Wishbone Ash. «Throw Down the Sword»

En el mundo del heavy metal es bien conocido el término «guitarras gemelas», el empleado cuando una determinada banda cuenta con dos guitarras solistas en lugar de los clásicos roles de guitarra rítmica y primera guitarra. Quienes popularizaron este concepto fueron Iron Maiden y Judas Priest, aunque fueron más lo que participaron de esta modalidad: Whitesnake, Thin Lizzy o Lynyrd Skynyrd, por mencionar sólo algunas formaciones. Parece que existe un cierto consenso a la hora de hablar del grupo pionero en el uso de «guitarras gemelas»: los británicos Wishbone Ash; como ya he comentado en alguna ocasión, tal vez por deformación profesional, no me suelen gustar mucho estos juicios tan categóricos; probablemente sea así y a Wishbone Ash les debamos este festival guitarrero, pero grupos desconocidos hay muchos y, tal vez, alguno pudo utilizar este recurso con anterioridad. Por ejemplo -y no son precisamente unos desconocidos-, The Allman Brothers Band, en su primer álbum de estudio, grabado en 1969, tuvieron a Duane Allman y a Dickey Betts como guitarristas, nada más y nada menos. De lo que no hay duda es de que Wishbone Ash fueron quienes impulsaron el uso de las «guitarras gemelas», lo que debería haberles deparado un mayor suerte en su carrera musical; el suyo es uno de los casos más injustos que nos ha dejado la historia del rock, apenas son conocidos y eso que cuentan con un puñado de excelentes discos, sobre todo los cuatro primeros («Wishbone Ash», «Pilgrimage», «Argus» y «Wishbone Four»), además de los dos primeros registrados en directo («Live From Memphis» y «Live Dates»), todos ellos publicados entre 1970 y 1973. Su propuesta musical es francamente original; algunos los etiquetan como rock progresivo y otros como blues rock, pero también cuentan con elementos de hard rock y de folk, una mezcla de sabores y texturas dignas del mejor gourmet. Aún continúan en activo pero ya lejos de aquellos cinco años dorados, en los que fueron capaces de parir obras tan increíbles como «Argus» (1973). Aquí podéis escuchar el disco entero, del que me ha sido muy difícil elegir una canción porque todas son muy buenas: «Leaf and Stream«, «Sometime World«, «The King Will Come» o la finalmente escogida, «Throw Down the Sword», donde se pueden apreciar bien las guitarras gemelas de Andy Powell y Ted Turner (los dos últimos minutos son sensacionales).

Humble Pie. «Natural Born Bugie»

Humble Pie quizás no sea la banda de hard rock más conocida de los años setenta, aunque estoy seguro que los buenos aficionados a este género la tienen entre sus preferidas y, sin duda, forma parte de aquel selecto grupo de pioneros que alisaron el camino al heavy metal, que acabaría por desembarcar años después. Es también uno de los primeros supergrupos de la historia del rock; se creó a finales de 1968, en Essex (Inglaterra), cuando decidieron converger en él artistas del talento de Steve Marriott (procedente de Small Faces), Peter Frampton (ex de Herd) y el bajista de Spooky Tooth, Greg Ridley; la formación se completó con el ex-miembro de Apostolic Intervention, el batería Jerry Shirley. Humble Pie era, por lo tanto, un banda con dos cantantes y dos guitarristas solventes, a pesar de su juventud (21 años Marriott y 18 Frampton). Su estilo inicial fue el blues-rock con una fuerte presencia de otros elementos musicales, como el folk-rock, el boogie-rock o el hard rock, aunque acabaría claramente englobado en este último género, sobre todo a partir de que Steve Marriott tomara el control definitivo del grupo. De hecho, en 1972 Peter Frampton abandonó Humble Pie para, años después, iniciar su carrera en solitario con ese look tan característico, que ha dado pie a que algunos lo bautizaran como el «Farrah Fawcett» del rock (de este artista se ha ocupado Juan Luis en su 365RadioBlog). Para hoy os propongo su primer single, «Natural Born Bugie» (1969), compuesto por Marriott y que fue todo un éxito en Reino Unido; aunque algunas fuentes señalan que este tema también formó parte de su primer Lp, «As Safe as Yesterday Is» (1969), lo cierto es que sólo lo hizo cuando se editó en Cd, incluyéndose entonces como Bonus Track. Humble Pie se disolvió en 1975; se volvió a reunir en los ochenta, aunque con poco éxito; y acabó por consumirse en 1991, al fallecer Steve Marriott en un incendio. La última noticia que tenemos data de 2002, cuando Jerry Shirley y Bobby Tench se reunieron para grabar «Back on Track». Otra de las facetas interesantes de este grupo es la de las versiones, siempre con personalidad y estilo propio; otro día volveremos con una, mientras tanto os dejo con esta interesante entrada del compañero Rockología.

