Gary U.S. Bonds / Rocky Sharpe & The Replays / Bruce Springsteen. “Quarter to Three”

A Night with Daddy ‘G’” – Part 1” es el título de una canción instrumental compuesta por Gene Barge (conocido como Daddy G), Frank Guida y Joe Royster, publicada en 1960 por el grupo The Church Street Five, del que formaba parte Daddy G. Se trata de una grabación con no muy buen sonido, como si se hubiera registrado de manera accidental mientras los músicos se divertían tocando la canción; a pesar de que algunos autores han especulado sobre esta posibilidad, lo cierto es que el productor Frank Guida ha reconocido que el sonido era exactamente el que él buscaba: borroso, confuso y distorsionado, como describieron algunos críticos de la época. “A Night with Daddy ‘G’” fue publicado como single por la discográfica propiedad de Frank Guida, Legrand Records, en la cara A la parte 1 y en la B la parte 2.

A esta misma compañía pertenecía el cantante Gary Levone Anderson, conocido artísticamente como Gary U.S. Bonds; él fue quien adaptó “A Night with Daddy ‘G’ – Part 1”, añadiendo esa festiva letra sobre cómo quedarse despierto hasta las tres menos cuarto bailando al ritmo marcado por el saxofón de Daddy G. Esta adaptación fue publicada por Gary US Bonds -con Daddy G al saxo- en 1961, con un nuevo título: “Quarter to Three”, y una autoría en la que figuraban Barge, Guida y Royster, además del propio Gary U.S. Bonds. El tema llegó a ser número 1 en la lista Billboard Hot 100 (EE.UU.) y, por supuesto, dio lugar a un buen puñado de versiones: Chubby Checker, Cal Carter, The Keil Isles, Johnny O’Keefe, Chuck Jackson, The Kingsmen, The Strangeloves, Clarence Clemons, Bill Wyman, Ringo Starr & His All-Starr Band o los artistas que hoy proponemos para acompañar a Gary U.S. Bond: el grupo de doo-wop británico Rocky Sharpe & The Replays y el músico estadounidense Bruce Springsteen. La banda de Robert Podsiadly incluyó esta melodía en su álbum “Stop! Please Stop!” (1983); mientras que Bruce Springsteen la ha tocado a menudo en sus conciertos, incluso en una ocasión (concierto en The Palladium. Nueva York, 29/10/1976) subió Gary U.S. Bond al escenario a cantar con él; de hecho, Bruce era un gran admirador de Gary y, en 1981, trabajó con él en su álbum “Dedication” (1981), con el que Gary regresó a los escenarios. El vídeo que compartimos al comienzo del post es el del concierto Hammersmith Odeon London ’75.

Parece que “Quarter to Three” fue fuente de inspiración para el conocido tema “Runaround Sue”, de Dion Di Mucci (el líder de Dion & The Belmonts); y ambas canciones influyeron, a su vez, en el tema “Dear Future Husband”, de Meghan Trainer. Y el propio Daddy G es recordado por este tema (o su original instrumental) en el clásico del doo wop “Bristol Stomp”, de la agrupación estadounidense The Dovells, al que dedicaremos una entrada en otra ocasión.

Jarcha. “Libertad sin ira”

En 1972, apenas tres años antes del fallecimiento del dictador Francisco Franco, un puñado de músicos radicados en Huelva formaron un grupo de música folk al que denominaron Jarcha. En opinión de Ángel Corpa, uno de los fundadores de esta banda, su argumentario musical habría de sostenerse en tres pilares fundamentales: “la búsqueda, rescate y divulgación de canciones tradicionales principalmente de Andalucía (…) [la] creación de sus propias canciones, la mayoría de las veces de amplio contenido social (…) [y] la transformación de una serie de poemas de autores como Miguel Hernández, Blas de Otero, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Eduardo A. Heyer, y muchos más”. Además de grabar y publicar sus propios discos (más de veinte), han colaborado con otros artistas, como Salvador Tavora, Diego Carrasco, Lebrijano, Rocío Jurado, Pepe de Lucía, Valderrama, Camarón o el grupo de teatro La Cuadra (Sevilla). En mayo de 2022 celebraron su 50 aniversario con dos conciertos en la Casa Colón de Huelva.

