Markéta Irglová & Glen Hansard. “If You Want Me”

Once” es el título de una pequeña y delicada película irlandesa que fue estrenada en el año 2007, dirigida por John Carney e interpretada por los músicos Glen Hansard y Markéta Irglová en sus principales papeles. El primero es un cantante, compositor y guitarrista irlandés formado como músico en las calles de Dublín, donde empezó a tocar a los trece años; ya le pudimos ver en “The Commitments”, otro interesante largometraje especialmente recomendable para todos los amantes de la música; también es miembro de la banda The Frames, ha sido presentador de televisión y tiene varios discos en solitario. Junto con la checa Markéta Irglová, formó el dúo The Swell Season; grabaron el primer álbum en el año 2006 y otro más en 2009, en medio de ambos publicaron la banda sonora original de “Once” (2007), con canciones compuestas en su mayoría por Glen Hansard. Esta excelente soundtrack de folk indie irlandés es uno de los principales alicientes de este sensible y emocionante drama romántico, merecedor de bastantes premios cinematográficos y musicales, entre ellos el Oscar de Hollywood a la mejor canción original con “Falling Slowly”, escrita conjuntamente por Glen y Markéta. La otra canción más conocida de este disco es “If You Want Me”, obra de Markéta Irglová.

Esta compositora, cantante y multinstrumentista checa, residente en Dublín, empezó a tocar el piano a la temprana edad de siete años y la guitarra a los nueve; conoció a Glen Hansard durante una visita de éste a Praga y pronto empezarían a tocar juntos, aunque en la actualidad ya no son pareja musical. En el vídeo con el que comenzamos esta entrada podéis escuchar la versión de estudio de “If You Want Me”, pero también os ofrezco alguna posibilidad de ver en directo a Markéta y Glen interpretando esta melodía: en este vídeo les podemos ver juntos (a partir del minuto 2:08); en éste otro, más orquestado, vemos a Glen al piano, mientras Markéta canta acompañada de su guitarra; y en éste tenemos a la autora de la canción, esta vez al piano. La banda sonora original de “Once” está disponible en Spotify. Para finalizar, os dejo un par de versiones, la primera a cargo de la estadounidense Laura Ellis y la segunda debida al dúo masculino integrado por David Hunter y Robbie White.

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Travis Birds. “Coyotes”

El embarcadero” (2019) es una serie española original de Movistar+, un proyecto en el que también están involucradas las productoras Atresmedia Studios y Vancouver Media, que podríamos catalogar como de thriller psicológico-emocional con mucha carga erótica, al estilo de la serie estadounidense “The Affair” (2014), con la que habitualmente se compara. Uno de los aciertos de la producción hispana es la canción utilizada como cabecera, titulada “Coyotes”. Esta intensa y desgarradora melodía es obra de la cantautora Travis Birds; en su página web, se habla de “Coyotes” como una canción que “describe la evolución en las fases de una obsesión, en la que la posibilidad de conquista destroza y convierte al individuo en animal”. En una entrevista realizada el año pasado por la revista Woman, la redactora Clara Hernández pregunta a Travis Birds sobre la letra de esta canción: “¿El amor obsesivo es animal y, por tanto, incontrolable?; la respuesta nos ayuda a comprender mejor el sentimiento que subyace detrás de esta inquietante composición:

“Más que animal, te puede convertir en tu parte más animal, que es de lo que habla la canción. Es sobre el proceso que sigue una persona cuando se obsesiona por alguien hasta el punto de perder quién es él mismo para actuar solo por instinto, como los perros de caza que rastrean su presa. Es dejar de pensar si algo te conviene, perder la parte racional”.

En esta misma entrevista, y también en otras, como la concedida a los compañeros de la web Alquimia Sonora, Travis Birds nos habla de cómo se eligió este tema para “El embarcadero”, y de lo importante que ha sido para su carrera profesional:

“El tema que eligieron, ‘Coyotes’, era una canción que había subido a Instagram sin ninguna pretensión, ¡ni siquiera estaba acabada! En el vídeo yo estaba desafinada y tocaba el piano, que no es mi instrumento. La gente de The Pool Notes se encargaba de la sincronización de la música de ‘El Embarcadero’ y la escucharon, les gustó mucho y se la presentaron a los directores de la serie. Y salió adelante. La verdad es que sufrí mucho pensando que estaban enseñando el vídeo a todo el mundo, yo soy muy crítica y decía, ¡ay, Dios mío, que no está lo suficientemente bien!  Cuando la escuché luego, en la serie, terminada, fue superemocionante”.

