Más Birras. “Apuesta por el R&R”

El 23 de febrero de 2024 llegó a las salas españolas la película hispano-argentina “La estrella azul”, un proyecto de Javier Macipe iniciado poco antes de que estallara la pandemia de COVID, aunque tuvo que esperar a 2022-2023 para ver finalizado su rodaje en España y Argentina. Esta coproducción, que obtuvo dos premios en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y dos Goya, es una excelente y emocionante película, entre la ficción, la metaficción y el género biográfico, que se ocupa del músico y poeta zaragozano Mauricio Aznar Müller (1964-2000), líder de bandas como Golden Zippers, Almagato y, sobre todo, Más Birras, una banda de rockabilly, country-rock y pop-rock muy conocida en Zaragoza, aunque apenas fuera del territorio aragonés. Fue creada, hacia 1985, por Mauricio Aznar (voz, guitarra), Miguel Mata (bajo) y Víctor Jiménez (batería), y después se unirían a ella Mariano Ballesteros (saxo) y el compositor Gabriel Sopeña, amigo de Mauricio Aznar. Entre 1985 y 1993, año de su disolución, grabaron dos mini-Lp (“Al este del Moncayo”, 1987; y “Otra ronda”, 1988) y dos Lp, titulados “La última traición” (1990) y “Tierra quemada” (1992).

“La estrella azul” pone el foco en Mauricio Aznar, concretamente cuando su etapa en Más Birras estaba prácticamente finalizada; especialmente, en un episodio de su vida en el que realizó una especie de viaje iniciático a la Argentina profunda, tras la estela dejada por su admirado Atahualpa Yupanqui. Allí conoció a Carlos Carabajal, autor de varias canciones populares del folclore de Santiago del Estero; gracias a “Don Carlos”, que se convirtió en algo así como una especie de maestro y, a la vez, guía antropológico y espiritual, consiguió interiorizar la “chacarera” y otros géneros musicales de aquella región. Cuando regresó a España, dedicó el resto de vida a difundir el folclore de Santiago del Estero, y de otras zonas del noroeste de Argentina, con su grupo Almagato, en ocasiones incluso con la colaboración de su amigo Carlos Carabajal (interpretado en la película por su hermano Cuti). Mauricio Aznar falleció en 2000, debido a una sobredosis de droga, una semana después del suicidio de su hermano Pedro.

Este largometraje sobre Mauricio Aznar ha coincidido en el tiempo con el libro de Jorge Martínez, titulado Más birras. Del barrio a la leyenda (Doce Robles, 2023), que cuenta con un epílogo a cargo de Santi Rex (Niños del Brasil) y un prólogo de Enrique Bunbury. Él, y su grupo Héroes del Silencio, fueron los que dieron a conocer a Más Birras fuera de Aragón, gracias a la versión que hicieron del tema “Apuesta por el R&R”, quizás la canción más conocida de Más Birras. Os dejo algunas versiones de este tema, concretamente la primera grabación (maqueta) realizada por Más Birras, un directo de 1992 a cargo de esta banda, otro de Héroes del Silencio, una interpretación a cargo de Enrique Bunbury, otra de Joaquín Cardiel (Héroes del Silencio) y Amaral, y la de Loquillo y Gabriel Sopeña.

La Perra Blanco (con Carlos Tarque). “Came Back Home”

Alba Blanco nació el 31 de mayo de 1995, en la Línea de la Concepción (Cádiz), pero no tiene ni idea de flamenco y odia los carnavales, su suyo es el rockabilly más clásico, el que se hacía en la década de 1950. Tal y como puede leerse en su página web, se interesó por la música gracias a sus padres, ambos músicos; comenzó a tocar la guitarra a los trece años y, a los catorce, ya estaba encima de los escenarios. A los dieciocho años, tras interesarse antes por el heavy metal (Metallica, Slayer), el blues (Johnny Winter, Rory Gallagher), el jazz (Billie Holiday) o la psicodelia (The Doors, Jimi Hendrix), descubrió el R&R de pioneros como Jerry Lee Lewis, Carl Perkins o Little Richard. Así fue como nació el proyecto “La Perra Blanco”, un trío rockabilly que, en la actualidad, está formado por Guillermo González del Campo (contrabajo), Jesús López Benítez (batería) y, por supuesto, la líder del grupo: Alba Blanco Sánchez (voz, guitarra). Tocan tanto temas propios como versiones, y ya tienen cuatro discos: dos EPs (“La Perra Blanco”, 2021 y “Won’t You Come On”, 2022) y dos álbumes (“Bop & Shake”, 2019 y “Get It Out”, 2024.

