The Trashmen / Ramones. “Surfin’ Bird”

El R&R nació como género mestizo, desenfadado y frenético, ideal para una juventud que buscaba diversión y pocas complicaciones vitales. El rockabilly -procedente del country, mayoritario entre la población blanca- y el R&B -originario del blues y, por lo tanto, de la comunidad afroamericana- están en el origen de este movimiento musical, cultural y social, que vivió sus mejores momentos durante las décadas de 1960 y 1970, y también una gran evolución que, en realidad, es la que explica la grandeza de este género. Durante estos años, el viejo R&R, sencillo y sin pretensiones intelectuales, fue transformándose en un género rico en matices y complejo en sus planteamientos musicales, gracias a la incorporación de tendencias como la psicodelia, el hard rock o el rock progresivo. A mediados de los setenta, el rock había endurecido sus planteamientos: las composiciones musicales eran complejas, a menudo virtuosas, las letras rayaban en la intelectualidad pretenciosa y, quienes tocaban o cantaban rock, habían renegado de su juventud para transformarse en estrellas del espectáculo, en definitiva, gente rica y famosa. El punk nació como respuesta a lo que algunos consideraban una traición a la propia esencia del R&R; de tal manera que este estilo es, esencialmente, un movimiento revival, un intento de rescatar la vieja esencia del R&R a partir de unos planteamientos independientes y contraculturales, en los que se intentaba reivindicar un R&R agresivo y sencillo, de canciones cortas, sin florituras instrumentales y con unas letras intrascendentes y desenfadadas, es decir, una vuelta a los orígenes.

Casi todos los grupos punk homenajean al antiguo R&R, y a subgéneros sesenteros como el garage rock o el surf rock, a través de adaptaciones o versiones. El tema de hoy, “Surfin’ Bird”, es un ejemplo de ello; todo un clásico del surf rock garagero más alocado, que ha sido interpretado por grupos como The Cramps, The Bannamen, Frenzy, Tokyo Cramps, Nobunny, Os Cascavelletes, Sodom (éstos aún más ásperos, muy adecuados para los seguidores del trashmetal) o Ramones, una de las bandas punk más importantes en la historia de este género, que incluyeron esta canción en su álbum titulado “Rocket To Russia” (1977). Para que veáis que el sonido punk, al menos el primigenio de los años 70, no era algo tan novedoso o rompedor como a menudo se piensa, os aconsejo que escuchéis el original de esta canción, grabado en 1963 por el grupo estadounidense The Trashmen, una de esas bandas one-hit wonder que apenas tuvo más éxitos que este “Surfin’ Bird”. Y no fueron los únicos, otros grupos del momento, como The Strollers, The Hep Stars o The Iguanas (la banda donde empezó Iggy Pop) también versionaron esta canción dentro de unos parámetros que podríamos calificar como proto-punk.

Esta melodía onomatopéyica, alocada, sin apenas letra, fue inicialmente atribuida a Steve Wahrer, miembro de los Trashmen, aunque realmente es una adaptación de los temas “Papa-Oom-Mow-Mow” y “The Bird’s the Word” del grupo de doo-wop The Rivingtons quienes, al parecer, se habían inspirado en la canción “What’s the Word Thunderbird”, compuesta en 1957 por el saxofonista Red Prysock. Los Trashmen escucharon una de estas canciones de los Rivingtons en una actuación en directo del grupo Sorensen Brothers, que la llevaba en su repertorio; así fue como los Trashmen adaptaron la canción y la hicieron suya. En una de sus actuaciones en directo fueron descubiertos por el disc-jockey local Bill Diehl; él los hizo participar en algunos concursos (que ganaron) y consiguió que grabaran la canción. En cuanto a la autoría, finalmente figuran Steve Wahrer y los integrantes de los Rivingtons, que no dudaron en amenazar con una demanda por plagio a los Trashmen si no se les reconocía como autores.

