“Lady Fantasy” es uno de los temas más conocidos y representativos de la banda británica de rock progresivo Camel, una de mis preferidas. Ya nos ocupamos de él en una entrada anterior, en la que también hablábamos de la clásica portada del paquete de tabaco con la que se presentó el segundo álbum de estudio de esta formación (“Mirage”, 1974), en la que se puede ver una imagen del camello distorsionada, como si fuera un espejismo desértico. Fue grabado por la discográfica Decca, después de un primer disco con MCA (Camel, 1973), que apenas tuvo repercusión en el momento de su lanzamiento. Si disponéis de un momento de pausa (poco más de treinta y cinco minutos), no dudéis en escuchar “Mirage” en su totalidad; los que ya conocéis el disco, os hará disfrutar como el primer día; el resto os encontraréis con uno de los discos imprescindibles del rock progresivo, y con una excelente carta de presentación en el caso de que queráis encontraros con el elegante y sensible universo Camel, con Andy Latimer (guitarra, flauta) y Peter Bardens (teclados, sintetizadores) como principales artífices, magníficamente acompañados por Doug Ferguson (bajo) y Andy Ward (batería). “Mirage” sólo contiene cinco cortes, los titulados “Freefall”, “Supertwister”, “The White Rider”, “Earthrise” y “Lady Fantasy”. Cada cara del vinilo original finaliza con sendas suites, divididas en tres movimientos; en la cara B, se incluye “Lady Fantasy” (“Encounter”, “Smiles for You” y “Lady Fantasy”) y en la cara A el tema que hoy nos ocupa: “The White Rider”, dividido en tres partes: “Nimrodel”, “The procession” y “The White Rider”; fue compuesto por Andy Latimer, a partir del universo Tolkien de El Señor de los Anillos.
Comienza con un sonido misterioso que, a los cincuenta segundos, da paso a una especie de marcha con sonidos de tambores, flauta y fanfarria. Aproximadamente un minuto después, se inicia una fase más dulce y melódica, guiada por sonidos de melotrón y guitarra, que prepara el camino para los primeros versos cantados, entre los que se intercalan acompañamientos de flauta. Hacia el minuto 3:45, los teclados incrementan el ritmo para llevarnos a un magnífico solo de sintetizador -seña de identidad de esta composición-, que culmina Andy Latimer a la guitarra. A partir del minuto 5:42, comienza otra parte cantada, finalizada hacia el minuto 7, cuando empieza el último segmento, más sombrío y cósmico, yo diría que incluso con una cierta reminiscencia psicodélica, en el que la guitarra y, sobre todo, los teclados son los protagonistas.
Os dejo enlace a dos directos, uno de 1976, incluido en el disco “A Live Record”, y otro de 1977, en el que podéis ver a los músicos en acción. Si queréis saber algo más de este grupo, y escuchar otros temas, lo podéis hacer a partir de otras entradas anteriores de este blog, como las dedicadas a los temas “Never Let Go”, “Echoes”, “Rhayader”/”The Snow Goose”/”La Princesse Perdue” o, el ya mencionado, “Lady Fantasy”.
Esta vez el corte veraniego de este blog se va a producir antes de lo habitual (mes de agosto), de hecho ya estos últimos viernes no he podido estar con vosotros. Si nada lo impide, volveremos en septiembre. Abrazos para todos.
La Guitarra de las Musas 
¡Qué recuerdos…!
¡¡Uno de mis grupos favoritos!! 😃
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Y de los míos. Saludos
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Me ha gustado mucho y más tras leer tus explicaciones.
Que pases muy buen verano, Raúl
Besos
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Muchas gracias, Evavill. Lo mismo digo, que pases un buen verano. Besos.
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Me gusta. Me ha dado por dibujar otra vez, así que me lo dejo mientras tanto. 🙂 ¡Disfruta el descanso! Un abrazo
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¡Ah, qué bien! Pues disfruta de la pintura y de la música, todo junto va muy bien. Gracias. Abrazos.
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He aprendido mucho y he escuchado temas maravillosos de rock progresivo o sinfónico a través de este espacio. Por supuesto las entradas que has dedicado a Camel, cuya música defines como “elegante y sensible”, y es efectivamente lo que transmiten, de una manera además lo suficientemente asequible como para poder disfrutarlos mientras pintas, como ha hecho Evavill, o cerrando los ojos y dejándote llevar por su mundo de ensueño, apreciando las diferentes partes del tema que tú has explicado tan bien, como he hecho yo. Cuánto ha inspirado el universo de Tolkien a la música, ¿verdad? es una fusión perfecta.
También yo estoy a punto de poner el “cerrado por vacaciones”, te deseo un feliz verano, Raúl, toca descansar. Un fuerte abrazo,
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Muchas gracias, Eva. Estas entradas de rock progresivo están en el origen de mi afición por la música, al menos de cuando me percaté del alcance que podía tener la música en mi vida; podría decirse que tienen algo atávico, y también es algo generacional, pues me doy cuenta de los recuerdos que provoca su escucha en personas de mi edad. En estas entradas, sobre todo en los temas largos, me gusta adentrarme un poco en ellos, para tratar de mostrar la complejidad, y a la vez belleza, que tiene esta música. La literatura, el esoterismo, la filosofía, las tradiciones populares … son temas recurrentes en el rock sinfónico, por supuesto Tolkien es un habitual, también en otros géneros. Espero tu entrada de desconexión … Un fuerte abrazo.
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Uno de los grupos con los que me aficioné al rock progresivo. Este álbum lo compré en Amsterdam, igual que otro llamado ‘The snow goose’. Un abrazo, Raúl.
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Pues son mis dos álbumes preferidos de Camel. El primero que conocí fue «The Snow Goose». Me acuerdo que me lo grabaron en una cinta de 60′; y, para completar, la persona que me lo grabó metió algún tema de «Mirage». Lo peor fue que la cara B de la cinta se acababa abruptamente con el tema «Lady Fantsy», probablemente el más emblemático de esta banda. Hasta mucho tiempo después no escuche entero «Mirage» y, por supuesto, «Lady Fantasy. Cosas de la juventud … y de la precariedad económica, jajaja. Un abrazo, Antonio.
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Su música sigue funcionando fantásticamente bien, tan elegante y tan limpia. En muchos momentos me recuerda poderosamente a The Alan Parsons Project.
La verdad es que les escuché mucho por las FM hace una barbaridad de años, y que incluso llegué a tener una cinta grabada de ellos… es muy posible que fuera ‘The Snow Goose’, lo he olvidado…
También debo decir que igual que me pueden gustar mucho me pueden empachar mucho… estas propuestas siempre deben ir entrando poco a poco.
Felices vacaciones.
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Puede que, por momentos, se parezca un poco, sobre todo en los pasajes más tranquilos, a veces pasa con los grupos del estilo Canterbury, aunque Camel no sea el sonido más característico de este subgénero. Claro, lo entiendo, de hecho tengo asumido que es un tipo de música que puede dejar un poco frío a quien lo escucha; efectivamente, lo que no se digiere bien puede empachar, jajaja. Lo mismo digo, felices vacaciones.
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No te prometo que voy a empezar todas las mañanas con el rock progresivo o sinfónico , pero me gustó , tranquilo y misterioso, relaja mucho. Un abrazo, Raúl.
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Rául, el comentario es mío, de Laacantha , nada de anónimo, …un recordatorio de que estoy viva y coleando…jajaja
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Ah! Ok. Es que estoy un poco desconectado estos días, perdona por no haber contestado antes. Camel está muy bien para iniciarse en el rock progresivo. Espero que estés teniendo un buen verano. Un abrazo.
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