En este último disco, lanzado hace unos meses, se han incluido doce temas; aquí podéis escuchar el disco, pero podéis empezar con la canción que encabeza esta entrada, “Came Back Home”, que cuenta con un invitado de excepción: Carlos Tarque, el líder de la banda M Clan. Os puedo asegurar que este grupo, con Alba a la cabeza, está siendo la sensación en el mundo del rockabilly (tanto en España como en algunos países de Europa); las entradas para la gira promocional de su último disco se han vendido a toda prisa, de hecho, yo me quedé sin ella porque, cuando me quise dar cuenta, ya no quedaba ninguna, y creo que ha pasado lo mismo en muchas localidades. La propuesta de La Perra Blanco está llena de energía, vitalidad y amor por el R&R más salvaje; si os queréis hacer una idea de cómo se las gasta este grupo en directo, lo podéis ver en estos cinco vídeos (1, 2, 3, 4 y 5). También os recomiendo una entrevista buenísima para Rock FM (aquí la tenéis), de la que he extraído algunas frases para que conozcáis mejor a Alba Blanco:

“Empecé tocando la guitarra heavy metal (…) tocaba Slayer y Metallica. Ahora es como un suicidio si me lo pongo, sería horrible escucharlo”

“Muchas veces vas a ver música en directo y es una cosa aburrida, que sales de allí y ves a la gente aburrida. Yo no voy a ese tipo de conciertos, pero veo las reacciones de la gente. Y los ves con cara de querer morirse, y se van a su casa bostezando (…) ¿Qué han visto estas personas que se van con cara de asco? Yo intento hacer justamente lo contrario (…) traer el concepto de rocanrol (…) una  música divertida, que es para pasárselo bien, y el concepto de R&R cuando nació en los años cincuenta (…) Qué salgas sudado, que salgas borracho y que te lo pases de puta madre”.

“[Estoy] superagradecida de poder mostrar esta música. Es música rancia, por así decirlo, que no está de moda, que está luchando contra el mercado de la música, la música latinoamericana, que es lo que venden (…) y la música comercial pop, y todo eso”.

“Yo me siento supercontenta que a la gente le guste. También, es que viene mucha gente a nuestros conciertos que no ha escuchado nunca R&R. Yo toco un tema de Little Richard, uno de Carl Perkins … Y la gente está escuchando música de los años cincuenta y ni lo sabe. Es cuando digo yo: se la he metido ’doblá’”.

The Supremes / Stray Cats / Phil Collins. “You Can’t Hurry Love”

Peter Gabriel fue el líder indiscutible de Genesis durante la primera etapa de este grupo, la que más valoramos los seguidores del rock progresivo. Este genial músico abandonó la formación en agosto de 1975, después de terminar la gira promocional del álbum “The Lamb Lies Down in Broadway” (1974). En una entrada anterior, dedicada al tema “Follow you, follow me”, ya hablábamos de todo esto y, también, de cómo fue el relevo en el liderazgo de Genesis, con el batería Phil Collins al frente, quien mantuvo a la banda en el estrellato, aunque con un estilo más cercano al pop-rock y al AOR que al rock sinfónico de sus inicios. Tras la publicación del álbum “… And Then There Were Three …” (1978), los miembros de Genesis se embarcaron en una gira de nueve meses de duración, que acabó liquidando el matrimonio de Collins. Al finalizar, aprovechando que sus compañeros Tony Banks y Mike Rutherford estaban trabajando en sendos álbumes en solitario, Collins se puso a escribir canciones sobre su vida personal, incluyendo el reciente divorcio con su primera esposa. Estos temas fueron publicados en su primer álbum en solitario (“Face Value”, 1981), que obtuvo un gran éxito gracias a temas como el conocidísimo “In the Air Tonight”. Su segundo disco (“Hello, I Must Be Going!”, 1982) fue como una especie de continuación del primero; se diseñó con diez canciones, todas compuestas por Phil Collins, excepto la titulada “You Cant’ Hurry Love”, obra del equipo de producción y composición de la discográfica Motown, formado por Lamont Dozier, Brian Holland y Eddie Holland. Fue el tema más exitoso del disco; alcanzó el número uno en la lista de singles del Reino Unido y allí se mantuvo durante dos semanas.

