La primera acepción de plagio que recoge el Diccionario de la RAE es la de «copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias». A pesar de que casi todos los que escuchamos música nos atrevemos a opinar sobre este tema, generalmente de manera intuitiva, lo cierto es que no es asunto baladí; la dificultad reside en valorar lo que es «sustancial». A mí me gusta hablar de «parecidos razonables», salvo que el plagio esté respaldado por sentencia judicial. Uno de los casos de plagio musical más conocido es el de «My Sweet Lord», de George Harrison, tal vez su canción más conocida y exitosa. La compuso, en 1969, mientras realizaba una gira como invitado de Delaney & Bonnie y Eric Clapton; tal y como él mismo ha manifestado, la idea inicial era la de hacer una canción religiosa con la que cualquier creyente se pudiera sentir identificado, combinando las palabras «Aleluya» y «Hare Krishna» y, como base melódica, el «Oh Happy Day» de los Edwin Hawkins Singers. El primero en grabarla fue el cantante y pianista estadounidense Billy Preston, con quien colaboraba habitualmente George Harrison. Unos meses después, ya separados los Beatles, George volvió a grabar esta canción para su triple álbum «All Things Must Pass» (1970); fue una producción muy cuidada, en los Abbey Road Studios, que contó con el trabajo de Phil Spector y la colaboración en la grabación de Eric Clapton, Ringo Starr, Jim Gordon y algunos miembros de Badfinger; hay quien dice, aunque esto es más dudoso, que también intervinieron Alan White y John Lennon. Unos años más tarde Bright Tunes demandaba a George Harrison por plagio musical; entendían que había copiado el tema «He’s So Fine», compuesto por Ronald Mack y publicado por el grupo The Chiftons en el año 1962. El juez falló a favor de Bright Tunes; Harrison tuvo que hacer frente a una cuantiosa indemnización por «plagio inconsciente», probablemente provocado por un caso de criptomnesia, al parecer algo habitual en el mundo de los plagios: el sujeto cree componer algo totalmente novedoso cuando, en realidad, está rescatando recuerdos almacenados en su memoria que, en un momento dado, afloran sin tener consciencia de ello. Para complicar aún más el asunto, hay quien opina que el tema «Kind of a Drag» (1966), de los Buckinghams también se parece bastante. Para finalizar, os dejo con algunas versiones de «He’s So Fine» -en concreto las debidas a Jody Miller, Dee Dee Sharp, The Sangri-Las y The Angels– y de «My Sweet Lord» –U2, Megadeth, Hurray for the Riff Raff y Emmerson Nogueira-.
Etiqueta: Soul
Ray Charles / The Animals / Casey Abrams y Haley Reinhart. «Hit the Road Jack»
https://www.youtube.com/watch?v=0rEsVp5tiDQ
Para algunos Ray Charles fue el inventor del soul y uno de los impulsores del R&B, para otros el responsable de que la comunidad afroamericana se sintiera importante gracias a la música, a través de una propuesta que atacaba las bases conceptuales de lo que debería ser la música negra; el góspel era demasiado limpio y espiritual, mientras que el blues se manifestaba como un estilo triste y quejumbroso. Ray Charles puso todo su talento en una coctelera y el resultado fue algo apasionado y lleno de vida, una propuesta vital disfrazada de música en la que el góspel, el blues, el R&B, el jazz, el country y el pop se fusionaban de una manera milagrosa. Tras el gran éxito que supuso «What’d I Say», en 1959, todo un latigazo de energía para una comunidad necesitada de propuestas así, Ray Charles se consolidaba como uno de los grandes intérpretes del momento y, también, empezaba a evidenciar sus problemas con las drogas, hasta llegar a ser encarcelado, a mediados de la década de los sesenta, por posesión de heroína. Uno de los temas más famosos de aquellos años fue «Hit the Road Jack», compuesto por Percy Mayfield para Ray y grabado por éste en 1961. En el primer vídeo de hoy podéis ver esta canción tal y como fue concebida, es decir, como un diálogo entre Charles y The Raelettes, el coro femenino liderado por Marjorie Hendricks que acompañaba al artista norteamericano desde finales de los cincuenta; Ray suplica, mientras que las Raelettes le responden «No more, no more, no more», además de aludir a su limitada solvencia por no tener dinero. La segunda propuesta destacada de hoy es la de los británicos The Animals, publicada en el álbum «Animalisms» (1966); en ella destaca la voz de Eric Burdon y los teclados de Dave Rowberry, una versión que me encanta. Por último, os propongo una más reciente, la debida a Casey Abrams y Haley Reinhart, dos concursantes del programa de televisión «American Idol«, creo que de la décima temporada. No obstante, hay otras versiones más o menos interesantes, como las de Suzi Quatro, The Stampeders, Shirley Horn, Jerry Lee Lewis o una de lujo, a cargo de Willie Nelson, Wynton Marsalis y Norah Jones. Incluso fue cantada por el actor Daniel Brühl en la película española «Los Pelayos«.
