Judy Collins / Leonard Cohen / Joe Cocker. “Bird On The Wire”

Like a bird on the wire. Like a drunk in a midnight choir. I have tried in my way to be free”. Cuentan las crónicas musicales que Kris Kristofferson, uno de los miembros más destacados del grupo de músicos country englobados dentro del movimiento “Outlaw Country”, le pidió a Leonard Cohen los primeros versos de su canción “Bird On The Wire” para que fueran grabados en su lápida: “Kris Kristofferson me informó que había robado parte de la melodía de otro compositor de Nashville [quizás se refiera al tema “Turn Me On”, de John D. Loudermilk, grabado por primera vez por Mark Dinning en 1961]. También dijo que va a poner los dos primeros versos en su lápida, y me dolerá si no lo hace” (Leonard Cohen). Kristofferson falleció el 28 de septiembre de 2024, a los ochenta y ocho años, se había retirado de la música tres años antes, en plena pandemia COVID. Según se indica en la web “Find a Grave”, Kris Kristofferson fue incinerado, no hubo funeral por expreso deseo suyo, y las cenizas pasaron a ser custodiadas por la familia. Leonard Cohen había fallecido unos años antes, el 7 de noviembre de 2016, por lo que no pudo verse defraudado por no contemplar los versos de su canción inscritos en la lápida de Kristofferson; quien sabe, quizás estén grabados en la urna cineraria.

En las notas que aparecen en el recopilatorio “The Best of Leonard Cohen” (1975), el canadiense señalaba que siempre empezaba sus conciertos con esta canción, “Bird On The Wire«, un tema que terminó de escribir en un motel de Hollywood durante 1969, pero que comenzó a componer en la isla griega de Hidra -donde pasaba una temporada con su novia Marianne-, entre exaltaciones ebrias de la amistad, depresiones y la contemplación de pájaros que se posaban en los recién instalados postes y cables telefónicos de Hidra:

“Empezó en Grecia porque en la isla donde yo vivía no había cables (…) No había cables telefónicos. No había teléfonos. No había electricidad. Así que en cierto momento pusieron estos postes telefónicos, y ahora no los notarías, pero cuando los pusieron por primera vez, era todo lo que hacía: mirar por la ventana estos cables telefónicos y pensar cómo la civilización me había alcanzado y no iba a ser capaz de escapar después de todo. No iba a ser capaz de vivir esta vida del siglo XI que pensé que había encontrado para mí. Ese fue el comienzo. Entonces, por supuesto, me di cuenta de que los pájaros llegaban a los cables y así fue como empezó esa canción. ‘Como un borracho en un coro de medianoche’, también está ambientado en la isla. Donde los bebedores, yo incluido, subían las escaleras. Había una gran tolerancia entre la gente porque podía ser en mitad de la noche. Veías a tres tipos abrazados, subiendo las escaleras a trompicones y cantando (…) Así que esa imagen vino de la isla: ‘Como un borracho en un coro de medianoche’” (Leonard Cohen).

Hoy os propongo las tres primeras grabaciones de esta emblemática canción del cantautor canadiense. En primer lugar, la de Judy Collins, en formato country, incluida en su séptimo álbum de estudio (“Who Knows Where The Time Goes”, 1968), en el que participaron músicos tan destacados como Steven Stills, Van Dyke Parks, Chris Ethridge o Buddy Emmons. Después salió al mercado la del propio Leonard Cohen, más cercana al folk, formando parte de su segundo Lp (“Songs From a Room”, 1969). Y, en tercer lugar, la de Joe Cocker, más rockera, también incluida en su segundo disco de estudio (“Joe Cocker!”, 1969). Por supuesto, después se han seguido registrando más versiones; aquí os dejo algunas de las más interesantes, en concreto las debidas a artistas y grupos como Tim Hardin, Rita Coolidge, David Soul, Fairport Convention, Johnny Cash, Willie Nelson, k.d. Lang, Joe Bonamassa, Katey Sagal & The Forest Rangers, Jennifer Warnes, Elvis Costello, Madeleine Peyroux, Tedeschi Trucks Band, The Neville Brothers, Mark Erelli & Rose Polenzani, Allison Crowe, incluso una en español, un tanto suigéneris, a cargo de Kiko Veneno.

