Tom Jobim & Elis Regina / Stan Getz, João Gilberto y Miúcha / Rosemary Clooney & John Pizzarelli. “Águas de Março”

En 1972, Antônio Carlos Brasileiro de Almeida Jobim, más conocido con el nombre artístico de Tom Jobim, ya era uno de los autores más importantes de la bossa nova. Comenzó a tocar el piano en bares y discotecas de Río de Janeiro durante la década de 1940, después trabajó como arreglista para el Estudio Continental y empezó a componer sus propias canciones. A mediados de los años cincuenta entró en contacto con el poeta Vinicius de Moraes, con quien colaboró poniendo música a la obra de teatro “Orfeu da Conceiçao” (1956) y a la película “Orfeo Negro” (1959), a la que ya nos hemos referido en una entrada anterior. En 1958 se publicaba el primer álbum del cantante brasileño Joâo Gilberto, obra fundamental en el nacimiento de la bossa nova, en el que se incluyeron dos temas de Jobim: “Chega de Saudade” y “Desafinado”. Para entonces, el nombre de Tom Jobim era bien conocido en ambientes jazzísticos internacionales; y lo fue aún más con los discos que grabaron el saxofonista estadounidense de jazz Stan Getz, el mencionado Joâo Gilberto y la que entonces era su mujer, Astrud Gilberto; estos dos álbumes (“Getz/Gilberto”, 1963 y “Getz/Gilberto Vol. 2”, 1964) popularizaron la bossa nova en Estados Unidos y, por extensión, en todo el Mundo. Se incluyeron en ellos varios temas de Tom Tobim -algunos compuestos en colaboración con Vinicius de Moraes u otros autores-, en concreto, la mayor parte de los que integraron “Getz/Gilberto” -en el que Tom Jobim también tocó el piano- y algunos del volumen 2; de la melodía “Garota de Ipanema”, interpretada en el primero de estos discos, ya tuvimos ocasión de hablar en otro post.

Tal y como relatan algunas fuentes, los primeros años de la década de 1970 no debieron ser buenos para Tom Jobim: se las tuvo que ver con la dictadura militar brasileña, debido a una protesta que realizaron algunos músicos contra la censura; además, tenía problemas de salud, probablemente causados por un excesivo consumo de alcohol. En estas circunstancias, Tom Jobim escribió una de las mejores canciones que ha dado la bossa nova: “Águas de Março”, publicada como single en 1972 (éste es el registro original, y ésta la grabación en inglés, del año 1973) y, después, en el álbum “Matita Perê” (1973). Esta canción es una brillante metáfora sobre la vida y la muerte, utilizando el final del verano y la enumeración de elementos cotidianos como recursos fundamentales en su narración; os dejo las palabras del periodista y crítico musical Jordi Bianciotto, que expresan muy bien el sentido y alcance de esta composición:

“Tenue ritmo de bossa nova, sosteniendo la esbelta melodía, en contraste con el accidentado recorrido que propone la letra de Aguas de março: ‘Es el palo, es la piedra, es el final del camino’, comienza diciendo esta canción en la que Antônio Carlos Jobim retrata el fin del verano no tanto como un ejercicio de melancolía, recurso habitual, sino como una sacudida catártica, dando a entender que ese momento del año es un metafórico torrente por el que todo rueda montaña abajo sin contemplaciones, como una fuerza natural irrefrenable y una invitación forzosa a la regeneración. Marzo es, en Brasil, el mes que marca el ocaso del verano, y Jobim se acogió a él para construir este tema cuyo texto viene a ser un collage de imágenes que invocan el brusco cambio de tiempo. Ese momento del año trae consigo ‘la noche, la muerte, el lazo, el anzuelo’ y ‘el misterio profundo, quieras o no’, dice el tema con un lenguaje provisto de una vaga mística y que alude a imágenes reconocibles en la cultura brasileña (…) Las águas de março apuntan al tránsito intempestivo hacia la muerte, a la vez que abren ‘un horizonte precioso’ (juego con el nombre de la ciudad Belo Horizonte) y ‘una promesa de vida en tu corazón’”.

Bianciotto, Jordi. «‘Águas de março’, de Antônio Carlos Jobim: abrupta purificación». El Periódico de España, 30/08/2022.

