Como bien sabéis, WordPress nos brinda la posibilidad de agrupar nuestras entradas a través de un sistema jerazquizable de categorías, en mi caso lo utilizo para clasificar las canciones por géneros o estilos musicales. No es una operación nada fácil y, de hecho, suelo dudar antes de asignar la categoría correspondiente; hoy ha sido uno de los días que más me ha costado decidirme. Al final he incluido a «Long Train Running» en la categoría de rock sureño, más que nada por no abrir una nueva que, en realidad, no sé si existe: «Soul-rock». Este tema pertenece al tercer álbum de estudio de los californianos The Doobie Brothers, un grupo inclasificable que tan pronto hace country rock, boogie rock, funk como rock con pinceladas góspel. Me acuerdo que los conocí gracias a una cinta de grandes éxitos, en la que se sucedían los temas por orden cronológico; los primeros eran de country rock y rock sureño, mientras que los siguientes eran más cercanos al jazz y al funk, tal vez debido a la presencia del gran músico Michael McDonald, incorporado a la banda en 1976. El grupo se había formado seis años antes, en 1970, tratando de incorporarse al movimiento hippie que tanto seguimiento tenía en California; no en vano, inicialmente se llamaron «Hermanos Canuto» (otras fuentes usan otro nombre: «Canuto de Marihuana»). Tras un primer disco homónimo que apenas tuvo repercusión, lanzaron «Toulouse Street» (1972) y «The Captain and Me» (1973), el álbum en el que se incluyó la canción de hoy, a la postre uno de sus mayores éxitos, un tema compuesto por Tom Johnston, el cantante y guitarrista de la banda y, también, uno de sus fundadores. Este tema tiene uno de los intros de guitarra más conocidos del rock y un ritmo que parece el de un tren en marcha, sin duda, una de las grandes canciones de los setenta. Os recomiendo que, después de escuchar la versión de estudio, prestéis atención a este directo, pleno de recursos y riqueza instrumental, donde se pueden ver -nada más y nada menos- que dos baterías y un percusionista. Hay varias versiones de este tema, como las realizadas por Traks, Bananarama (con los Gipsy Kings) o el grupo español La Unión que, por cierto, tuvo bastante éxito durante los años noventa. Aquí os dejo enlace a la entrada que, sobre este grupo, escribió el compañero Juanlu en su blog 365 RadioBlog.
Etiqueta: Country-Rock
The Flying Burrito Brothers. «My Uncle»
Cuando hace unos meses me ocupaba de Gram Parsons, a través de su canción “Return of the Grievous Angel”, ya comentaba la importancia que tuvo como creador e impulsor del country rock, primero con The Byrds y, posteriormente, con The Flying Burrito Brothers, banda norteamericana creada en 1958 por dos ex-miembros de The Byrds, el ya mencionado Parsons y Chris Hillman. A ellos se unieron el virtuoso de la steel guitar, “Sneeky” Pete Kleinow, y el bajista y pianista Chris Ethridge (ex miembro de International Submarine Band). Se instalaron en una casa situada en el californiano valle de San Fernando, finalmente conocida como “Burrito Manor”; allí comenzaron a grabar su primer album, “The Gilded Palace of Sin” (1969), en el que intervinieron diferentes baterías. En cierto modo, podríamos considerar que este album sigue la estela trazada por “Sweetheart of the Rodeo” (1968), el clásico de The Byrds, considerado como iniciador del movimiento country-rock y del que nos ocuparemos en otra ocasion. Mientras que el acercamiento entre entre el country y el rock, en el caso de The Byrds, se realizaba por la vía del folk electrificado, “The Gilded Palace of Sin” fusiona el country tipo Bakersfield con elementos rock procedentes del movimiento hippie y la psicodelia, algo que incluso puede constatarse en la portada y en las fotografías que acompañan a este disco. Al igual que hiciera con The Byrds, Gram Parsons pronto abandonó The Flying Burrito Brothers, concretamente en 1971, después de haber dejado grabados tan solo dos discos. Aunque Chris Hillman trató de mantener la banda, al menos al principio, ésta acabaría desintegrándose en 1972. Tres años más tarde, “Sneaky” Pete Kleinow y Chris Ethridge volverían a poner en marcha el grupo; a pesar de los habituales desencuentros, altibajos, cambios en la formación e, incluso, en el nombre, aún continúan ofreciendo conciertos. De verdad, merece la pena que escuchéis este disco entero (aquí lo podéis hacer); no obstante, para que os hagáis una idea de su estilo, os dejó un video del tema “My Uncle”, compuesto por Parsons y Hillman, que narra la historia de alguien que, para eludir la Guerra de Vietnam, acepta una propuesta de trabajo de un tío en Canadá.
