Las Cinco Canciones de Luna (I): “Vuela, vuela” (Magneto)

El blog de Luna Paniagua, nuestra invitada de esta semana en las Cinco Canciones de tu Vida, es un espacio dedicado a la lectura, la escritura y la corrección de textos; en él podréis disfrutar del irresistible estilo de Luna, con sus cuentos, relatos, reflexiones y también con las reseñas, que escribe para apoyar a otros compañeros y compañeras que tratan de abrirse camino en el difícil mundo editorial. Os dejo este copia/pega tomado de su bitácora, para que la podáis conocer mejor:

“Bienvenid@ a mi blog. Aquí encontrarás un poco de todo, tanto textos escritos por mí como cualquier cosa que me resulte interesante, ¡que serán muchas! Muchas gracias por la visita, espero que te guste. Si es así, no dudes en seguirme y compartir. Esta es mi biografía: Soy una madre de familia numerosa de 37 38 años. Siempre me ha gustado escribir aunque durante muchos años no lo he hecho excusada en la falta de tiempo. Hace unos meses lo encontré dejando de ver la televisión, y he descubierto que escribir no es sólo dejarse llevar por las musas sino que también se aprende. Y en ello estoy. También soy correctora editorial”.

Comienza con «Vuela, vuela», una canción que ya apareció en La Guitarra de las Musas, en aquella ocasión a través de la versión original de la cantante francesa Desireless; bien podría decirse que también es una de las canciones de mi vida, no formó parte de las “cinco titulares” aunque bien podría haber estado, por la carga emotiva que tiene para mí; quizás no sea mi estilo preferido ni, tal vez, es lo que escucharía estando solo, pero la música es también amor, amistad, evocación, recuerdos compartidos en forma de alegrías y tristezas, a menudo todo ello en una misma canción. Luna ha preferido la versión de Magneto, un grupo mexicano de chicos que triunfó durante los años ochenta y parte de los noventa, ya veréis por qué.

“Comienzo con “Voyage voyage”, de Desireless, porque es la protagonista de una anécdota de mi infancia. Tendría unos diez años e iba a clases de baile en el colegio. Llegué una tarde al salón de actos, nuestro lugar de ensayo, y resulta que se me había olvidado que para ese día teníamos que preparar una coreografía con esa canción. Allí estaban mis compañeras, con unos bailes preparadísimos, vestuario especial y alguna hasta maquillada ¿Qué hice? Llevaba una camiseta larga y ancha así que me quité los pantalones, me solté el pelo e improvisé la coreografía más sosa de la historia. Por alguna razón que desconozco eso me dio menos vergüenza que reconocer que lo había olvidado.

He elegido la versión y el vídeo de Magneto porque es en español, y recuerdo que la canción que yo bailé también lo era, y por el gran contraste entre su baile y el mío”.

Desireless. «Voyage, Voyage»