Pese a su dilatada trayectoria profesional, la mayor parte de los españoles se acuerdan de Jarcha por la canción “Libertad sin ira”, un tema compuesto por Pablo Herrero y José Luis Armenteros (música), y por Rafael Baladés, el responsable de esa letra tan recordada, que habla de libertad, concordia y paz. El tema fue incluido en el Lp del mismo título, publicado en 1976; y, por supuesto, fue la canción elegida para la campaña publicitaria de un nuevo periódico español surgido en Democracia, Diario 16, en el que trabajaba como publicista Rafael Baladés. Tras algún titubeo censor y algún malentendido por parte de los responsables de Televisión Española, “Libertad sin ira” comenzó a ganar popularidad durante el Proyecto de Ley para la Reforma Política (15/12/1976) -aunque el tema oficial de aquel evento fue otro tema folk: “Habla, pueblo, habla”, del grupo Vino Tinto-. Y, durante las primeras elecciones generales de junio de 1977, se convirtió en la banda sonora de aquellos comicios.

Tal y como señala Diego García-Peinazo en su artículo titulado “Libertad sin ira, indignación en (la) Transición: reapropiaciones políticas y relatos sonoros de un himno para la España Democrática (1976-2017), publicado en 2020 por la revista Historia y Política, 43: 361-385, “Libertad sin ira” es una de las canciones emblemáticas de la Transición española que, a lo largo de sus cuatro décadas de existencia, ha presenciado “discursos y prácticas contrapuestas vinculadas a destacados acontecimientos políticos y sociales”, en los que abundan las reapropiaciones musicales y la instrumentación política de la canción desde postulados ideológicos, en ocasiones, contrapuestos. En este interesante artículo, se repasa la utilización partidista de esta canción en acontecimientos políticos, sociales y populares enmarcados en ideologías bien diferentes, “desde las movilizaciones por el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco por parte de ETA en 1997 a manifestaciones en contra de la política antiterrorista de las legislaturas de J.L. Rodríguez Zapatero, el movimiento 15M o el procés catalán”. Y, sin embargo, no existe “un consenso en torno a la interpretación ideológica de esta canción de Jarcha como himno disputado de la España democrática (…)”. Por ejemplo, la no utilización de esta canción en movimientos como el 15M es, en opinión de Diego García-Peinazo, “otra forma de reapropiación política en música a través de la no inclusión”, en este caso en el contexto del rechazo a las narraciones amables sobre la Transición; en este sentido, el análisis de Pedro Piedras Monroy nos ofrece otro punto de vista sobre este himno oficioso de la Transición:

De los más niños a los más ancianos, todo el mundo conoce y ha tarareado en alguna ocasión este popero himno parahippie. Sus notas han corrido invariablemente ligadas a las imágenes más arquetípicas del relato épico de la heroica conquista de la democracia en España […] «Libertad sin ira» colonizaba machaconamente desde la televisión y la radio las mentes de los expectantes ciudadanos españoles. Un toque sentido y un estribillo pegadizo bastaban para inocular un mensaje llamado a desactivar la memoria del genocidio y la represión franquista

Piedras Monroy, Pedro. “Verdad sin ira. Repensar el silenciamiento del genocidio franquista. En: F. Godicheau (ed.) Democracia Inocua. Lo que el posfranquismo ha hecho de nosotros: 33-52. Madrid: Postmetrópolis, 2015.

Finalizo con algunos directos de Jarcha interpretando “Libertad sin ira”, concretamente el de la noche electoral del 15 de junio de 1977, otro en El Corral de la Pacheca, y el del homenaje a Miguel Ángel Blanco; y con la versión rockerizada a cargo del grupo madrileño Porretas.

Steve Howe y Annie Haslam. “Turn of the Century”

Going for the One” (1977) quizás sea el último gran disco de la banda de rock progresivo Yes, ya sin la clásica portada de Roger Dean, con esa imagen, diseñada por el grupo Hipgnosis, de un hombre desnudo frente a una imagen futurista del Century Plaza Towers de Los Ángeles. De este trabajo nos ocupamos en un post anterior, dedicado a la suite “Awaken”; en él también aludíamos al resto de canciones que componen el álbum: “Parallels”, “Going for the One”, “Wonderous Stories” y la protagonista de nuestra entrada de hoy: “Turn of the Century”, tema compuesto por el vocalista Jon Anderson, el guitarrista Steve Howe y el batería Alan White.