The Notting Hillbillies. «That’s Where I Belong»
No parece cómodo ser prisionero de tu propio éxito, querer seguir fresco en la música cuando has hecho giras con más de doscientas cincuenta actuaciones; ésta, en concreto, fue la cifra aproximada que se generó tras el triunfo arrollador del disco de Dire Straits «Brothers in Arms» (1885). Según recoge Héctor Sánchez en efeeme.com, Mark Knopfler llegó a reconocer que estaba cansado del grupo: «(…) al final no quería ver un instrumento ni en pintura. Estaba destrozado. Pero cuando descansé un poco me dio por pensar en otros proyectos. Necesitaba oxigenarme, coger aire; flirtear musicalmente por ahí». Durante la segunda mitad de la década de los ochenta, Knopfler participó en la banda sonora de «La Princesa Prometida» (Rob Reiner, 1987), colaboró con otros artistas de la talla de Bob Dylan o Eric Clapton e inició un interesantísimo acercamiento a otros géneros, como el blues o el country. Dentro de esta última faceta destacan dos iniciativas que dieron su fruto el mismo año (1990), para mi gusto los dos mejores trabajos de Mark Knopfler fuera de Dire Straits: un disco con el guitarrista Chet Atkins («Neck and Neck»), una de las leyendas del country, cuya versión del tema «Sweet Dreams» ya ha aparecido en este blog; y otro con la banda The Notting Hillbillies («Missing … Presumed Having a Good Time»), formada por un grupo de amigos y conocidos de Mark Knopfler. El nombre del grupo hacía alusión al famoso barrio londinense de Notting Hill y, también, a la música tradicional de los Estados Unidos conocida como «Hillbilly». Grabaron un único álbum, ya mencionado, con el que, ante todo, deseaban pasarlo bien y, por supuesto, recuperar viejas canciones olvidadas de la América profunda. Fue producido por Mark Knopfler y Guy Fletcher y, según nos cuenta Nico Gómez, grabado de manera poco profesional en el propio domicilio de Mark. Tras Grabar el disco y realizar una pequeña gira de promoción (seis semanas) por pubs, radios y televisiones, regresaron a sus proyectos principales para volver a reunirse en 1993 y llevar a cabo conciertos, de manera intermitente, durante toda la década de los noventa. La mayor parte de los temas incluidos en este único disco de los Notting Hillbillies son versiones de clásicos del country, excepto tres canciones que fueron compuestas por Mark Knopfler, Steve Phillips y Brandon Crocker, respectivamente; os propongo esta última, la de Crocker, titulada «That’s Where I Belong», aunque aquí podéis disfrutar del disco completo.
