La banda californiana Eagles cimentó su estilo a partir de las coordenadas musicales dejadas por bandas como Crosby, Still & Nash, Buffalo Springfield, The Byrds o The Flying Burrito Brothers. Estas formaciones sentaron las bases del country-rock, y grupos como Poco o Eagles acabaron por definir este género. En anteriores entradas nos hemos ocupado de canciones incluidas en los tres primeros álbumes de Eagles, los titulados “Eagles” (1972), “Desperado” (1973) y “On the Border” (1975); canciones como “Desperado” o “Take it Easy” se ajustan bastante bien a lo que fue el estilo Eagles con anterioridad a “Hotel California” (1976), el álbum que les llevaría al Olimpo del rock pero, también, el que les condujo por unos caminos, los del rock melódico, hasta entonces no excesivamente transitados por la banda de Glenn Frey, Don Henley y compañía. Si escuchamos melodías como “Hotel California” o «New Kid in Town” en seguida nos daremos cuenta que tienen algo de diferente respecto de las mencionadas líneas arriba o de “Lyin’ Eyes”, el tema que protagoniza este post.
Esta canción fue incluida en el cuarto trabajo de estudio de los norteamericanos (“One Of These Nights”, 1975), precisamente el anterior a “Hotel California” (1976). Aunque los arreglos orquestales son habituales en él, todavía se pueden percibir los viejos aromas country de discos anteriores, sobre todo en cortes como “Too Many Hands”, “Hollywood Waltz” o el mencionado “Lyin’ Eyes”, con el que se inicia la cara B de este Lp. Su ritmo parece el de un caballo que, de manera parsimoniosa, nos conduce por un polvoriento camino en el que los jinetes parecen construir un relato con el que entretener la travesía. “Lyin’ Eyes” fue compuesta por don Henley y Glenn Frey tras una de sus habituales visitas al bar Danna Tana’s (Los Ángeles -California-) donde, al parecer, acudían bellas mujeres; aquel día presenciaron un encuentro entre una mujer joven y un hombre mucho mayor que ella, entonces Glenn Frey dijo algo así como: “¡Mírala, ni siquiera puede disimular sus ojos mentirosos!” Quiero pensar que el resto de la historia la escribieron en servilletas del bar, tratando de fabular una historia de amores secretos e infidelidades consentidas. Con el fin de poderlo radiar, tuvieron que acortar los más de seis minutos originales hasta dejar el tema en 4:14, aunque en la etiqueta del single (al final de la entrada lo podéis ver) pusieron 3:58, con el fin de no rebasar la psicológica frontera de los cuatro minutos. En el vídeo que preside esta entrada podéis escuchar la versión original de estudio, aquí la reducida y aquí un directo de Eagles interpretando esta canción. También os dejo alguna versión, como las de Kenny Rankin, Diamond Rio y Buck Owens.