En septiembre de 1987 me tocó «cumplir con la Patria»; me fui al Servicio Militar con veinticuatro años después de acabar la carrera, y a Melilla, uno de esos destinos que nadie quería. Algo raro debió de suceder en el sorteo porque aquel año la ciudad norteafricana se llenó de universitarios madrileños, tal vez como venganza del sistema castrense por nuestro empeño en querer retrasar lo inevitable. Sin embargo, la diosa de la compensación quiso que el mes de agosto fuera inolvidable. Las perspectivas iniciales no eran muy halagüeñas; me tocaba trabajar en la obra que íbamos a iniciar en la pequeña casa familiar que tenemos, desde hace ya muchos años, en Almendral de la Cañada, un pueblecito del Valle del Tiétar del que ya os he hablado en otras ocasiones. La reforma la iba a realizar un albañil amigo de la familia, su hijo Mariano y un colega del primero. Mis hermanos/as y yo éramos, como se dice coloquialmente, los «machacas» o los «traidores» («tráeme esto, tráeme lo otro»). A pesar del duro trabajo, el ambiente fue genial y los jóvenes incluso habíamos conseguido parar la obra a una hora concreta para desayunar, justo cuando emitían la novela «Los ricos también lloran» que veíamos todos, «bocata» en mano, ignorando la calidad de aquel bodrio y comentando con pasión lo que veíamos en pantalla. Todo muy surrealista. Con veinticuatro años el cansancio no existe así que, al acabar el tajo, nos duchábamos, cenábamos, nos arreglábamos y nos íbamos a recorrer la noche; mi compañero era Mariano aunque pronto nos acompañaron un par de amigas que pasaban unos días de veraneo en el pueblo. Casi todos los días íbamos en busca de fiestas en otras localidades o de sitios donde pasar aquellas noches de agosto que, a menudo, se alargaban hasta bien tarde, por lo que apenas dormíamos; hoy día pienso en ello y aún no puedo explicarme cómo soportábamos aquel ritmo: trabajo en la obra / «Los ricos también lloran» / noche toledana. A las chicas les gustaba una canción francesa que se escuchaba mucho aquel verano y, como podéis imaginar, no paraba de sonar en el coche: «Voyage, Voyage», de la cantante Desireless a quien tal vez recordéis por su pelo de punta y su aspecto andrógino. Cada vez que la escucho me acuerdo de aquellos días y, sobre todo, de Mariano, a quien un cruel accidente, un golpe de mala suerte, se lo llevó de este mundo cuando realizaba su trabajo. Esta canción va por ti, amigo; espero que, estés donde estés, como dice la letra de este tema, sigas volando, viajando por territorios exóticos y recreándote con la inmensidad del océano.

Este blog y yo nos tomamos un descanso veraniego, volveremos en septiembre ¡Qué paséis un buen mes de agosto!

Gloria Jones / Soft Cell / Imelda May. «Tainted Love»

https://www.youtube.com/watch?v=yDT0yn9jk7M

Marc Almond y Dave Ball fueron los componentes del dúo británico de techno-pop Soft Cell; comenzaron su andadura en 1978, produciendo música para representaciones teatrales. En 1981 lanzan el single «Tainted Love», que fue un absoluto éxito. Sin embargo, no se trataba de un tema original sino de una canción escrita en 1964 por Ed Cobb para la cantante de soul Gloria Jones, lamentablemente más conocida por ser la novia de Marc Bolan, el que fuera líder de la banda de glam-rock T. Rex. Gloria conoció a Bolan en 1969, cuando interpretaba el musical Hair; comenzaron a verse con relativa frecuencia, después ella entró a formar parte del grupo de coristas de Bolan y, finalmente, acabaron viviendo juntos, incluso tuvieron un hijo en común, aunque el de T. Rex nunca llegaría a separarse de su esposa. La noche del 16 de septiembre de 1977, cuando regresaban de cenar, tuvieron un accidente en el Mini Austin del cantante, conducido por Gloria, que acabó con la vida de Bolan ¿Fue la suya una bonita historia de amor o, simplemente, reprodujeron el espíritu dañino, doloroso y envenenado que nos cuenta «Tainted Love»? Recordemos que este tema permaneció unido durante mucho tiempo a la cantante, incluso lo volvió a grabar en 1976, con un ritmo más funky, apenas un año antes del accidente que acabo de comentar. No va a ser ésta la primera versión de hoy, sino la original de 1964; tras esta visión soul a cargo de Gloria Jones, vamos a pasar a la conocidísima de Soft Cell, llena de teclados, sonidos electrónicos y en clave pop; y, finalmente, os voy a dejar con mi preferida, la de Imelda May, que la transforma en un sensual rockabilly de esos que no conviene perderse. Por lo tanto, del soul pasamos al pop y de aquí al rock & roll; si se os antoja corta esta evolución, os aconsejo que escuchéis aquí la versión del grupo de heavy metal Scorpions, también muy buena. Y si aún queréis más, podéis probar con la famosa versión de Marilyn Manson, incluida en la banda sonora de la película «No es otra estúpida película americana» (2001). No son las únicas, hay bastantes más: Flying Pickets, Milk Inc., Grand Magnéto, Pussycat Dolls, incluso una en español, la debida al grupo La Unión, bajo el título de «Falso amor«.