Siniestro Total. “Assumpta”

“Todos los ahorcados mueren empalmados”, “Los esqueletos no tienen pilila”, “Las tetas de mi novia”, “Los chochos voladores”, “(Aunque esté en el frenopático) Te tiraré del ático”, “Al que eyacula Dios le ayuda”, “Más vale ser punkie que maricón de playa”, “La caca de colores”, “El sudaca nos ataca”, “Me pica un huevo”, “Opera tu fimosis” … Aunque parezca mentira, son títulos de canciones, en concreto de la banda gallega Siniestro Total, una de las más divertidas que hubo en la España de los ochenta. Les vi una vez en directo, como teloneros de Radio Futura, cuando éstos estaban cerca de su final como banda; y lo notamos todos, porque estuvieron fríos y distantes, todo lo contrario que Siniestro Total, con quienes lo pasamos fenomenal con la única canción que tocaron en los cuarenta y cinco o sesenta minutos de actuación; como podéis comprender, no tocaron una canción, más bien muchas ya que sus temas suelen ser muy cortos, pero sin descanso, como en las discotecas, sin darse (ni darnos) ningún respiro y sin apenas posibilidades de aplaudir. No es uno de mis grupos preferidos de aquellos años, pero me lo pasé genial con ellos y siempre les tengo presente en mis recuerdos concierteros.

Tal y como nos cuentan desde la web La Fonoteca, el nombre de esta formación surgió a raíz de un accidente automovilístico de Julián Hernández, uno de los fundadores del grupo, que dejó “siniestro total” el Renault 12 que había tomado prestado de sus padres; Miguel Costas, otro de los fundadores, lo dejó muy claro: “Joder, es un buen nombre para un grupo”. De esta manera, en el año 1981, comienzan su andadura como Siniestro Total, y abandonan el nombre que venían utilizando hasta entonces: «Mari Cruz Soriano y los que afinan su piano». A Miguel Costas (guitarra) y Julián Hernández (batería) se unieron Alberto Torrado (bajo) y Germán Coppini (cantante) quien, en 1983, dejó el grupo para integrarse en otra de las bandas míticas de los ochenta: Golpes Bajos. Como cuarteto grabaron su primer álbum (“¿Cuándo se come aquí?”) en 1982, aunque antes habían publicado el EP “Ayudando a los enfermos” (1982), y también el titulado “Siniestro Total II: El Regreso”. El siguiente, ya como trío, fue “Menos mal que nos queda Portugal”, en el que se incluyeron temas como “Quiénes somos? ¿De donde venimos? ¿Adónde vamos?”, “Menea el bullarengue”, “Miña terra galega” (versión del “Sweet Home Alabama” de los Lynyrd Skynyrd) o “Assumpta”, una canción compuesta por Miguel Costas sobre “una chica muy mona que vivía en Barcelona”, que deciden titular así en honor a la actriz Assumpta Serna, al parecer el nombre más catalán que se les ocurrió (aquí les podéis ver en directo). Antón Reixa, fundador de Os Resentidos, otra de las bandas gallegas más importantes de los ochenta, hermanada con Siniestro Total, definió el estilo de estos últimos como “esquizorrock celta”; la mayoría de críticos y aficionados musicales incluyen a esta formación en la categoría de punk rock. En cualquier caso, también han cultivado el pop, el blues y, sobre todo, lo han hecho con un atrevimiento y un sentido del humor que, hoy día, probablemente resultaría políticamente incorrecto. Finalizo con unas palabras tomadas de la web oficial de Siniestro Total, con las que ellos mismos se retratan: “Tras un accidente de tráfico se forma el grupo en Vigo (Galicia, al noroeste de España) con planteamientos iconoclastas y neo-dadaístas en los textos: punk rock gallego contra el aburrimiento general”.

Quiero dedicar esta canción a mi hermano Carlos, seguidor de esta banda en su adolescencia y primera juventud, cuando lucía la cresta punki más grande que he visto nunca.