Comenzamos nuestro recorrido de versiones con la de Tom Jobim y Elis Regina, recogida en el álbum conjunto “Elis & Tom”, publicado en 1974. Después, os propongo la interpretación de Stan Getz, Joâo Gilberto y Miúcha -voz en inglés-, la segunda esposa de Gilberto; fue incluida en el álbum “The Best of Two Worlds” (1976), que sirvió para reunir de nuevo a estos músicos. Como tercera opción, os dejo una versión en inglés del año 2000, que formó parte del disco “Brazil”, grabado por la cantante y actriz Rosemary Clooney -tía del actor George Clooney-, dos años antes de su fallecimiento; contó con la colaboración de artistas como Diana Krall o el guitarrista John Pizzarelli, que es quien acompaña a Rosemary en esta canción. Como os podréis imaginar, hay cientos de versiones de este popular tema; os dejo las debidas a Georges Moustaki (en francés), Mina (en italiano), Ronald Mesquita, Elis Regina, Joâo Gilberto, Tania Maria, Jayme Marques, Art Garfunkel (en inglés), Nara Leâo, Os Cariocas, Trio Esperança, David Byrne & Marisa Monte, Al Jarreau & Oleta Adams, Tempo Rei, Jane Monheit, Damien Rice & Lisa Hannigan, Cassandra Wilson (en inglés), Zona Sul, Fito Páez, John Pizzarelli (en inglés), Lisa Ono y Sole Giménez (en español).

Tom Jobim (1927-1994)

João Gilberto / Dizzy Gillespie / Tuck Andress. «Manhã de Carnaval»

Orfeo Negro” (1959) es una película dirigida por Marcel Camus, con el carnaval de Río de Janeiro y el mito de Orfeo y Eurídice como protagonistas. La música fue compuesta por Antonio Carlos Jobim y otros autores, como Luiz Bonfá o Vinicius de Moraes; esta banda sonora está considerada como clave en el proceso de transmisión de la música popular y la bossa-nova brasileña a todo el mundo. Los temas más conocidos tal vez sean “A Felicidade”, de Jobim, y “Manhã de Carnaval”, compuesta por el ya mencionado Luiz Bonfá, con letra de Antõnio Maria y adaptación al inglés de Carl Signam. Si conocéis esta canción tal vez la hayáis escuchado bajo otros títulos, como “Morning of the Carnival”, la traducción al inglés del original escrito en portugués; a finales de los sesenta la cambiaron de nombre: “A Day in the Life of a Fool” (con letra de Carl Sigman), dando lugar a un buen número de versiones bajo esta etiqueta; por otro lado, también existen interpretaciones con el título de “La Canción de Orfeo Negro”, denominación que también se usa para nombrar a la “Samba de Orfeu”; en fin, que hay bastante confusión en torno a esta melodía, que muchos creen que fue escrita por Antonio Carlos Jobim debido al estilo de este músico y a su implicación en la banda sonora de “Orfeo Negro”. “Manhã de Carnaval” es una de las canciones brasileñas más conocidas en todo el mundo y de las más versionadas en diferentes estilos, aunque los mejores rendimientos se han obtenido desde el jazz. La primera versión que os propongo es la del músico y cantante brasileño João Gilberto, uno de los máximos exponentes de la bossa-nova; también es una de las más antiguas, de 1959, coetánea a las de Elizeth Cardoso o Agostinho dos Santos. En él ámbito de la música brasileña también son interesantes las versiones de Astrud Gilberto, Luiz Bonfá y Antonio Carlos Jobim, Jaime Marques (la primera que escuché) o Baden Powell. El segundo vídeo destacado pertenece a Dizzy Gillespie, con un aire latino muy adecuado para bailar; y el tercero al guitarrista Tuck Andress, que grabó este tema para su álbum “Reckless Precision” (1990). Como os decía antes, desde el jazz se han hecho versiones excelentes, véanse por ejemplo las de Stan Getz, Paquito D’Rivera, Vince Guaraldi, Paul Desmond, Freddie Hubbard, Art Pepper, Joe Harnell, Oscar Peterson, Stephane Wrembel o Michel Camilo & Tomatito. Si alguien quiere salirse un poco del ámbito del jazz puede probar con Joan Baez, con Paco de Lucía o con Lisa Ono.

Las Cinco Canciones de Eduardo Cano (II): «Aquarela» (Toquinho)

Toquinho tal vez no sea tan reconocido como Chico Buarque, Vinícius de Moraes, Tom Jobim, Joâo Gilberto o Caetano Veloso, pero alguien capaz de escribir una canción como «Aquarela» merece formar parte de esta élite de cantautores y cultivadores de la bossa nova brasileña. La versión que más me gusta es la cantada en portugués pero os recomiendo que no os perdáis la letra, un hermoso canto a la imaginación, uno de esos temas que transmiten optimismo y alegría; aquí podéis escuchar «Aquarela» en castellano.

«En todas sus versiones me gusta esta canción. Es de los años 80 y se salía de lo que fundamentalmente ponía la radio entonces: ‘La Movida'».

