The Supremes / Stray Cats / Phil Collins. “You Can’t Hurry Love”

Peter Gabriel fue el líder indiscutible de Genesis durante la primera etapa de este grupo, la que más valoramos los seguidores del rock progresivo. Este genial músico abandonó la formación en agosto de 1975, después de terminar la gira promocional del álbum “The Lamb Lies Down in Broadway” (1974). En una entrada anterior, dedicada al tema “Follow you, follow me”, ya hablábamos de todo esto y, también, de cómo fue el relevo en el liderazgo de Genesis, con el batería Phil Collins al frente, quien mantuvo a la banda en el estrellato, aunque con un estilo más cercano al pop-rock y al AOR que al rock sinfónico de sus inicios. Tras la publicación del álbum “… And Then There Were Three …” (1978), los miembros de Genesis se embarcaron en una gira de nueve meses de duración, que acabó liquidando el matrimonio de Collins. Al finalizar, aprovechando que sus compañeros Tony Banks y Mike Rutherford estaban trabajando en sendos álbumes en solitario, Collins se puso a escribir canciones sobre su vida personal, incluyendo el reciente divorcio con su primera esposa. Estos temas fueron publicados en su primer álbum en solitario (“Face Value”, 1981), que obtuvo un gran éxito gracias a temas como el conocidísimo “In the Air Tonight”. Su segundo disco (“Hello, I Must Be Going!”, 1982) fue como una especie de continuación del primero; se diseñó con diez canciones, todas compuestas por Phil Collins, excepto la titulada “You Cant’ Hurry Love”, obra del equipo de producción y composición de la discográfica Motown, formado por Lamont Dozier, Brian Holland y Eddie Holland. Fue el tema más exitoso del disco; alcanzó el número uno en la lista de singles del Reino Unido y allí se mantuvo durante dos semanas.

Esta alegre composición pop, sobre una madre que anima a su hija a esperar al amor de su vida, parece que está basada en una canción góspel de la década de 1950, escrita por Dorothy Love Coates -miembro del grupo The Original Gospel Harmonettes-. La primera grabación de esta canción fue la del grupo femenino de la Motown The Supremes, de cuyos orígenes ya hablamos en una entrada anterior, dedicada al tema “Wonderful! Wonderful!”; la publicaron como single en 1966 (con el tema “Put Yourself in My Place” en la cara B) y fue incluida en el álbum titulado “The Supremes A’Go-Go” (1966), el noveno de esta formación, con Diana Ross como voz principal. También de 1966 son las versiones de Four Tops y John Schroeder and Orchestra. Un año antes de que Phil Collins lanzara al mercado su famosísima versión, se publicó la de la banda de rockabilly Stray Cats, apareció como cara B de su segundo single (“Rock This Town”) y, sin no me equivoco, no se incluyó en ningún álbum de estudio, quizás en algún recopilatorio. Si queréis escuchar otras versiones, podéis probar con las de Melanie Safka, Phil Seymour, Dixie Chicks, D.L. Byron, Bette Midler, Boyzone, Nina Zilli (en italiano), Les Surfs (en francés), Claude François (en francés), Bruno Lomas (en español) o Greta y Los Garbo (en español). También existe una versión de las Supremes en italiano.

The International Submarine Band. “Blue Eyes”

Hace unos cuantos años, concretamente en marzo de 2015, dedicábamos una entrada a Gram Parsons, uno de los padres del country rock, fallecido -como tantas otras estrellas del rock- a la fatídica edad de 27 años. En ella, dábamos algún apunte biográfico, de su trayectoria musical en solitario y de su paso por grupos como los míticos The Byrds; de hecho, él fue uno de los artífices del disco “Sweetheart of the Rodeo” (1968) y de ese estilo tan característico, heredero del Sonido Bakersfield, que acabaría llamándose country rock. A menudo, se considera este Lp como el álbum fundacional del género, al menos por la relevancia que tuvo. Sin embargo, unos meses antes se había grabado un disco dentro de estos mismos parámetros musicales, que apenas tuvo repercusión mediática porque cuando se publicó, en marzo de 1968 -cinco meses antes que “Sweetheart of the Rodeo”-, el grupo ya se había disuelto. Nos referimos al álbum “Safe at Home”, de la banda The International Submarine Band, creada en 1966 por John Nuese y Gram Parsons, cuando éste último era alumno de Teología en la Universidad de Harvard (apenas aguantó un semestre en la Facultad).