Esta alegre composición pop, sobre una madre que anima a su hija a esperar al amor de su vida, parece que está basada en una canción góspel de la década de 1950, escrita por Dorothy Love Coates -miembro del grupo The Original Gospel Harmonettes-. La primera grabación de esta canción fue la del grupo femenino de la Motown The Supremes, de cuyos orígenes ya hablamos en una entrada anterior, dedicada al tema “Wonderful! Wonderful!”; la publicaron como single en 1966 (con el tema “Put Yourself in My Place” en la cara B) y fue incluida en el álbum titulado “The Supremes A’Go-Go” (1966), el noveno de esta formación, con Diana Ross como voz principal. También de 1966 son las versiones de Four Tops y John Schroeder and Orchestra. Un año antes de que Phil Collins lanzara al mercado su famosísima versión, se publicó la de la banda de rockabilly Stray Cats, apareció como cara B de su segundo single (“Rock This Town”) y, sin no me equivoco, no se incluyó en ningún álbum de estudio, quizás en algún recopilatorio. Si queréis escuchar otras versiones, podéis probar con las de Melanie Safka, Phil Seymour, Dixie Chicks, D.L. Byron, Bette Midler, Boyzone, Nina Zilli (en italiano), Les Surfs (en francés), Claude François (en francés), Bruno Lomas (en español) o Greta y Los Garbo (en español). También existe una versión de las Supremes en italiano.

Imelda May. «Wild Women»

El rock and roll nace de la confluencia musical del country y el blues; es un hecho bien conocido, ya hemos aludido a ello en entradas anteriores de este blog. De entre los subgéneros primigenios del R&R hay dos que representan muy bien lo que fueron los orígenes del rock: el rhythm and blues, característico de la comunidad negra, y el rockabilly, presente entre el colectivo blanco, a menudo músicos y cantantes de country. Jimmie Rodgers, Bob Willis, Tennessee Ernie Ford o Hank Williams son algunos de esos artistas que están en el origen remoto del rockabilly, aunque la explosión de este género tuvo lugar en los años cincuenta y sesenta, cuando esta variante agresiva y veloz del country se hace más evidente gracias a músicos como Bill Haley, Elvis Presley, Carl Perkins, Johnny Cash, Eddie Cochran, Gene Vincent y, durante los años setenta, Robert Gordon. En la década de 1980 se recuperó y revitalizó el género, a través de bandas como Stray Cats, abanderada de este movimiento neorockabilly, ya cercano a planteamientos que acabaron dando lugar al subgénero conocido como psychobilly, en el que se mezclan los planteamientos del rockabilly y el punk; The Cramps o The Meteors son algunas de las bandas señeras de este movimiento. Entre las figuras actuales del rockabilly, la irlandesa Imelda May -a quien hemos tenido en anteriores entradas dedicadas a versiones [“Remember (Walking in the Sand)”, “Tainted Love” y “The End of the World”]- merece un lugar destacado.

Nacida en Dublín, desde niña escuchaba rockabilly y blues; con catorce años prestó su voz para un anuncio de Findus y, dos años después, ya recorría el circuito de clubes de su ciudad natal, siempre que la dejaban entrar porque aún era menor de edad. Inició su carrera profesional en solitario en el año 2003, con el disco “No Turning Back”; después vendrían los trabajos titulados “Love Tattoo” (2008), “Mayhem” (2010) y “Tribal” (2014), en los que acabó conformando su propio estilo de rockabilly, en ocasiones agresivo, otras veces melódico (sus baladas son preciosas), todo ello apoyado en su carismática, sexy y excelente voz. Hace algunos años tuve la oportunidad de ver una actuación suya en Madrid (aquí tenéis la crónica), os puedo asegurar que su propuesta musical es excitante y cautivadora. Para que os hagáis una idea de quien es Imelda May (si aún no la conocéis), os propongo su tema “Wild Woman”, perteneciente al álbum “Tribal” (2014): “(…) hay una mujer salvaje que vive dentro de mí, una malvada, malvada mujer salvaje que muere por ser libre”. Os dejo una actuación en directo, para que podáis ver en acción a esta carismática e irresistible cantante interpretando “Wild Woman”.

