Skeeter Davis / Vonda Shepard / Imelda May. «The End of the World»

De entre todas las canciones tristes siempre ha habido una que me ha conmovido especialmente, tanto por su preciosa melodía como por su desesperada letra. «The End of the World» fue escrita por Arthur Kent y Sylvia Dee, e interpretada por primera vez por la cantante country Skeeter Davis en 1962, un año después se incluyó en el álbum «Skeeter Davis sings the End of the World». Tan sólo dura dos minutos y medio, tiempo suficiente para transmitirnos la sensación de incredulidad, angustia y desesperación que se apodera de quien ha perdido a un ser querido o ha sido abandonado por un gran amor: «¿Por qué el sol sigue brillando? ¿Por qué el mar corre a la orilla?¿No saben que es el fin del Mundo porque tu ya no me quieres? ¿Por qué los pájaros siguen cantando? ¿Por qué las estrellas brillan arriba? ¿No saben que es el fin del Mundo? Acabó cuando perdí tu amor. Me despierto por la mañana y me pregunto ¿por qué todo es igual a como era antes? No puedo entender, no, yo no puedo entender cómo avanza la vida de la manera en que lo hace ¿Por qué mi corazón sigue latiendo? ¿Por qué mis ojos lloran? ¿No saben que es el fin del Mundo? Terminó cuando dijiste adiós». El final del tema ha llegado a ser interpretado como un planteamiento de suicidio, no en vano esta canción ha sido utilizada como recurso cinematográfico en películas donde se aborda esta temática, como «Inocencia interrumpida» (1999). Al parecer, «The End of the World» se inspiró en los sentimientos que se apoderaron de Sylvia Dee, una de las compositoras, tras la muerte de su padre. Además de la versión original de Skeeter Davis, propongo la de la cantante y pianista estadounidense Vonda Shepard -conocida por su participación en la serie Ally McBeal- y la de la rockera irlandesa Imelda May -otro día le dedicaré una entrada a ella sola-. No obstante, existen muchas versiones, como las de The Carpenters, Bobby Vinton, Dottie West, Julie London, Brenda Lee, incluso la televisiva Susan Boyle. Podéis añadir aquella que os guste más o que os parezca interesante y, por supuesto, os animo a que me digáis cuál es vuestra canción triste preferida.

Spandau Ballet. «True»

El pop es un estilo que goza de un gran predicamento entre el gran público, de hecho suele tener mucha aceptación entre quienes no se vuelven locos con la música (la mayoría) y generalmente poca entre melómanos empedernidos y blogueros musicales. A mí me gusta el pop, aunque sólo algunas cosas y de determinados períodos, como los años ochenta, tal vez su época dorada. Los que tenemos cierta edad vivimos en directo la eclosión del pop nacional y, por supuesto, disfrutamos con el pop británico. Tan rico fue el movimiento en las islas que pronto aparecieron nuevas expresiones con el ánimo de compartimentar este espacio; «New wave», «New Romantic», «Synthpop», «Blue-eyed soul» o «New wave-soul» son sólo algunos de los términos que se usaban en la época, aunque las diferencias solían ser más de carácter tribal o estético que musical. Uno de los grupos que más me gusta de aquel período es Spandau Ballet, que toma su nombre de los espasmos («Ballet») que experimentaban los cuerpos agonizantes de los nazis ajusticiados en la cárcel alemana de Spandau, en el contexto de los Procesos de Nuremberg. Esta banda se creó en 1979 y se disolvió en 1990, aunque tres o cuatro años después volvieron a retomar los escenarios. Mis discos preferidos son «Through the barricades» (1986), tal vez el más rockero de todos, y «True» (1983), su tercer álbum y el más exitoso, una interesante propuesta de pop elegante aromatizado con una suave fragancia de soul, algo especialmente evidente en la canción homónima que cierra el disco. «True» es una preciosa balada de seis minutos y medio de duración, inspirada en algunos grandes del soul, como Marvin Gaye, y en la novela «Lolita», de Nabokov, ligada al recuerdo de un fracaso sentimental, tal y como ha manifestado en alguna ocasión Gary Kemp, el guitarrista del grupo y autor de la canción.

