Electric Light Orchestra (E.L.O.) es el nombre de una banda de rock inglesa (de Birmingham), formada en 1970 a partir de un grupo anterior de pop-rock psicodélico llamado The Move (en esta entrada nos ocupábamos de ellos). En concreto, fueron tres integrantes de esta banda (Jeff Lynne, Bev Bevan y Roy Wood) quienes grabaron el primer álbum de la E.L.O. (“The Electric Light Orchestra”, 1971), un disco en el que también intervinieron otros músicos, como Bill Hunt o Steve Woolam, con el propósito de incrementar la sensación de barroquismo musical que se intentaba transmitir con este nuevo proyecto musical, en el que el rock y la música clásica deberían caminar juntos; así, guitarras eléctricas, bajos, baterías y sintetizadores compartieron protagonismo con violines, chelos, clarinetes, trompetas, flautas y otros instrumentos clásicos.
En una entrada anterior, dedicada al tema “Confusion”, reflexionábamos sobre esta arriesgada apuesta, entre el pop-rock barroco y el rock sinfónico, que se extendió a los primeros discos de esta formación. También entonces, a pesar de mi especial proximidad hacia el género sinfónico o progresivo, mostraba mis dudas con este producto, con esa mezcla de violines, guitarras y chelos que, en algunos momentos, podía llegar a resultar un tanto indigesta. En cambio, elogiaba a la E.L.O. más pop -con sus característicos arreglos orquestales, por supuesto-, la de discos como “Discovery” (1979) o “A New World Record” (1976), su sexto álbum de estudio, en el que se incluyeron temas rocanroleros como “Rockaria!” (con voz operística a cargo de Mary Thomas), cortes pop como “Livin’ Thing” (probablemente la canción más recordada del disco) o “So Fine”, baladas como “Shangri-La”, temas procedentes de la etapa The Move como “Do Ya” o melodías de pop sinfónico con influencias del sonido Beatle, como “Telephone Line”, mi preferida de este interesante álbum, que os recomiendo escuchéis en su totalidad (aquí lo podéis hacer).
En esta canción sobre alguien que espera al teléfono la voz de su chica mientras se imagina lo que le dirá, se incluyeron efectos de voz y teléfono realizados con sintetizador Moog a partir de sonidos reales, en concreto el de una línea telefónica estadounidense cuando recibe una llamada desde Inglaterra; por supuesto, sabían que en ese número americano no habría nadie para contestar. También me gustaría destacar la presencia de otro elemento muy característico de esta canción: los coros orquestados a ritmo de doo-wop. En la edición remasterizada de “A New World Record”, comercializada en 2006, se incluyeron algunas pistas adicionales, entre ellas una versión vocal alternativa de “Telephone Line” y otra instrumental. Aunque existen versiones de otros artistas, esta vez sólo me voy a limitar a mostraros tres directos: uno de la E.L.O. (1978) y dos de Jeff Lynne, uno de 2016 y otro de 2017.