En estas entrevistas también nos enteramos de algunas cosas relacionadas con su vida, que no son mencionadas en su página oficial, en la cual ella apenas se describe como “una mezcla entre un niño, un señor muy serio, una tarada y un escarabajo común”. Esta madrileña de Leganés, cerca de la treintena, decidió cambiarse el nombre en el año 2010; hoy día la llaman así hasta sus padres, aunque no su familia de Granada ni la “gente del pasado”, quienes la siguen conociendo por el nombre que aparece en su DNI: “un buen escondite por si algún día lo necesito”, como ella misma reconoce. Su primer single fue “Coyotes”, publicado en 2019, después salió al mercado “Madre Conciencia”, su segundo sencillo; antes había lanzado su primer y único álbum (“Año X”), aunque imagino que, tan pronto como las circunstancias lo permitan, publicará un nuevo trabajo (“La Costa de los Mosquitos”). Travis Birds también es conocida por la versión del tema de Joaquín Sabina “19 días y 500 noches”, una atrevida reinterpretación de este clásico (otro día hablaremos de ello) que fue incluida en un reciente disco en homenaje al jienense (“Ni tan joven ni tan viejo”. Tributo a Sabina”, 2019). Os dejo con “Coyotes”: aquí tenéis la versión de estudio, con su videoclip oficial; sin embargo, he preferido encabezar la entrada con un directo grabado por la emisora Radio 4G, en el que podemos ver a Travis Birds cantar este tema, sola con su guitarra, una emocionante interpretación que no os deberíais perder.

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Calexico. “No te vayas”

Calexico es el nombre de la banda estadounidense liderada por Joey Burns (guitarra, voz) y John Convertino (batería) creada en 1996, aunque sus orígenes se remontan al año 1990, cuando ambos coincidieron en el grupo Giant Sand; cuatro años más tarde entraron a formar parte de Friends of Dean Martinez y, finalmente, crearon Spoke, nombre que cambiarían poco después por el de Calexico, una palabra que nace a partir de la conjunción de otras dos: Californa y México. Toda una declaración de intenciones porque el estilo Calexico se sitúa entre el indie, el folk, el sonido americana y el rock latino con fragancia tex-mex, una formación de espíritu fronterizo con base musical indie, pero con ramalazos que se sitúan a medio camino entre una película de Tarantino y otra de Sergio Leone. Han editado nueve discos de estudio, el primero (“Spoke”) publicado en 1997 y el último (“The thread that keeps us”) en este mismo 2018, y suelen visitar a menudo nuestro país, este verano se me escaparon pero estoy seguro que tendré otras oportunidades. “Algiers” (2012) fue su séptimo trabajo de estudio, llamado así en recuerdo del barrio del mismo nombre perteneciente a Nueva Orleans (EE.UU.), el único situado en la orilla oeste del río Mississippi, lugar de capital importancia en el nacimiento del jazz, con fuertes conexiones con África a través de su puerto esclavista y, también, uno de los lugares que resultaron más afectados por el Huracán Katrina. Si os animáis a escuchar este disco os daréis cuenta de lo bien trabajado que está, de su riqueza instrumental y de su estilo sosegado; sin embargo, cuando menos te lo esperas, aparecen esos irresistibles ramalazos que os comentaba al principio de la entrada, especialmente visibles en canciones como “Algiers”, “Puerto”, “Splitter” o “No te vayas”, el tema elegido para ilustrar este post, algo así como un bolero mariachi pero ejecutado con la cadencia, el relajo y la suavidad característica del indie (aquí les podéis ver interpretándolo en directo). Al contrario que el resto de temas (excepto “Fortune Teller”), debidos a Joey Burns y Jacob Valenzuela, fue compuesta por el trompetista Jacob Valenzuela, también está cantada por él (en español), y cuenta con el apoyo de otros músicos como Martin Wenk, Paul Niehaus y Jairo Zavala, más conocido en España con el nombre artístico de Depedro, el que fuera guitarrista del grupo de Amparo Sánchez, Amparanoia; así nos cuenta el propio De Pedro cómo fue su encuentro con Calexico:

“El camino me llevo a conocer a Calexico. Les pregunte si querían grabar conmigo. Me dijeron que sí. Otro accidente feliz. Luego ellos me llamaron para su disco. Tocaba canciones con ellos. Salí con ellos de gira. Posteriormente fuimos con Depedro de teloneros de Calexico por medio mundo, eso nos dio la oportunidad de que se oyera a Depedro fuera de mi país y a continuación arrancamos giras internacionales solos con Depedro”.

