Manchester acogió, durante el verano de 1976, un par de conciertos de Sex Pistols que han pasado a la historia por la repercusión que tuvieron entre el público asistente; allí estuvieron, entre otros, algunos de los componentes de bandas que, años después, ejercerían su dominio en el ámbito musical, como Joy Division, Buzzcoks, The Fall, The Smiths o el cantante de Simply Red, Mick Hucknall. Éste último, impresionado por los Sex Pistols, acabaría formando parte de la banda punk The Frantic Elevators; en 1984, tras su disolución, decidió crear otra a la que bautizaron como «Red», en alusión a su color de pelo; el nombre final fue adoptado, al asumir como bueno, un error inicial de cartelería cometido por el dueño del local donde se presentó este grupo. Simply Red ya no era un grupo punk, practicaban un soul blanco («Blue-eyed soul») con elementos procedentes del jazz, el funky, el pop y la new wave, como bien quedó plasmado en sus primeros discos: «Picture Books» (1985), «Men & Women» (1987) y «A New Flame» (1989) en los que, además de canciones propias, abundaban buenas versiones de artistas y grupos como Harold Melvin & the Blue Notes, Barry White, Valentine Brothers o Talking Heads. Para entonces, Simply Red ya era un grupo famoso; su líder, Mick Hucknall, ha llegado a afirmar que, entre 1985 y 1987, llegó a acostarse con más de mil mujeres, algo de lo que no se siente muy orgulloso y que justifica por el abandono que sufrió por parte de su madre cuando tenía tres años: «Quería el amor de cada mujer en el mundo porque no lo tuve de mi madre. Fue una adición que me llevó a un período más oscuro, entre 1996 y 2001, en el que me acerqué a las alcantarillas, y en el que más que seducir, bebía (…) Nunca conseguí la cercanía emocional que ansiaba» (rollingstone.es); incluso llegó a pedir disculpas en público por el daño causado a aquellas chicas. Simply Red consolidó su éxito con el álbum «Stars» (1991), personalmente el trabajo que más me gusta de ellos; compuesto totalmente por Mick Hucknall, cuenta con un puñado de excelentes canciones: «Something got me Started«, «Thrill me«, «Your Mirror«, «For your Babies«, «Wonderland» y, por supuesto, la que daba nombre al grupo, la que hoy os propongo. «Stars» fue reeditado en 2008, en un lujoso producto compuesto por dos cds y un dvd en el que se recoge una actuación en el Festival de Jazz de Montreaux (8-VII-1992).
Categoría: Soul-Funk-Disco
The Platters / The Band / Freddy Mercury. «The Great Pretender»
El doo wop -en España conocido como «du duá»- es un estilo musical que se inició en los años treinta y cuarenta, aunque alcanzó su mayor popularidad durante las décadas de los cincuenta y, en menor medida, los sesenta. Fue cultivado por las comunidades afroamericanas de grandes ciudades como Nueva York, Filadelfia, Chicago, Pittsburgh, etc. Probablemente comenzó en los porches y garajes de algunos jóvenes, deseosos de sorprender a las chicas con estas composiciones -normalmente «a capela»- en las que el solista era acompañado por cuatro o cinco voces que adornaban la melodía principal con frases y coros. A medida que este género fue cobrando fuerza, aparecieron más grupos; rivalizaban entre ellos en callejones o cualquier otro lugar que, gracias al eco, potenciara sus arreglos vocales. El doo wop bebe de fuentes como el gospel, el R&B o el swing y, aunque inicialmente fuera más propio de la comunidad negra, con el paso del tiempo se fueron incorporando otras culturas, como la italiana o la latinoamericana. Uno de los grupos más conocidos de este género fueron The Platters, formado en Los Ángeles durante 1953 y disuelto a finales de los años sesenta; estaba constituido por cuatro hombres y una mujer, y consiguieron un gran éxito con el sello discográfico Mercury Records gracias a una eficaz mezcla de doo wop, pop y canción melódica. En 1955 lanzaron «Only you», tal vez su canción más emblemática, y «The Great Pretender», compuesta por el que fuera su productor y gerente Buck Ram, con Tony Williams como voz principal. Fue todo un éxito y dio lugar a diferentes versiones; las primeras a cargo de artistas como Gene Pitney, Sam Cooke, Pat Bonne, Roy Orbison o The Righteous Brothers. En 1973 fue publicada por The Band en su sexto álbum de estudio, «Moondog Matinee», un disco de versiones donde podemos disfrutar de este tema ya bien alejado del inicial doo wop; la interpretación de los canadienses -la segunda versión sugerida para hoy- es fiel a su estilo folk-rock, en esta ocasión cantada por el multi-instrumentista Richard Manuel. «The Great Pretender» también puede escucharse en clave country (Dolly Parton, Old in the Way, etc.), incluso jazz (la versión de Lester Bowie, por ejemplo, dura diecisiete minutos). Sin embargo, hay otra bien conocida por todos, la de Freddy Mercury, grabada como single en 1987; tomando como base la propuesta del ya mencionado Gene Pitney, Mercury nos ofrece una interpretación única de esta canción, que lo acompañó fielmente durante los últimos años de su vida.