Dire Straits. “Romeo and Juliet”

En el clásico de William Shakespeare, Romeo y Julieta se amaban tanto, a pesar de pertenecer a familias en disputa, que decidieron casarse en secreto y, por lo tanto, enfrentarse a sus respectivas familias. Sin embargo, nunca lograron su propósito, ser felices y comer perdices; las adversidades derivadas del enconamiento, las desgracias, la mala suerte y el trágico guion concebido por el autor de la obra, condujeron al suicidio de los amantes, primero Romeo, más tarde Julieta. La canción “Romeo and Juliet”, escrita por el guitarrista y cantante de Dire Straits Mark Knopfler, nos presenta una versión renovada, prácticamente distópica, de este clásico universal de la Literatura. En esta realidad alternativa, Romeo y Julieta continúan con vida, aunque podría decirse que su relación ha terminado viéndose afectada por el paso del tiempo y el peso de la convivencia. Romeo sigue enamorado de Julieta, ahora canta a su amor por las calles, de manera desaforada, ante la indiferencia y el desprecio de ella; Julieta le recuerda que tiene novio y le recomienda que no haga más el ridículo; quizás Julieta ya ha conseguido un cierto estatus social, ya no es aquella chica de barrio que prometió amor eterno a Romeo. Está claro por qué Shakespeare mató a sus personajes …

Cuentan las fuentes habituales que “Romeo and Juliet” fue escrita por Mark Knopfler tras un romance fallido con la cantante y compositora Molly Beth Vincent, de quien probablemente pensaba que lo había utilizado para impulsar su carrera musical. En la letra de esta canción hay otras dos alusiones bastante interesantes, una en torno a la canción “Somewhere”, de la obra “West Side Story”, basada en la obra de Shakespeare que nos ocupa; la otra tiene que ver con la canción “My Boyfriend’s Beck”, del grupo femenino The Angels. En lo que respecta a la parte musical, destaca la guitarra arpegiada -característica de esta canción-, que suena parecida al piano de “Jungleland”, el tema de Bruce Springsteen con el que se cierra “Born to Run» (1975). “Romeo and Juliet”, uno de los temas imprescindibles de Dire Straits, fue incluido en el tercer disco de los británicos (“Making Movies”, 1980), del que ya tuvimos la oportunidad de hablar en una entrada anterior dedicada a la canción “Tunnel of Love”; en ella recordábamos la presencia de dos músicos en este álbum, en la órbita de Bruce Springsteen: Roy Bittan (teclados) y Jimmy Lovine (producción), circunstancias que quizás expliquen el parecido entre “Jungleland” y “Romeo and Juliet”.

Además de escuchar el original de estudio con el que encabezamos esta entrada, no dejéis de ver este vídeo, que recoge la versión en directo grabada para el mítico “Alchemy” (1984), uno de los mejores álbumes en vivo que ha dado el rock. Y os propongo algún directo más de Dire Straits interpretando “Romeo and Juliet”, en concreto uno del Festival de San Remo (1981), otro en Sidney (1986), uno más con Eric Clapton (1988) y una versión acústica, prácticamente minimalista, interpretada más recientemente por Mark Knopfler.

Creedence Clearwater Revival / Elton John / Hanoi Rocks. «Up Around The Bend»

Empecé a interesarme por la música a los doce años. La radio fue mi gran aliada, sobre todo los programas de canciones dedicadas. Fueron los años de la EGB, cuando aún no había descubierto estilos como el hard rock o el rock progresivo, los dominantes durante mi adolescencia. Entonces disfrutaba con los éxitos del momento, pero mi ruinosa (por no decir inexistente) economía sólo me permitía comprar cintas de casete baratas, muy baratas, ediciones que recogían canciones muy conocidas interpretadas por cantantes desconocidos. De hecho, en los títulos de crédito sólo aparecían los autores de los temas, no los intérpretes; éstos, a menudo, trataban de imitar a los cantantes originales sin mostrar ningún tipo de rubor. Aún conservo un par de cintas de aquella época, ambas de 1974-1975 (al final de la entrada las podéis ver), una de S.A. Ediciones Fonográficas (colección Olympo), y otra de Marfer S.A. (colección Trama).