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Barry McGuire / The Turtles / The Pretty Things. “Eve of Destruction”

En 1965 había quien pensaba que el Mundo estaba llegando a su fin. La Guerra del Vietnam se recrudecía, dejando a su paso destrucción, desolación y muerte; el segregacionismo aún se practicaba en algunas zonas de los Estados Unidos, incluso fue asesinado Malcolm X, uno de los históricos defensores de los derechos de los afroamericanos; el presidente John Fitzgerald Kennedy también había sido asesinado un par de años antes y, con él, muchas de las esperanzas que tenía un amplio sector de la ciudadanía estadounidense con este carismático político; el conflicto árabe-israelí ya empezaba a evidenciarse, apenas un par de años después, en 1967, eclosionaría en la Guerra de los Seis Días; la Guerra Fría entre Estados Unidos y la U.R.S.S. estaba en su pleno apogeo, con la crisis de los misiles cubanos aún en la memoria de todos; y, por si esto fuera poco, la amenaza de una posible guerra atómica se vio incrementada con la primera prueba de arma nuclear detonada por China, el 16-X-1964. Ante este panorama, un joven de apenas diecinueve años llamado P.F. Sloan decidió escribir una canción llena de rabia, energía y frustración para denunciar el mundo que le rodeaba, un relato áspero y pesimista de lo que él consideraba que era la “Víspera de la Destrucción”.

Eve of Destruction” es una de las grandes canciones protesta de todos los tiempos, de las más explícitas e incisivas que ha dado la música popular, con frases tan demoledoras como: “Tener la edad suficiente para matar, pero no para votar”; “Si el botón es presionado no hay escapatoria, no habrá nadie a quien salvar”; “Odia a tu vecino de al lado, pero no olvides decir gracias”, denunciando también la hipocresía de la sociedad con la que le tocó vivir; o “Puedes irte de aquí, durante cuatro días al espacio, pero cuando regreses será el mismo viejo lugar”, una alusión directa a la carrera espacial como cortina de humo para ocultar los verdaderos problemas de la gente. La canción fue ofrecida a The Byrds, aunque quien finalmente la grabó fue el cantautor estadounidense Barry McGuire; preparó una demo que se filtró en la radio, dado el éxito que tuvo decidieron registrar esta grabación provisional, que finalmente fue la que se comercializó. Algunos medios prohibieron la canción y otros la atacaron duramente, por considerar que se alineaba con el enemigo en la Guerra del Vietnam, incluso la pusieron como ejemplo de todo lo malo que acompañaba a la juventud. Al poco de publicarse el original de McGuire, se comercializaron otras versiones, como la del autor (P.F. Sloan), la de Jan & Dean o la de The Turtles, una de las más conocidas, la segunda destacada de esta entrada. Durante los setenta aparecieron más versiones como, por ejemplo, las de The Raiders o The Dickies y, en los ochenta, podemos destacar las de Johnny Thunders, Forgotten Rebels, Hot Tuna o The Pretty Things, nuestro tercer vídeo de hoy. Como puede comprobarse, no son pocas las bandas de punk que han hecho suya esta melodía, algo que ha seguido produciéndose después de los ochenta (ZSK o D.O.A.), aunque también ha sido interpretada desde el rap (Public Enemy), desde otros estilos (Will Hoppey, Billy Idol, etc.) o en otros idiomas (Claude François, Adriano Celentano, etc.)

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Don Gibson / The Everly Brothers / Zombina & The Skeletones. “Sea of Heartbreak”