The Isley Brothers / The Beatles / G. Bissonette, S. Ian & L. Kilmister. «Twist and Shout»
El primer Lp de los Beatles, titulado «Please Please Me», fue publicado en marzo de 1963 tras una única sesión de grabación que apenas duró diez horas; aquello ocurrió un 11 de febrero, con John Lennon resfriado y la voz prácticamente rota, sobre todo al llegar al último tema -el número catorce-, titulado «Twist and Shout». Tras una primera toma en la que Lennon cantó como pudo, se intentó una segunda pero la garganta de John no aguantó más; el productor George Martin se vio así obligado a validar esta grabación y a incluirla en el disco. Según he podido leer, «Twist and Shout» fue el único éxito de los Beatles no escrito por ellos que fue capaz de vender un millón de copias. La canción había sido compuesta por Phil Medley y Bert Russell, con el título inicial de «Shake it Up, Baby», para los Top Notes (éste es el original de 1961). A pesar de que la producción corrió a cargo del solvente Phil Spector, apenas fue tenida en cuenta hasta que el compositor Bert Berns decidió modificarla con el fin de incrementar su energía; esta nueva adaptación fue entregada al grupo de funk-soul The Isley Brothers, quienes la publicaron como cara A en un single editado en 1962. La cara B se titulaba «Spanish Twist», algo que no es casual si tenemos en cuenta que el «Twist and Shout» de Berns se parecía mucho en ritmo y concepto musical a una canción hispana muy conocida: «La Bamba«, de Ritchie Valens. Utilizando como referencia la versión de los Isley Brothers, popularizada y definida poco después por los Beatles, han sido muchos los artistas que se han animado con este clásico; formaciones como The Kingsmen, The Searchers o Brian Poole & The Tremeloes lo han hecho con aires beat/garage rock; desde el soul también se han hecho buenas versiones, como las de The Sangri-Las o Ike & Tina Turner; las hay en tono melódico, como la de The Mamas & The Papas, Minnah Karlsson o Petra Viková & Band; y también más rockeras, como las de los Who, Bruce Springsteen o la tercera destacada de hoy, a cargo de tres buenos músicos: el batería Gregg Bissonette, el guitarrista Scott Ian (Anthrax) y el bajista y cantante Lemmy Kilmister (Motörhead). Esta versión fue grabada para el álbum «Harder and Heavier» (2010).