C. François / F. Sinatra / N. Simone / Los Piratas. «Comme d’habitude» / «My Way»

Ya sabemos cómo les gusta a los estadounidenses hacer las cosas “a su manera”; no se conforman con buenas series y películas europeas, tienen que volver a filmarlas siguiendo sus particulares cauces y patrones mentales; algo parecido ha sucedido con la conocidísima canción “My Way”. Fue compuesta, en 1967, por el francés Jacques Revaux con el ánimo de que la interpretara la cantante Dalida; no parece que fuera muy de su agrado, por lo que Revaux se la presentó a su amigo Claude François, quien la modificó dando lugar a “Comme d’habitude”, una triste visión sobre el tedio de la vida conyugal y la costumbre como motor en las relaciones de pareja. Al parecer, el cantante canadiense Paul Anka vio a Claude Francçois interpretar esta canción en la televisión, le gustó y se apresuró a comprar los derechos para la versión en inglés; el resultado fue “My Way”, la misma melodía pero con tales cambios en la letra que acabaría por modificarse el sentido del tema original. “My Way” fue ofrecida a Frank Sinatra, se publicó en 1969 y puede decirse que es una de las canciones más conocidas por el gran público, incluso por aquellos que ni tan siquiera tienen inquietudes musicales. Como podréis imaginar, la lista de versiones es gigantesca; os animo a que me digáis cuál os gusta más o cuál os trae mejores recuerdos. Yo voy a hacer hoy una excepción y voy a proponer cuatro versiones: las dos originales, las de Claude François y Frank Sinatra (ésta es la que más me sigue gustando), la interpretada por Nina Simone y otra un poco diferente, más rockera, la que nos dejó el grupo gallego Los Piratas.

The Beatles / Deep Purple / Tina Turner. «Help»

Hoy tengo que regañarme por no haber puesto antes a The Beatles, uno de los grupos más influyentes de la música moderna y de los que cuentan con más versiones de sus temas. «Help» apareció en 1965, en el álbum homónimo, una canción en la que John Lennon, autor de la letra, trató de expresar su desasosiego ante el fulgurante éxito que tuvo el grupo durante sus primeros años. Tres años más tarde era incluida en el primer disco de Deep Purple, «Shades of Deep Purple», con cierto aire psicodélico, tocada más lenta (en realidad, como Lennon siempre quiso) y con una duración de seis minutos, más del doble de la que tenía la original. Siendo los Purple una de mis debilidades (incluso en su primera época), hay otra versión de esta canción que me parece magistral, para mi gusto la mejor que se ha hecho y de las mejores que existen a partir de temas de los Beatles; me refiero a la de Tina Turner, una propuesta plena de fuerza, sentimiento y ganas de comunicar (dedicada a Marta, del blog «We are Rock«).

The Kinks / Los Salvajes / Van Halen. «You really got me»

«You really got me» es otra de esas canciones construidas sobre un riff de guitarra que, con el paso del tiempo, ha servido de inspiración a muchos grupos de hard rock y heavy metal. Fue compuesta y grabada por primera vez por el grupo británico The Kinks, aunque hay quien dice que el verdadero artífice del sonido de la guitarra en la grabación fue Jimmy Page. Existen muchas versiones, de distinto pelaje, algunas debidas a grupos de heavy metal, de entre éstas yo creo que la más famosa es la de Van Halen. Entre la original de The Kinks y la de los californianos, dejo también otra muy interesante; me refiero a la que grabó el grupo barcelonés Los Salvajes, una formación creada en 1962, tal vez menos conocida que otras como Los Mustang o Los Sirex. Si no los conocéis os recomiendo que les prestéis un poquito de atención, decían que eran los Rolling Stones españoles, yo creo que eran más duros, de hecho tenían un sonido muy poco habitual para la España popera de los sesenta, digamos que demasiado sucio para aquellos usos y costumbres musicales.