 

Baden Powell. «Samba Triste» / «Invençâo em 7 1/2»

Adoro el sonido de la guitarra, ya sea acústica, española, eléctrica o cualquier variante de éstas; y me gusta en todos los estilos, por supuesto en el rock, pero también en otros ámbitos como el blues, el country, el jazz, el flamenco o la bossa nova. Hace algunos meses, a propósito de la entrada que dedicaba a la conocidísima «Garota de Ipanema«, hablaba del cantautor y guitarrista brasileño Jayme Marques, de sus conciertos en algunas pequeñas salas de Madrid cuando yo era muy joven; me acuerdo que casi nunca lo miraba, prefería observar sus movimientos sobre la guitarra. En el ámbito de la guitarra brasileña, Baden Powell es, tal vez, la figura más destacada que ha dado este país, al menos en estilos próximos a la bossa nova y el jazz latino. Nació en 1937, en un barrio obrero de Río de Janeiro, alejado de las zonas donde nació la bossa nova (Ipanema y Copacabana); su padre, zapatero y violinista aficionado, le dio el nombre del fundador de la organización Boy Scouts. A los ocho años ya tocaba la guitarra y a los dieciséis acompañaba, como profesional, a algunos de los cantantes más conocidos del momento. Saltó a la fama cuando el compositor y cantante Billy Blanco puso letra a una de sus composiciones: «Samba Triste» que, en poco tiempo, se convirtió en uno de los temas más versionados de la música brasileña. Su consolidación como gran figura de la música de su país se produjo cuando empezó a colaborar con otros grandes de la cultura, como Vinicius de Moraes o Paulo Cesar Pinheiro, y comenzó su andadura por Europa, donde grabó varios de sus discos. Murió el 26 de septiembre del 2000, víctima de una pneumonía tras una vida de excesos nicotínicos y alcohólicos. La discografía de Baden Powell es muy variada y extensa (más de setenta títulos); él mismo confesó en alguna ocasión que era capaz de tocar valses franceses o jazz pero, cuando componía, lo hacía con su corazón brasileño. Os dejo con dos de sus temas, el ya mencionado «Samba Triste» (os animo a que propongáis alguna versión de esta canción), donde se puede apreciar bien el estilo enérgico y limpio que caracterizaba a Baden Powel, e «Invençâo em 7 1/2», incluido en su álbum «Tristeza on guitar» (1966), que podéis escuchar completo en el enlace que he dejado.

Getz & Gilberto / Nat King Cole / Peggy Lee. «Garota de Ipanema»

Mis primeros contactos con la música brasileña fueron a través del cantautor y guitarrista Jayme Marques -que ha hecho gran parte de su carrera en España-, al que conocí gracias al disco que tenía un amigo y, sobre todo, por sus conciertos en los colegios mayores de la Ciudad Universitaria de Madrid y en la mítica «Sala Clamores», en el barrio de Chamberí. La primera vez que escuché «Garota de Ipanema» fue gracias a la voz y la guitarra de este gran artista del jazz y de la bossa nova. Esta canción fue compuesta, en 1962, por dos renombradas figuras de la cultura brasileña: Vinicius de Moraes (letra) y Antonio Carlos Jobim (música); inicialmente se llamó «Menina que passa» y estaba pensada para la comedia musical «Dirigible». La letra inicial de esta canción fue modificada por sus autores inspirándose en una muchacha a la que solían ver rumbo a la playa: «Olha que coisa mais linda, mais cheia de graça. É ela a menina que vem e que passa. Num doce balanço caminho do mar». La musa que inspiró esta melodía se llama Helô Pinheiro que, según he podido leer, es dueña de una cadena de tiendas de bikinis llamada «Garota de Ipanema». La primera interpretación de la que se guarda registro, en este caso audio, es una sesión en el club Au Bon Gourmet, de Copacabana, en la que participaron Tom Jobim, Vinicius de Moraes, Joâo Gilberto, Os Cariocas, Otávio Bailly y Milton Banana. Aquello fue el 1 de agosto de 1962; la primera grabación de estudio fue la de Pery Ribeiro, en 1963. Un año más tarde se publicaba el álbum «Getz/Gilberto», un disco absolutamente genial, una de las cumbres de la bossa nova, en el que intervinieron, nada más y nada menos, que Stan Getz, Joâo Gilberto, Antonio Carlos Jobim y Astrud Gilberto, que prestó su voz para cantar casi toda la canción en inglés, a partir de entonces rebautizada como «The girl from Ipanema». Esta es la primera versión de hoy, aunque enlazo también a la primera interpretación en el club de Copacabana y la primera grabación a cargo de Pery Ribeiro. Como habitualmente ocurre con estos temas tan conocidos, existen muchísimas versiones; yo he optado por las de Nat King Cole y Peggy Lee, ésta última bajo el título de «The boy from Ipanema».