Chuck Berry es un habitual de este blog, ya ha sido protagonista en las entradas dedicadas a las canciones “You Never Can Tell”, “School Days” y “Maybellene”. Sus melodías son historia del R&R, han sido adaptadas y versionadas con profusión; además de las ya citadas, otras como “Johnny B. Goode”, “Back in the USA”, “Sweet Little Sixteen”, “Memphis Tennessee”, “No particular place to go” o el tema de hoy, “Rock & Roll Music”, forman parte del repertorio de todo tipo de artistas y grupos, especialmente dentro del ámbito del rock. Charles Edward Anderson Berry nació en 1926, aprendió a tocar la guitarra gracias a un libro y a la ayuda de sus vecinos. Con dieciocho años fue arrestado y condenado, junto a dos amigos, por robo a mano armada de un automóvil y tres tiendas; fueron sentenciados a diez años, de los cuales Berry cumplió tres un reformatorio juvenil. No fue la única vez que ingresó en prisión; en 1969 pasó otros dos años entre rejas, condenado por “transportar a una menor de edad a través de la frontera del estado para fines inmorales [prostitución]”. Cuando salió la primera vez de la cárcel se dedicó a diferentes trabajos (conserje, fotógrafo, carpintero, estilista, etc.), a la vez que seguía vinculado a la música; en 1953 se unió a la banda Sir John Trio, con el tiempo rebautizada como Chuck Berry Combo; un par de años después, gracias al consejo de Muddy Waters, contactó con la Chess Records, donde grabaría su primer disco. “Rock & Roll Music”, un alegato en favor de este estilo musical sobre otros géneros y de su forma de bailar, fue publicado como sencillo en 1957 y formó parte del álbum titulado “One Dozen Berry” (1958), el segundo disco de estudio del norteamericano. Poco después aparecería la versión de Jim Breedlove y, a finales de 1964, lo haría la conocidísima interpretación de los Beatles, incluida en su cuarto álbum de estudio (“Beatles for Sale”), aunque ya la venían tocando en directo desde antes. Tal y como nos cuentan Jean-Michel Guesdon y Phlippe Margotin en su libro Todo sobre los Beatles, la historia de cada una de sus 211 canciones (Barcelona: Blume, págs. 172-173), la grabación de esta canción es todo un misterio. Salvo la voz solista y la guitarra rítmica de John Lennon, y la batería de Ringo Starr, el resto de instrumentos no se sabe muy bien cómo se los repartieron:
“según las anotaciones de Derek Taylor para el estuche del 33 revoluciones original de 1964, George Martin se había unido a John y Paul en el mismo piano. En su libro, Mark Lewisohn relata que el piano solo lo tocaba George Martin. Goff Emerick, que asistió a esta sesión del 18 de octubre de 1964, se acordaba, por su parte, de que Paul había tocado el piano y George Harrison, el bajo ¿A quién creer? Se puede eliminar a Taylor, porque las notas de estudio indican que hubo una única toma, y tres personas al piano parecen demasiadas. Emerick informa que John dobló su voz, lo que implica una segunda toma. Tras una escucha atenta, se puede afirmar que la voz de Paul no se dobló. Y si George tocaba el bajo, ¿quién se encargó entonces de la segunda guitarra? Porque sí parece que hay una segunda guitarra en el tema. La versión de Lewisohn se presenta, por tanto, como la probable: todos en directo, con Martin al piano. John está en excelente forma y su ejecución vocal es soberbia. Todo se grabó en una sola toma, salvo que se pruebe lo contrario”.
Para acompañar a Chuck Berrry y a The Beatles he elegido una versión en clave hardrockera, la de los estadounidenses REO Speedwagon, quienes la incluyeron en su octavo álbum de estudio (“Nine Lives”, 1979). Por supuesto, hay más versiones; si os apetece, podéis continuar con las de The Ravers, Bill Haley & His Comets, Humble Pie, The Beach Boys, Bryan Adams o la del propio Berry junto a Etta James.
No me puedo ir sin agregar una más a tu lista, la versión de Mental As Anything, de Australia. Esta aparece como una de las canciones centrales de la película, también australiana, llamada Young Einstein, una de las mejores «peores» películas que se han hecho y que a mí siempre me gustó. ¡Que la disfrutes! https://youtu.be/ZYW5PHqBwgM
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Ésta no la conocía (tampoco la película), una versión muy divertida, ya me imagino cómo debe ser la peli ¡Muchas gracias por el aporte! Saludos.
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¡Excelente! Me gusta mucho y muy famosisimo es el tema . Un placer de escuchar. Muchas gracias. Un beso , que tengas un buen domingo.
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Gracias a ti, Laacantha. Besos.
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Chuck Berry es una leyenda del rock and roll. De entre las tres versiones, la de los Beatles para mi gusto es inmejorable (de hecho casi todas las suyas lo son).
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Opino igual que tú, Eduardo, sus versiones son casi siempre buenísimas. Me acuerdo que alguien me dejó una vez una cinta de los Beatles que creo se llamaba igual que esta canción, en ella sólo se recogían versiones de rocanroles clásicos, y eran todas a cual mejor. Saludos.
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Un tema que te hace de inmediato mover los pies, en cualquiera de sus versiones. Aunque la que más me gusta es la de los Beatles.
Curioso cómo aprendió a tocar la guitarra, con un libro y la ayuda de los vecinos, vamos, con lo que tenía a mano.
Saludos, Raúl
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¡Qué no falte el R&R! Así eran las cosas cuando no existía internet, dificultosas y muy vocacionales. Ahora todo es más fácil, hay más herramientas para fomentar la creatividad, sin embargo no salen más «Chuck Berrys», por algo será … Saludos, Evavill.
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Chuck Berry, Rock and roll son casi sinónimos. Que bien sienta esta canción a los Beatles y a los Beach Boys.
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Esa versión que comentas de los Beach Boys es con la que comienza el álbum «15 Big Ones» (1976), en el que volvió a participar Brian Wilson en la producción. Saludos.
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Las tres versiones dan una idea muy completa de como se puede adaptar un clásico al estilo de cada cual; la canción se deja, la verdad, porque hay otras que son más difíciles de ‘acoplar’.
Abrazos!!
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Siempre que la canción lo permite trato de seleccionar propuestas diferentes, creo que es una manera de poner en valor a un buen tema. Las buenas canciones lo resisten todo, incluso las torturas musicales. Abrazos.
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