Por supuesto, en el ámbito de la música anglosajona también existieron iniciativas similares, incluso más perfeccionadas y consolidadas que las españolas; por ejemplo, la serie discográfica “Top of the Pops”, del sello Hallmark, a través de su discográfica Pickwick Records. Entre 1968 y 1985 grabaron, nada más y nada menos, que más de cien álbumes de versiones cantadas por músicos de sesión, artistas anónimos que no aparecían en los títulos de crédito. Antes de que se hicieran famosos, Tina Charles o Elton John fueron habituales de estos discos económicos, cuyas grabaciones se sucedían una tras otra; según ha manifestado el cantante de sesión Tony Rivers, “en aquellos días, la mayoría de las veces, tenías que hacer tres canciones en tres horas y luego te ibas de allí”. Así se ganó la vida Elton John antes de que fuera conocido. En 1994 se editó un disco titulado “Chartbusters Go Pop”, en el que se recogieron veinte canciones interpretadas por Elton John entre 1969 y 1970, en aquella época en la que hacía versiones anónimas de temas tan conocidos como “Cotton Fields”, “Lady D’Arbanville”, “In The Summertime” o “Yellow River”, por citar sólo algunos; también se atrevió con canciones de John Fogerty, el líder de Creedence Clearwater Revival, como “Travelin’ Band” o “Up Around the Bend”, una alegre y metafórica composición que invita al optimismo y al descubrimiento.

Este tema se incluyó en el quinto álbum de estudio de los californianos, el titulado “Cosmo’s Factory” (1970), donde también aparecen temas como “I Heard it Through the Grapevine”, protagonista de una entrada anterior. Para la tercera versión destacada de hoy, nos quedamos con la propuesta de la banda finlandesa de hard rock y glam rock Hanoi Rocks; incluyeron este tema en su quinto álbum de estudio (“Two Steps From The Move”, 1984). A poco que busquéis un poco, en seguida os daréis cuenta que abundan las versiones de esta canción interpretadas por artistas no excesivamente conocidos, como New Strangers (con un toque bluegrass), Leinemann, Studio 99, The Bates (punk), Pyro (heavy metal), The Egrets, Diamante eléctrico (banda colombiana de rock, en español), Midnite String Quartet (música clásica instrumental) o Sweet Little Band (instrumental para bebés).

Ricky Nelson / Milton Mapes / Paul McCartney & friends. “Lonesome Town”

En octubre de 1999 se lanzó al mercado el undécimo álbum de estudio de Paul McCartney en solitario. Fue grabado entre marzo y mayo de 1999, aproximadamente un año después del fallecimiento de su esposa, Linda, debido a un cáncer. Quizás por ello, quiso hacer un disco diferente, algo así como un reencuentro con la música que escuchaba cuando era adolescente. En “Run, Devil Run” (1999) se incluyeron dieciséis canciones de R&R de los años cincuenta: trece versiones de temas conocidos (y otros no tan conocidos) que, en su día, fueron interpretados por artistas como Gene Vincent, Chuck Berry, Ricky Nelson, Elvis Presley, Carl Perkins, Buddy Holly, Little Richard o Fats Domino; y tres canciones compuestas por McCartney, dentro de estos parámetros rocanroleros. Para la ocasion, Paul McCartney se rodeó de un grupo de músicos excepcional, entre los que podemos destacar a David Gilmour (Pink Floyd), Ian Pace (Deep Purple) o Dave Mattacks (Fairport Convention).

El corte número seis del disco corresponde al tema “Lonesome Town”, compuesto por Baker Knight -autor de temas tan conocidos como “The Wonder of You”, que popularizara Elvis Presley- e interpretado por primera vez por Ricky Nelson, en 1958. De este músico y actor ya hablamos en una entrada anterior, dedicada al tema “Hello Mary Lou”, en la que hicimos una breve semblanza biográfica de este cantante, a menudo conocido como “el otro Elvis Presley”. Incluyó esta canción en su tercer álbum de estudio (“Ricky Sings Again”), para el que contó con el acompañamiento vocal del grupo The Jordanaires, también habituales en las grabaciones de Elvis Presley.