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Jolie Holland. “Old Fashioned Morphine”

Algo tendrá Jolie Holland para que músicos como Tom Waits o el rapero Sage Francis hayan manifestado, sin tapujos, su entusiasmo hacia esta artista norteamericana. En su página web la presentan como alguien que ha sido capaz de recoger un siglo de música estadounidense (jazz, blues, soul y rock) en una propuesta ecléctica, difícil de etiquetar, en la que se recogen influencias diversas, desde Al Green a Tom Waits, pasando por Mavis Staples, Skip james, Neil Young o la Velvet Underground. El fondo de Jolie Holland es clásico, pero la manera de expresarse es actual; yo diría que, al menos en las formas, podría tener cabida dentro del movimiento indie, con el jazz, el folk y el estilo americana como herramientas fundamentales de su idiosincrasia estilística. Tiene publicados ocho discos, uno de ellos junto a Samantha Parton, y ha colaborado con músicos como Booker T. Jones, Be Good Tanyas’, David Dondero, Joel Hamilton, Guy Garvey (de la banda Elbow), Sean Hayes, David Gray, Gregg Graffin (de Bad Religion) o Chuck Ragan. El primer álbum (“Catalpa”) salió al mercado en 2003 y el segundo (“Escondida”) al año siguiente, un trabajo muy interesante, con canciones de la propia Jolie Holland y un apoyo instrumental muy atractivo: batería y marimba (Dave Mihaly); guitarra eléctrica y acústica (Brian Miller); bajo, mandolina y banjo (Keith Cary); trompeta (Ara Anderson); sierra musical (Enzo García); saxo soprano (Paul Scriver); y, por supuesto, la aportación de Jolie Holland: voz, guitarra, ukelele y piano. El tema que he elegido es el corte número tres, “Old Fashioned Morphine”, una canción sobre el consumo de morfina que hoy en día podríamos catalogar como políticamente incorrecta, en la que aparecen mencionados el abuelo de Jolie, la exploradora y escritora suiza Isabelle Eberhardt y el novelista y ensayista estadounidense William Burroughs:

Gimme that old fashion morphine
Gimme that old fashion morphine
Gimme that old fashion morphine
It’s good enough for me

What was good enough for my grandpa
It was good enough for my grandpa
It was good enough for my grandpa
It’s good enough for me

Sister don’t get worried
Sister don’t get worried
Sister don’t get worried
Because the world is almost done

Gimme that old fashion morphine
Gimme that old fashion morphine
Gimme that old fashion morphine
It’s good enough for me

It was good enough for Billy Burroughs
It was good enough for Billy Burroughs
It was good enough for Billy Burroughs
It’s good enough for me

Sister don’t get worried
Sister don’t get worried
Sister don’t get worried
Because the world is almost done

Gimme that old fashion morphine
Gimme that old fashion morphine
Gimme that old fashion morphine
It’s good enough for me

It was good enough for Isabelle Eberhardt
It was good enough for Isabelle Eberhardt
It was good enough for Isabelle Eberhardt
It’s good enough for me

Sister don’t get worried
Sister don’t get worried
Sister don’t get worried
Because the world is almost done

Las Cinco Canciones de Whatgoesaround (V): “Streets Of Your Town” (The Go-Betweens)

Esta es una de las razones por las que me gusta Ongakumymusic, la web de nuestro invitado de esta semana, porque me permite conocer grupos y propuestas musicales que desconozco totalmente. The Go-Betweens fue un grupo de indie australiano que, según nos cuenta Whatgoesaround, tuvo una importante influencia en otras bandas de este estilo que surgieron a partir de los años ochenta. El tema que nos propone es “Streets of your Town”, perteneciente a su sexto álbum de estudio: “16 Lovers Lane” (1988). Con esta entrada damos por finalizada la semana de Whatgoesaround, ha sido un placer que nos haya hecho partícipes de sus recuerdos, y al menos yo he aprendido con sus propuestas musicales. Nos seguimos leyendo, un fuerte abrazo.

Os recuerdo que esta sección está abierta a todos los amigos/as que deseéis participar en ella; si queréis enviar vuestras cinco canciones, con sus recuerdos respectivos, lo podéis hacer mandando un correo a la siguiente dirección: raulrn@wanadoo.es o contactar a través de twitter (@guitarmuses).

“Viajamos hasta Australia. Nos vamos en busca de algo, de una experiencia sorprendente e inolvidable, de un amor perdido. Hasta “half a world away”, como dirían mis queridos R.E.M., hasta la otra punta del mundo.