Gene Vincent & His Blue Caps/ Bruno Lomas / Stray Cats. “Be-Bop-a-Lula”

Al igual que Elvis Presley, Gene Vincent nació en Estados Unidos durante el año 1935. Los intereses de las compañías discográficas -en este caso los de Capitol Records-, quisieron convertir a este joven arrogante, desafiante y provocador en una nueva figura del R&R, capaz de competir con el mismísimo Elvis en estilo y éxito. Apodado “El Príncipe Negro”, debido al color de la indumentaria de cuero con la que iba ataviado durante los conciertos, se alistó en la Armada cuando tenía diecisiete años, aunque tuvo que abandonarla debido a un accidente de moto que, con el paso de los años y una serie de accidentes posteriores que se cebaron en la misma pierna, acabó por condicionar enormemente su movilidad. Tras su regreso del Ejército, comenzó a tocar con algunas bandas de country de Norfolk (Virginia -EE.UU.-), su ciudad natal, donde acabó firmando un contrato con el sello Capitol Records, después de que éstos escucharan una demo de la canción “Be-Bop-a-Lula” en un programa de radio. El tema fue publicado como single, ocupando la cara B, en junio de 1956; le acompañaron: Cliff Gallup (guitarra principal), “Wee” Willie Williams (guitarra rítmica), “Jumpin” Jack Neal (contrabajo) y Dickie “Be Bop” Harrell (batería), miembros integrantes de su grupo Blue Caps.

“Be-Bop-a-Lula” es, tal vez, el tema más conocido de Vincent, músico que compartió momentos de éxito con los grandes pioneros del R&R durante la década de 1950 y comienzos de los sesenta; falleció en 1971, a los treinta y seis años, víctima de una úlcera que acabó en hemorragia interna e insuficiencia cardiaca. Su rockabilly agresivo, en ocasiones cercano al proto-punk, y sus explícitas y, en ocasiones, incomprensibles letras quizás pudieron incomodar a una parte del público joven que, en realidad, lo único que buscaba era pasarlo bien con el R&R y bailar. Sin embargo, es uno de los músicos más respetados en el ámbito del rockabilly; véanse, por ejemplo, las canciones que artistas como Ian Dury, Robert Gordon, Stray Cats o Eddy Mitchell han dedicado al Príncipe Negro.

El título de la canción que hoy nos ocupa, “Be-Bop-a-Lula”, probablemente recuerda al de algunos viejos temas de jazz de los años cuarenta, como “Hey! Ba Be Re Bop”, que popularizara Lionel Hampton-; estas melodías acabaron conformando el vocablo “bebop”, que da nombre a uno de los estilos de jazz más conocidos. La autoría de la canción no está muy clara (aquí podéis leer algunas teorías); lo más probable es que la escribiera Gene Vincent (música) junto a Donald Graves (letra), cuando el primero se recuperaba del accidente de moto al que hemos aludido líneas arriba. Donald Graves debió vender sus derechos a Bill “Sheriff Tex” Davis, el mánager de Gene Vincent & His Blue Caps, y acabó acreditándose él mismo como autor de la canción.

“Be-Bop-a-Lula” ha aparecido en varias películas (“La chica no puede remediarlo”-se puede ver en ella al propio Vincent-, 1956; “Pleasantville”, 1998; “Corazón salvaje”, 1990; “Los delincuentes”, 1989; “Planet 51”, 2009; etc.) y tiene muchas versiones: The Everly Brothers, Johnny Devlin, The Beatles, Jerry Lee Lewis, Carl Perkins, Cliff Richard, Johnny Hallyday, Adriano Celentano, John Lennon, Paul McCartney, Brian Setzer, Billy Thorpe & The Aztecs, Raul Seixas, Mina, Les Chaussettes Noires & Eddy Mitchell (en francés), el grupo español Tennessee (en inglés) y los también españoles Pekenikes y Los Milos. Éstas dos últimas bandas interpretaron el tema en nuestro idioma, al igual que Bruno Lomas, quien protagoniza nuestro segundo vídeo destacado de hoy, una interesantísima versión publicada como single (cara B) en 1973, en la que destaca la guitarra y la magnífica voz de Bruno Lomas. Y finalizamos con los estadounidenses Stray Cats, abanderados del movimiento que hizo resurgir el rockabilly durante la década de 1980 y, de alguna manera, también pioneros del psychobilly; incluyeron esta versión en su disco titulado “Original Cool” (1993).