Tomaron el nombre de una serie estadounidense (“Our Gang”, 1922-1929), en concreto de uno de los episodios, en el que se escuchaba el programa de radio “The International Silver String Submarine Band”. Además de Gram Parsons (guitarra, voz) y John Nuese (guitarra), también formaban parte del grupo Ian Dunlop (bajo) y Mickey Gauvin (batería). A comienzos de 1966 se trasladaron a Nueva York, donde grabaron un par de singles antes de un nuevo traslado a Los Ángeles. Allí participaron en la película “The Trip” (1967), dirigida por Roger Corman; inicialmente grabaron el tema “Lazy Days”, pero finalmente se sustituyó por otro de la banda The Electric Flag (en este fragmento se les puede ver, pero lo que suena no es “Lazy Days”). Con el grupo prácticamente disuelto, Parsons y Nuese reclutaron a nuevos músicos para grabar el que, a la postre, sería el único disco de la International Submarine Band: “Safe at Home”, un trabajo en el que se incluyeron cuatro temas compuestos por Gram Parsons y el resto versiones de músicos como Merle Haggard y Johnny Cash, entre otros. El disco se grabó entre julio y diciembre de 1967, aunque no se publicó hasta marzo de 1968, entre otras cosas debido al desconcierto de la banda ante el súbito abandono de Gram Parsons para unirse a The Byrds.

“Safe at Home” comienza con “Blue Eyes”, uno de los temas compuestos por Parsons. Aquí os dejo una interesante versión a cargo de la banda de country alternativo Uncle Tupelo, incluida en el álbum “Conmemorativo: A Tribute To Gram Parsons” (1993); y otra más, interpretada por el grupo, creo que noruego, Flying Schoes.

Fairground Attraction. “Clare”

Fairground Attraction fue una banda de pop -con influencias procedentes del jazz, el folk y el rock melódico- creada en Manchester (Inglaterra) durante  1987, en torno al guitarrista y compositor Mark E. Nevin y a la cantante Sadenia “Eddi” Reader; los otros miembros eran Simon Edwards (bajo –guitarrón mexicano-) y Roy Dodds (batería). Sólo publicaron dos discos de estudio, el superexitoso “The First of a Million Kisses” (1988) y “Ay Found Kiss” (1990), que no tuvo gran repercusión, grabado en un mal ambiente de trabajo, pues las discusiones entre los miembros del grupo eran habituales; de hecho, en enero de 1990 ya estaba disuelta la banda. En el año 2003 se lanzó el disco titulado “Kawasaki Live in Japan 02.07.89”, en el que se recogió una grabación en directo del año 1989, con los éxitos de su primer disco y ocho canciones que inicialmente deberían haber aparecido en el fallido segundo Lp de esta formación. Tras la desaparición de la banda, tanto Mark E. Nevin como Eddi Reader continuaron sus respectivas carreras en solitario; Mark, que se había iniciado en el mundo de la música con la banda de post-punk Jane Aire & The Belvederes, ha grabado algunos discos y, sobre todo, ha trabajado con artistas como Brian Kennedy, Morrisey, Kirsty MacColl o Ringo Starr; Eddi, que también comenzó en otro grupo post-punk (Gang of Four), y como cantante de jingles publicitarios y vocalista de sesión para grupos y solistas como Eurythmics, The Waterboys, Alison Moyet o Billy Mackenzie, tiene una discografía en solitario más amplia que su compañero Mark y, tal y como puede verse en su página web, aún actúa ofreciendo actuaciones en directo.