El grupo The Go-Betweens son ese amor perdido, en el tiempo y en el espacio. Uno de los grupos por el que siento un cariño y veneración más especiales, por la belleza de sus canciones. Los “intermediarios” o “mediadores” fueron un grupo que se creó en la australiana ciudad de Brisbane en 1977 en torno a los cantantes, compositores y guitarristas Robert Forster y Grant McLennan, las almas del grupo. A ellos se añadieron más tarde Lindy Morrison a la batería, Robert Vickers al bajo y Amanda Brown con el violín, oboe, guitarra y coros, antes de su disolución a finales de 1989. Sin embargo, Forster y McLennan refundaron el grupo en el año 2000 con nuevos músicos. Desafortunadamente McLennan murió el 6 de mayo del 2006 de un ataque al corazón, y The Go-Betweens se disolvieron definitivamente.

Muchas veces me planteo la siguiente cuestión al escribir estas entradas: en cierto sentido, lamento que los artículos no sean más largos y detallados explicando la trayectoria entera de un grupo o artista, y que la revisión hecha aquí sea algo “superficial”. Aparte de que sería más dificultoso y me llevaría varios días cada entrada; nunca fue la motivación primaria ni central de este blog, y tampoco tengo vocación de wikipedia. Se hace una breve reseña biográfica para situarnos, se citan algunos datos importantes (como discografía, por ejemplo) y se presenta una canción, vinculada a unas sensaciones y unas vivencias. Eso es todo. Esta reflexión viene a cuento porque el enlace que voy a poner a continuación ilustra a la perfección lo que quiero decir. Si tuviera que escribir un exhaustivo post sobre los Go-Betweens, me gustaría que el resultado fuera como el sensacional artículo con el que he dado esta tarde: THE GO-BETWEENS, en “El rincón de la desconexión”.

El citado artículo hace un amplísimo repaso a toda la trayectoria del grupo a lo largo de tantos años. Fotografías, discografía, mejores canciones, muchos vídeos, así como una buena crítica de su estilo y sus repercusiones en otros grupos. Un artículo excelente. Cito un comentario sobre el estilo de la banda australiana tomado de esta web: “Es difícil definir qué hizo a los Go-Betweens tan especiales (…) No hicieron nada inusual o idiosincrásico, pero lo que hicieron es bello y atemporal”.

El grupo se sustentaba, antes que nada, en la brillantez de sus composiciones, basadas principalmente en la guitarra y, también, en el contraste y el equilibrio entre McLennan y Forster. Opino, y unos cuantos críticos también han señalado este punto, que la pareja McLennan-Forster ha sido uno de los tándems más importantes desde Lennon-McCartney hasta nuestros días. Sobre este particular señala dicho artículo: “El punto más fuerte de los Go-Betweens fue la composición de canciones de Forster y McLennan, descrita en aquel momento por el crítico de The Village Voice, Robert Christgau, como ‘la mayor asociación de trabajo de composición en la actualidad’. Cada uno desarrolló un estilo distintivo, pero complementario: las canciones de Forster eran angulares y llenas de angustia, haciendo mucho uso de ironía e imaginería lírica inusual, mientras que las de McLennan eran generalmente más suaves, reposadas y sensibles, sus letras se basaban a menudo en el estudio del carácter y del discurso”.

Esta banda de rock indie ha tenido ciertamente influencia en bandas posteriores. Nunca alcanzaron un éxito comercial notable, y han quedado en cierta manera en el recuerdo como banda de culto. Nacía de la amistad entre Forster y McLennan, de sus tiempos de estudiantes en la Universidad de Queensland. Dos jóvenes inquietos interesados en la música de Bob Dylan, Patti Smith, The Velvet Underground o los CCR. Nueve álbumes de estudio, sin contar recopilatorios, discos en directo y otros de duración extendida. De ellos tengo tres en vinilo: “Tallulah” (1987), “16 Lovers Lane” (1988) y el recopilatorio “The Go-Betweens: 1978–1990”, amén de otro recopilatorio en digital.

Es “16 Lovers Lane” un álbum absolutamente sensacional. Un puñado de grandes canciones, algunas joyas impagables. Algunos críticos han colocado este disco entre los mejores trabajos de la década de los 80. Fue probablemente su momento álgido, en cuanto a creación y a repercusión mediática. La acogida del disco en las listas de Reino Unido o Australia fue el mayor éxito en la carrera del grupo. Y fue precisamente el tema “Streets Of Your Town” el que más impactó. Maravilloso tema, hermosísimo. Una canción luminosa, optimista, llena de vitalidad, con ese principio irresistible y los acordes de guitarra. Una canción perfecta, que me retrotrae a tantas emociones, no importa los años que hayan pasado. Aquí están dos vídeos sensacionales, con imágenes del grupo y escenas de las calles de Brisbane, Sidney y Melbourne. Si jamás la habías escuchado, hoy estás de enhorabuena”.

Aquí tenéis la entrada original con todas sus imágenes.

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