De “Lonesome Town”, cuya letra describe un lugar ficticio al que pueden acudir los corazones rotos para ahogar sus penas, se han hecho bastantes versiones; además de las dos ya mencionadas, a cargo de Ricky Nelson y de Paul McCartney, también podemos mencionar las debidas por Mark Murphy, The Ventures, Johnny Tillotson, The Fleetwoods, The Hep Stars, Ronnie Hawkins, Ray Dexter, Jerry Garcia, Chloe Moser, Françoise Hardy, Richard Anthony (en francés), Johnny Hallyday (en francés), The Cramps (psychobilly) o nuestra tercera opción de hoy, a cargo de la banda estadounidense de folk rock y country rock Milton Mapes. Esta versión fue incluida en la banda sonora del videojuego “Stubbs the Zombie in Rebel Without a Pulse”, del que ya hablamos en un post anterior. “Lonesome Town” ha aparecido en películas como “Pulp Fiction” y en series de televisión como “Heroes”, “The End of the F***ing World” o “Grantchester”.

Peter Frampton. “Baby I Love Your Way”

Peter Frampton es un cantante, guitarrista, compositor y productor nacido en la localidad de Beckenham (Inglaterra). A los siete años ya se interesaba por la música y, a los ocho, comenzó su aprendizaje con la guitarra y el piano; cuatro años más tarde ya tocaba en un grupo local (Little Ravens) y, después, formaría parte de bandas como Trubeats, Preachers o Moon’s Train, ésta última dirigida por el Rolling Stone Bill Wyman. Tras su paso por The Heard, donde se convirtió en ídolo de adolescentes, con apenas dieciocho años entró a formar parte de Humble Pie, formación pionera del hard rock, en la que también estaba Steve Marriott. Dos años después, con cinco álbumes grabados con esta banda, inició su carrera en solitario con una propuesta musical menos agresiva que la ofrecida por Humble Pie, podríamos decir que más cercana al rock melódico o soft rock que al hard rock.

Tras publicar tres discos no excesivamente exitosos (“Wind of Change”, 1972; “Frampton’s Camel”, 1973; y “Somethin’s Happening”, 1974), sacó al mercado el titulado “Frampton” (1975), en el que se incluyeron los dos temas más conocidos de este músico: “Show Me The Way” -al que ya dedicamos una entrada en el año 2018- y “Baby, I Love Your Way”, una balada romántica en la que el autor nos habla de un amor maravilloso, de esos en los que sólo ves las bondades de la persona a la que amas, con la que pasarías día y noche hasta agotar la fecha de caducidad -o de consumo preferente- de la pócima o encantamiento que te subyuga. Sin embargo, tanto este tema como “Show Me The Way” fueron realmente conocidos, y aclamados por el público, gracias al disco doble en directo “Frampton Comes Alive!”, una excelente grabación que aún se sigue considerando como uno de los mejores álbumes en vivo de la historia del rock. Aquí podéis escuchar el original de estudio de “Baby, I Love Your Way” y, encabezando la entrada, tenéis la grabación del mítico “Frampton Comes Alive!”, disco en el que intervinieron Bob Mayo (guitarra rítmica, teclados), Stanley Sheldon (bajo), John Siomos (batería) y, por supuesto, Peter Frampton (guitarra, voz, “talk box”).

Tras este disco, probablemente la cima de su carrera, Peter Frampton ha continuado publicando álbumes con cierta regularidad, y aún lo sigue haciendo. También ha aparecido en películas y series de televisión, como “Baa Baa Black Shep”, “Sargento Pepper” (1978), “Los Simpson” o “Padre de Familia”, y tocó la guitarra en el tema principal de “Grease” (1978). En 2016 entró a formar parte del Musicians Hall of Fame and Museum. De “Baby, I Love Your Way” se han hecho bastantes versiones: Gary Glitter, Diana Ross, Will to Power o Walter Jackson, aunque la más conocida quizás sea la de la banda americana de reggae-pop Big Mountain.