The Marvelettes / The Beatles / Amanda Fondell. «Please Mr. Postman»
https://www.youtube.com/watch?v=rGJcbHni4rc
El fenómeno de los grupos musicales formados exclusivamente por cantantes femeninas, que armonizaban conjuntamente al modo de las formaciones masculinas de doo-wop, tuvo su momento álgido durante la década de los sesenta, en gran parte debido al nacimiento, en 1959, del sello discográfico Motown. El dueño de esta empresa, Berry Gordy, orientó estos grupos femeninos, de base soul, hacia un pop muy del gusto de los jóvenes. Las más conocidas tal vez fueron las Supremes, y también otras como las Ronettes, Martha and The Vandellas o The Sangri-Las; sin embargo, las primeras que lograron triunfar fueron The Marvelettes, para algunos autores como Luis Lapuente (Historia-Guía del Soul. «Magia Negra». Madrid: Guía de Música, pág. 291) fueron «probablemente el mejor grupo vocal femenino en toda la historia de la Motown». Las descubrió Berry Gordy después de un concurso en el que sólo lograron quedar cuartas; a pesar de todo, su profesora convenció a los cazatalentos de la Motown de que merecían otra oportunidad. Acudieron a la prueba con el nombre de The Marvels y con una canción, compuesta por un amigo de Georgia Dobbins -componente del grupo-, titulada «Please Mr. Postman». Fue suficiente para que Gordy se quedara con ellas; cambió el nombre por el de The Marvelettes y sustituyó a la mencionada Georgia Dobbins, que abandonó el grupo para incorporarse a otro proyecto, por Wanda Young; ésta última y, sobre todo, Gladys Horton acabarían siendo las cantantes principales. Esta historia, sobre una chica que esperaba con impaciencia la llegada del cartero con noticias de su novio, fue grabada con el apoyo instrumental de The Funk Brothers, grupo del que formaba parte Marvin Gaye a la batería, y publicada como single en 1961, siendo un gran éxito de ventas. Dos años más tarde fue versionada por los Beatles para su segundo álbum de estudio («With the Beatles», 1963), con un ritmo algo más rocanrolero. Tras el original a cargo de las Marvelettes y la conocida versión de los de Liverpool, os voy a proponer una tercera más actual, la debida a la cantante sueca Amanda Fondell, conocida gracias a un concurso de televisión, que grabó este tema para su primer disco de estudio («All this Way», 2011). Si queréis escuchar otras versiones, también os dejo las interpretadas por The Carpenters, Helen Shapiro, The Boone Family y Bob Tostes; así como un último enlace a la escena de «Malas Calles«, de Martin Scorsesse, para la que se utilizó la versión de las Marvelettes.
The Temptations / Ella Fitzgerald / Rare Earth. «Get Ready»
Smokey Robinson, una de las grandes figuras que dado el soul, formó su primera banda (The Five Chimes) con los amigos del colegio; ésta dio origen a The Matadors que, poco después, acabaría llamándose The Miracles, uno de los primeros grupos contratados por la mítica productora Motown. En 1966 compuso «Get Ready» para otra de las formaciones señeras de esta discográfica, The Temptations; Smokey produjo el single -lanzado en febrero de 1966- y también colaboró en el álbum «Gettin’ Ready» (1966), donde acabaría incluyéndose esta canción. Tres años después, en 1969, Ella Fitzgerald la utilizó para su disco «Ella». Éstas son las dos primeras versiones que vamos a escuchar, la tercera es un tanto especial: ¡dura más de 21 minutos!, algo verdaderamente anormal en el soul. Si La Guitarra de las Musas fuera un blog especializado en este estilo probablemente nunca habría recomendado esta versión de Rare Earth, una banda de músicos blancos creada en 1967 y, curiosamente, también vinculada a la Motown a través de una «filial blanca», del mismo nombre del grupo, especializada en sonidos algo más rockeros. El «Get Ready» de Rare Earth apareció en un álbum titulado igual que el grupo, publicado en septiembre de 1969 y, meses después, lanzado como single en versión reducida (aquí lo podéis escuchar). Como comentábamos antes, esta atrevida versión de 21 minutos no suele ser bien valorada por los puristas del soul, sin embargo es bastante apreciada entre aficionados al rock. Suena a soul psicodélico pero con estructura y maneras de rock progresivo, de hecho bien podría considerarse como uno de los temas precursores de este género. Comienza en tono psicodélico hasta que, a partir del minuto 2:30, hace su aparición la inconfundible parte melódica cantada; en el minuto 5 comienza una interesantísima parte instrumental en la que, poco a poco, van apareciendo las percusiones, el bajo, el órgano, la guitarra eléctrica, los instrumentos de viento y de nuevo las percusiones, especialmente presentes entre el minuto 17 y el 20:50, en que vuelve a recuperarse la melodía conductora hasta el final del tema. Otra versión clásica es la The Supremes y, por supuesto, la del grupo de Smokey Robinson (The Miracles); Nancy Sinatra nos dejó otra de tipo disco-rock, mientras que la del dúo escocés The Proclaimers, más actual, se acerca al power pop; por último, mencionaré la de Mayer Hawthorne, en tono neo-soul.