Percy Sledge / The Spencer Davis Group / Leslie West. «When a man loves a woman»
Cuando un hombre ama a una mujer no puede pensar en nada más [ya se sabe que los varones no tenemos capacidad para simultanear tareas], si es mala somos incapaces de verlo, por ella gastaríamos hasta la última moneda, podríamos llegar a sacrificar a nuestros mejores amigos y hasta nuestras ocupaciones favoritas [la cerveza, el fútbol y el rock & roll], incluso, dormiríamos bajo la lluvia si así nos lo pidiera. Este entregado y apasionado planteamiento es el que nos ofrece la canción «When a man loves a woman» (1966), uno de los himnos románticos por excelencia, que tiene su origen -según cuenta Héctor Sánchez en Efe Eme– en una historia de desamor, la vivida por el cantante de soul Percy Sledge cuando fue abandonado por su novia al mudarse a Los Ángeles para trabajar como modelo; una noche, en el escenario, pidió a los músicos de su grupo (The Esquires Combo), Calvin Lewis y Andrew Wright, que tocaran un tema lento, entonces comenzó a improvisar una melodía impregnada en los sentimientos que le consumían. Entre el público se encontraba el productor musical Quin Ivy quien, maravillado por aquello, le propuso grabar un disco; así fue como nació «When a man loves a woman», inicialmente llamada «Why did you leave me baby», compuesta por el propio Sledge junto con los compañeros anteriormente citados (Lewis y Wright), a quienes Percy cedió la autoría de la canción en señal de amistad y agradecimiento. El tema fue un éxito absoluto, tanto en su momento como en años posteriores, dando lugar a un buen número de versiones; sabemos que Percy Sledge se arrepintió mucho de dejar escapar a su gran amor, ¿lo hizo también tras regalar sus derechos de autor a aquellos viejos amigos? Entre las versiones existentes de este tema habría que destacar, por la repercusión que tuvo, la de Michael Bolton, grabada en 1990, además de otras debidas a artistas como Marvin Gaye, Kenny Rogers, Barbara Mandrell, Bette Midler o Art Garfunkel; sin embargo, he preferido endurecer algo esta canción antes que perpetuar su habitual tono almibarado. Por eso, os propongo dos versiones con mucha personalidad: la del grupo The Spencer Davis Group, cantada por el joven prodigio Steve Winwood y grabada el mismo año que la de Sledge («The Second Album», 1966), cuando Steve tenía dieciocho años; y la del excepcional guitarrista y vocalista norteamericano Leslie West, cantada junto a Jonny Lang e incluida en su álbum «Still Climbing» (2013). No os perdáis esta gran versión que, a última hora, ha desbancado a la inicialmente programada, la del guitarrista de jazz Wes Montgomery.