Volviendo a “The First of a Million Kisses” (1988), cuya portada contiene una fotografía de Magnum Elliott Erwitt de 1955, tiene once canciones compuestas por Nevin y otra más (“Whispers”) debida a Reader. La canción más conocida del disco (y de la banda) es “Perfect”, comercializada como single, al igual que los temas “Find My Love”, “A Smile in a Whisper” y “Clare”, el último sencillo lanzado por Fairground Attraction antes de su disolución. Es el corte que más me gusta del disco, quizás por su acercamiento al jazz de Nueva Orleans, incluso por su coqueteo con los viejos sonidos del ragtime; sin olvidar que, ante todo, Fairground Attraction realmente lo que hacían era un pop más bien recatado, casi aterciopelado, y muy bien arreglado. Para que os hagáis a la idea, así era descrito el look de Eddi Reader por José Ramón Pardo en su libro La Discoteca Ideal de la Música Pop. Los 1000 mejores discos del pop-rock (Barcelona: Planeta, 1997; pág. 237): “(…) el aspecto de bibliotecaria de la cantante (…), tapada hasta el cuello y con gafas de montura ancha. Una anti sex symbol ideal para tiempos de anti exceso”, y eso que se había iniciado en mundillo del post punk. Finalizo con dos directos de Fairground Attraction, uno de “Perfect” y otro de “Clare”.

The Doors / Status Quo / Blue Öyster Cult. “Roadhouse Blues”

El quinto álbum de estudio de los estadounidenses The Doors -protagonistas de este blog en los temas “Light My fire”, “Break on Through (To the Other Side)”, “The End” y “Riders on the Storm”- se tituló “Morrison Hotel” (1970). Fue grabado después de “The Soft Parade” (1969) que, aunque exitoso, en su momento no fue muy bien valorado por la crítica al considerar que, en cierto modo, habían traicionado el sonido de la banda con arreglos orquestales y algunos instrumentos no habituales, como el trombón, el saxo o la mandolina. La inestabilidad de Jim Morrison, en gran parte causada por su desmedido consumo de alcohol, se trasladó a las sesiones de grabación, que se hicieron insoportables, carísimas y eternas. Antes de que la banda acabara disolviéndose debido a las tensiones acumuladas, Jim Morrison decidió abandonar el grupo, aunque Ray Manzarek finalmente le convencería para que se quedara seis meses más. Con todo, Morrison continuó haciendo de las suyas; en noviembre de 1969, cuando ya habían empezado a grabar “Morrison Hotel” o estaban a punto de empezar, fue protagonista de un altercado en un avión, por el que acabaría siendo acusado de interferir en un vuelo intercontinental, de embriaguez pública y de acosar al personal de la línea aérea; ante el peligro de que acabara ingresando en la cárcel, una azafata finalmente revocó su testimonio, alegando que se había equivocado al identificar a Morrison como el causante de aquel episodio.

El tema más conocido de “Morrison Hotel” quizás sea el titulado “Roadhouse Blues”, con el que se inicia el disco. Fue compuesto, en lo musical, por todos los miembros del grupo, mientras que la letra fue escrita por Jim Morrison. En la grabación de este blues-rock, comercializado como la cara B del single “You Make Me Real”, intervinieron Lonnie Mack (bajo) y el exlíder de Lovin’ Spoonful, John Sebastián (armónica); el resto de músicos eran los habituales: Jim Morrison (voz), Bobby Krieger (guitarra), Ray Manzarek (teclados) y John Densmore (batería). El álbum “An American Prayer” (1978), publicado tras el fallecimiento de Morrison, contiene una magnífica versión en directo de esta canción (aquí la podéis escuchar, y también ver a los Doors interpretándola). También existe una curiosa grabación de 1969, con Ray Manzarek como vocalista, en lugar de Jim Morrison; y otra, a modo de tributo, con John Lee Hooker y Jim Morrison compartiendo la interpretación vocal de esta melodía. La segunda versión destacada de hoy es la de los británicos Status Quo, incluida en su disco “Piledriver” (1972); y la tercera es la de los estadounidenses Blue Öyster Cult, publicada como single en 1982. Y finalizo recordando otras versiones, en concreto las de Frankie Goes to Hollywood, Eric Burdon y Brian Auger Band, Ron Evans Group, The Jeff Healey Band, Elkie Brooks, Eddie Money, The Doors y Eddie Vedder, Creed, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Divididos -éstos dos últimos argentinos- y Sweet Little Band (música para bebés).