En esta delicada pieza de reminiscencias barrocas destaca la solemne guitarra acústica de Steve Howe, la cálida voz virginal de Jon Anderson y el sustrato emocional que proporcionan arpa y sintetizador. Una maravilla de canción que, en lo que respecta a la letra, está basada en el mito de Pigmalión y Galatea. Pigmalión, rey de Chipre, deseaba casarse, aunque tenía que ser con la mujer perfecta; por eso, dedicó el tiempo a recrear su ideal de belleza realizando esculturas, una de ellas fue Galatea; tan bien le salió la obra, que se enamoró de ella, y soñó que se transformaba en mujer de carne y hueso, algo que finalmente se hizo realidad, eso sí con la imprescindible intervención de Afrodita. Aquí podéis escuchar el original incluido en el disco “Going for the One”, por supuesto con Jon Anderson como vocalista; y aquí un directo, de 1996, en el que podéis ver a los miembros de Yes interpretando esta melodía.

Sin embargo, para el vídeo con el que se encabeza esta entrada, he preferido destacar una versión grabada en 1995 para el álbum titulado “Tales From Yesterday”, un homenaje a Yes en el que intervienen algunos integrantes y antiguos miembros de Yes, como Steve Howe, Patrick Moraz o Peter Banks, quienes colaboran con músicos y bandas como Steve Morse, Magellan, Shadow Gallery, World Trade, Cairo, Enchant, Jeronimo Road, Robert Berry o Stanley Snail. En “Tales From Yesterday” se interpretan temas conocidos de Yes, algunos ya aparecidos en otras entradas anteriores (dejamos enlaces): “Roundabout”, “Siberian Khatru”, “Mood for a Day”, “Don’t Kill the Whale”, “Release, Release”, “Wonderous Stories”, “South Side of the Sky”, “Soon”, “Astral Traveler”, “The Clap”, “Starship Trooper” y, por supuesto, “Turn of the Century, con Steve Howe a la guitarra, David A. Biglin a los teclados y Annie Haslam como vocalista. Os recuerdo que Annie Haslam es la cantante de la banda de rock progresivo Renaissance, de la que ya nos hemos ocupado con anterioridad, en concreto a propósito de los temas titulados “Prologue” y “Ashes are Burning”.

Narciso Yepes / Los Relámpagos / Mike Oldfield. “Recuerdos de la Alhambra”

Recuerdos de la Alhambra” es una de las piezas más conocidas y valoradas del compositor y guitarrista clásico español Francisco Tárrega (1852-1909). La partitura original, un manuscrito de cinco páginas fechado en 1899, lleva por título “Improvisación ¡A Granada! Cantiga Árabe”; fue cambiado a comienzos del siglo XX por la editorial Llimona y Boceta, cuando se publicó esta obra, para aludir al espíritu del “Alhambrismo musical”, un movimiento romántico que trató de reivindicar el acervo popular español de las culturas orientales relacionadas con la Alhambra. Esta delicada composición para guitarra fue escrita por Francisco Tárrega después de visitar la Alhambra, y en ella quiso expresar lo que vio y sintió cuando recorrió el conjunto monumental andalusí. Tal y como puede verse en el manuscrito original, esta obra fue dedicada a Concha Gómez de Jacoby, discípula, amiga y protectora de Tárrega:

«A mi eximia discipula Sra Dª Conchita G. de Jacoby, su maestro y amigo. franco Tàrrega. Malaga 8 dicbre 1899′ (…) Ya que no puedo ofrecer a V ofrenda de mas valia en el dia de su santo, acepte esta mi pobre nota poetica impresion qe sintió mi alma ante la grandiosa maravilla de la Alhambra de Granada qe juntos admiramos franco Tàrrega».

Tárrega, Francisco. «Improvisación ¡A Granada! Cantiga Árabe [Recuerdos de la Alhambra]». Partitura original, 1899. Museu de la Música de Barcelona.

Quien haya escuchado alguna vez “Recuerdos de la Alhambra” seguro que ha pensado en dos guitarras ejecutando la melodía; lo cierto es que se toca con una sola guitarra, utilizando la técnica o efecto del “trémolo”: “(…) cada nota es tocada varias veces de forma rápida, dando lugar esta sucesión a la ilusión de que dicha nota suena de forma sostenida. Para llevar a cabo esta técnica, el intérprete puntea la cuerda con los dedos anular, corazón e índice de forma secuencial. El pulgar es utilizado para tocar el acompañamiento en arpegios más graves que la melodía” (Wikipedia. Aquí tenéis un análisis musical de este clásico español).