Gloria Jones / Soft Cell / Imelda May. «Tainted Love»
https://www.youtube.com/watch?v=yDT0yn9jk7M
Marc Almond y Dave Ball fueron los componentes del dúo británico de techno-pop Soft Cell; comenzaron su andadura en 1978, produciendo música para representaciones teatrales. En 1981 lanzan el single «Tainted Love», que fue un absoluto éxito. Sin embargo, no se trataba de un tema original sino de una canción escrita en 1964 por Ed Cobb para la cantante de soul Gloria Jones, lamentablemente más conocida por ser la novia de Marc Bolan, el que fuera líder de la banda de glam-rock T. Rex. Gloria conoció a Bolan en 1969, cuando interpretaba el musical Hair; comenzaron a verse con relativa frecuencia, después ella entró a formar parte del grupo de coristas de Bolan y, finalmente, acabaron viviendo juntos, incluso tuvieron un hijo en común, aunque el de T. Rex nunca llegaría a separarse de su esposa. La noche del 16 de septiembre de 1977, cuando regresaban de cenar, tuvieron un accidente en el Mini Austin del cantante, conducido por Gloria, que acabó con la vida de Bolan ¿Fue la suya una bonita historia de amor o, simplemente, reprodujeron el espíritu dañino, doloroso y envenenado que nos cuenta «Tainted Love»? Recordemos que este tema permaneció unido durante mucho tiempo a la cantante, incluso lo volvió a grabar en 1976, con un ritmo más funky, apenas un año antes del accidente que acabo de comentar. No va a ser ésta la primera versión de hoy, sino la original de 1964; tras esta visión soul a cargo de Gloria Jones, vamos a pasar a la conocidísima de Soft Cell, llena de teclados, sonidos electrónicos y en clave pop; y, finalmente, os voy a dejar con mi preferida, la de Imelda May, que la transforma en un sensual rockabilly de esos que no conviene perderse. Por lo tanto, del soul pasamos al pop y de aquí al rock & roll; si se os antoja corta esta evolución, os aconsejo que escuchéis aquí la versión del grupo de heavy metal Scorpions, también muy buena. Y si aún queréis más, podéis probar con la famosa versión de Marilyn Manson, incluida en la banda sonora de la película «No es otra estúpida película americana» (2001). No son las únicas, hay bastantes más: Flying Pickets, Milk Inc., Grand Magnéto, Pussycat Dolls, incluso una en español, la debida al grupo La Unión, bajo el título de «Falso amor«.
The Supremes. «Wonderful! Wonderful!»
A comienzos de 1959 el compositor y empresario musical Berry Gordy creaba, en Detroit, la casa discográfica «Tami Records» que, poco tiempo después, se convertiría en «Motown Records», una productora musical de gran éxito en los años sesenta, especializada en soul, R&B, pop y, en general, música negra. A la Motown pertenecieron artistas y grupos como The Marvelettes, The Temptations, Martha & the Vandellas, Stevie Wonder, The Jackson Five, Rare Earth, The Isley Brothers o The Supremes, inicialmente conocidas como The Primettes hasta que, en 1961, firman por este sello discográfico y cambian definitivamente su nombre. Estuvieron en activo hasta 1977, aunque su etapa dorada fue la comprendida entre 1961 y 1970, año en el que Diana Ross abandona el grupo para iniciar una exitosa carrera en solitario. El trío clásico, el que tuvo mayor proyección, estuvo formado por Florence Ballard, Mary Wilson y Diana Ross, quien acabó por arrinconar a la que, hasta entonces, había sido la solista: Florence Ballard. Hasta tal punto fue así que, entre 1966 y 1967, Diana Ross conseguía cambia el nombre del trío por el de Diana Ross & The Supremes. Ballard no aguantó y acabó abandonando el grupo, y su propia vida; en 1976, cuando su enemiga triunfaba en solitario, moría de un infarto, como un juguete roto, olvidada, pobre y alcoholizada. En el año 2007 se estrenó «Dreamgirls», la historia del trío vocal «Dreamettes» -en clara alusión a The Supremes-, donde se escenifica esta historia. «Wonderful! Wonderful!», incluida en su álbum «I hear a symphony» (1966), probablemente no es su tema más conocido pero siempre me acuerdo de él por su inclusión en la serie Expediente X, en concreto en el capítulo titulado «Home«, donde se nos narra una truculenta historia de seres deformes y de una familia de esas que, de vez en cuando, aparecen en el cine de terror norteamericano («La matanza de Texas», «Las colinas tienen ojos», etc.) La versión que aparece en la serie es la de Johnny Mathis, tal vez la más conocida, aquí la podéis escuchar; yo, sin embargo, me quedo con la elegancia y el buen hacer de las Supremes.