Stevie Ray Vaughan / S.R. Vaughan & Albert King / Bonnie Raitt. «Pride and Joy»

https://www.youtube.com/watch?v=NU0MF8pwktg

https://www.youtube.com/watch?v=LXb8-oYFv4U

Si en los años 90′ el blues-rock contó con una figura tan destacada como Gary Moore, de quien ya nos hemos ocupado en un par de ocasiones anteriores, la sensación de los 80′ fue Stevie Ray Vaughan, un guitarrista portador de estilo propio, a medio camino ente el blues negro (Albert King, Otis Rush, etc.) y el hard y blues rock que practicaron guitarristas tan grandes como Jimi Hendrix, Eric Clapton o Carlos Santana; incluso era singular en la manera que tenía de preparar su Fender Stratocaster, su «Number One», con un grosor en las cuerdas fuera de lo común. Tras varios años como semi-amateur, en 1970 formó su primera banda estable: los Blackbirds; siete años más tarde creó su grupo definitivo: «Double-Trouble», con el que se dio a conocer en festivales de música y también ante los inevitables productores musicales. En 1983 se publicaba su primer trabajo, «Texas Flood», un magnífico disco en el que se incluía «Pride and Joy», canción de amor que, al parecer, fue escrita por Stevie Ray Vaughan para la que entonces era su mujer (Leonora), aunque ésta creía que la había compuesto pensando en una novia anterior; ante la duda, incluyó otra canción en este mismo álbum dedicada, de manera expresa, a su mujer: «Lenny». Como tantos otros genios del rock, Vaughan nos dejó prematuramente, a los 35 años de edad, debido a un accidente de helicóptero. Propongo tres vídeos de «Pride and Joy»: un directo del año 1983, un alucinante duelo de guitarras junto a Albert King y la versión realizada por Bonnie Raitt, guitarra en mano, más rocanrolera, cantada y tocada con tal gusto que, a los pocos segundos de iniciada, uno ya se tiene que levantar para ponerse a bailar.

Gary Moore y Phil Lynnott. «Parisienne Walkways»

Hace algunos meses, cuando este blog aún no existía y mataba el gusanillo poniendo canciones a mis amigos de facebook, me ocupé de uno de los grandes del blues-rock de estos últimos veinticinco años: Gary Moore; entonces proponía una versión del clásico «All your love» y prometía una balada para la próxima ocasión. No ha sido fácil elegir una, y no precisamente porque tenga pocas o de mediocre interés; es precisamente una de sus especialidades, tanto en su etapa más hard como en la más blusera. Precisamente el giro de Gary Moore hacia el blues se produce, de manera explícita, con su disco «Still got the Blues» (1990) y no lo abandonará hasta su temprana muerte, en Estepona (Málaga), en el año 2011. Su faceta de baladista se intensificó con este estilo, no en vano el tema homónimo de ese gran álbum editado en 1990 es una de las canciones más conocidas del nor-irlandés. Sin embargo, yo voy a proponer otra más antigua, de su segundo álbum en solitario («Back on the streets»), publicado en 1978 y en el colaboraron algunos excompañeros de banda, y amigos, como Phil Lynnott y Brian Downey, de Thin Lizzzy, Don Aire y John Mole de Coloseum II y el batería Simon Phillips, que luego sería conocido por su trabajo en Toto. El tema elegido es el que cierra este álbum, «Parisienne Walkways», compuesto por el mencionado Lynnott y el propio Moore a partir de un tema de jazz de Denny Dorham: «Blue Bossa«, al cual enlazo para que comprobéis esta circunstancia. Al igual que hice con «All your love», os dejo con un fantástico directo, en el que Moore y Lynnot nos deleitan con este bonito tema, una avanzadilla de la música con la que, doce años después, nos maravilló este magnífico guitarrista.

Johnny Winter. «Johnny B. Goode» / «Jumpin’ Jack Flash» / «Sweet Home Chicago»

“Estoy escuchando en Rock FM ahora mismo que Johnny Winter ha muerto. Vaya palo. Dedícale algo en la guitarra de las musas amigo”. Así se expresaba ayer Salva, cuando me contestaba a un comentario que le había realizado en su blog Mentalparadise. Las entradas de los viernes las suelo dedicar a aquellos estilos que caminan conmigo desde siempre, que han dejado una huella imborrable en mi gusto musical: el rock progresivo, el rock psicodélico, el rock melódico, el hard rock o el género en el que destacó Johnny Winter, el blues-rock, en este caso tal y como lo entendían en los estados americanos del sur. Nacido en 1944, en la ciudad texana de Beaumont, mostró interés por la música desde niño, primero con el clarinete y el ukelele, luego con la guitarra el instrumento que lo encumbró y lo llevó a participar en el Festival de Woodstock (1969). Un año antes había grabado su primer trabajo, “The Progressive Blues Experiment” (1968). Desde entonces no ha dejado de publicar discos y de actuar en directo; de hecho, según he podido leer, la muerte le sobrevino ayer mismo en un hotel de Zurich, donde se alojaba con motivo de la gira que estaba realizando por Europa. Nos ha dejado uno de los pioneros del blues-rock con una manera de entenderlo muy próxima al hard rock, por su actitud en el escenario y por su contundente y aguerrida manera de cantar y tocar la guitarra. Los que ya me váis conociendo sabréis de mi interés por las buenas versiones; hoy os voy a dejar dos superclásicos interpretados por este albino desgarbado que, lamentablemente, ayer nos dejó: Johnny B. Goode, de Chuck Berry, y Jumpin’ Jack Flash, de los Rolling Stones; para finalizar, os enlazo a una entrada anterior de este blog, una increíble “Jam Sessión” a cargo de un grupo de guitarristas de tronío, entre ellos un ya mermado Johnny Winter, haciendo frente al conocidísimo tema de Robert Johnson “Sweet Home Chicago”. Descanse en paz.