Como versiones más destacadas de hoy, os propongo una interpretación de 1979 en el Teatro Real de Madrid a cargo de Narciso Yepes; en segundo lugar, la del grupo instrumental de pop-rock Los Relámpagos, de 1966; y, finalmente, la adaptación que realizó Mike Oldfield para la película “Los gritos del silencio” (1984), que incluyó en su disco “The Killing Fields” (1984) bajo el título de “Étude”. Pero hay muchas más: Laurindo Almeida, Andrés Segovia, Julian Bream, David Russell, John Williams, Pepe Romero, Anda Vidovic, Pablo Villegas, Chet Atkins, Guitarludio Camerata, Los Indios Tabajaras, Koji Attwood (piano), Leonidas Kavakos (violín), Paul Mauriat, etc. Y también hay versiones cantadas; véanse, por ejemplo, las de Mocedades, Nana Mouskouri, Sarah Brighman o Mirelle Mathieu (en francés).

Tárrega, Francisco. «Improvisación ¡A Granada! Cantiga Árabe [Recuerdos de la Alhambra]». Partitura original, 1899. Museu de la Música de Barcelona

Samantha Fish. “Kick Around”

Samantha Fish es una guitarrista, cantante y compositora de blues-rock estadounidense-hermana de la también blueswoman Amanda Fish-, nacida en 1989. Comenzó tocando la batería, pero a los quince años ya se había pasado a la guitarra. El ambiente familiar debió predisponer a Samantha hacia la música, pues su madre era instructora en el coro de una iglesia local y su padre era aficionado a tocar la guitarra con los amigos. Creció escuchando a The Rolling Stones, Tom Petty y a dos grandes del blues-rock estadounidense: Bonnie Raitt y Steve Ray Vaughan. Con apenas veinte años grabó y produjo el álbum en directo “Live Bait” (2009); en 2011 formó parte del disco “Girls With Guitars”, en el que también participaron Cassie Taylor y Dani Wilde; y, ese mismo año, sacó al mercado el álbum titulado “Runaway” (2011), con la ayuda de su mentor, el guitarrista Mike Zito.

Fue este último quien produjo su siguiente disco (“Black Wind Howlin’”, 2013), en el que él mismo tocó la guitarra; también intervinieron en este trabajo Yonrico Scott (batería), Johnny Sansone (armónica), Charlie Wooton (bajo), Paul Thorn (voz) y Bo Thomas (violín). Tal y como se señala en la web BluesBlast Magazine, todas las canciones fueron escritas por Samantha Fish, excepto un tema (“Go to Hell”) en coautoría con Mike Zito y una versión del tema “Who’s Been Talkin’”, obra del gran bluesman Howlin’ Wolf. Os aconsejo que escuchéis este excelente disco de blues-rock, en el que también se contemplan otros estilos, como el boogie-blues (la mencionada “Who’s Been Talking”), el country (“Last September”), el hard rock (“Heartbreaker”) o la balada (“Over You”); tampoco os perdáis temas como “Sucker Born”, “Black Wind Howlin’” o “Foolin’ Me”, en los que la guitarra de Samantha Fish luce con gran intensidad; y, por supuesto, el tema que proponemos en la entrada de hoy, “Kick Around”, tal vez el más rocanrolero de todos, un poco a lo Bob Seger, o al menos eso me parece a mí.

En la versión de estudio, la guitarra principal está tocada por Mike Zito; aunque también os propongo algunas versiones en directo de esta canción, en ésta y en ésta con Samantha Fish a la guitarra y, en ésta otra, nuevamente con Mike Zito. Después de “Black Wind Howlin’” (2013), Samantha Fish ha seguido publicando discos, el último titulado “Faster” (2021) y en breve saldrá al mercado otro («Death Wish Blues»), en colaboración con Jesse Dayton . Y, por supuesto, no para de ofrecer conciertos; el pasado verano ha estado en España, concretamente en Las Palmas, Tenerife y en el Blues Cazorla Festival, esperemos que la visita a nuestro país se convierta en costumbre.

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