El country gusta incluso a los aficionados al punk, que no dudan en homenajear a uno de los grandes de este género tan americano. “Paid in Black. A Tribute to Johnny Cash” vol. 1 (2007) y vol. 2 (2009) son dos álbumes verdaderamente curiosos; en ellos se recogen muchos de los temas más conocidos de Johnny Cash versionados por grupos de punk, horror punk y psychobilly; a algunos os parecerá un experimento curioso, otros pensaréis que así es como debería sonar el country y, probablemente, muchos veréis este disco como un experimento herético. Bandas como Electric Frankenstein, Blitzkid, The Ghoul, Psycho Charger, Bleeding a Zombie, Mike Zeero o The Spook, por mencionar sólo algunas, interpretan a su manera canciones como “Cocaine Blues”, “I Walk the Line”, “Cry! Cry! Cry!”, “Wanted Man”, “Man in Black”, “Get Rhythm” o “Solitary Man”. En el segundo de estos álbumes homenaje se recoge el tema protagonista de hoy, “Sea of Hearbreaker”, en este caso versionado por los británicos Zombina and the Skeletones, grupo creado en 1998 aún en activo; ellos ocupan el tercer espacio destacado en esta entrada de versiones. En el primer vídeo de hoy podemos escuchar a Don Gibson, el primero que grabó esta canción (en 1961) escrita por Paul Hampton y Hal David. Don Gibson es una figura importante del country; Eduardo, en su blog River of Country, nos cuenta que nació en 1928, en Carolina del Norte, en el seno de una familia pobre; en 1948 formó el grupo The Sons of the Soul y, en 1957, empezó a ser conocido gracias a la mediación del guitarrista Chet Atkins. La versión de Johnny Cash es, tal vez, la más conocida pero no la única; también la han incluido en su repertorio artistas como Leroy Van Dyke, The Searchers, Jody Miller, Lynn Anderson, Kenny Price, Ronnie McDowell, Jimmy Buffet & George Strait, Merle Haggard, Johnny Rivers, Robert Gordon, Rosanne Cash & Bruce Springsteen, Poco, Leo Sayer o los Everly Brothers, los protagonistas de nuestro segundo vídeo; incluyeron esta melodía, con un aire más pop que country, en su álbum titulado “The Hit Sound of the Everley Brothers” (1967). Esta metafórica canción nos habla de un amor perdido en un mar de angustia, lágrimas y soledad.

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Ramones. “Do You Remember Rock ‘n’ Roll Radio?”

Condenado por homicidio en 2009, Phil Spector aún debe continuar preso en la cárcel de Stockton, aunque muy mermado físicamente. Un tipo inestable, neurótico, violento, dado a todo tipo de excesos alcohólicos y de otras sustancias, extremadamente perfeccionista y muy desconsiderado (por expresarlo de una manera delicada) con quienes le rodeaban cuando fue uno de los principales magnates de la música pop, allá por los años cincuenta y sesenta. A él se encomendaron los Ramones con el propósito de mejorar las ventas de sus discos y su repercusión mediática en el difícil mundo de la industria discográfica. Si los Sex Pistols fueron los abanderados del movimiento punk en Europa, los Ramones lo fueron en los Estados Unidos; dicho esto, ¿Realmente pensó Phil Spector que podría compatibilizar el estilo rudo y elemental de esta banda de tres acordes con sus barrocos planteamientos? Como no podía ser de otra manera, Spector ejerció de Spector, es decir, la grabación del que habría de ser el quinto álbum de los neoyorkinos (“End of the Century”, 1980) fue un infierno: sesiones maratonianas, repeticiones obsesivas, incluso se habla de que Spector llegó a apuntar a los Ramones con el arma que habitualmente exhibía en el estudio de grabación. Los dejó sin sus cazadoras de cuero (en la portada del disco aparecen en camiseta, como unos niños buenos), consiguió meter su característico “muro de sonido” entre el rocoso guitarreo de los Ramones, incluso adornó el troglodítico edificio ramoniano con instrumentos (piano, saxo, trompeta, etc.) hasta entonces impensables para ellos, como los que lucen en el tema que nos ocupa: “Do You Remember Rock ‘n’ Roll Radio?” Los Ramones de “End of the Century” son menos agresivos, más comedidos, menos punk y más pop, hasta llegaron a versionar un tema de las Ronettes, “Baby I Love You”, que ya hemos tenido oportunidad de escuchar en este blog. Algunas de las canciones más conocidas de este álbum son “Rock ‘n’ Roll High School”, “Chinesse Rock”, “Danny Says» y, por supuesto, “Do You Remember Rock ‘n’ Roll Radio?”,  también conocida como “Rock ‘n’ Roll Radio”, un homenaje que los Ramones quisieron hacer al R&R de los años cincuenta, en el que se mencionan algunos de los programas de radio de aquella época y, también, artistas como Jerry Lee Lewis, T. Rex o John Lennon. En definitiva, una canción con alma punk envuelta en celofanes pop. Finalizamos con los Ramones en directo y con la versión tal vez más famosa de esta melodía, la de la banda Kiss, que formó parte del disco homenaje titulado “We’re a Happy Family: A Tribute to the Ramones” (2003).

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