Crazy Horse / Rod Stewart / Billie Jo Spears. «I Don’t Want to Talk About it»
Diccineario es uno de los mejores blogs que conozco, tanto por la idea que lo gobierna como por su calidad literia y de crítica cinematográfica; Antonio, su creador, es también un gran aficionado a la música y, he de decir, que su gusto en este ámbito artístico es igual de exquisito que el que, día a día, nos muestra desde su web. Hace algunas semanas se ofreció a proporcionarme alguna canción idónea para estos miércoles de versiones; en concreto lo hizo el día dedicado a «Whithout You» y, probablemente, ya tenía en mente la canción «I Don’t Want to Talk About it». Hago esta especulación porque veo ciertas similitudes entre ambos temas: son dos canciones popularizadas por una buena versión de corte melódico; y los originales -en mi opinión insuperables y no excesivamente conocidos- presentan un desarrollo instrumental que se apoya en un fondo acústico destacable y están concebidos como melodías folk-rock o country-rock. «I Don’t Want to Talk About it» fue compuesta por Danny Whitten, el que fuera guitarrista y vocalista de la banda Crazy Horse, más conocida por su colaboración habitual con Neil Young; fue grabada en el primer álbum de estudio de los californianos («Crazy Horse», 1971) y lo que llama la atención de ella -lo mismo que destaca en el «Without You» de Badfinger- es su contención vocal, que se contrapone a la riqueza instrumental bien evidente del lado de las guitarras: Danny Whitten, Nils Lofgren y Ry Cooder, que colaboró con la slide guitar. En 1975 fue grabada por Rod Stewart en su álbum «Atlantic Crossing», obteniendo un gran éxito, tanto es así que ha llegado a publicar dos o tres versiones más. En el vídeo que os he dejado (el segundo de hoy) podéis leer, en español, la bonita letra de esta canción sobre corazones rotos: «No quiero hablar sobre eso, de cómo rompiste mi corazón. Si me quedo aquí un poco más, si me quedo, ¿escucharías mi corazón? (…) Si me quedo completamente solo, ¿esconderán las sombras el color de mi corazón? Azul por las lágrimas. Negro, por el temor de la noche». Con «Without You» me negué a poner una tercera versión; sin embargo, con este tema no voy a hacer lo mismo. Hay muchas y buenas versiones, como las de Everything But the Girl, Indigo Girls (incluida en la película Philadelphia), Rita Coolidge, Dina Carroll, Nils Lofgren (algunos dicen que fue el co-autor de la canción) o Blue. Sin embargo, para completar la terna, os voy a proponer la interpretada por la cantante de country Billie Jo Spears, poseedora de un timbre muy personal, una voz de esas que enamoran.
Jimmy Buffett. «Margaritaville»
Jimmy Buffet es un tipo verdaderamente singular, famoso en los Estados Unidos por el estilo de vida que representa, conocido como «island escapism«. Además de músico, entre otras muchas actividades, es escritor de cuentos infantiles, periodista, empresario, productor de cine y de espectáculos musicales, mecenas deportivo, activista en favor de la fauna marina y defensor de todo tipo de actos solidarios y de obras caritativas de diversa índole, incluso ha aparecido en la conocida serie «South Park«. A menudo lo podemos ver situado en las listas de músicos más ricos del Mundo, gracias a su imperio del entretenimiento, uno de los más importantes de su país, conocido como «Jimmy Buffett’s Margaritaville«; fue creado en 1982 y está constituido por cadenas de restaurantes, resorts, bares, tiendas de ropa, etc., todo ello conseguido, en gran medida, gracias a una canción, «Margaritaville», una de las más lucrativas de la historia de la música. Fue incluida en su álbum «Changes in Latitudes, Changes in Attitudes», publicado en 1977, en el que también podemos escuchar temas como «Banana Republics«, bien conocido en España gracias a la versión que hiciera la cantante Ana Belén. «Margaritaville», que según ha manifestado el propio Buffett estaba pensada para Elvis Presley, fallecido el año de su lanzamiento, representa muy bien el estilo de vida desenfadado, ocioso, relajado y alegre que encarna Jimmy Buffett y su industria del entretenimiento; en el vídeo podéis comprobar el ambiente festivo de sus conciertos, no obstante también os dejó aquí la versión de estudio con subtítulos en inglés. Toma su nombre del conocido cóctel mexicano «Margarita», preparado a partir de tequila, zumo de limón y triple seco o Cointreau. La canción narra el día a día de los turistas en los resorts del Caribe: sol, comida, ociosidad y margaritas a todas horas, quien sabe si para aliviar el dolor por un romance malogrado. «Margaritaville» ha sido objeto de parodias, es utilizada de manera habitual en el merchandising de la empresa (bebidas, alimentos, picadoras de hielo, cuentos infantiles, calzados, ropa, muebles de jardín y playa, emisoras de radio, etc.) y, por supuesto, tiene versiones realizadas por otros artistas, como Alan Jackson, quien la ha llegado a cantar con el propio Jimmy Buffett, como puede comprobarse en este vídeo. Espero que disfrutéis con esta etílica propuesta.