Si la canción protagonista de la última entrada fue la antibélica “Querida Milagros”, de El Último de la Fila, hoy nos ocupamos de uno de los temas que más me gustan de los Rolling Stones, “Paint it Black” (1966), habitualmente asociado a la Guerra del Vietnam por su inclusión en videojuegos, series y, sobre todo, películas –la más conocida es “La Chaqueta Metálica”, del gran maestro Stanley Kubrick- asociados a este conflicto bélico. Sin embargo la canción no habla de la guerra, sino de dolor y desesperación por la pérdida de alguien querido, donde lo negro simboliza la muerte y se repite de manera obsesiva; al parecer la idea la tomaron de los funerales de la Reina Victoria, cuando se pintaron puertas y rejas de ese color. Fue compuesta por Keith Richards y Mick Jagger, aunque intervinieron en ella todos los miembros del grupo, que aceleraron la canción e introdujeron algunos de sus elementos más característicos, como el hipnótico riff de sitar de Brian Jones y la enérgica batería de Bill Wyman, con esa entrada inolvidable al comienzo de la canción. Existen muchas versiones debidas a grupos de Hard y Metal, como las de W.A.S.P., Anvil, Type O Negative, The Black Dahlia Murder o, incluso, Deep Purple; sin embargo, me he decidido por otra instrumental francamente sorprendente, la debida al ex miembro de la banda de rock progresivo Yes, Rick Wakeman, uno de mis teclistas preferidos. La última tenía que ser para un grupo español; bien podría haber sido la de Los Salvajes o, incluso, la de Medina Azahara, pero ese “Todo negro” de M Clan, grabado en directo (“Sin enchufe”, 2001), creo que aún sigue estando en la memoria de todos.
Etiqueta: Rock psicodélico
Blind Faith. «Presence of the Lord»
A sus 69 años, Eric Clapton es historia viva del rock; hace poco comentaba –en la entrada que dediqué a The Yardbirds– que es como el Forrest Gump de la música, omnipresente en buena parte de los movimientos musicales que tuvieron lugar en los dorados y fértiles años 60’ y 70’, prácticamente como si tuviera el don de la ubicuidad y una capacidad sin límites para generar nuevas iniciativas musicales. Formó parte (en algunas ocasiones fue el líder) de grupos tan importantes para la música rock como The Yardbirds, John Mayall & The Bluesbreakers, Cream, Blind Faith, Delaney & Bonnie o Derek and The Dominos, por no hablar de su excepcional carrera en solitario. Blind Faith nació en 1968, cuando se disolvió Cream; estuvo formado por Eric Clapton y Ginger Baker -procedentes de Cream-, Steve Winwood –Traffic- y Ric Grech –Family-. Un supergrupo que duró menos de un año, pero que nos dejó uno de esos discos imprescindibles para cualquier amante del rock psicodélico y el blues-rock: “Blind Faith”, con una polémica portada que mostraba a una adolescente semidesnuda portando la maqueta de un avión entre sus manos. En este álbum se incluía la religiosa “Presence of the Lord”, un tema de Eric Clapton que, con el paso de los años, se ha ido convirtiendo en habitual de su repertorio en solitario; a pesar de que me considero un clapton-maniaco, esta primera versión de Blind Faith, con la irresistible voz de Winwood, me sigue pareciendo imbatible.
Deep Purple. «April»
Cuando un grupo como Deep Purple es creador de estilo, tiene álbumes que han sido, son y seguirán siendo referencia en el mundo del hard rock (“In Rock”, “Fireball”, “Machine Head”, “Made in Japan”, etc.) y es poseedor de un lista de canciones que, a día de hoy, son himnos para todos los aficionados a este estilo musical, pueden producirse situaciones que yo me atrevería a calificar como de injusticia musical. Digo esto porque a veces nos olvidamos que Deep Purple, antes de que definieran su estilo, también fueron pioneros en otros ámbitos musicales, como el rock psicodélico o el rock sinfónico, algo especialmente evidente en sus tres interesantísimos primeros álbumes. En 1969 publicaron “Deep Purple”, el tercer disco de su carrera, que finalizaba con una obra de arte, una joya de incalculable valor musical que ha sido sepultada por el propio curriculum vitae de este irrepetible grupo; “April” es una pieza sinfónica de doce minutos de duración, compuesta por Jon Lord y Ritchie Blackmore, articulada en torno a tres secciones: una primera de corte progresivo, francamente emocionante, una compleja parte central de música clásica (en la que se utilizan instrumentos de cuerda y viento) y un tramo final de carácter más psicodélico, que arranca con batería y guitarra para continuar con una parte cantada y un solo de guitarra final. Pocas veces los teclados de Jon Lord y la guitarra de Ritchie Blackmore han sonado de una manera tan compenetrada, emotiva y certera como en esta canción. Para quien esto escribe, “April” es una de las mejores composiciones de rock sinfónico que se han escrito y, sin embargo, no aparece en casi ninguna lista de este género.
The Yardbirds. «Heart full of soul»
Entre la pléyade de grupos británicos, pioneros de estilos musicales como el blues rock, el rock psicodélico y el hard rock, hay uno que tuvo en su nómina a tres de los guitarristas más grandes. Me estoy refiriendo a The Yardbirds, banda que funcionó entre 1963 y 1968 -en 1992 volvió a reactivarse-; al guitarrista original, Anthony «Top» Topham lo sustituyó, en octubre de 1963, Eric Clapton y a éste Jeff Beck, cuando «Mano lenta» formó Cream; al retirarse de la banda el bajista Samwell-Smith fue reemplazado, de manera provisional, por Jimmy Page quien, durante una tiempo, compartió cartel con Jeff Beck, aquél al bajo y éste a la guitarra. En 1966 Beck abandona el grupo, quedando Page como guitarra solista. 1968 se disuelve el grupo y es entonces cuando Jimmy Page crea «The New Yardbirds», nombre que hubo que abandonar -probablemente por problemas legales- dando paso Led Zeppelin. «Heart full of soul» es un tema de rock psicodélico temprano, con toques beat, que fue grabado por Jeff Beck, aunque en esta actuación, como bien puede apreciarse, ya estaba Jimmy Page.
The Beatles / Deep Purple / Tina Turner. «Help»
Hoy tengo que regañarme por no haber puesto antes a The Beatles, uno de los grupos más influyentes de la música moderna y de los que cuentan con más versiones de sus temas. «Help» apareció en 1965, en el álbum homónimo, una canción en la que John Lennon, autor de la letra, trató de expresar su desasosiego ante el fulgurante éxito que tuvo el grupo durante sus primeros años. Tres años más tarde era incluida en el primer disco de Deep Purple, «Shades of Deep Purple», con cierto aire psicodélico, tocada más lenta (en realidad, como Lennon siempre quiso) y con una duración de seis minutos, más del doble de la que tenía la original. Siendo los Purple una de mis debilidades (incluso en su primera época), hay otra versión de esta canción que me parece magistral, para mi gusto la mejor que se ha hecho y de las mejores que existen a partir de temas de los Beatles; me refiero a la de Tina Turner, una propuesta plena de fuerza, sentimiento y ganas de comunicar (dedicada a Marta, del blog «We are Rock«).