Remigi Palmero i Bon Matí. “Ràdio Alger”

Remigi Palmero, cantautor y guitarrista nacido en Alginet (Valencia), está considerado como uno de los principales artífices -junto con Pep Laguarda y Juli Bustamante- de un movimiento musical, entre la vanguardia y la tradición, que tuvo lugar durante la Transición española, con la cultura, los sonidos y el aroma valenciano como ejes fundamentales de su ideario. Tras su paso por la orquesta Els Brots, cuando apenas tenía catorce años, y por otros grupos como Robersons, Els Cinc Xics o Els Pavesos, publicó su primer disco en 1979, titulado “Humitat relativa”, en el que también participó el grupo Bon Matí, del que formaban parte Juli Bustamante, Tico Balanzá y un trío de músicos (primos entre ellos) de Guinea Ecuatorial, que conocieron en Altea -el lugar donde se gestó este álbum-: Pepe Dougan (piano), Lito Boricó (congas) y Luis Dougan (bajo). “Humitat relativa” es una obra poco conocida para el gran público, sobre todo fuera de Valencia; sin embargo, es una de las obras fundamentales del pop y el rock que se hizo en España durante la década de 1970, en la que también confluyeron estilos como el folk-rock, el funk, el jazz o los ritmos brasileños. Una joya de nuestra discografía, que el propio Remigi Palmero quiso poner en valor hace algunos años:

Empezamos a vernos por Altea (…) Allí empezamos a presentar el Humitat Relativa con el formato mediterráneo -percusiones, laúd, sin guitarras eléctricas- que a los alemanes les enganchaba un montón. Era una mirada árabe, pero no éramos árabes (…) El Humitat Relativa es un disco multinacional, más que un disco nacionalista, e incluso tiene algunos puntos donde descree del nacionalismo (…) La portada fue una idea de Miquel Gil, un artista fantástico de mi pueblo, amigos desde pequeños. Tuvo la idea de hacer un fotomontaje porque él estudiaba mucho a los fotomontadores de los 50 y había hecho muchos trabajos. A partir de la foto del balcón él empezó a colorear el fondo, y los textos lo hicimos entre los dos. Era una portada que reflejaba los gustos que teníamos en la época: del pop psicodélico inglés de Beatles, Pink Floyd y demás (…) Expresa el concepto de Humitat que no es contextualizable. Humitat Relativa es como un medio título que no dice nada, un colgón. Se queda a medio hacer, es como un misterio, y eso es importante. Unas ideas llevan a otras. La portada resume ese concepto, habitamos un paraíso, de riqueza cultural y ecológica y agrícola. Durante una época esto era un paraíso, y siempre en el campo ha estado mi vocación, la idea de la Ribera verde y productiva. Yo estoy en el balcón, acariciando el ambiente, y tenía magia en el territorio psicodélico, mágico (…) ‘Humitat Relativa está sin producir, musicalmente no está compensado, no hay arreglos, no hay percusión. El disco estaba por acabar, y se hizo una premezcla rápida, sin pensarlo, y al día siguiente escucharon los de Barcelona el material y lo compraron. No se llegó a editar. Humitates un accidente artístico

Entrevista a Remigi Palmero, recogida en la revista Muzikalia.

