canción fue escrita por Barry y Robin Gibb a petición del mánager de la banda, Robert Stigwood, probablemente para que fuera cantada por Otis Redding, pues el estilo de soul blanco de esta melodía se adaptaba muy bien al timbre del estadounidense. Lamentablemente, nunca la pudo cantar, falleció el 10 de diciembre de 1967 en un accidente de avioneta. En una entrevista concedida en junio de 2001 para la revista Mojo, Barry Gibb aclaró que la letra de la canción no estaba inspirada en una mujer o en un amor del pasado:

“Fue para Robert [Stigwood], lo digo sin tapujos. Me pidió escribir una canción para él de forma personal. Fue compuesta en Nueva York y concebida para Otis, pero a nivel personal, era para Robert, quien significaba mucho para mí. No lo digo desde un afecto homosexual, sino por una tremenda admiración dadas las habilidades y dones de este hombre”.

Barry Gibb. Consultado en Radiolaria.

Tras la publicación como single por los Bee Gees, en junio de 1967, esta canción pronto sería versionada por otros artistas, como Lulu, Dara Puspita, Nina Simone, P.P. Arnold, James Carr o Eric Burdon & The Animals -nuestro segundo vídeo destacado de hoy-, quienes la incluyeron en su tercer álbum de estudio (“Love is”, 1968). De 1969 es la versión de Janis Joplin (casi irreconocible), y de comienzos de los setenta las de Nicola di Bari (en italiano), Roberta Flack o Kim Carnes. Nuestra tercera propuesta de hoy es en clave country rock, a cargo de los míticos Flying Burrito Bros; fue incluida en el álbum “Honky Tonk Heaven” (1973), publicado en Holanda. Pero hay más versiones, por ejemplo, las de Jackie DeShannon, Hank Williams Jr, Bonnie Tyler, Rod Stewart, Jimmy Somerville, Michael Bolton o Blue Roots Bluegrass Band.

Simply Red. «Stars»

Manchester acogió, durante el verano de 1976, un par de conciertos de Sex Pistols que han pasado a la historia por la repercusión que tuvieron entre el público asistente; allí estuvieron, entre otros, algunos de los componentes de bandas que, años después, ejercerían su dominio en el ámbito musical, como Joy Division, Buzzcoks, The Fall, The Smiths o el cantante de Simply Red, Mick Hucknall. Éste último, impresionado por los Sex Pistols, acabaría formando parte de la banda punk The Frantic Elevators; en 1984, tras su disolución, decidió crear otra a la que bautizaron como «Red», en alusión a su color de pelo; el nombre final fue adoptado, al asumir como bueno, un error inicial de cartelería cometido por el dueño del local donde se presentó este grupo. Simply Red ya no era un grupo punk, practicaban un soul blanco («Blue-eyed soul») con elementos procedentes del jazz, el funky, el pop y la new wave, como bien quedó plasmado en sus primeros discos: «Picture Books» (1985), «Men & Women» (1987) y «A New Flame» (1989) en los que, además de canciones propias, abundaban buenas versiones de artistas y grupos como Harold Melvin & the Blue Notes, Barry White, Valentine Brothers o Talking Heads. Para entonces, Simply Red ya era un grupo famoso; su líder, Mick Hucknall, ha llegado a afirmar que, entre 1985 y 1987, llegó a acostarse con más de mil mujeres, algo de lo que no se siente muy orgulloso y que justifica por el abandono que sufrió por parte de su madre cuando tenía tres años: «Quería el amor de cada mujer en el mundo porque no lo tuve de mi madre. Fue una adición que me llevó a un período más oscuro, entre 1996 y 2001, en el que me acerqué a las alcantarillas, y en el que más que seducir, bebía (…) Nunca conseguí la cercanía emocional que ansiaba» (rollingstone.es); incluso llegó a pedir disculpas en público por el daño causado a aquellas chicas. Simply Red consolidó su éxito con el álbum «Stars» (1991), personalmente el trabajo que más me gusta de ellos; compuesto totalmente por Mick Hucknall, cuenta con un puñado de excelentes canciones: «Something got me Started«, «Thrill me«, «Your Mirror«, «For your Babies«, «Wonderland» y, por supuesto, la que daba nombre al grupo, la que hoy os propongo. «Stars» fue reeditado en 2008, en un lujoso producto compuesto por dos cds y un dvd en el que se recoge una actuación en el Festival de Jazz de Montreaux (8-VII-1992).

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