En opinión de Juan Puchades, redactor de la revista Efe Eme, “Humitat relativa” es como

una especie de oasis sonoro, en el sentido de que no ha habido continuación, por lo tanto se adelantó tanto que sus hallazgos están todavía por ser continuados. Ni el propio Palmero siguió ese camino de unir folk-rock con jazz, con apuntes de funky o brasileños, pero todo ello con una fuerte impronta valenciana: no hay otro caso en el que se haya resuelto mejor una sonoridad netamente valenciana, sin folclorismos, con el rock y el pop, que es de lo que trataba al fin y al cabo. Y no lo digo solo por el idioma en que está cantado, es que en su música y la manera de cantar sobrevuela algo indefinible y poco explicable que respira música valenciana. En ese sentido es excepcional (…) Es un disco eminentemente lúdico, que precisamente rompía con esa asociación un tanto perversa de la lengua como algo reivindicativo. Remigi cantaba en valenciano y sobre Valencia porque le venía en gana, pero no había soflamas, sus historias no tienen nada que ver con la reivindicación. Son intimistas, amorosas, paisajísticas o retratan un momento tan fascinante como la recuperación de los espacios públicos para las fiestas populares, como en la certera Cançó de festa, en la que fotografía un momento esencial de nuestra historia, el de la vuelta de las verbenas, de las fiestas mayores en los albores de la democracia. En ella hay alegría, no reivindicación. Solo pretende ser una foto, ¡que no es poco!.

Juan Puchades. Consultado en: Moreira, Marta. «Las diez claves de ‘Humitat Relativa’, el disco ‘maldito’ de Remigi Palmero». Valencia Plaza, 07/06/2018.

Para el coleccionista valenciano Vicente Fabuel,

“Humitat Relativa tiene esa aureola de disco maldito. Era un disco mestizo, arriesgado, que por un lado se salía del mundo de la cançó valenciana –en la que no solo no gustó, sino que molestó que alguien cantara un poema de Andrés Estellés a ritmo de rumba y flamenco- y también tenía problemas para entrar en el mundo rock. Ahora su propuesta es perfectamente valorable por cualquier veinteañero al que le guste el rock o el folk. Uno de los daños colaterales de este malditismo fue que Remigi no volvió a grabar en diez años, y que cuando lo hizo, todos sus discos posteriores quedaron oscurecidos por ese malditismo de su álbum de debut. Nunca llegó a encajar en ninguna escena contemporánea”.

Vicente Fabuel. Consultado en: Moreira, Marta. «Las diez claves de ‘Humitat Relativa’, el disco ‘maldito’ de Remigi Palmero». Valencia Plaza, 07/06/2018.

El álbum apenas tuvo repercusión en el momento de su lanzamiento, se debieron vender doscientos discos; después de esta primera tirada, el máster se perdió, lo que convirtió a “Humitat relativa” en objetivo de los coleccionistas; tras la adquisición de Zafiro -la discográfica que publicó el disco- por la multinacional Sony, se encontró el máster. En  2018 se reeditó el álbum en cd y vinilo de 180 gramos, aunque Remigi Palmero se desvinculó del proyecto. No he podido encontrar el disco en Spotify, tampoco completo en Youtube, aunque sí algunas canciones, como “Veles en la mar”, “Plens de sol de Bon Matí”, “L’olor a Garrofa”, “Temps de Plutja a la ciutat” o “Ràdio Alger”, el tema de Juli Bustamante que os propongo para la entrada de hoy, con esa inolvidable bienvenida a la primavera y, por lo tanto, a la vida: “Enguany celebrarem l’any nou com cal, la nit del 20 de març. La vida comença quan la primavera, la nit del 20 de març. Ací Ràdio Alger transmetent en ona curta, cridant a les estrelles”.